Para Ana Alesi, mujer hecha de silencios...
VIENTO NORTE
· Si amas en silencio, el corazón pronto se hace de pasiones no conocidas antes.
· Si escribes, puede ser que el arrastre del lápiz moleste
el remiendo del corazón lastimado.
· Hablar contra-esperanza es complacer al vacío quien no tiene
nada que ver cuando ya todo te satura.
· Me enfrento a quien todo lo tiene, con un solo puñado de palabras;
èstas impiden que el puño se cierre…
· No me oculto en mi silencio; por el contrario: ahí me rebelo y revelo
las letras mudas que forman mi alfabeto.
· Ya no te buscaré sino a través del silencio. Tal vez ahí lo Imposible
sea indiferente y encienda esa palabra que algunos llaman esperanza...
· Como ves, no dejé las cosas a medio andar; terminé con lo que me
propuse aún cuando el silencio ya tomo su venganza debida.
· Si truena, llueve, relampaguea o tiembla, yo te sigo amando:
es mi silencio quien enfrenta los estertores de afuera.
· Te amo noble y limpiamente, dentro de un paréntesis cuyo cuerpo
carece de latidos; y es que el corazón ya conoce la enorme distancia
de cada uno de tus palpitares.
· Callar, sellar los labios, derramar la tinta, volverse analfabeta:
recursos que van dando forma al silencio, mas nunca al hecho
de olvidarte…
· ¿Por cuánto tiempo se puede amar sin abrir la boca? La eternidad
si se quiere. El habla se hizo para inscribir locuras; el silencio para
recuperar la cordura y amarte más que antes.
· Cuando ya todo se dijo, y en la batalla uno es el derrotado,
queda siempre el recurso de las barcas: entre más se alejan
llevándote con ellas, más pasión silenciosa tejen sobre las aguas…
· Bajo el silencio (una vez el amor ya confesado) el corazón retiene
sangre en vez de expulsarla: es su estrategia para erguir la llama
sin que el combustible le falte.
VIENTO DEL SUR
. Si la espada blande al aire, y una flor entre las manos crece
y mariposas aletean himnos y canciones ¿No es esto acaso motivo
ara besar con mi silencio el borde de tus labios?
· Estar frente a ti obliga al silencio absoluto ¿Qué se puede decir
ante hermosura tal? Mi callar hurga ya en los diccionarios, palabras
propias a tu belleza.
· Podría amarte el Estratega con un silencio noble, puro, alquímico,
sin estorbo; mas él sabe que prohibido quiere decir a su vez silencio,
y que tu custodio es un ángel de espada que no advierte dos veces...
· El amor a solas exige de un silencio extraordinario: un exilio donde
el retumbar no va más allá de las letras que dan forma a tu nombre…
· En un inicio el Paraíso fue sólo silencio. No puedo afirmar si hoy
existan voces que me llamen: fui expulsado de él cuando te amé,
mujer prohibida…
· El silencio es el lenguaje del visionario, del apátrida, del poeta.
Cuando éstos hablan, nada se rompe: todo se consuma.
· Estruja el silencio contra mi pecho; su cardo y espuma como guía.
Quien gemirá soy yo; el silencio sólo se afanará en amarte ya sin límites.
· No existe filosofía para el silencio, pues ¿no acaso éste es anterior a
toda lógica humana? Lo ilógico sería filosofar si morir por ti vale
o no la pena: eso, jamás se pregunta.
VIENTO DEL OESTE
· Si el silencio está hecho de la omisión de sonidos
¿Cómo es entonces que tus palabras crean en mí este callar teñido
por tu ausencia?
· Hay días (los fines de semana por ejemplo) en que sólo hablo conmigo
mismo; el resto lo paso traduciendo para ti esos silencios ya
convertidos en poemas…
· Si tú y yo calláramos para siempre ¿sería posible un silencio más
desmesurado que corra en sus entrañas? Cosas extrañas suelen
suceder cuando uno decide zurcirse los labios.
· Cuando alguien muere, se pide un minuto de silencio.
Yo pediría de él un siglo, con tal de vivir un segundo entre tus brazos.
· Perdí al elegir lo prohibido en vez de optar por el silencio.
Volver al punto inicial sería desdecir palabras de amor que tanto
ruido hicieron al paso de la pérdida.
· Guerra de guerrillas: hablarte-callar, silencio-gemir.
Eso parece el combatir en terrenos que sólo tu corazón conoce...
No te precoupes, la falla de mi estrategia ya resulta irreparable...
· Debo al silencio todo lo que soy: de él vengo y hacia él voy.
No te sorprenda entonces si en ese silencio encierro
toda pasión que por ti siento...
· Si por las noches un revólver dispara, habría que preguntarse
si tal silbo violenta al silencio, o es el silencio mismo de mi lengua
quien se mata, con tal de gritar tu nombre.
· Después de todo ¿quién no ha pedido silencio cuando piensa?
Yo no lo solicito cuando a diario te recuerdo; de hacerlo sería
el silencio el rey de todo el universo.
· Pero sí, un día de estos quedaré callado para siempre; ni siquiera
de mis letras permanecerá lo prohibido: me las llevaré conmigo…
· ¿No has sido tú acaso más que silencio cuando no respondes a
pasiones que te comprometen? Para evitar estos enredos voy a
forzar mi pluma a fuegos menos intensos…
· El mar sin su bramido resulta en paradoja si al silencio deseado
se le opone también el frágil perfume de tu cuerpo: aspiro,
y todo el aire se impregna de un estallido inefable.
VIENTO DEL ESTE
· Ana-la-muñeca sabe de silencios más que cualquiera a su lado.
Mejor así, no sea que abriendo su boca de trapo, tiña tu corazón
con el rojo del mío; y viceversa.
· Quise partir el cuerpo del silencio: su sangre es tanto más callada
que borró del filo de la navaja todo lo escrito para ti en un mes de marzo.
· No escucho - No veo - No hablo: la triada oriental que jamás he
podido cumplir, pues tu cuerpo estalla y perfuma la débil intención
de mi silencio...
· Contradicciones: el silencio es tan agudo cuando tú me faltas,
que el seppuku resulta ser en ese instante la muerte más honorable
y menos escandalosa…
· Tan lejos te encuentras, que si te llamo, apareces instantáneamente.
Si guardo silencio, tus labios son la estrella polar que apaga mis extravíos.
· El alma de un arlequín contrasta con mis labios: me enseña
cómo tejer silencios, sin que la tela desgarre.
· El silencio dice a veces tantas cosas que es mejor hablar que permanecer
callado: por eso escribo: para que no pienses que ya te he olvidado.
· Silencio debería escribirse con ocho espacios en blanco; así, cuando
te enviara una página sin letra alguna, ésta hablaría más que cualquier
tratado de filosofía.
· La revelación súbita se impregna del no-ruido, satura al silencio
de más silencio... Así, hasta que éste explota y te llama bajo
un instante jamás pensado...
· ¿De qué sirve demoler el silencio si a fin de cuentas éste siempre vuelve?
Debo elegir entonces si soltar el martillo o amarte hasta el fin,
sin decir palabra alguna.
· Te seguiré amando en silencio... Así y así: hasta que éste sea más
grande que el "seguir" y más potente que el amarte en el vacío.
1 comentario:
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