Alma de campeón
Leticia Jasiel Lastra Aguirre
(Alumna de bachillerato del Tec Milenio, Veracruz)
La vida sin propósito y sin pasión es una vida que no vale la pena vivir. Todos necesitamos una razón para levantarnos cada día y necesitamos encontrar la pasión, la chispa que nos mantiene motivados y avanzando. ¡Necesitamos ser entusiastas! Demasiadas personas caminan con caras largas, pareciendo y sintiéndose indiferentes, aburridas o totalmente agotadas. Pero el corazón del ser humano fue creado para tener pasión, un deseo de alcanzar algo que está más allá de nosotros mismos.
Necesitamos ser capaces de celebrar cada día de nuestra vida, sean cuales sean las circunstancias. El mayor error que cualquiera puede cometer es no tener sueños para el futuro y no hacer nada para mejorar alguna cosa en su vida.
La nueva generación de jóvenes estamos viviendo una situación la cual nombro crisis de sueños, porque hemos perdido el motivo para vivir, no tenemos anhelos ni metas por cumplir, vivimos por rutina y hacemos lo que normalmente tenemos que hacer sin correr riesgos o pensar en algo nuevo, sin imaginar que será de nosotros en unos años más “los sociólogos dicen que esta última generación de jóvenes está viviendo una depresión blanca” lo cual significa que siempre andamos tristes y no sabemos por qué, cualquier cosa nos deprime y andamos por la vida sin saber que hacer “y una vez que entran es difícil salir de ahí “ afirman los sociólogos.
Lo que yo creo es que eso se debe a que hemos perdido los sueños y no tenemos un motivo para vivir. Algunas veces si lo tenemos pero no nos damos cuenta que, poco a poco, lo hemos abandonado.
Sin embargo aún cuando todo se cree perdido podemos cambiar nuestra estrella; ¿a qué me refiero con ello? Lo que quiero decir es que estando en la condición que estemos y aun si fuere la peor podemos hacer de nuestro futuro algo mejor. Todavía podemos soñar en grande y cambiar nuestro destino.
Necesitamos algo por qué vivir, por qué luchar y seguir hacia adelante en lugar de quedarnos estancados sin hacer nada, Dios no nos hubiera dado la capacidad de soñar si no nos hubiera dado la capacidad de cumplir nuestros sueños.
Debemos tener alma de campeón, que es ese espíritu que sólo tienen los que quieren triunfar en la vida y no les importa nada más, que si en su intento por cumplir sus metas, se tropiezan y caen se vuelven a levantar, esa alma que comienza aún cuando todos los demás abandonan y dejan sus sueños a un lado.
Una vez que nos hemos determinada a cumplir nuestros sueños, no debemos preocuparnos. Se van a cumplir lo sé porque de una cosa estoy segura que cuando alguien se ha determinado llegar a la meta lo logra, solo debemos saber esperar y nunca “tirar la toalla” nunca desalentarnos, si tenemos el alma de campeón debemos saber que todo anhelo por más grande que sea se puede cumplir.
“Este mundo está en manos de aquellos que tienen el coraje de soñar y la determinación de hacer sus sueños realidad”.
Así que debemos tomar la decisión de hacer historia, logrando alcanzar nuestros sueños o quedarnos sentados toda nuestra vida sin tener la satisfacción de que valió la pena haber vivido.
“Una esperanza, una visión, un sueño o un plan es como una semilla; es algo pequeño que conduce a algo grande. Todo comienza con una semilla. Nunca podremos tener una cosecha sin una semilla, y lo mismo sucede con nuestros sueños. Si no tienes visiones positivas para el futuro, te quedarás en donde estás y eso no es algo por lo que te recordarán”.
Así como admiramos a aquellos hombres y mujeres que tuvieron un gran sueño y lo cumplieron como: Abraham Lincoln que perdió varias veces la elección pero siguió luchando hasta llegar a ser el presidente, como Thomas Edison que hizo más de dos mil intentos de bombilla eléctrica hasta lograrla o como Patch Adams que a pesar de que tuvo que sufrir el rechazo de todos sus compañeros y maestros por cumplir su sueño lo hizo realidad. Así como Eleanor Roosevelt quien dijo”El futuro pertenece a quienes creen en la belleza de sus sueños”. Así como ellos que determinaron cumplir sus metas nosotros debemos luchar y alcanzar nuestro objetivo y así ser recordados por toda la vida, salir del montón en donde nos encontramos y ser únicos e inigualables.
Así que solo me queda decir que me atreveré a vivir con propósito y pasión. Me atreveré a vivir con excelencia, compromiso y determinación. Haré todo lo que está en mis manos para ser la mejor “yo” que pueda ser. ¡Tendré la valentía para ser uno de los pocos, una que tiene alma de campeón y se ha determinado cumplir su sueño!
Sé que a veces no es fácil llegar a la meta pero hoy, tú también puedes cambiar tú estrella.
La nueva generación de jóvenes estamos viviendo una situación la cual nombro crisis de sueños, porque hemos perdido el motivo para vivir, no tenemos anhelos ni metas por cumplir, vivimos por rutina y hacemos lo que normalmente tenemos que hacer sin correr riesgos o pensar en algo nuevo, sin imaginar que será de nosotros en unos años más “los sociólogos dicen que esta última generación de jóvenes está viviendo una depresión blanca” lo cual significa que siempre andamos tristes y no sabemos por qué, cualquier cosa nos deprime y andamos por la vida sin saber que hacer “y una vez que entran es difícil salir de ahí “ afirman los sociólogos.
Lo que yo creo es que eso se debe a que hemos perdido los sueños y no tenemos un motivo para vivir. Algunas veces si lo tenemos pero no nos damos cuenta que, poco a poco, lo hemos abandonado.
Sin embargo aún cuando todo se cree perdido podemos cambiar nuestra estrella; ¿a qué me refiero con ello? Lo que quiero decir es que estando en la condición que estemos y aun si fuere la peor podemos hacer de nuestro futuro algo mejor. Todavía podemos soñar en grande y cambiar nuestro destino.
Necesitamos algo por qué vivir, por qué luchar y seguir hacia adelante en lugar de quedarnos estancados sin hacer nada, Dios no nos hubiera dado la capacidad de soñar si no nos hubiera dado la capacidad de cumplir nuestros sueños.
Debemos tener alma de campeón, que es ese espíritu que sólo tienen los que quieren triunfar en la vida y no les importa nada más, que si en su intento por cumplir sus metas, se tropiezan y caen se vuelven a levantar, esa alma que comienza aún cuando todos los demás abandonan y dejan sus sueños a un lado.
Una vez que nos hemos determinada a cumplir nuestros sueños, no debemos preocuparnos. Se van a cumplir lo sé porque de una cosa estoy segura que cuando alguien se ha determinado llegar a la meta lo logra, solo debemos saber esperar y nunca “tirar la toalla” nunca desalentarnos, si tenemos el alma de campeón debemos saber que todo anhelo por más grande que sea se puede cumplir.
“Este mundo está en manos de aquellos que tienen el coraje de soñar y la determinación de hacer sus sueños realidad”.
Así que debemos tomar la decisión de hacer historia, logrando alcanzar nuestros sueños o quedarnos sentados toda nuestra vida sin tener la satisfacción de que valió la pena haber vivido.
“Una esperanza, una visión, un sueño o un plan es como una semilla; es algo pequeño que conduce a algo grande. Todo comienza con una semilla. Nunca podremos tener una cosecha sin una semilla, y lo mismo sucede con nuestros sueños. Si no tienes visiones positivas para el futuro, te quedarás en donde estás y eso no es algo por lo que te recordarán”.
Así como admiramos a aquellos hombres y mujeres que tuvieron un gran sueño y lo cumplieron como: Abraham Lincoln que perdió varias veces la elección pero siguió luchando hasta llegar a ser el presidente, como Thomas Edison que hizo más de dos mil intentos de bombilla eléctrica hasta lograrla o como Patch Adams que a pesar de que tuvo que sufrir el rechazo de todos sus compañeros y maestros por cumplir su sueño lo hizo realidad. Así como Eleanor Roosevelt quien dijo”El futuro pertenece a quienes creen en la belleza de sus sueños”. Así como ellos que determinaron cumplir sus metas nosotros debemos luchar y alcanzar nuestro objetivo y así ser recordados por toda la vida, salir del montón en donde nos encontramos y ser únicos e inigualables.
Así que solo me queda decir que me atreveré a vivir con propósito y pasión. Me atreveré a vivir con excelencia, compromiso y determinación. Haré todo lo que está en mis manos para ser la mejor “yo” que pueda ser. ¡Tendré la valentía para ser uno de los pocos, una que tiene alma de campeón y se ha determinado cumplir su sueño!
Sé que a veces no es fácil llegar a la meta pero hoy, tú también puedes cambiar tú estrella.
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