Cristina Caballero
EN CUANTO EL SOL SE PONE
En la espesa bruma
y el calor de los eléboros malditos
flota la sensual fragancia
de una orquídea negra
¿cuántos pétalos
antes de que caigas?
ningún resabio de áspid
queda ahora
entre mis afilados dientes
urdo con las manos
telarañas ciegas
paso el tiempo
entre flores huecas
y mosquitos
nada tiene este aire rancio
que ofrecer al forastero
busco
miento
me inconformo
el canto lóbrego
de aquel barco de la muerte
aún resuena
en la piel que me cobija
aún no
aún no iré hacia tu Isla,
digo
pero al caminar
surgen aguas pantanosas
sueño en una casa
vieja y sucia
me visitas
pero vas con ella
con ella
sé que estás aquí
y lejos
y no lo entiendo
no lo entiendo
EN CUANTO EL SOL SE PONE
En la espesa bruma
y el calor de los eléboros malditos
flota la sensual fragancia
de una orquídea negra
¿cuántos pétalos
antes de que caigas?
ningún resabio de áspid
queda ahora
entre mis afilados dientes
urdo con las manos
telarañas ciegas
paso el tiempo
entre flores huecas
y mosquitos
nada tiene este aire rancio
que ofrecer al forastero
busco
miento
me inconformo
el canto lóbrego
de aquel barco de la muerte
aún resuena
en la piel que me cobija
aún no
aún no iré hacia tu Isla,
digo
pero al caminar
surgen aguas pantanosas
sueño en una casa
vieja y sucia
me visitas
pero vas con ella
con ella
sé que estás aquí
y lejos
y no lo entiendo
no lo entiendo
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