Ignacio García
MASCARAS
(Antología de poetas del puerto de Veracruz)
El 2009 fue un buen año para la literatura del puerto jarocho. El gobierno del estado –y gracias al esfuerzo, entre otros, del Mtro. Félix Baéz-Jorge, Carolina Cruz y Jaime G. Velásquez—ha publicado MÁSCARAS (Antología de poetas del puerto de Veracruz), un volumen en el que aparece una docena de escritores entre los que se hallan Manuel Salinas, Marcela Prado, Carla García, Isabel Lorenzo, Mary Carmen Gerardo, Isabel Ramírez, Jesús Garrido, Marisol Robles, Gabriel Fuster, Peniley Ramírez, Juan Joaquín Péreztejada. y, de refilón, éste que escribe.
Como toda antología, surge entre los lectores la pregunta ya común de si están todos los que son, y son todos los que están. La primera de las preguntas es fácil de contestar: por supuesto, en esta recopilación no se hallan todos aquellos que escriben poesía en el puerto y debieron aparecer en esas páginas. La segunda cuestión es más fugaz: sólo puede ser resuelta por el propio lector cuando éste se anime a pasar los ojos por este ejemplar.
Fuera de ello, la Antología en sí representa un buen signo de que el puerto de Veracruz no es la tierra de poetas que sólo versan con jarana y tresillo (obra de artistas, por cierto, sumamente elogiable). El libro exhibe que la poesía de los incluidos va a la par de otros suso-dichos santuarios poéticos; que nuestros poetas leen, piensan, razonan para, luego, dejar todo ello y permitir, a cielo limpio y marino, que la Inspiración los atrape en un eje paralelo al de cualquier escriba del mundo.
Se dice hoy que la poesía es un trabajo estéril y no sirve para nada. Es una pérdida de tiempo en este mundo globalizante y amorfo, un desperdicio del intelecto, una entelequia espiritual mal retribuida. Este libro desentona con lo dicho antes. Aquí el lector hallará (con sus bemoles y todo) que la poesía es útil de muchas maneras, pero sobre todo es instrumento para observarnos a nosotros mismos, como expresa el poeta y pintor chino Xingjian. Porque cuando se concentra la atención internamente surge la poesía y empieza la aventura emocional de la palabra
Se dice que para muestra basta un botón. Por esta vez no presentamos aquí sino ese botón. Quien perpetra estas líneas tiene sólo, al instante, uno de esos orificios del amarre por donde se filtra el hilo conductor que lo lleva a atrapar los fulgores que más le han deslumbrado de cada uno de los poetas que trazaron sus versos en MÁSCARAS. Tal postura puede ser, por supuesto, objetable; jamás sustituible. Es tarea del lector el acercarse un poco más a este puñado de poetas y poemas, cuya misión ha sido no otra sino otorgarnos un buen recurso para transgredir la monotonía y curar el insomnio.
Manuel Salinas
(De Momentos)
VIAJE
Quiero caminar
en las profundidades
de tu alma
despacio
descalzo
hasta encontrar
el brillo que me anuncias
en tus ojos
Marcela Prado
(De Parteaguas)
RAÍCES
Pelo de pasa, moreno
de cadera movediza:
una serpiente desliza
su silbido y su veneno
a la noche, en el sereno
aire caliente y aleve
tu música me remueve
una raíz ignorada:
una serpiente enroscada
despierta, silba, se mueve…
Carla García
(De Poemas sueltos)
ERÓTICAS
I
En un tiempo profundo y oscuro
para tus manos convencidas de deseo,
ahógame en tus besos
y toma mi cuello con firmeza,
no quiero caer sin ti
ahora que la piel entiende
la palabra desnuda.
Deja la puerta cerrada
mientras las manecillas del reloj
encuentran la hora.
Los secretos callan afuera
Isabel Lorenzo
(De Poemas)
AMORES COMO ESTE
Para los que dudan hay amores eternos
amores desgastantes que caen y se levantan
amores convulsivos que cimbran las entrañas
pero que son amores
Extrañas relaciones que atrapan la existencia
como éste que yo tengo
lleno de cicatrices
profundas, dolorosas
ahogadas en balsámicas caricias
amores como éste
que si lo pienso muero
la sangre me golpea y los celos lo delatan
Sé que su piel es mía
la he marcado con mis besos
Al borde del ocaso envuelto en miedos
me duermo entre sus brazos
y bendigo a mi Dios que lo hace eterno.
Mary Carmen Gerardo
(De La mujer de blanco)
1
Son tres
Uno el placer
Otro la costumbre
Aquél el deseo
¿Quién escondió el vestido de fiesta?
2
Adentro de mí
sólo pensamientos vetados
Sin negro
Ni rojo
La huelga está en mi cerebro
3
Era un cuerpo
no un Dios
4
Si la Diosa negra
sigue furiosa
¿A dónde podemos correr?
Isabel Ramírez
(De Poemas de mar y fuego)
BESOS LUZ
Iluminan mi cielo
tus besos
relámpago
centella
promesa trastocada
en un parpadeo
Brillante oscuridad
que me provoca insomnio
MASCARAS
(Antología de poetas del puerto de Veracruz)
El 2009 fue un buen año para la literatura del puerto jarocho. El gobierno del estado –y gracias al esfuerzo, entre otros, del Mtro. Félix Baéz-Jorge, Carolina Cruz y Jaime G. Velásquez—ha publicado MÁSCARAS (Antología de poetas del puerto de Veracruz), un volumen en el que aparece una docena de escritores entre los que se hallan Manuel Salinas, Marcela Prado, Carla García, Isabel Lorenzo, Mary Carmen Gerardo, Isabel Ramírez, Jesús Garrido, Marisol Robles, Gabriel Fuster, Peniley Ramírez, Juan Joaquín Péreztejada. y, de refilón, éste que escribe.
Como toda antología, surge entre los lectores la pregunta ya común de si están todos los que son, y son todos los que están. La primera de las preguntas es fácil de contestar: por supuesto, en esta recopilación no se hallan todos aquellos que escriben poesía en el puerto y debieron aparecer en esas páginas. La segunda cuestión es más fugaz: sólo puede ser resuelta por el propio lector cuando éste se anime a pasar los ojos por este ejemplar.
Fuera de ello, la Antología en sí representa un buen signo de que el puerto de Veracruz no es la tierra de poetas que sólo versan con jarana y tresillo (obra de artistas, por cierto, sumamente elogiable). El libro exhibe que la poesía de los incluidos va a la par de otros suso-dichos santuarios poéticos; que nuestros poetas leen, piensan, razonan para, luego, dejar todo ello y permitir, a cielo limpio y marino, que la Inspiración los atrape en un eje paralelo al de cualquier escriba del mundo.
Se dice hoy que la poesía es un trabajo estéril y no sirve para nada. Es una pérdida de tiempo en este mundo globalizante y amorfo, un desperdicio del intelecto, una entelequia espiritual mal retribuida. Este libro desentona con lo dicho antes. Aquí el lector hallará (con sus bemoles y todo) que la poesía es útil de muchas maneras, pero sobre todo es instrumento para observarnos a nosotros mismos, como expresa el poeta y pintor chino Xingjian. Porque cuando se concentra la atención internamente surge la poesía y empieza la aventura emocional de la palabra
Se dice que para muestra basta un botón. Por esta vez no presentamos aquí sino ese botón. Quien perpetra estas líneas tiene sólo, al instante, uno de esos orificios del amarre por donde se filtra el hilo conductor que lo lleva a atrapar los fulgores que más le han deslumbrado de cada uno de los poetas que trazaron sus versos en MÁSCARAS. Tal postura puede ser, por supuesto, objetable; jamás sustituible. Es tarea del lector el acercarse un poco más a este puñado de poetas y poemas, cuya misión ha sido no otra sino otorgarnos un buen recurso para transgredir la monotonía y curar el insomnio.
Manuel Salinas
(De Momentos)
VIAJE
Quiero caminar
en las profundidades
de tu alma
despacio
descalzo
hasta encontrar
el brillo que me anuncias
en tus ojos
Marcela Prado
(De Parteaguas)
RAÍCES
Pelo de pasa, moreno
de cadera movediza:
una serpiente desliza
su silbido y su veneno
a la noche, en el sereno
aire caliente y aleve
tu música me remueve
una raíz ignorada:
una serpiente enroscada
despierta, silba, se mueve…
Carla García
(De Poemas sueltos)
ERÓTICAS
I
En un tiempo profundo y oscuro
para tus manos convencidas de deseo,
ahógame en tus besos
y toma mi cuello con firmeza,
no quiero caer sin ti
ahora que la piel entiende
la palabra desnuda.
Deja la puerta cerrada
mientras las manecillas del reloj
encuentran la hora.
Los secretos callan afuera
Isabel Lorenzo
(De Poemas)
AMORES COMO ESTE
Para los que dudan hay amores eternos
amores desgastantes que caen y se levantan
amores convulsivos que cimbran las entrañas
pero que son amores
Extrañas relaciones que atrapan la existencia
como éste que yo tengo
lleno de cicatrices
profundas, dolorosas
ahogadas en balsámicas caricias
amores como éste
que si lo pienso muero
la sangre me golpea y los celos lo delatan
Sé que su piel es mía
la he marcado con mis besos
Al borde del ocaso envuelto en miedos
me duermo entre sus brazos
y bendigo a mi Dios que lo hace eterno.
Mary Carmen Gerardo
(De La mujer de blanco)
1
Son tres
Uno el placer
Otro la costumbre
Aquél el deseo
¿Quién escondió el vestido de fiesta?
2
Adentro de mí
sólo pensamientos vetados
Sin negro
Ni rojo
La huelga está en mi cerebro
3
Era un cuerpo
no un Dios
4
Si la Diosa negra
sigue furiosa
¿A dónde podemos correr?
Isabel Ramírez
(De Poemas de mar y fuego)
BESOS LUZ
Iluminan mi cielo
tus besos
relámpago
centella
promesa trastocada
en un parpadeo
Brillante oscuridad
que me provoca insomnio
Jesús Garrido
(De Añil)
AZUL EMBLEMÁTICO
Cierra la puerta de golpe
la puerta azul de goznes sudorosos
vieja nube de madera
sobre el mar de las astillas
Todo cuanto has buscado
se encuentra aquí desde el principio
añil adentro
comején en anagrama
emblema infalible
de la casa paterna
Marisol Robles
(De Cata de lejanías)
POSTALES PARA QUIENES PARTEN
Villa del Mar
Mi abuelo sabe de los bailes en Villa del Mar,
yo aprendo que el agua puede ser dulce y causar
la muerte. Mi hermana tiene una amiga que tenía
dos hermanos, uno de ellos se quedó en el fondo
de este balneario. Dos albercas y una reja no contienen
el aliento que define los miedos a futuro.
Playa Norte
Cuando íbamos a la montaña antes teníamos que pasar
Los Pinos, una barrera para que el norte no deshaga
la ciudad, detrás de ellos hay un montón de arena
de cuerpos de niñas que se llaman como yo.
Gabriel Fuster
(De Poemas desenchufados)
Dí NO a las Gordas
I.
El cuerpo femenino se despierta al lado mío. Su alarma suelta un sol diminuto y abre tenue la bata para preparar el motor del alma cada mañana. En su turno, lo rocía un poco con agua fría, lo enjabona, lo peina con postura desmemoriada y pasa una toalla seca por encima del amueblado que pasea descalzo ante mi mirada. Un celo prolongado. Se disipa la nube de talco y su cuerpo es más hermoso que la silueta del violoncelo con la mano sobre el sexo. Magnífico bloque con la magnífica sonrisa vertical. Ella esconde las caricias en la crema facial y todo obedece al modo de aplicación. Uso tópico, naturalmente. Tópico naturalmente controversial: tópico blanco, tópico calloso. Tópico vulgar, desmesurado, ensanchándose por afirmación y costumbre. Tópico cicatrizado o manchado. Tópico piloso. Tópico sudoroso. Tópico muy lastimado, tópico de los problemas lumbares. Tópico ojeroso y de líneas de expresión. Tópico insaciable, apretando los labios por cuanto se le entrecruza enfrente: una manzana, un caballero, un adjetivo. Tópico tan hambriento como siempre.
Peniley Ramírez
(De Un día después de otro)
He caminado con otros sin cansarme
he recorrido cuerpos
cortinas de cualquier dirección
sé diferenciar una niña enferma
un ramo de ojos azules
he escrito para las cinco de la tarde
las noches de octubre
he sido huérfana y madre
de algún hombre entre mis piernas
Ahora recuerdo: nunca quise
ni por un instante
salir de casa
Juan Joaquín Péreztejada
(De Campos de Luz y Fuego)
CON LA CARABINA AL HOMBRO
El poeta deja pasar la bola
no le hace el swing porque es una bola buena
su blancura le dice de su pureza
se queda quieto –con el bat al hombro- contemplándola
es el tercer estraik
y es el silencio del vate al hombre
Por las reglas del juego es ponchado
pero él camina tranquilo
hacia la primera vez
MÁSCARAS (Antología de poetas del puerto de Veracruz), Colección Lascas, Jaime G. Velásquez, Coordinador - Editora del Gobierno del Estado de Veracruz, 2009
De venta en las instalaciones del IVEC, Canal esq. Zaragoza, Centro Histórico, Veracruz, Ver.
(De Un día después de otro)
He caminado con otros sin cansarme
he recorrido cuerpos
cortinas de cualquier dirección
sé diferenciar una niña enferma
un ramo de ojos azules
he escrito para las cinco de la tarde
las noches de octubre
he sido huérfana y madre
de algún hombre entre mis piernas
Ahora recuerdo: nunca quise
ni por un instante
salir de casa
Juan Joaquín Péreztejada
(De Campos de Luz y Fuego)
CON LA CARABINA AL HOMBRO
El poeta deja pasar la bola
no le hace el swing porque es una bola buena
su blancura le dice de su pureza
se queda quieto –con el bat al hombro- contemplándola
es el tercer estraik
y es el silencio del vate al hombre
Por las reglas del juego es ponchado
pero él camina tranquilo
hacia la primera vez
MÁSCARAS (Antología de poetas del puerto de Veracruz), Colección Lascas, Jaime G. Velásquez, Coordinador - Editora del Gobierno del Estado de Veracruz, 2009
De venta en las instalaciones del IVEC, Canal esq. Zaragoza, Centro Histórico, Veracruz, Ver.
5 comentarios:
Faltó un poeta en esta muestra de autores y poemas del puerto: I. García. Se entiende y se agradece la mención y el comentario, la invitación a comprar el libro, pues hay que agotar trescientos ejemplares (calculo que 200 ya se fueron).
felicidades poetas, qué bien me siento al entender que la vida es circular y que todo, siempre, vuelve...gracias por las palabras que la Diosa os dicta, gracias por no desfallecer y confiar en ella, nada más que en ella. Saludos y que haya más de esos viajes interiores, de ese volver de la Isla Blanca o Amarilla, de donde solo pueden retornar los héroes
Efectivamente, faltò un poeta de publicar alguno de sus poemas...Ese soy yo. La verdad me parece no muy adecuado hablar (asì sea a travès de la poesìa) de uno mismo; no va con mi estilo. Sì publico mis escritos, pero dejo mejor que otros hagan las cuentas de mi trabajo.
Un abrazo
Ignacio
Sigamos hablando de poesía. En el libro faltaron poetas, pero ya ni llorar es bueno. Hay que pensar en el segundo libro, que ya estamos planeando. Por lo pronto, he leído los poemas de Cristina Caballero y me gustaría saber cómo comunicarme con ella. Gracias.
Jaime Velázquez
Me apunto para el siguiente. Pero es muy buen logro. Sigamos publicando! Felicidades!!! Y Viva la poesía!
Marianhe Jalil
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