viernes, mayo 18, 2012
Ricardo Hernández Hernández: AURA de Carlos Fuentes
Ricardo Hernández Hernández: AURA de Carlos Fuentes
Al igual que muchas personas, se me hace increíble pensar que un famoso escritor de pronto haya dejado su último suspiro en el aire y sus ojos cerrados para siempre se hayan despedido tranquilamente para emprender un viaje largo, largo; profundo como un sueño mas; como de esos que había experimentado ese gran señor de las letras en sus novelas y cuentos: Carlos Fuentes.
Una de esas novelas cortas que tanto me gustó y que se trata de sueños y fantasías, es precisamente Aura, historia situada en el año de 1961 en la ciudad de México. Aura es una novela corta en que la fantasía penetró hasta tocar la capa más sensible de los sueños. Siguiendo paso a paso la historia, uno se va haciendo preguntas como:“¿y luego?”, “¿Qué pasará después?”. Es una historia donde los personajes se desenvuelven en una atmósfera lúgubre, oscura, casi vampiresa.
Los tenues hilos de luz que describe el escritor Carlos Fuentes, nos hace suponer que en el interior de la casa, todo es tinieblas, y la luz solo llega a existir a través de los diálogos.
Felipe Montero es un joven historiador que ha sido contratado por la dueña de la casa, la señora Consuelo Llorente, anciana de mas de cien años de edad, quien le asigna a Felipe Montero un trabajo para terminar de organizar las memorias de un general para que puedan ser publicadas. Al ver el clima que ahí reinaba, pudo haber renunciado inmediatamente a tal oferta de trabajo, sin embargo, la presencia de la sobrina de la anciana, Aura, lo hace cambiar de opinión.
En el trascurso del tiempo, en que Felipe Montero pasa viviendo en esa casa, todo se vuelve confusión para el joven historiador, en ese clima de incertidumbre, donde todo es duda, no hay respuestas, las respuestas van surgiendo en la medida en que Felipe Montero va descubriendo que las condiciones de la existencia de una, depende de la otra. Al término de la historia, Felipe Montero se ha enamorado de Aura. Piensa en sacarla de esa casa vieja, y que por vez primera, los hermosos ojos verdes de Aura, puedan conocer el mundo, de allá afuera: “Te amaré siempre. No puedo vivir sin tus besos, sin tu cuerpo…”
Se funden en una noche de caricias, platican, se aman, tienen sueños, tienen fantasías, sobre todo para Felipe Montero, que durante ese trance de amor, cambias las cosas repentinamente, ya no está acariciando a Aura, él piensa que esta aún con ella, mientras se da cuenta que los labios que besa parecen ser de la anciana:“(…) Verás bajo la luz de la luna el cuerpo desnudo de la vieja, de la señora Consuelo, flojo, rasgado, pequeño y antiguo, temblando ligeramente por que tu tocas, tú lo amas, tú has regresado también…”
Es sin duda una historia electrizante donde el suspenso parece estar en cada detalle de la casa, en cada movimiento de los personajes. Estoy seguro que si lee la historia por la noche, no podrá dormir, y se le irá el sueño como le pasó a Felipe Montero…y a mí.
Carlos Fuentes, nació el 11 de noviembre de 1928 en Panamá y murió a los 83 años de edad en la ciudad de México, D.F, el 15 de Mayo de 2012.
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