LA MUERTE EN VOZ Y TINTA DE UN
DECIMISTA:
FÉLIX MARTÍNEZ
Ivonne Moreno Uscanga
Después del enorme legado del
hidrocálido José Guadalupe Posada, la muerte y sus atributos gráficos y
metafóricos han sido notablemente reproducidos en el arte en México. Además de
la tradición prehispánica y católica, las expresiones populares se connotan a
través de las voces de los versadores y dibujantes, afamando calaveritas impresas en
diarios y periódicos murales.
Siguiendo esta ruta, Veracruz no queda
exento de dichas manifestaciones. Cartoneros, pintores y decimistas recuperan la algarabía del
pueblo por la continuidad de los rituales en torno al 1 y 2 de noviembre y de
diversos modos celebran con particularidad jocosa el término de la existencia.
Félix Martínez agrega a su repertorio
lírico, su particular enlace de estrofas para cantarnos la llegada pronta o tardía de La Parca.
En esta ocasión invitado por Casa
Principal lo ilustra con caricaturas, así algunos personajes relacionados con
el arte y la política encuentran en sorna el fin de sus actividades en nuestra
rica y encontrada geografía estatal.
La tarea de divulgador cultural, coloca a
Félix Martínez en un sitio
privilegiado dentro del gremio, pues él
encuentra en las calles, en la gente, en el pasado, los nexos culturales para permitirnos la comprensión de nuestro entorno y el devenir.
A manera de un paseo en tranvía,
otrora oficio del decimista, Félix nos pasea por el puerto, pregonando no solo un tintinar de
campana en espera de un lechero, sino el ascenso o descenso más próximos de tan
particular transporte, para indicar
asolearnos de cara al mar o para recuperar un fragmento de muralla, donde hallan quedado
los más caros sueños de los poetas, los realizadores plásticos, los músicos y
espíritus custodios de los sueños
cubiertos de luna y coral, librando a carcajada batiente al Ángel Exterminador.
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