La voz de Juan Vicente
Conde de Saint Germain
Estimada Carolina:
No dudo que le cauce extrañeza recibir de nueva cuenta mi colaboración. Desde la última vez que escribí algo para esta “prestigiada página que usted dirige” (perdone la formalidad pero hasta mi propia PC me quiere poner en orden) le mencioné que me iba de vacaciones. La verdad es que ni ganas me dan de regresar a la brutal realidad. El país está como un bosque incendiado y los encargados de detenerlo parece que usan gasolina para extinguir el fuego.
Y en nuestro pensamiento mágico-religioso tampoco avanzamos demasiado, aún los artilugios de la ideología católica perviven apoyados ahora con las nuevas tecnologías. Así es que imagine usted si me dan ganas de ponerme a trabajar en medio de santos, milagros, demonios y piromaniacos de la nación. No obstante, he hecho un esfuerzo por quitarme esta modorra anti-escritura y me he puesto a revisar la radio que se hace aquí en Xalapa y desde que dejé de mandarle mis opiniones sobre este medio tan noble no he encontrado mayores cambios. También hay estancos. Incluso como pesadilla escucho cómo se reproducen alabanzas al gobierno estatal en todos los ritmos que se les ocurra para repetirlas hasta la saciedad como si dichas composiciones formaran parte del top ten.
Así es que me paré enfrente de la catedral mocha xalapeña y levanté mis plegarias hacia la torre inexistente para haber si me concedía el milagrito de encontrarme algo digno para escribir, ahora que ese lugar está santificado y se abaratan los portentos celestiales. Y ¡oh sorpresa! Pasó un viejo conocido a quien le pareció extraño que estuviera frente al templo en estado de trance en lugar de estar en el habitual Bar México. Le expliqué el porqué de mi retorno a los rituales primitivos y compadeciéndome sacó de su mochila tres discos compactos ¡Producidos en Radio Universidad Veracruzana! ¡Milagro, milagro, eso sí que era un milagro! Incluso ya ni regresé al bar para pagar las chelas que había consumido y me fui de inmediato a mi humilde palacio para escuchar estos tres extraños productos. Espero que no vayan a correr a Manolito, el mesero, por dejarme ir sin liquidar los líquidos de cebada que había consumido.
Estos tres discos compactos me remitieron a aquel prodigioso proyecto de Carlos Monsiváis que hizo con el apoyo de Radio UNAM bajo el título de Voz Viva de México en el que grabó para la posteridad a grandes escritores como Juan Rulfo, Juan José Arreola, Carlos Fuentes, Efraín Huerta.
La verdad me parece un acierto que Radio UV se ponga las pilas y le dé un nuevo aire a sus propuestas que tanta falta le hacen. El proyecto se llama Voces de Veracruz y tienen un rico sabor radiofónico que nos proporciona una buena idea para preservar algo que difícilmente podemos encontrar en los archivos: las voces de los escritores, de los poetas, de los dramaturgos, de los músicos.
Inicié con el disco “Músicos” dedicado al maestro Mateo Oliva quien, como si estuviera en la sala de mi casa, lo escuché entre anécdotas, momentos relevantes de su vida y fragmentos de los arreglos que ha hecho. Tal vez sea la producción o la manera en que está grabado, pero se disfruta este acercamiento con el músico de Naolinco, gracias a la elaboración de Francisco Aragón.
Continúe con el disco “Escritores” con el título Juan Vicente Melo ‘El desobediente nocturno’ que guarda todavía más el sabor del quehacer radiofónico para rendirle un homenaje al escritor, bohemio, crítico, amigo, narrador y melómano de Melo. La grabación transcurre entre representaciones de fragmentos de la obra de Juan Vicente, entrevistas y un intento onírico por recrear la atmósfera intensa que envolvía al autor de La rueca de Onfalia. Este acierto gozoso se debe a la producción de Carlos Romano, Guillermo Melo, Nazario Montiel y Francisco Javier Guevara.
Finalicé con el disco “Poetas” que nos ofrece cuatro voces de la lírica veracruzana. En este primer aporte se escucha Silvia Sigüenza (a través de Rosario Valverde y Rogerio Baruch), José Luis Rivas, Ramón Rodríguez y Jorge Lobillo. La poesía al alcance de un cd para acariciarnos el oído gracias a la idea de la maestra Sigüenza y la producción de Paco Aragón.
Esta extraña y afortunada propuesta de Radio UV merece difusión, sin duda. Tal vez, para mi gusto, cada disco compacto merecería estar grabado en tracks que faciliten encontrar algún pasaje que se requiera volver a oír, sobre todo en el de poesía, que me parece muy necesario para localizar un poema, así como hacen falta referencias de los libros y años del material literario que está grabado para tener una colección que a lo largo de los años adquiera mayor valor documental.
Supongo que este proyecto continuará y ojalá se difunda. Según me dijo el amigo que me los dio que cualquier mortal puede ir a Radio UV, llevar un disco compacto virgen (en medio de tanta santidad) y pedir que le quemen la grabación que desee de la colección de Voces de Veracruz. Ojalá sea así, porque dudo, a pesar de que esta tierra santa xalapeña empieza a producir milagros, de que uno se pare frente a la catedral mocha e implore por la aparición de algo extraordinario, como yo lo hice.
Reciba un santo abrazo. Conde de Saint Germain, duque de Los Berros y habitante de la “San Enrique C. Rébsamen” (a ver si con ponerle el “san” al ilustre educador no insisten los neo-cruzados en cambiarle el nombre a la calle).
Conde de Saint Germain
Estimada Carolina:
No dudo que le cauce extrañeza recibir de nueva cuenta mi colaboración. Desde la última vez que escribí algo para esta “prestigiada página que usted dirige” (perdone la formalidad pero hasta mi propia PC me quiere poner en orden) le mencioné que me iba de vacaciones. La verdad es que ni ganas me dan de regresar a la brutal realidad. El país está como un bosque incendiado y los encargados de detenerlo parece que usan gasolina para extinguir el fuego.
Y en nuestro pensamiento mágico-religioso tampoco avanzamos demasiado, aún los artilugios de la ideología católica perviven apoyados ahora con las nuevas tecnologías. Así es que imagine usted si me dan ganas de ponerme a trabajar en medio de santos, milagros, demonios y piromaniacos de la nación. No obstante, he hecho un esfuerzo por quitarme esta modorra anti-escritura y me he puesto a revisar la radio que se hace aquí en Xalapa y desde que dejé de mandarle mis opiniones sobre este medio tan noble no he encontrado mayores cambios. También hay estancos. Incluso como pesadilla escucho cómo se reproducen alabanzas al gobierno estatal en todos los ritmos que se les ocurra para repetirlas hasta la saciedad como si dichas composiciones formaran parte del top ten.
Así es que me paré enfrente de la catedral mocha xalapeña y levanté mis plegarias hacia la torre inexistente para haber si me concedía el milagrito de encontrarme algo digno para escribir, ahora que ese lugar está santificado y se abaratan los portentos celestiales. Y ¡oh sorpresa! Pasó un viejo conocido a quien le pareció extraño que estuviera frente al templo en estado de trance en lugar de estar en el habitual Bar México. Le expliqué el porqué de mi retorno a los rituales primitivos y compadeciéndome sacó de su mochila tres discos compactos ¡Producidos en Radio Universidad Veracruzana! ¡Milagro, milagro, eso sí que era un milagro! Incluso ya ni regresé al bar para pagar las chelas que había consumido y me fui de inmediato a mi humilde palacio para escuchar estos tres extraños productos. Espero que no vayan a correr a Manolito, el mesero, por dejarme ir sin liquidar los líquidos de cebada que había consumido.
Estos tres discos compactos me remitieron a aquel prodigioso proyecto de Carlos Monsiváis que hizo con el apoyo de Radio UNAM bajo el título de Voz Viva de México en el que grabó para la posteridad a grandes escritores como Juan Rulfo, Juan José Arreola, Carlos Fuentes, Efraín Huerta.
La verdad me parece un acierto que Radio UV se ponga las pilas y le dé un nuevo aire a sus propuestas que tanta falta le hacen. El proyecto se llama Voces de Veracruz y tienen un rico sabor radiofónico que nos proporciona una buena idea para preservar algo que difícilmente podemos encontrar en los archivos: las voces de los escritores, de los poetas, de los dramaturgos, de los músicos.
Inicié con el disco “Músicos” dedicado al maestro Mateo Oliva quien, como si estuviera en la sala de mi casa, lo escuché entre anécdotas, momentos relevantes de su vida y fragmentos de los arreglos que ha hecho. Tal vez sea la producción o la manera en que está grabado, pero se disfruta este acercamiento con el músico de Naolinco, gracias a la elaboración de Francisco Aragón.
Continúe con el disco “Escritores” con el título Juan Vicente Melo ‘El desobediente nocturno’ que guarda todavía más el sabor del quehacer radiofónico para rendirle un homenaje al escritor, bohemio, crítico, amigo, narrador y melómano de Melo. La grabación transcurre entre representaciones de fragmentos de la obra de Juan Vicente, entrevistas y un intento onírico por recrear la atmósfera intensa que envolvía al autor de La rueca de Onfalia. Este acierto gozoso se debe a la producción de Carlos Romano, Guillermo Melo, Nazario Montiel y Francisco Javier Guevara.
Finalicé con el disco “Poetas” que nos ofrece cuatro voces de la lírica veracruzana. En este primer aporte se escucha Silvia Sigüenza (a través de Rosario Valverde y Rogerio Baruch), José Luis Rivas, Ramón Rodríguez y Jorge Lobillo. La poesía al alcance de un cd para acariciarnos el oído gracias a la idea de la maestra Sigüenza y la producción de Paco Aragón.
Esta extraña y afortunada propuesta de Radio UV merece difusión, sin duda. Tal vez, para mi gusto, cada disco compacto merecería estar grabado en tracks que faciliten encontrar algún pasaje que se requiera volver a oír, sobre todo en el de poesía, que me parece muy necesario para localizar un poema, así como hacen falta referencias de los libros y años del material literario que está grabado para tener una colección que a lo largo de los años adquiera mayor valor documental.
Supongo que este proyecto continuará y ojalá se difunda. Según me dijo el amigo que me los dio que cualquier mortal puede ir a Radio UV, llevar un disco compacto virgen (en medio de tanta santidad) y pedir que le quemen la grabación que desee de la colección de Voces de Veracruz. Ojalá sea así, porque dudo, a pesar de que esta tierra santa xalapeña empieza a producir milagros, de que uno se pare frente a la catedral mocha e implore por la aparición de algo extraordinario, como yo lo hice.
Reciba un santo abrazo. Conde de Saint Germain, duque de Los Berros y habitante de la “San Enrique C. Rébsamen” (a ver si con ponerle el “san” al ilustre educador no insisten los neo-cruzados en cambiarle el nombre a la calle).
1 comentario:
Estimado Conde, por favor no se vaya y nos deje otra vez en la orfandad de su prosa, nos hace falta su palabra crítica y a la vez esperanzadora. Le saluda Manolo.
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