Isabel Lorenzo: La trampa (Sobre el aborto)

El hecho de que se enfoque el aborto como un derecho de la mujer, me parece más que nada pura manipulación, al igual que cuando nos vendieron la idea de que las mujeres no hacíamos nada importante cuando estábamos en nuestras casas y entonces nos sacaron a las calles, a dejar los hijos en manos de personas que en muchas ocasiones hacen verdadera perversiones con ellos, o corriendo por las calles, agarrando vicios que difícilmente hubieran adquirido de haber estado a su lado. Obligándonos además a llegar a nuestras casas y elaborar los tradicionales roles femeninos y no contentas con ello, hay quien contribuye al gasto de la casa, como verdaderas esclavas voluntarias; convencidas además de que son superiores a sus abuelas en cuanto a autonomía.

Pura manipulación ¿Cuándo se han preocupado los hombres de lo que nos pasa o sentimos las mujeres? ¿Qué hombre sabe lo que sientes cuando abortas?¿No es cierto que unas de las primeras causas de aborto es que los hombres presionan a sus parejas para que lo ejecuten? ¿Cuántas mujeres después de diez años de haber abortado se han arrepentido o han tenido terribles sentimientos de culpa?
(Aquí hago un paréntesis porque sería bueno hacer una encuesta) ¿A quiénes están exterminando en los países en que se aborta cómo por ejemplo en China, cuando descubren el sexo del feto, a los hombres o a las mujeres? Al final siempre se nos revierte, un día querrán esterilizarnos, cuando consigan la clonación perfecta y entonces puedan desaparecernos de la tierra

No podemos hacer legal lo inmoral, en base a eliminar un sufrimiento. El derecho a la vida es inobjetable. Yo tengo derecho a vivir pese a que mi madre haya intentado quitármelo. ¿Que los hijos no deseados no somos felices? Yo diría que no somos felices justamente por saber que no fuimos deseados, no por el hecho en sí, pues cuando a estos niños los adoptan son seres tan felices como el que más. Quizá hasta somos más creativos, más sensibles y nos enfrentamos a la vida con menos apego a las cosas inútiles.

El intentar hacer del aborto un derecho de la mujer, es una manipulación, el derecho de la mujer está en cuidarse. Si no quiere tener hijos, que busque los caminos establecidos y que las medicinas para tal efecto sean gratuitas. El gobierno tiene la obligación de esta gratuidad y de la orientación en las escuelas y en los centros de salud. La píldora de un día después es parte de esta solución, si es que por cualquier motivo la mujer no tuvo otra oportunidad cómo los dispositivos intrauterinos, los anticonceptivos orales, o injectables o no tenía en el programa una relación sexual. No hay disculpa en este momento para un aborto, así nos quieran vender la idea, las más desprotegidas seriamos las mujeres; y en un tiempo no lejano, se nos obligaría a hacerlo por decisión gubernamental, cómo se promovió en China y otros países del bloque comunista. También en Pakistán, cuando se independizó de la India, promovido por los Estados Unidos, con la consabida cantaleta de que habían sido violadas. Los adultos debemos ser responsables y comprometernos con las consecuencias de nuestros actos, no podemos ser tan inconscientes de mandar el mensaje a las nuevas generaciones de que en base a una comodidad te puedes deshacer de un ser humano. Hitler lo hizo. Los ancianos, los tarados, los indeseables, las razas inferiores, donde sin duda cabrían la de nuestros indígenas a juzgar por el estado en la que los tenemos. El sufrimiento existe por una razón que escapa a nuestro entendimiento, pero como ejemplo tenemos el dolor en el cuerpo humano, ello nos avisa que algo está mal en el conjunto. Predicar en contra de la vida no puede más que afectar a nuestra sociedad.

Analicemos las otras comunidades que antes que nosotros han decidido ir contranatura. ¿Que encontramos? En el caso de Estados Unidos se están promoviendo la procreación por medio de las películas en las que aparecen familias numerosas. ¿quién no ha oido la historia del Doctor Aborto, que después de haberlo promovido con clínicas y demás. Una vez que vió el primer ultrasonido y supo que un ser humano, lo es desde su concepción, ha querido revertir sus acciones por medio de videos en contra de la practica que le dio su nombre.

En España se les promete a las mujeres que quieran procrear 800 euros mensuales, tres años de incapacidad para cualquiera de los padres que se quede en la casa cuidando a los hijos y exentarlos de impuestos durante este tiempo. ¿La razón? No se están reproduciendo, está muriendo la comunidad lentamente. Hay poblaciones que llevan más de veinte años sin tener un niño. Son razas que van a la extinción. El caso de China es mucho más grave, sólo están naciendo hombres; cuando identifican una mujer en el ultrasonido la matan. Así de fácil. ¿Cuántas mujeres nacen por hombre? No se sabe bien, pero en algunas localidades ha llegado a ser de quince a una.

¿Cuántos no se asombraron en el último mundial de football al pasear por Europa de que no había niños en los parques? Alemania es uno de estos países, en los que el abuso de los anticonceptivos y el aborto, la denostación de la maternidad provocó un efecto de decrecimiento, que si en un principio fue satisfactorio, a estas fechas los tiene realmente preocupados, pues si bien es cierto que las adopciones, compro y robo de infantes en países latinos tienen como destino estas comunidades que se han suicidado inconscientemente, su raza, la de origen de estos países, tiende a desaparecer.

El genocidio no es la salida para nuestras desesperanzas, esa es la cómoda, la que nos quieren vender; pero ser madre es sin lugar a duda la única cosa que nos hace superiores a los hombres. ¿Cómo queremos salvar al planeta, si somos incapaces de defender la vida? La verdadera solución esta en la prevención y México ha tenido durante años un programa de salud reproductiva muy eficiente. Habría que incorporar con gratuidad la pastilla del día después, y además la educación sexual por especialistas en las escuelas. Sin ir contra lo que la moral impone, sería más eficiente, menos demagogo y menos costoso material y emocionalmente.