NUEVA EPOCA VSV # 16. Para el momento que recibas este boletín, se estarán cumpliendo un mil noventa y dos días y el equivalente a ciento setenta y tres semanas desde que Verónica Gutiérrez y yo terminamos un noviazgo de largo tiempo y aunque la ruptura me deja relamiendo las heridas a la vida inmediata sin amor, me complace anunciar mejores intenciones con la tabla de multiplicar esperanzas, cuando ella vuelve a aparecer y desencajan los violines y grito tres hurras en mitad de la calle. Que por principio de cuentas me niego a dar por terminada la relación contra la opinión pública. El desorden de mis ánimos arroja su furia a la memoria para reiniciar la historia.
EL VIGILANTE DE VERONICA DE LA SEMANA. Felicitaciones para Jesús Lajud Nahum, además de un año de subscripción a este blog. Quién es el heraldo triunfal de la semana y nos reporta su breve encuentro con Verónica en las instalaciones de “Caliente”, el pasado Enero 6. Él escribe:
“Querido Gabriel: Verónica ha perdido algo de peso, pero no por ello es menos bonita. Ella dijo que ha estado haciendo ejercicio, tomando clases y viendo las posibilidades de abrir su negocio. Daba la impresión de estar perfumada de caricias nuevas. Tu nombre no salió a la luz, pero fue más pronta evasión lo que de su risa resbalaba que lo que callo”
LA BATALLA CONTINUA. Ojalá todas fueran buenas noticias. La operación llamada “GRAVE ERROR” no produjo el éxito que se esperaba. Como ustedes recordaran en ediciones pasadas (VSV # 9), al considerarse el plan, los objetivos del desequilibrio eran: 1) Aplicar la debida presión social; 2) Confiar en la fuerza de la costumbre; 3) No desechar los objetos de basura sentimental; y 4) alcanzar la reconciliación.
Al propósito, la siguiente rutina de conversación fue sugerida:
VERO, ME APENA SABER QUE TU Y GABRIEL TERMIRON SU NOVIAZGO. LASTIMA, HACIAN UNA BONITA PAREJA. NO QUIERO QUE ME TOMES A MAL LO QUE TE VOY A DECIR, PERO COMETES UN GRAVE ERROR. NADIE SABE LO QUE TIENE HASTA QUE, UH, YA SABES.
Desafortunadamente, un número de bien intencionados almas tomaron esta sugerencia más literal que insinuante, repitiéndola ad verbatim a Verónica y creando un efecto contraproducente en el resultado final. Ayer, he recibido una advertencia a través de un intermediario que Verónica pide se “desistan todos los zombies de contar sus treinta monedas y echarlas al aire”. Yo, honrando sus deseos, como siempre, pido morir ahí mismo, aunque debo enfatizar que no soy ni seré responsable por la mala vida que provoca la testarudez.
PERDIENDO EL JUICIO. Querría que fueras mi testigo ante el delatar del insomnio. Acuso nuestro primer encuentro en “Bar Rockola” y las miradas curiosas sobre Fernando Pérez Fraga, el dueño del local, quién graciosamente nos eligió sobre diez o doce pareja sucumbiendo en la fila y celebró nuestra presencia con una botella de cortesía. Al mismo tiempo, tu exnovio, José Enrique, tomaba el camión de regreso a la ciudad de Monterrey, con tu anillo de compromiso en el bolsillo. (Como dato curioso, Fernando me dice en privado que, no obstante él aprecia mi amistad y mi tarjeta de crédito, en el futuro ya preferiría que no tratara de monopolizar la rocola, o al menos yo permita tocar una variedad más amplia de canciones en su negocio. Él me advierte que si no hay un cambio de conducta, con toda la pena del mundo la selección de Maná tendrá que desaparecer de la lista) Veredicto: Culpable. ¿Tiene algo que agregar el acusado antes de dictar la sentencia? Me llamo Gabriel y amo a Verónica, ¿Existe alguna posibilidad que volvamos? Ay, Tontinsky se queda pensando..............sigue pensando...............sigue pensando..........y se responde: ¿Por qué creo que me llamas?
a) Porque buscas cerciorarte que me hallo tranquilo después de mi berrinche, de modo que no constituya más un nuevo berrinche que pone en riesgo tu proyecto de vida, los planes inmediatos, tales como el matrimonio o el patrimonio de los interesados en ti.
b) Porque, conociéndome a la perfección como mirarte al espejo, tomas la oportunidad para que te formule el perfecto cuestionario que me vaya revelando por concedidas respuestas toda la bonanza que has alcanzado por tu propio esfuerzo, amen de los nombres y lugares y fechas que han concurrido a tal logro.
c) Porque en medio de tu abultada agenda social y de trabajo aparece un hiato de aburrimiento, y resulta muy grato poner a prueba el poder que se tiene sobre otra persona, quizás por mera diversión.
d) Porque es de ti y de mí y de todos sabido que soy el último corazón a diez bastos de tu baraja para el caso de que el mundo entero se desplome. Una probabilidad numérica, más nunca descartable.
e) Porque alguna acción u omisión de mi parte sucedió en el justo momento para afectarte directa o indirectamente y te sientes ahora con la confianza suficiente para hacer justicia con tus propias manos
f) Porque eres buena onda, chida, alivianada. Some pretty cool bitch.
g) Porque te equivocaste de llamada en tu celular.
h) Porque cruzaste una apuesta y perdiste.
i) Porque la Virgen María se te apareció y te dijo “hablale, hablale”
j) Porque supones, como mucha gente te lo platica y anima, que soy una persona que jamás ha sufrido un ápice, un heredero de la fortuna familiar, mimado y malcriado, que nada se le ha negado en la vida, y ya es hora de que aprenda a compartir un poco de dolor, aunque todo se trate de un banal asunto de desamor.
k) Porque estas embarazada y la ocasión requiere de un Foster Parent o algo igual de estúpido.
l) Porque has descubierto que me quieres y admites tu destino al lado mío y con una llamada buscas el modo que podamos empezar de nuevo y sin que tengamos que lastimarnos por el peso, sabor y olor de los reclamos y nada, nada nos separe otra vez (ja)
m) Porque respondes a un pronostico señalado desde las constelaciones babilónicas.
n) Porque estoy soñando o es que sí quede muerto desde el día de mi atropellamiento y este es el limbo.
o) Solo tú sabes.
Objeción, señor Juez. Se sostiene, luego Tontinsky queda pensando..............sigue pensando...............sigue pensando..........y concluye: Si te hago mucha falta, ¿Por qué no me pides que volvamos a estar juntos?
a) Porque ya nada sería lo mismo
b) Porque temes decepcionar a la gente que celebra tu emancipación.
c) Porque me quieres mucho, pero la costumbre mata
d) Porque me huele la boca
e) Porque tu macho no quiere
f) Porque no sé tratar a las mujeres
g) Porque confundo las cosas
h) Porque estoy feo
i) Porque estoy viejo
j) Porque soy mal poeta
k) Porque pesa una restricción judicial en mi contra.
l) Porque tu carro es más grande que el mío
m) Porque el hombre de tu vida está a la vuelta de la esquina
n) Porque mi corazón es tu juguete de cuerda
o) Porque tu nombre verdadero es Verónica Franco y me tienes apostando los aires de la honesta cortesana.
p) Porque estoy soñando o es que sí quede muerto desde el día de mi atropellamiento y este es el infierno.
q) Porque no se te da la gana
r) Solo tú sabes.
Objeción, señor Juez. Se sostiene, luego Tontinsky queda pensando..............sigue pensando...............sigue pensando..........y se reclama: No obstante que te quiero, ¿por qué volvemos a empezar el juego de las escondidas?
a) Porque eres un Leo
b) Porque tienes tus teléfonos bajo observación o intervenidos o cambiados
c) Porque estás secuestrada por el yakuza
d) Porque no te importa lo que siento
e) Porque no quieres que te siga la pista
f) Porque el juego te ayuda a hace evidente mi locura ante los demás
g) Porque eres víctima del recorte presupuestal
h) Porque no digo las palabras mágicas
i) Porque mente supeliol domina mente infeliol
j) Porque alguien ocupa mi lugar
k) Porque te arrepientes de haberme conocido
l) Solo tú sabes
Objeción, señor Juez. Se sostiene, luego Tontinsky queda pensando..............sigue pensando...............sigue pensando..........y se pregunta: ¿Por qué no puedo renunciar a una mujer que ya no me quiere dentro de su vida?
a) Porque digo que viví la historia de amor más prodigiosa que ninguna persona volverá a repetir
b) Porque antes de sentir tanto amor por ella, siento admiración
c) Porque anhelo concebir hijos con ella
d) Porque la amo como respiro.
e) Porque debido a ella le perdí el temor al infinito y a la eternidad.
f) Porque me vuelve creativo
g) Porque no existe otra mujer fuera de lo común
h) Porque los relojes delataron que nos brillaban los ojos alguna vez
i) Porque ninguna puerta se nos cerraba
j) Porque el sexo juntos era una constante exploración
k) Porque aumentaba mi ego ante los demás.
l) Porque esta historia no termina aún
m) Porque tengo una autoestima muy, muy baja y poco, poco dinero para psiquiatras
n) Porque espero que Dios toque su corazón y le devuelva el halo.
o) Porque espero que el Diablo pinche su corazón y la devuelva a mí.
p) No lo sé
VERITAS ALERTA. Mi gran amiga Marta Patricia Portilla, quién ha resultado un enorme apoyo en este tiempo difícil, sugiere que rompa la condición de botella de aguardiente con la terapia de grupo, luego nace Troveros Anónimos con el fin de escribir la canción más bonita del mundo. Cualquier interesado en integrarse a tan selecto círculo puede escribir a Verónica Gutiérrez a esta dirección: Los Patos 519, Fraccionamiento Laguna Real, Veracruz, Ver.
DELIRIO AUTOMATICO UNO. Verónica, si vuelves atrás la mirada, quedarás hecha una estatua de sal. Y tú eres, apenas, una mujer que quiere ver hacia adelante. Querías vivir, lo supe en mi tiempo. Insistías en que todo era hermoso, pero tus ojos se apagaban detrás de ti misma. Ahora me ves como una lámpara apagada, una mancha que tus ojos se quedan viendo y frotas con ambas manos para desaparecer de tu paisaje actual. Quizás cuando a solas lees esto, me reconoces como una cicatriz que ya no existe, un beso lavado por un amor y otros amores que ya enterraste. Pero yo quiero hacerte un poema, darte unas flores, un plato de comida que te guste, servirte un trago, llevarte una noticia estupenda que te haga sentirte amada. Inútil, al separarte de mi persona de igual modo habías de limpiar los residuos de la costumbre. Cuando la última vez dijiste “volvamos” ya estabas convertida en piedra.
DELIRIO AUTOMATICO DOS. Verónica, me ha dejado triste tu reflexión, tirado todo el día sobre mis recuerdos. De repente, lo contrario al amor no es el odio, sino la indiferencia. Tengo una explicación más pedestre: la llaman ingratitud. De la ventana de tu casa me he regresado porque tu casa esta vacía inexplicablemente, no tiene la familia que pensamos formar. No miré el techo nuestro contra la lluvia, contra el sol, contra la noche, que hicimos con repetidas promesas. Ahora te sientes poseedora del mundo. No te equivoques, te lo advertí. Mientras tanto se hace valido mi predominio de gente, en que lugar, de que manera, a que deshoras me dirás que volvamos? Esto es urgente, porque la eternidad se nos acaba.
DELIRIO AUTOMATICO TRES. Verónica, hoy lloraron mis hombros de felicidad. Una vez más se despojaron del peso de tus culpas.
TRIVIA DE LA SEMANA. Verónica es lo que come. ¿Quién puede adivinar lo que come? Todos saben que Verónica come pollo en cualquier receta que lo sirvan, pero ¿cuantos saben lo que detesta en su plato? (Un tip: Ella perdió el apetito por las pastas, la vez que viajamos a Roma)
La respuesta a la pregunta de la semana pasada: Doncella del mar.
BUZON SENTIMENTAL. La talega del cartero estuvo henchida esta semana con las participaciones al concurso fotográfico “El rostro de la Verónica”. No necesito recordarles que la primera regla del concurso estipulaba que Verónica debería ser la única persona apareciendo en la fotografía. En consideración con los intrépidos buscadores del peligro que no pudieron participar, he decidido correr la fecha límite de entrega dos semanas mas, es decir, hasta abril 30, a las doce horas. Y recuerden, las participaciones no serán devueltas.
Un saludo sobre equinoccio, Ernesto, nos escribe desde Guadalajara, Jalisco: “Querido VSV, pienso viajar a Veracruz el próximo Carnaval y estoy anhelando conocer en persona a Verónica. He escuchado tu triste historia demasiado, los detalles de una guerra a pestañazos. Gabriel, ¿tendrás su número telefónico donde pueda localizarla?.
No hay necesidad de ello, Ernesto. Simplemente sigue enviando tu correspondencia a esta columna y yo me aseguraré que la lea.
Finalmente, Jaime, oriundo de México, DF. Escribe y apunta: “Gabriel, ¿no crees que ya es hora de que sigas adelante en tu vida? Ya tienes tres años desperdiciados (sic) desde que Verónica te mando a la chingada (sic) y odio tener que decírtelo, amigo, pero se acabó. Finito. Kaput. C-e-r-o (sic). En todo caso, hay un montón de viejas en el mundo. Siete mujeres por cada hombre. ¡Vacúnate contra el imposible!”.
Bueno, Jaime, no sé como dar respuesta a tu comentario. Es difícil adivinar a qué te refieres exactamente cuando dices que se acabó. De mismo modo, me temo que no comparto tu perspectiva sobre la proporción de la ropa entre mujeres respecto a los hombres o tu particular don para recrear aforismos. Por favor entiende esto cuando te doy nada a cambio de nada: Tú no sabes nada respecto a estar enamorado. Pero gracias por tu carta. Tu camiseta con el slogan “Salva al changuito” te será entregada a vuelta de correo hasta la puerta de tu domicilio.
2 comentarios:
amor eterno, dignidad pisoteada, cansancio, aburrimiento, hastío, la agonía de la espera y al final...el desierto de la nada.
Apreciado señor K. C. Baker Fields
He leído la sorpresa más grande de mi vida, el enorme texto que ha publicado en el blog de I. G.
Lo felicito, sólo falta que se levante un Tsunami Veracruzano debido a la llegada de sus lágrimas a la orilla del mar. ¿Podría considerar esto?
El crecimiento del mar debido al deshielo ya es preocupante. Recuerde que anticipamos que sólo los xalapeños se salvarán y tendrán el mar a su alcance, que podrán bucear en las ruinas hundidas del lencero y visitar las instalaciones submarinas de la academia de policía y patinar con un nuevo invento ad hoc en el ex helipuerto.
Señor Baker (el apellido lo emparienta con Aunt Jemima)
Le suplico contención. Es abrumador su sufrimiento, además de la correspondencia que recibe por ello; le sugiero una receta infalible: aspire todo lo que pueda el nuevo polvo Realistic y dígale a sus lectores que no es cierto lo que están leyendo, porque puede haber algún ingenuo que se lo crea y que ponga un cerco alrededor de la casa (usted nos encaminó con sus datos a ella) de Petra Von Kant, como el tal Ernesto, que amenaza con venir desde Guadalajara.
Por lo demás, le recuerdo que esta carta es privada
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