El Centro Cultural del Museo de la Ciudad, fundado por el Alcalde Mario Vargas Saldaña, a finales de 1969 en el remodelado edificio que originalmente fue el Hospicio Manuel Gutiérrez Zamora, tuvo una fecunda y brillante época bajo la dirección del escritor Juan Vicente Melo, reconocido intelectual latinoamericano, nacido en este puerto, durante la década de los setenta.
Los intelectuales, escritores, artistas plásticos, músicos, actores y directores de escena, entre muchos, fueron convocados por el ilustre escritor Melo y con ello, nuestro puerto vivió un renovador movimiento cultural, que a la fecha no ha sido superado.
Personajes como Carlos Monsivais, José de la Colina, Efraín Huerta, Jaime Sabines, Tomás Segovia, Carlos Pellicer, Miguel León Portilla, Max Aub, Juan José Gurrola, Juan Bañuelos, Héctor Azar, José Emilio Pacheco, Isabel Fraire, Sergio Magaña, Martha Verduzco, Beatriz Sheridan y Huberto Batiz se presentaron en el Museo.
Conciertos con la Orquesta Sinfónica de Xalapa, recitales de música de cámara, obras de teatro, conferencias, cine club y los talleres de Artes Visuales y de Teatro del propio Centro Cultural fueron presentados de manera gratuita a todo el público veracruzano.
El logotipo del Museo fue diseñado por el célebre pintor Vicente Rojo y la museografía, para la época, contaba con piezas arqueológicas de las culturas de la región, además de las salas de Historia, Etnografía, La Casa del Pescador, La Cabeza Olmeca, la sala del Mar y el Auditorio donde se realizaban las conferencias y charlas. Contaba con un escenario portátil que se instalaba en el patio central, para representaciones teatrales. En la sala del Mar, había una réplica de la popa de “La Santa María”, con el camarote de Cristóbal Colón. También había un espacio dedicado al Carnaval y una sala de exposiciones temporales.
Desgraciadamente todo ese esplendor quedó en el pasado, las últimas administraciones municipales han demostrado fieramente su ignorancia, desdén, apatía, desprecio, incultura y perversidad, al tener en la ruina ese espacio nuestro que a últimas fechas se ha convertido en la Cueva de precampaña de un aspirante a la alcaldía, solapado por el actual edil.
Da pena ajena ver el estado de abandono de las salas del Museo que ya es una verdadera vergüenza para el pueblo veracruzano. Polillas, mugre, abandono, aunado a disposiciones que denotan el desprecio por nuestro patrimonio histórico y cultural, como por ejemplo el pintar de color dorado la reja monumental y los barrotes de bronce del recinto cultural. La sala de la Cabeza Olmeca convertida en basurero y los monolitos de las culturas prehispánicas, usados como mesas de cantina durante las fiestas que frecuentemente se realizan en ese lugar, como casamientos, XV años, banquetes partidistas y otros eventos propios de casinos y salones de baile. No cabe duda que en automático el alcalde se balconea como un ignorante, al tener en un departamento de cultura, a personajes que solo hacen trabajo partidista y nada saben de cultura.
Si usted, amable lector, visita el Museo y ve en las condiciones en que lo tiene el municipio y llega a ver a algún turista extranjero, sentirá que se le cae la cara de vergüenza ante bochornoso suceso.
Por otra parte, se sabe que el alcalde es quien lleva la agenda del Museo para fiestas y bodas. Él personalmente cobra el alquiler, pero no sabemos si se extiende algún recibo oficial. Si usted quiere celebrar su fiesta o boda en ese lugar, los precios varían según el sapo. Pero le puede costar de cincuenta mil a doscientos mil el alquiler.
Qué asunto tan indignante. Qué perversidad. Qué poca madre. Finalmente se dice que cada pueblo tiene el gobierno que se merece, pero aquí ya nos excedimos con estos individuos que transitan de alcaldada en alcaldada. Hasta cuándo pueblo...
Los intelectuales, escritores, artistas plásticos, músicos, actores y directores de escena, entre muchos, fueron convocados por el ilustre escritor Melo y con ello, nuestro puerto vivió un renovador movimiento cultural, que a la fecha no ha sido superado.
Personajes como Carlos Monsivais, José de la Colina, Efraín Huerta, Jaime Sabines, Tomás Segovia, Carlos Pellicer, Miguel León Portilla, Max Aub, Juan José Gurrola, Juan Bañuelos, Héctor Azar, José Emilio Pacheco, Isabel Fraire, Sergio Magaña, Martha Verduzco, Beatriz Sheridan y Huberto Batiz se presentaron en el Museo.
Conciertos con la Orquesta Sinfónica de Xalapa, recitales de música de cámara, obras de teatro, conferencias, cine club y los talleres de Artes Visuales y de Teatro del propio Centro Cultural fueron presentados de manera gratuita a todo el público veracruzano.
El logotipo del Museo fue diseñado por el célebre pintor Vicente Rojo y la museografía, para la época, contaba con piezas arqueológicas de las culturas de la región, además de las salas de Historia, Etnografía, La Casa del Pescador, La Cabeza Olmeca, la sala del Mar y el Auditorio donde se realizaban las conferencias y charlas. Contaba con un escenario portátil que se instalaba en el patio central, para representaciones teatrales. En la sala del Mar, había una réplica de la popa de “La Santa María”, con el camarote de Cristóbal Colón. También había un espacio dedicado al Carnaval y una sala de exposiciones temporales.
Desgraciadamente todo ese esplendor quedó en el pasado, las últimas administraciones municipales han demostrado fieramente su ignorancia, desdén, apatía, desprecio, incultura y perversidad, al tener en la ruina ese espacio nuestro que a últimas fechas se ha convertido en la Cueva de precampaña de un aspirante a la alcaldía, solapado por el actual edil.
Da pena ajena ver el estado de abandono de las salas del Museo que ya es una verdadera vergüenza para el pueblo veracruzano. Polillas, mugre, abandono, aunado a disposiciones que denotan el desprecio por nuestro patrimonio histórico y cultural, como por ejemplo el pintar de color dorado la reja monumental y los barrotes de bronce del recinto cultural. La sala de la Cabeza Olmeca convertida en basurero y los monolitos de las culturas prehispánicas, usados como mesas de cantina durante las fiestas que frecuentemente se realizan en ese lugar, como casamientos, XV años, banquetes partidistas y otros eventos propios de casinos y salones de baile. No cabe duda que en automático el alcalde se balconea como un ignorante, al tener en un departamento de cultura, a personajes que solo hacen trabajo partidista y nada saben de cultura.
Si usted, amable lector, visita el Museo y ve en las condiciones en que lo tiene el municipio y llega a ver a algún turista extranjero, sentirá que se le cae la cara de vergüenza ante bochornoso suceso.
Por otra parte, se sabe que el alcalde es quien lleva la agenda del Museo para fiestas y bodas. Él personalmente cobra el alquiler, pero no sabemos si se extiende algún recibo oficial. Si usted quiere celebrar su fiesta o boda en ese lugar, los precios varían según el sapo. Pero le puede costar de cincuenta mil a doscientos mil el alquiler.
Qué asunto tan indignante. Qué perversidad. Qué poca madre. Finalmente se dice que cada pueblo tiene el gobierno que se merece, pero aquí ya nos excedimos con estos individuos que transitan de alcaldada en alcaldada. Hasta cuándo pueblo...
2 comentarios:
Recuerdo con afecto y reconocimiento la gran obra cultural de Juan Vicente Melo de la cual recibí los beneficios de una diversa formación cultural durante mis años universitarios. Es urgente recuperar una agenda cultural necesaria y digna para la población. Es necesario, una obligación, desarrollar un proyecto cultural, que incluya museografía contemporánea. Manolo Salinas.
Veracruz merece un Museo con la misma grandeza de su gente. Está en nosotros iniciar un movimiento cultural digno de nuestro Estado . Este blog ya habla de dinamismo.
Maria Vargas Saldaña
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