EL APÓCRIFO EN LA PÁGINA
(por no decir “el pelo en la sopa”)
Ignacio García
Se dice que “en todo mundo se cuecen habas”,
o, que nunca falta “el pelo en la sopa”. Esta vez, tocó cocer las habas a la
escritora Elena Poniatowska quien, atribuye, en una de sus antiguas
entrevistas, un poema de Borges que no es de Borges; el “pelo en el fideo”, es
obra de Miguel Capistrán (alguna vez director del Museo de la Ciudad, en
Veracruz, Ver.), investigador y gran conocedor de literatura…Hasta ahora.
Porque siendo el compilador de varios ensayos para la edición del libro Borges y México, no tuvo el cuidado de
ver (creo que sí estaba enterado del error) el contenido del escrito de Elena,
y metió las cuatro.
El libro en cuestión fue “presentado” el día
martes 31 de Julio de 2012, con una excepción: se habló de todo, menos del
libro, que ya de antes estaba condenado a no aparecer en ese momento debido al
garrafal error de Poniatowska. Quienes
llegaron a la presentación del libro en el Palacio de Bellas Artes, se extrañaron que se obviara el contenido
del volumen y se hablara sólo de los tres viajes de Jorge Luis Borges a México.
Afuera estaba a la venta la obra completa del escritor argentino, excepto el
que habla de su relación con México. Miguel
Capistrán, Cristóbal Pera, Paulina Lavista y Felipe Ehrenberg contaron
anécdotas de los tres viajes de Borges a México, de las fotografía, pero no del
libro. … Para vergüenzas están los descuidos.
El libro, publicado por
Random House Mondadori en su sello Lumen, y con un tiraje inicial de 2000
ejemplares, ha comenzado a ser retirado de las librerías mexicanas debido al
grave error ya comentado; bajo la promesa de la editorial de que en dos semanas
más estará nuevamente a en las librerías, ya sin el texto de Poniatowska;
una entrevista a Borges titulada Un agnóstico
que habla con Dios, y donde
la autora de La noche de Tlatelolco
reproduce el poema Instantes,
como si lo hubiera escrito Borges, cuando en realidad fue escrito por la
norteamericana Nadine Stair. El poema fue publicado en 1978, ocho años antes de
que Jorge Luis Borges muriera y comenzó a circular con error de autoría desde
1983, a través de medios impresos en su inicio, y luego, masivamente, por la
Internet.
EL POEMA APÓCRIFO
Es hora de reproducir el poema en cuestión;
un escrito que cualquier conocedor de la obra borgesiana, se da inmediatamente
cuenta que no pertenece al creador de El
Aleph: en Instantes se abandona
la profundidad intelectual del poeta argentino, su abismal cultura para urdir
poemas, que él llama “elementales”, pero son en realidad todo un conjunto de
principios filosóficos, si no es que una suerte de biblioteca condensada en
unas cuantas líneas. Frente a ello, Instantes
no sólo es cursi, sino que desconoce totalmente la persona de Borges y –ya se
dijo— jamás imagina el ejercicio de una pluma más allá de las nimiedades dichas
en este poema…Va:
Instantes
(Poema atribuido a Borges, pero cuyo real autora Nadine Stair)
Si pudiera vivir nuevamente mi vida,
en la próxima trataría de cometer más errores.
No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más.
Sería más tonto de lo que he sido,
de hecho tomaría muy pocas cosas con seriedad.
Sería menos higiénico.
Correría más riesgos,
haría más viajes,
contemplaría más atardeceres,
subiría más montañas, nadaría más ríos.
Iría a más lugares adonde nunca he ido,
comería más helados y menos habas,
tendría más problemas reales y menos imaginarios.
Yo fui una de esas personas que vivió sensata
y prolíficamente cada minuto de su vida;
claro que tuve momentos de alegría.
Pero si pudiera volver atrás trataría
de tener solamente buenos momentos.
Por si no lo saben, de eso está hecha la vida,
sólo de momentos; no te pierdas el ahora.
Yo era uno de esos que nunca
iban a ninguna parte sin un termómetro,
una bolsa de agua caliente,
un paraguas y un paracaídas;
si pudiera volver a vivir, viajaría más liviano.
Si pudiera volver a vivir
comenzaría a andar descalzo a principios
de la primavera
y seguiría descalzo hasta concluir el otoño.
Daría más vueltas en calesita,
contemplaría más amaneceres,
y jugaría con más niños,
si tuviera otra vez vida por delante.
Pero ya ven, tengo 85 años...
y sé que me estoy muriendo.
(Poema atribuido a Borges, pero cuyo real autora Nadine Stair)
Si pudiera vivir nuevamente mi vida,
en la próxima trataría de cometer más errores.
No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más.
Sería más tonto de lo que he sido,
de hecho tomaría muy pocas cosas con seriedad.
Sería menos higiénico.
Correría más riesgos,
haría más viajes,
contemplaría más atardeceres,
subiría más montañas, nadaría más ríos.
Iría a más lugares adonde nunca he ido,
comería más helados y menos habas,
tendría más problemas reales y menos imaginarios.
Yo fui una de esas personas que vivió sensata
y prolíficamente cada minuto de su vida;
claro que tuve momentos de alegría.
Pero si pudiera volver atrás trataría
de tener solamente buenos momentos.
Por si no lo saben, de eso está hecha la vida,
sólo de momentos; no te pierdas el ahora.
Yo era uno de esos que nunca
iban a ninguna parte sin un termómetro,
una bolsa de agua caliente,
un paraguas y un paracaídas;
si pudiera volver a vivir, viajaría más liviano.
Si pudiera volver a vivir
comenzaría a andar descalzo a principios
de la primavera
y seguiría descalzo hasta concluir el otoño.
Daría más vueltas en calesita,
contemplaría más amaneceres,
y jugaría con más niños,
si tuviera otra vez vida por delante.
Pero ya ven, tengo 85 años...
y sé que me estoy muriendo.
EL OTRO FALAZ POEMA
Instantes es
el pelo más grueso en la sopa, pues la entrevista-escrito de Elena, incluyó
también otro poema de título Remordimiento,
según ella, también de la autoría de Borges. El poema es insignificante y
ni hablar ya de él. Lo reproducimos sólo para que el lector avezado compare.(Poema dizque de Jorge Luis Borges)
He cometido el peor de los pecados
que un hombre puede cometer. No he sido
feliz. Que los glaciares del olvido
me arrastren y me pierdan, despiadados.
Mis padres me engendraron para el juego
arriesgado y hermoso de la vida,
para la tierra, el agua, el aire, el fuego.
Los defraudé. No fui feliz. Cumplida
no fue su joven voluntad. Mi mente
se aplicó a las simétricas porfías
del arte, que entreteje naderías.
Me legaron valor. No fui valiente.
No me abandona. Siempre está a mi lado
La sombra de haber sido un desdichado.
LO MÁS DURO DE LAS HABAS
Lo más lamentable de todo esto, es la postura
adoptada por Elena Poniatowska, escritora siempre admirada y con una obra ya
célebre, de quien no puede creerse lo que hace ahora. Primero, en una
entrevista hecha por el diario MILENIO se dice:
“En
torno del rechazo expresado por María Kodama a que Jorge Luis Borges sea el
autor del poema Instantes, Elena
Poniatowska recordó que el texto es resultado de una entrevista realizada a
Jorge Luis Borges, aunque no tuvo en mente las razones por las que están
incluidos los poemas en la versión más reciente de Borges y México,
editado por Miguel Capistrán (Random House, 2012).
“No creo que sea tan
grave [añadió Poniatowska], son poemas que se atribuyeron en esa época a
Borges. Recuerdo que platiqué con él, pero no recuerdo nada de eso, ni si
hablamos de ese poema. No he visto el libro, pero seguramente se señala que es
apócrifo…”
Declaración que resulta
falsa pues en la entrevista de ella sólo se atribuye a Borges el tal poema, sin
citar que “tal vez, pueda ser apócrifo”. Y de que “no sea tan grave”,pues no…es
como si alguien compilara Hasta no verte
Jesús mío bajo la autoría de Jesusa Rodríguez…
Peor aún. Cuando
MILENIO le lee por teléfono los poemas aludidos, Elena desvaría y declara:
“No me acuerdo,
recuerdo que era un hombre sumamente bondadoso y paciente. Me acuerdo que tenía
frío, pero no me acuerdo de nada más, no creo que sea nada grave; incluso José
Emilio Pacheco me dijo que (el poema) era apócrifo: le pregunté a él lo de la felicidad,
pero seguramente metieron los poemas después, porque no recuerdo que los
periódicos publicaran poemas”.
En entrevista concedida
a El Universal el mismo día, la cosa se enreda aún más:
“Elena Poniatowska
acepta que fue un error haber incluido los poemas Instantes y Remordimiento
en una segunda versión de la entrevista que en 1973 le hizo a Jorge Luis
Borges, y dice que se arrepiente. ‘Lo hice sin darme cuenta, cuando se publicó
el libro pensé en que estaba bien poner los poemas, fue un descuido’.
La pregunta es: ¿De qué
poemas habla la autora si Borges jamás se los dio por escrito y todo lo que
tiene la admirada escritora es una entrevista y la dudosa versión oral de que
Borges [esta vez sí] le habló “algo” del poema en una conferencia telefónica
muy enredada. Cito:
“La narradora y
periodista que ayer en entrevista telefónica respondió a lo que María Kodama
denunció el pasado martes en un chat en EL
UNIVERSAL, aseguró que Borges le dijo que “esos poemas son demasiado
inmediatos, autobiográficos, son remordimientos”, que ella no los inventó. ‘Yo
no pude inventar esa respuesta, creo que en una conferencia de prensa se los
leí y me respondió lo que me respondió. Así que sí es verdad, porque cómo voy a
inventar que él dijo esas cosas”.
Sin embargo Elena
Poniatowska dijo que nunca fue avisada ni por Miguel Capistrán ni por la
editorial Random House Mondadori de que su texto se tomaría para una edición,
de saberlo habría quitado los poemas. “Fue un error, se incluyeron después en
la entrevista. La entrevista la publiqué en Novedades y después cuando se
volvió a publicar a lo mejor yo les añadí esos poemas para el libro de
editorial Diana, porque después lo volví a ver, pero ya no lo entrevisté”,
comentó.
¿Qué onda Elenita? ¿Son peras o son manzanas? O, definitivamente, son
Las peras del olmo.
YO NO FUI, FUE TETÉ
En medio de todo este
lamentable error, las partes se defienden muy poco profesionalmente:
Poniatowska echa la culpa a Capistrán; éste, por su parte, dice que pensó que
la editorial sería la encargada de avisar a los escritores incluidos, pero
además acusa que la editorial trabajó el libro con mucha premura pues quería
sacarlo para la exposición en Bellas Artes.
Cristóbal Pera,
director editorial de Random House Mondadori, negó pérdidas económicas y dijo
que no habían pedido permisos porque es una reedición del que había hecho Plaza
y Janés en 1999. Lamentó el descuido. “Pedimos disculpas por no tener el
control de haber sabido del texto apócrifo, pero el propio Capistrán no nos
dijo nada”.
ESTA BOCA NO ES MÍA
Lo grave no está ahí,
sino en el hecho de que ya desde los años 80 se sabe que el tal poema no es de
Borges, y Elena jamás dijo esta boca es mía a la editorial Diana, para que
ésta, a su vez, hiciera lo que ahora profesionalmente hace Mondadori: retirar de
circulación el libro y corregir el error haciendo desaparecer el texto de
Poniatowska.
Ya en los años 80, después de la muerte de
Borges, la revista argentina Uno Mismo
publicó el poema bajo el título Instantes
y se lo atribuyó al argentino. María Kodama consiguió una rectificación de
la publicación y que el Ministerio de Cultura y Educación aclarase quién fue la
autora del poema, pero eso sucedió recién ocho años después. "Tardé
demasiado tiempo en descubrir que ese poema fue publicado originariamente en
inglés", afirmó Kodama en ese momento. "El poema, sin ningún valor
literario", escribió la viuda, "desvirtúa el mensaje de la obra de
Borges. Amparándose en una firma famosa, se intenta transmitir un sentido de la
vida completamente materialista, sin ninguna búsqueda de perfección espiritual
ni inquietud intelectual".
En 1999, el
investigador de El Colegio de México, Rafael Olea Franco, hacía una profunda
reflexión acerca del tema en La Gaceta del Fondo de Cultura Económica
(Nueva época 346. Oct. 1999), negando que el poema ése, fuera de Borges.
Y, del año 2002,
hallamos este texto en la Internet, que aunado a todo lo dicho 12 años antes,
hace increíble creer que Poniatowska no supiera del asunto. El texto, firmado
por Eugenio Siccardi en octubre de 2001, dice:
El poema "Instantes" no es de Borges
Recuerdo haber recibido de regalo, a fines de la década del 80, un poster con un poema impreso, titulado "Instantes" y firmado por Jorge Luis Borges.
Recuerdo que me llamó la atención porque, a pesar de que en ese momento yo era muy joven y aun no había leído mucho, no me parecía que fuera el tipo de texto que pudiera haber escrito Borges.
Después he visto ese poema o fragmentos del mismo, atribuido a Borges, en innumerables posters, señaladores, tarjetas, etc. que empapelaron durante años los comercios, oficinas, dependencias públicas, etc. de la Argentina.
Incluso hoy mismo he visto, en mi propio lugar de trabajo, una copia de este poema, por cierto también con el nombre de Borges, que alguien ha colgado allí para deleite de empleados y visitantes. Finalmente, ha llegado, como no podía ser de otra manera, a convertirse en una cadena de mails.
EN FIN, ESPERAREMOS
Antes de la presentación de las Obras
completas de Jorge Luis Borges, en la Sala Ponce de Bellas Artes, el
director editorial de Random House Mondadori México, Cristóbal Pera, ofreció
disculpas por no haber tenido todo el control en la edición del libro Borges y México.“Para nosotros fue una reedición, no es como cuando uno hace una edición nueva y empezamos a ver los manuscritos, por lo cual no se tuvo el cuidado que se tiene en un libro normal.”
El editor aseguró que
Kodama entiende lo que sucedió con el volumen, “mi relación con ella es muy
antigua, porque fui editor de dos libros de Borges, en 1999, y en esa época
hablamos del poema apócrifo, por lo que sabía del tema; desgraciadamente estuve
de viaje y el editor a cargo, quizá por el peso de un nombre como el de Elena,
no se dio cuenta ni conocía el tema que ya
se había mencionado en un artículo de Rafael Olea”.
Cristóbal Pera señaló
que ya se comenzaron a retirar los ejemplares del libro y se espera sacar una
nueva edición en dos semanas, pero ya sin la colaboración de la escritora Elena
Poniatowska. Para subsanar el “error”, la editorial
anunció que la publicación saldrá reeditada en dos semanas. Entonces, esperemos. Dos semanas parece nada cuando, como Borges, se dice: Antes las distancias eran mayores porque el espacio se mide por el tiempo.
1 comentario:
Será cursi "El remordimiento", el caso es que sí es de Borges. Figura en su poesía completa publicada por Alianza Editorial.
Saludos
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