EL AMOR ES POSIBLE
Y NO HABITA EN UNA
CAMA
Por Leopoldo de
Quevedo y Monroy
Con ligeras alas
de amor franqueé estos muros
pues no hay
cerca de piedra
capaz de atajar
el amor…
W. Shakespeare.
El
amor no es deporte, ni condecoración, ni adminículo de adorno, ni pose de
melancolía o romanticismo. No es voltear los ojos cuando se besa o derretirse
de zalamería cuando se abraza o se habla con la persona amada. Del amor se han
montado encuentros y espectáculos pedestres, grotescos, ridículos que no tienen
otra cosa que morbo, engaño y distractores.
Del
amor, cosa sorprendente, casi no se ha escrito ni se han descubierto sus
secretos y encantos y poco se dicho su verdad monda y lironda. Solo quien lo ha
encontrado podrá decirlo porque lo ha probado. De él muchos se han burlado, han
fabulado juegos y otros han especulado, confundido con erotismo y tejido historias
ociosas.
Dios es amor, I
love you, haga el amor y no la guerra,
son frases cortas que se pintan en el vidrio trasero de los buses y en grafitis
enormes. El amor no entra al cuerpo con flores en la solapa, con bombones ni mascando
chicle, no se aprende como un juego milimetrado como el ajedrez o saltando
entre los cuadros de una rayuela sin caerse para llegar al cielo.
El
amor ha existido sin esa palabra, en cualquier idioma, ha subsistido pese a la
ciencia, a la tecnología y a la literatura y la psicología. Ha resistido
ultrajes, banalidades, distorsiones y nimiedades. Es inmune a toda grosería o dilentantismo.
Está inoculado al cuerpo humano y parece que a veces habitara en la mirada del
caballo, el lamido del perro o del gato o que alzara su voz en el canto a
compás del búho o de la torcaza cuando están en celo.
Lo
cantaron con lirismo en sus historias y en sus versos, sin mencionar su nombre
Homero, Neruda, Quevedo, Goethe. Y también lo han manoseado y profanado otros
autores en su prosa o canciones procaces. En fin de cuentas, el amor es un
fenómeno humano susceptible de ser interpretado según el propio lente.
El
amor es un humor que sale aromado como en una sala de sauna por entre el calor
o la caldera de los orificios de las neuronas, de los poros, de la hinchazón de
las venas y arterias ante la presencia y alboroto que produce el ser amado. Es
un fuego sin llama, es un hervor físico, es el paso de una lengua tibia que
lame por sobre toda la piel, es el despertar de las entrañas por el gozo de
experimentar respuesta del mismo color, timbre y suavidad del ser que nos mira o
abraza y que amamos.
Para
que exista amor no es necesario saberse de memoria el Kamasutra ni saber besar
en varios estilos, ni pedir consejo a lunáticos o monjes ni someterse a pruebas
de laboratorio o ser ardiente en la cama o ser capaces de ir a duelo para tener
derecho a la dama. El amor no viene de fuera. Nace un día dentro del sujeto
afortunado sin pedir permiso ni que haya habido quinta noche de cita. No es
como lo pintan los actores y divas del cine o las novelas rosa.
El
amor es un estado físico, medible, que se puede derramar, conservar en el
frasquito del cuerpo por muchos años, que se puede evaporar si se descuida, que
duele o rasca como el prurito de un exzema cuando se aleja la persona amada. El
amor no es un oasis causado por una ilusión óptica ni un fuego fatuo que se
mueve como una bailarina semidesnuda. Es un sentimiento humano que se alimenta
de yerbas aromáticas que hace desaparecer la miopía, alivia el peso, lava las heridas causadas en
el camino y levanta el ánimo y la mirada cuando hay dificultades.
El
amor no tiene antídoto ni se puede matar
con un veneno. Es más fuerte que la
muerte, dice un libro. Sin embargo, el amor, como expresión del sentimiento
humano es posible, es alcanzable. No es mera ilusión o fetiche, o espejismo. El
amor en el drama final de Julieta con Romeo pudo hacer resucitar a la
envenenada y el vivo, a continuación, bebió la pócima. Julieta, entonces, se
clava una daga para irse a encontrar con Romeo en su destino.
Cuando
existe el amor, es como una carta as que gana siempre, es
un instrumento feliz que llena de gozo y aunque a veces causa tormento, este es
delicioso remedio para desearlo con más intensidad y para que resurja más
radiante.
Cali,
27-08-1 9:41 a.m.
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