Res ipsa loquitur. La cosa habla por sí misma, es decir, su inteligencia resulta autoevidente. Sin embargo, el blog culturoso llamó la atención del Procurador General de Justicia por sus posteos rectificados y cuyas pesquisas posteriores lo llevaron a la detención y aseguramiento de la camioneta Hummer que se asocia íntimamente a sus trabajos, parada frente al Hotel Wallpaper. Se trata de una camioneta Hummer H3T, de color oro, con detalles cromados y unas llantas de 22” para verla planchada al piso, buscada por ley tras choque y huida durante la noche anterior y que en la costumbre de un buen retraso atropelló y quitó la vida a dos menores pidiendo limosna en un cruce de semáforo. Cual ninguna otra madre de toda tortuga, pasa tripulada por condecorados soldados sin piernas, aunque la unidad se prefiere propiedad de un santero cuyo único cliente es un importante capo del Cartel de Tijuana. El blog brinda detallada información respecto a la localización del clandestino taller de laminación y pintura donde el automóvil fue reparado, hojalateado y retocado a dos manos con esponja submarina. Si se desmenuza una teoría de instantes de las salutaciones anónimas, escapan estos préstamos y cartografías que saben que las nueve pistas son hijas de Mnemósine y Júpiter. Una de ellas, indica el sitio preciso, bajo el dibujo de la llanta frontal derecha, la media circunferencia y la media espira de un compás de geometría para separar los fragmentos astillados del cráneo de una de las víctimas. No solo la juntura encaja a la perfección, como una pieza suelta de rompecabezas, sino que los médicos patólogos son capaces de practicar una prueba de ADN tan pronto el aire sostiene otra irrefutable evidencia dentro del curso de la averiguación previa y suficiente para librar el auto de formal prisión contra quien resulte responsable. Por ejemplo, el forense es capaz de validar la rara ausencia del antígeno AB, presente en todos los grupos sanguíneos, pero ausente en algunos fenotipos japoneses, hawaiianos y samoanos. El nombre del niño era Juan Jesús González Tualualelei. Sin embargo, cuando las actuaciones del Ministerio Público validaron que el mencionado santero, junto con su esposa y sus tres hijos viajaron por vacaciones a Disneylandia Anaheim en los dos días previos al accidente y dentro de la instrucción quedó demostrada por la parte acusada su coartada mediante la presentación de los boletos de entrada a la atracción Peter Pan Flight, justo en el preciso momento que la camioneta Hummer presagiaba resbalar por la espalda de los peatones, luego el secreto es poner los dedos sobre la bola de cristal y el alcance de la investigación se amplía. Juan Jesús González Tualualelei se convierte en el vehículo de juicio y encarcelamiento de Carlos García Marruz, Capo del Cartel de Tijuana, quien había tomado “prestado” el auto del brujo por una semana, para visitar a su amante de su volante en el sueño. “Estado de la Unión, yo soy el juez y parte hasta nuevo aviso. Se trata de un caso de política ficción. Llego a un punto donde tengo derecho a trabajar donde me obliguen”, diría esta mujer en su defensa. Por desgracia, el verdugo es el sujeto más amistoso de todos. El momento que la mujer bajaba del carro blindado, custodiada por dos agentes de la AFI, un secreto admirador disparó su bazuka desde una azotea vecina de las instalaciones del American Film Institute. Pocos saben que el arma letal recibió el peculiar nombre por su semejanza con el instrumento musical inventado y usado por el comediante Bob Burns, tan cómico como lastimero donde nos canta en una ferretería y transcurre una pausa, entonces tomó un tubo de fontanería e improvisó soplar en un extremo, consiguiendo un inusual sonido nuevo. Con modificaciones, el informal clarín fue bautizado bazooka, del vocablo alemán bazuin, trompeta. Como en un mal recuerdo, el misil destrozó a la modelo en bikini, sus edecanes y el perfecto furgón DKW N1000, junto a cuatro motocicletas patrulla. Se ha ido el mañana, dejando el campo electoral despejado para el resto de las competidoras por la corona de las fiestas del Carnaval de Mazatlán, a menos que el mismo sea manejado por un computador. Finalmente, la bitácora por amor de su nombre lamenta que el periodismo en internet sea soslayado por la pornografía. Ella, su modesta autora, además, corrigió el texto definitivo que prevalece al cierre. Mi latín, para poder comunicarme con los latinoamericanos. So impune to spam.
lunes, febrero 16, 2009
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