De "Libro del frío", 1992 Selección de aforismos
Pavana Impura:Tu cabello en sus manos; arde en las
manos del vigilante
de la nieve.Son las cebadas, la siesta de las
serpientes y tu cabello
en elpasado.Abre tus ojos para que yo vea las
cebadas blancas: tu cabeza en las
manos del vigilante de la nieve.
Todos los árboles se han puesto a
Todos los árboles se han puesto a
gemir dentro de mi espíritu
al recordar tus bragas en la
oscuridad, la luz debajo de tu piel,
tus pétalos vivientes.Atravesando los aniversarios, a veces
viajan las palomas ebrias.Venga desnuda tu misericordia, ah
paloma mortal, hija del
campo.
El mirlo en la incandescencia de tus
El mirlo en la incandescencia de tus
labios se extingue.Yo siento en ti grandes heridas y te
desnudas en mis fuentes.Se extingue el mirlo en las alcobas
blancas donde soy ciego,
donde, algunas veces, suenan en ti
grandes campanas.
Busco tu piel inconfesable, tu piel
Busco tu piel inconfesable, tu piel
ungida por la tristeza de las
serpientes; distingo tus asuntos
invisibles, el rastro frío del
corazón.
Hubiera visto tu cinta ensangrentada,
Hubiera visto tu cinta ensangrentada,
tu llanto entre cristales
y no tu llaga amarilla,
pero mi sueño vive debajo de tus párpados.
La inexistencia es hueca como las máscaras y su visión es
La inexistencia es hueca como las máscaras y su visión es
lívida, pero tú oyes el grito de las madres del agua y acaricias
los ojos que vieron la inexistencia.
Nuestros cuerpos se comprenden cada vez más tristemente,
Nuestros cuerpos se comprenden cada vez más tristemente,
pero yo amo esta púrpura desolada.
Ah la flor negra de los dormitorios, ah las pastillas del amanecer.
Entra otra vez en las alcobas blancas.
Entra otra vez en las alcobas blancas.
Grandes son las jarras de la tristeza en las manos mortales.
Entra otra vez en las alcobas blancas.
Amor que duras en mis labios:
Amor que duras en mis labios:
Hay una miel sin esperanza bajo las hélices y las sombras de las
grandes mujeres y en la agonía del verano baja como mercurio
hasta la llaga azul del corazón.
Amor que duras: llora entre mis piernas,
come la miel sin esperanza.
Ha venido tu lengua; está en mi bocacomo una fruta en la melancolía.
Ha venido tu lengua; está en mi bocacomo una fruta en la melancolía.
Ten piedad en mi boca: liba, lame,amor mío, la sombra.
Llegan los animales del silencio, pero debajo de tu piel arde la
Llegan los animales del silencio, pero debajo de tu piel arde la
amapola amarilla, la flor del mar ante los muros calcinados
por el viento y el llanto.
Es la impureza y la piedad, el alimento de los cuerpos
abandonados por la esperanza.
He envejecido dentro de tus ojos; eras la dulzura y el exterminio
He envejecido dentro de tus ojos; eras la dulzura y el exterminio
y yo amé tu cuerpo en sus frutos nocturnos.
Tu inocencia es como un cuchillo delante de mi rostro,
pero tú pesas en mi corazón y, como una miel oscura, yo te
siento en mis labios al ir hacia la muerte.
Eres como la flor de los agonizantesque es invisible mas su aroma entra
Eres como la flor de los agonizantesque es invisible mas su aroma entra
en la sombra nasal y es la delicia,
todo en la vida, durante algún tiempo.
En la humedad me amas
En la humedad me amas
y eres azul en tus pezones. Hablas
suavemente en mis labios y regresas
a tu prisión en la melancolía.
Tu cabello encanece entre mis manos y, como aguas silenciosas,
Tu cabello encanece entre mis manos y, como aguas silenciosas,
nos abandonan los recuerdos. Siento la frialdad de la existencia
pero tu olor se extiende en las habitaciones y tu lascivia vive en
mi corazón y entra mi pensamiento en tus heridas.
Era incesante en la pasión vacía. Los perros olfateaban su pureza
Era incesante en la pasión vacía. Los perros olfateaban su pureza
y sus manos heridas por los ácidos. En el amanecer, oculto
entre las sebes blancas, agonizaba ante las carreteras, veía
entrar las sombras en la nieve, hervir la niebla en la ciudad profunda.
Vigilaba la serenidad adherida a las sombras, los círculos donde se
Vigilaba la serenidad adherida a las sombras, los círculos donde se
depositan flores abrasadas, la inclinación de los sarmientos.
Algunas tardes, su mano incomprensible nos conducía al lugar sin
nombre, a la melancolía de las herramientas abandonadas.
Cada mañana ponía en los arroyos acero y lágrimas y adiestraba a los
pájaros en la canción de la ira: el arroyo claro para la hija
dulcemente imbécil; el agua azul para la mujer sin esperanza, la que
olía a vértigo y a luz, sola en el albañal entre banderas blancas,
fría bajo la sarga y los párpados ya amarillos de amor.
Era incesante en la pasión vacía. Los perros olfateaban su pureza y
sus manos heridas por los ácidos. En el amanecer, oculto entre las
sebes blancas, agonizaba ante las carreteras, veía entrar las sombras
en la nieve, hervir la niebla en la ciudad profunda
Aún:
Hubo un tiempo en que mis únicas pasiones eran la pobreza
Aún:
Hubo un tiempo en que mis únicas pasiones eran la pobreza
y la lluvia.Ahora siento la pureza de los límites y mi pasión no existiría
si dijese su nombre.
Caigo sobre unas manos
Cuando no sabía
aún que yo vivía en unas manos,
ellas pasaban sobre mi rostro y mi corazón
Yo sentía que la noche era dulce
como una leche silenciosa. Y grande.
Mucho más grande que mi vida.
Madre:eran tus manos y la noche juntas.
Por eso aquella oscuridad me amaba.
No lo recuerdo pero está conmigo.
Donde yo existo más, en lo olvidado,
están las y la noche.
A veces,
cuando mi cabeza cuelga sobre la tierra
y ya no puedo más y está vacío
el mundo, alguna vez, sube el olvido
aún al corazón.
Y me arrodilloa respirar tus manos. Bajo
y tú escondes mi rostro; y soy pequeño;
y tus manos son grandes; y la noche
viene otra vez. Viene otra vez.
Descanso
de ser hombre, descanso de ser hombre.
Blues del nacimiento
Nació mi hija con el rostro ensangretado
y no me la dejaron ver despacio.
Nació mi hija con el rostro ensangrentado
pero me la quitaron de las manos.
Mi hija ahora ya va a hacer tres añosy habla conmigo y ella ve mi rostro.
Mi hija ahora ya va a hacer tres añosy habla conmigo y ella ve mi rostro.
Mi hija ahora ya va a hacer tres añosy canta y piensa pero ve mi rostro.
Yo ahora ya no me pregunto
Yo ahora ya no me pregunto
por qué se ama a un rostro ensangrentado.
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