Carolina Cruz: El guardadito de Julen

Un acierto la Carta de Ida Rodríguez Prampolini publicada el pasado viernes 2 en Imagen, en ella claramente se señala aparte de su relevancia histórica, la importancia del parque Zamora como un hito y también como un nodo importante para los veracruzanos, punto de referencia y un distintivo del entorno urbano que la población tiene ya identificado culturalmente.

Lo más grave del asunto, como bien lo señala la doctora es… ¿Por qué no se conoce el libro al que hace referencia en su carta?. Ajajá. Parece que le descubrimos un “guardadito” al alcalde Rementería, o Tementiría, como mejor le queda en este caso, pues el texto, que también tengo en mis manos, incluye otros contenidos importantes, que ponen en duda la certeza de la imperiosa necesidad de un estacionamiento en tal lugar.

El estudio “Programa de ordenamiento, mejoramiento y revitalización del Centro Histórico de Veracruz, Ver., 2005” y publicado efectivamente por el Gobierno del estado, el H. Ayuntamiento de Veracruz, y el Instituto Nacional de Antropología e Historia, fue encargado por dichas instancias a la Universidad Cristóbal Colón y realizado por maestro y estudiantes de las licenciaturas en Arquitectura, Economía y Comunicación.

Además de lo que ella señala y sobre lo cual no es necesario abundar, la investigación revela en el apartado “Aforos vehiculares” (P. 97), que: “los periodos de máxima demanda fueron: de 13:00 a 15:00 hrs., de 16:00 a 17:00 hrs., y de 18:00 a 19:00 hrs.,”. Más adelante, en la página 102, en el subcapítulo 2.2.7.3. “Estudio de estacionamientos”, los autores indican que en la zona del Centro “se ubicaron 80 establecimientos dedicados a estacionamientos” (entre públicos y privados). Dos renglones abajo apuntan que estos 80 sitios suman 2,216 cajones.

Hasta ahí todo bien. Pero en la siguiente página, 103, que se refiere al promedio de porcentaje de ocupación en “horas pico”, los resultados del análisis de campo muestran los siguientes datos: “de 8:00 a 10:00 hrs., ocupación del 39%; de 12 a 14:00 hrs. ocupación del 59%; y de 18:00 a 20:00 horas, ocupación del 31%”.

Si comparamos las cifras de máximo aforo vehicular, con las del promedio de porcentaje de ocupación, encontramos que al menos hasta las 12 del día no se justifica un estacionamiento; de las 13:00 a las 15:00 hrs. la ocupación podría llegar a ser de un poco más del 59%; y que la ocupación de las 18:00 a las 19:00 es de sólo un 31%.

Incluso, empleados de estacionamientos de la zona revelaron a los encuestadores de la UCC que es después de las 20:00 horas en que aumenta la demanda del servicio “pero que muy pocas veces alcanza la ocupación total”. (P. 103). En el último párrafo de esta página se dice que: “es importante resaltar que en el sector centro (zona con mayor espacio disponible), el porcentaje de ocupación promedio en el horario vespertino no es mayor al 65% de su capacidad”. ¿!
Viendo más allá sobre las posibles causas del congestionamiento vial del Centro Histórico, la parquedad (escasez) de visión de las autoridades de querer solucionar el problema convirtiendo al parque en un parqueadero, el mismo estudio que mandaron hacer, demuestra otras causas y posibles soluciones a los problemas viales. En la misma pág. 102, escriben: “Entre los elementos que condicionan esta situación destacan dos: los malos hábitos de algunos conductores y las excesiva permisividad de algunas autoridades de transito”. Más atrás, en la P. 97, cuando se habla del transporte público (que parece ser intocable), se identifican “52 rutas del transporte urbano circulando por el centro histórico (…) en el sector centro (…) circula el 92 por ciento del total de rutas (…) que ocupan el 80% de su tiempo de recorrido”. Luego en la página 137 encontramos el siguiente párrafo: “En las vías que rodean al Parque (Zamora) se producen conflictos vehiculares (...) ya que en ellas se producen los giros de un número importante de rutas del transporte público que llegan hasta el Centro Histórico, dejan y recogen pasajeros y dan la vuelta por la Av. Díaz Mirón y las otras calles que confluyen y salen del parque”. Tal vez se está atacando un problema por la vía equivocada. O hay gato encerrado.

Así las cosas, recuerde alcalde que entre cielo y tierra no hay nada oculto y que los cientos de veracruzanos que nos oponemos a que destruyan el parque, no nos haremos los muertos para ver pasar el entierro. Aunque usted diga que somos cinco.