Hace muchos años, antes que existieran los humanos, había en el boque un árbol que era el único de su especie, llamado "sauce". Sólo era tronco y ramas.
El sauce ansiaba tener una familia, se sentía muy sólo aun estando en un bosque. Los demás árboles no querían ni hablarle, pensaban que los contagiaría de "alguna enfermedad" y se quedarían como él. Por esta razón el sauce lloraba todo el tiempo. Sus lágrimas eran de rocío, pero debido a que se la pasaba llorando siempre, la tierra a su alrededor se había vuelto lodo y el río junto a él comenzaba a salirse de su cauce.
Esta noticia recorrió todo el bosque hasta llegar a la parte donde vivían las hadas. Ellas se encargaban de proteger el bosque y ayudar a sus habitantes.
Cuatro de esas hadas decidieron ir a ayudar al sauce: Lilia, Celeste, Ámbar y Rosa.
Llegaron al lugar donde estaba el sauce.
- Yo sé cómo ayudarte - le dijo Celeste al sauce - ¡Convertiré tus lágrimas en hielo!
- Pero... - El sauce fue interrumpido.
- ¡No! dijo - Ámbar. - ¡Tus lágrimas se convertirán en ramas!
- Pero...
- ¡Nada de eso! -interrumpió Rosa - ¡Tus lágrimas las convertiré en rosas! Mucho mejor, ¿no?
- Pero... - el sauce comenzaba a ponerse nervioso.
- Las tres no piensan lo que dicen - dijo Lila.
-¿Y si convierto tus lágrimas en hojas? Así serás como los otros árboles y también tendrás flores.
Las tres hadas se empezaron a reír de su compañera.
- ¡Qué tonta eres! - dijo la Rosa . ¿No se te puede ocurrir algo mejor?
Sin hacer caso de las burlas, Lila se acercó al sauce y lo tocó. Al instante crecieron hojas en las ramas del árbol (quedando de forma caída) y las lágrimas desaparecieron para siempre.
Años después, el sauce tenía una gran familia. Su especie fue nombrada "sauce llorón".
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