Voi es cualquiera y es ninguno: orgullo del planeta en ojos llanos,
es una cúpula de parque, un vitral a mediodía
es la esperanza de un teléfono en guerra
la desdicha de una mujer en parto
Voi es el cordón umbilical de la amnistía,
en sus manos fungen el sueño y el dolor.
Rompe una brújula y con su cuerpo orienta a los transeúntes,
consume el rencor y lo filtra en la luz
con la punta de sus dedos,
consume el tiempo y lo desangra,
abre un labio y chispan las gaviotas,
dilata una bahía con sólo asir un tacto,
Voi es capaz de luchar contra la domesticación y la miseria,
batalla a brazo firme de silencio
desnuda a puntapiés la paranoia y la lujuria,
es el fin en el retorno de Dios a tierra casta
frunce una ceja y la derrota
encuentra una mujer y la cura
se va de viaje y siempre queda
pergamino de paciencias,
limpia la enfermedad y la ceguera sin siquiera saberse adulto
Voi cumple el único requisito indispensable, Voi no piensa.
Voy a beber el odio del mundo en un par de piernas.
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