Bambú, velas, carrizo, pájaros de madera, paja, son algunas de las herramientas con que el concepto se hace cuerpo y puebla el Parque Temático Takilhsukut. Los creadores llegaron de Chumatlán, Poza Rica, Coatzintla, Gutiérrez Zamora y Papantla para invitarnos a reconocer los nexos que habitan entre la naturaleza y el hombre, la mujer y la tierra, el bien y el mal.
La cosmogonía del Totonacapan encuentra un nuevo lenguaje, el de la instalación. El proyecto Tiyal anuncia que educación e innovación son posibles, que las historias que pueblan la tradición oral de estas tierras, germinan y ahora se pueden palpar y se reinventan a la luz de la apropiación del espacio desde el arte contemporáneo.
Los símbolos revelan la esencia de cada creador, nos permiten asomarnos a un universo particular poblado de sabiduría ancestral, de tradiciones y creencias. Muerte y nacimiento, los ciclos, la vida, la fertilidad que alimenta, los sueños que toman forma de deidades, lo que se ofrece se graba sobre las áreas verdes.
Los artistas que son parte de este esfuerzo pionero, son tan diversos como los materiales, hombres y mujeres con distintas formaciones, pero que nacen en la misma región, la que palpita al ritmo de los tres corazones y el trueno. Sus propuestas son múltiples, danzan de la fertilidad, a la conquista, cuestionan y nos adentran en un camino que no tiene todas las respuestas pero que está ahí para ser disfrutado, para desde el tacto y los pasos hacerlos nuestros. La sabiduría se halla entre los montículos y los asombros de cada obra.
MARISOL Robles, México, D.F. Marzo 2007.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario