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lunes, agosto 24, 2009

Ignacio García: Cuatro Instantes con Zhu Zheqin

Shu Zheqin, mejor conocida por Dadawa, hizo que una de estas tardes lluviosas sobre el puerto, dejará yo a un lado los blues de Coltrane, Parker y Cia, para acercarme a un álbum que estaba aún sin abrir desde que, unos cuatro años atrás, un amigo hindú me lo obsequió como regalo de cumpleaños. ¿O es que el Destino marca cuándo uno debe de allegarse a voces, inspiración y esa paz (que al susurro del agua en el río) se balancea sobre las fibras de un espíritu agitado? No lo sé. El caso es que Sister Drum (1995) el primer álbum de Dadawa, siempre bajo la batuta de He Xuntian su productor, recoge todo un himno a la belleza, el mantra, los estandartes al viento que ondean sus mandalas sobre el Potala, y, sobre todo, estos instantes en que mi pluma se vio involucrada y quiso cuasi-traducir este paréntesis de embeleso. En tanto uno escribía, afuera, entre la hierba, una lluvia pertinaz hacía que peces de rojo intenso y anémonas azules, asomaran a mi ventana: compartí con ellos estos

CUATRO INSTANTES CON ZHu Zheqin


1. Sister Drum

Thazhou es el timbal sin voz,
lámpara sin aceite,
indecifrable calma y marejada

Es el cielo apuntalado
(eres tú sin verano)
es la mano, llama fría y candente,
con este sonido que sólo Dios
logra acomodar
en sus oídos


2. Home without shadow

No sólo el mar, con sus islas azules
o el ojo absorto por esta claridad que aplasta,
también el rostro del comienzo
y este silencio lleno de sílabas

No sólo esta luz —blanda por las estrellas;
también esta otra luz
que jura nunca
convertirse en aura


3. The Turning Scripture

¿Cuántas palabras puedes
formar usando las siguientes letras?
a, b, c, z

Acertijo zen

Esperaba escribir
bajo un cielo sin fondo
y bancos de luz
palabras aéreas
y mantras de paz

Fue Dios quien le mostró
que todo es escritura
—incluso Él
hecho de un puñado
de letras


4. Crossing the ridge

Un sonido - Una palabra - Un silencio
cruzan al hombre
sin que éste escuche nada

Sólo su alma
se ve traspasada por algo infinito

No desmaya,
camina al mar y aguza el oído

En un instante.
algo lo lleva
al otro lado del mundo


1 comentario:

cristina caballero dijo...

una no escucha nada pero algo la traspasa...sí, eso me ha sucedido al leer su artículo acerca de esta cantante (¿tibetana?)...esos peces encendidos y esas anémonas y ese fluir de un río me remontan muy lejos, a las montañas que aún aguardan, o tal vez no. Por lo pronto, gracias como siempre Maestro. Que esté bien, feliz y en paz