Encuentra a tus autores aquí

sábado, enero 31, 2009

Antonin Artaud: El yunque de las fuerzas


EL YUNQUE DE LAS FUERZAS


Ese flujo, esa náusea, esas tiras: aquí comienza el fuego. El fuego de lenguas. El fuego tejido en flecos de lenguas, en el reflejo de la tierra que se abre como un vientre que está por parir, con entrañas de miel y azúcar. Con todo su obsceno tajo ese vientre fláccido bosteza, pero el fuego bosteza por encima con lenguas retorcidas y ardientes que llevan en la punta rendijas parecidas a la sed. Ese fuego retorcido como nubes en el agua límpida, con la luz al lado que traza una recta y algunas pestañas. Y la tierra entreabierta por todas partes muestra áridos secretos. Secretos como superficies. La tierra y sus nervios, y sus prehistóricas soledades, la tierra de geologías primitivas, donde se descubren secciones del mundo en una sombranegra como el carbón. La tierra es madre bajo el hielo del fuego. Ved el fuego en los Tres Rayos, coronado por su melena en la que pululan ojos. Miríadas de miriápodos de ojos. El centro ardiente y convulso de ese fuego es como la punta descuartizada del trueno en la cima del firmamento. Centro blanco de las convulsiones. Un resplandor absoluto en el tumulto de la fuerza. La espantosa punta de la fuerza que se quiebra con estruendo azul.Los Tres Rayos forman un abanico cuyas ramas caen rectas y convergen hacia el mismo centro. Ese centro es un disco lechoso recubierto por una espiral de eclipses.La sombra del eclipse forma un muro sobre los zig-zags de la alta albañilería celeste.Pero por encima del cielo está el Doble-Caballo. La evocación del Caballo se empapa en la luz de la fuerza sobre un fondo de muro deteriorado y exprimido hasta la trama. La trama de su doble pecho. El primero de los dos es mucho más extraño que el otro. Él recoge el resplandor del cual el segundo es sólo la pesada sombra.Más bajo aún que la sombra del muro, la cabeza y el pecho del caballo proyectan una sombra como si toda el agua del mundo hiciera subir el orificio de un pozo.El abanico desplegado domina una pirámide de cimas, un inmenso concierto de vértices. Una idea de desierto planea sobre esos vértices por encima de los cuales flota un astro desmelenado, horriblemente, inexplicablemente suspendido. Suspendido como el bien en el hombre o el mal en el comercio de hombrea hombre, o la muerte en la vida. Fuerza giratoria de los astros.Pero detrás de esa visión de absoluto, ese sistema de plantas, de estrellas, de terrenos partidos hasta los huesos, detrás de esa ardiente floculación de gérmenes, esa geometría de búsquedas, ese sistema giratorio de vértices, detrás de ese arado hundido en el espíritu y ese espíritu que separa sus fibras, y descubre sus sedimentos, detrás de esa mano de hombre, en fin, que deja impreso su duro pulgar y dibuja sus tanteos, detrás de esa mescolanza de manipulaciones y cerebro y esos pozos en todas las direcciones del alma y esas cavernas en la realidad, se alza la Ciudad amurallada, la Ciudad inmensamente alta a la que no basta todo el cielo para hacerle un techo donde las plantas crecen en sentido inverso y con una velocidad de astros despedidos.Esa ciudad de cavernas y de muros que proyecta sobre el abismo absoluto arcos perfectos y subsuelos como puentes.Cómo se quisiera en la concavidad de esos arcos, en la arcada de esos puentes insertar la curva de un hombro desmesuradamente grande, de un hombro en el cual se difunde la sangre. Y colocar su cuerpo en reposo y su cabeza en la que hormiguean los sueños sobre el reborde de esas cornisas gigantescas donde se escalona el firmamento.Pues un cielo de Biblia está allá arriba por donde se deslizan blancas nubes. Pero las suaves amenazas de esas nubes. Pero las tormentas. Y ese Sinaí del que dejan asomar las pavesas. Pero la sombra que hace la tierra y la iluminación apagada y blancuzca. Pero finalmente esa sombra en forma de cabra y ese macho cabrío. Y el aquelarre de las Constelaciones.Un grito para recoger todo eso y una lengua para ahorcarme.Todos esos reflujos comienzan en mí.Mostradme la inserción de la tierra, la bisagra de mi espíritu, el atroz nacimiento de mis uñas. Un bloque, un inmenso bloque artificial me separa de mi mentira. Y ese bloque tiene el color que cada uno quiere.El mundo deja allí su baba como el mar sobre las rocas y como yo con los reflujos del amor. Perros, habéis terminado de hacer rodar vuestros guijarros sobre mi alma. Yo. Yo. Dad vuelta la página de los escombros. También yo espero el pedregullo celeste y la playa sin márgenes. Es necesario que ese fuego comience en mí. Ese fuego y esas lenguas y las cavernas de mi gestación. Que los bloques de hielo retornen a encallar bajo mis dientes. Tengo el cráneo espeso, pero el alma lisa, un corazón de materia encallada. Carezco de meteoros, carezco de fuelles ardientes. Busco en mi garganta nombres, y algo como la pestaña vibrátil de las cosas. El olor de la nada, un tufo de absurdo, el estiércol de la muerte total. El humor ligero y rarefacto. También yo no espero sino al viento. Que se llame amor o miseria casi no logrará hacerme encallar sino en una playa de osamentas.


De "L'Art et la mort"Versión de Aldo Pellegrini

Mary Carmen Gerardo



Poema IX


Si me rindo a su amor
desaparezco
Al nombrar a los dioses
imploro al pasado
Si me rindo al deseo
Me embriago
Venus nunca fue una ninfa
solo un estandarte
para los amantes sedientos
Impresos cual lagunas
En esas olas cuya sensualidad
confunden a Melusina
Si me rindo a su amor
Me consigo un sueño voluptuoso






Poema X

La mujer del puerto
está clavada con sal, en ninguna parte
No existen faros
Ni canciones de Agustín Lara
Es el tráfico el ruido del mar
Y la violencia los caracoles
en los callejones
La mujer del puerto
debe fumar a escondidas
y alzar la ceja sin la sombra de una leyenda
La mujer del puerto
dejo de ser la madre, la hija, la esposa, amante
Con todo su pecado
Es la bandera del barco
anclado en el malecón


Del poemario “La mujer del puerto “ (2008), aún sin publicar

martes, enero 27, 2009

Valerio Magrelli: Perfil / Entrevista / Poemas


Valerio Magrelli, un poeta claro y vertiginoso
RAFAEL VARGAS



El poeta italiano Valerio Magrelli estuvo en México como invitado de honor en la vigésima segunda edición de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, celebrada del 28 de noviembre al 6 de diciembre pasados.


En nuestro tiempo, los poetas no tienen el mismo renombre que los novelistas ni venden el mismo número de libros, pero con el solo propósito de establecer un parangón, digamos en términos puramente literarios, Magrelli es tan importante como un narrador cuya ausencia en la FIL muchos lamentaron: Alessandro Baricco.


En México, el poeta italiano cuenta, de tiempo atrás, con la atención de un creciente grupo de lectores, y por ello vale la pena resaltar su estadía en nuestro país.


Magrelli nació en Roma en 1957, donde estudió filosofía, literatura alemana y música. Más tarde, en París, estudió literatura francesa y hoy es reconocido como uno de los principales conocedores de las obras de Stephane Mallarmé y Marcel Proust.


Profesor de literatura francesa en la Universidad de Cassino y de traducción en la Escuela Europea de Traducción Literaria en Florencia, Magrelli ha sido colaborador de revistas y periódicos desde mediados de los años 80, y algunos de sus artículos más recientes pueden leerse en la página electrónica del Corriere della Sera, el mismo diario en el que durante años colaboró Eugenio Montale.


En un artículo publicado el pasado 30 de junio, bajo el nombre "Abusos y protección. La antigua Appia padece el síndrome de Gomorra", el escritor lamenta los ataques y violaciones que sufre el patrimonio histórico de Roma, entre ellas la Via Appia, la calzada más antigua de esa ciudad (trazada hace más de 2,300 años) y uno de sus principales emblemas.


Señala en su texto:"¿Podríamos imaginar un abuso semejante en medio de las Pirámides o de los monumentos aztecas? En cambio, algo que nadie se atrevería a hacer en Egipto o en México es realizable en Italia, en el corazón mismo de la capital." Autor de seis libros de poemas, escritos durante 21 años --el más reciente es la compilación Disturbi del sistema binario--, Magrelli también ha publicado tres ensayos (sobre Joseph Joubert, el dadaísmo y Paul Valéry), seis ejemplares de narrativa y prosa diversa y dos obras de teatro, además de traducciones de autores franceses y numerosos ensayos sobre literatura francesa, todas ellas publicadas en revistas europeas.


Su nombre empezó a resonar en México en 1980, a raíz de la publicación de la breve antología 4 poetas jóvenes italianos, presentada en la FIL por Guillermo Fernández, quien exactamente diez años después entregó una selección bastante más amplia bajo el sencillo título de Poemas, publicada por la editorial El Tucán de Virginia.También en 1990, la colección Visor lanzó el primer libro de Magrelli, Ora serrata retinae, una edición que suscitó una gran atención en España, pues la autora en versión castellana era Carmen Montero, en ese momento esposa del presidente Felipe González.


A lo largo de esa década, tanto en España como en México y Argentina se tradujo con frecuencia la poesía de Magrelli. En nuestro país, la revista Vuelta dio a conocer diversos poemas y textos en prosa en versiones de Aurelio Asiain, Fabio Morábito y Ernesto Hernández Busto.En 1994, para contribuir a la edición conmemorativa por los 80 años de Octavio Paz, Las palabras son puentes, el italiano envió un hermoso poema denominado "Carta sobre la invasión de los dinosaurios."Poco tiempo antes, Paz había hecho un elogio de la obra de Magrelli, que llamó la atención de muchos lectores hispanoparlantes.


Lo dijo así:"Valerio Magrelli pertenece a la generación de poetas europeos posterior a la gran explosión de 1968. Tal vez como reacción al estrépito y al fulgor de esos años, más ricos en gestos que en obras, su poesía es un soliloquio escrito con lápiz en un pequeño cuaderno a las horas más altas y silenciosas de la noche. Poesía clara como el agua en el vaso de vidrio y, como ella, vertiginosa: en su claridad se ahogan las miradas. Poesía en la que el pensamiento se mira pensar y, al pensarse, se desvanece."Si bien durante su estadía en nuestro país no hubo oportunidad de escuchar a Magrelli en la Ciudad de México, es posible leer uno de sus cuentos: "El condominio de carne," incluido en la antología Cuento italiano del siglo XX, recientemente editada por la UNAM en traducción de Guillermo Fernández

ENTREVISTA


Por Liceo Humberto / Traducción de Karina Falcón

Profesor Magrelli, ¿porqué escribir poesía? ¿Qué lo llevó a escribir y sobre todo, cuál es el objetivo de su poesía?



No es fácil de responder esto. Sin embargo, después de escuchar tus palabras y los nombres que mencionas, el custodio del siglo que apenas pasa, la pregunta de Heidegger entorno a los poetas, y la reflexión de Rilke de cómo la poesía está entretejida con la vida, la única respuesta posible, al menos para mí, ahora y frente a la cámara, es que en un espacio diverso, artificial, particular, y puede ser más una sugerencia: lo importante es regresar a la propia materialidad del hecho poético. Acercarse a la poesía para saber cuál es el contenido de una palabra, el pegamento entre una experiencia y otra transportadas en la palabra. La poesía es como intentar romper un huevo. Aquí hay una imagen muy bella, nacida en la imaginación del poeta italiano Giancarlo Maiorino, imagina que habla del corazón de la poesía como si fuese una yema de huevo. Me parece bello. Otros poetas hablan de un núcleo, de un centro que es la expresión del hecho poético. Pero la yema, como metáfora, es algo distinto, porque es algo vivo, un núcleo sí, pero un núcleo vivo. Por este motivo, insisto en el hecho de ver a la poesía de la misma forma en que veríamos a la yema de un huevo, tal vez, como querer adivinar si el contenido que saldrá adquirirá el color blanco de la clara o uno rojizo. Para comenzar a hablar de poesía (sobretodo a la sombra de los argumentos mencionados) creo oportuno retornar justo a lo elemental. A un gran poeta francés, Stephan Mallarmé, alguna vez un pintor le dijo “Tengo un gran saco de ideas, que podría escribir poesía”, a lo que el poeta respondió “La poesía no se hace con las ideas, sino con las palabras”. Yo añadiría a la frase de Mallarmé que: también con las sílabas, el juego verbal y toda la sustancia literal posible.
¿Entonces la poesía puede hablar de cualquier cosa, o existe algún objeto privilegiado? Si fuera así o no, ¿Cuál es la diferencia entre narrativa y poesía?


Agradezco tu pregunta, porque es crucial. La poesía puede hablar de cualquier cosa. Muchos refieren la poesía como un juego lingüístico, ésta es una definición con la cual concuerdo. Aquí es pertinente mencionar otro nombre fundamental para la reflexión lingüística y estética del siglo XX, el filósofo Ludwig Wittgenstein. La idea de la poesía como juego lingüístico es correcta, pero debemos decir también que cada juego poético es distinto de cualquier otro. Teniendo en cuenta esta analogía, no debemos pensar que cada poesía es una variante interna de un único juego lingüístico. Cada texto es al mismo tiempo su propio juego y las reglas de su juego. Entonces, la poesía del siglo XX es Rilke sí, pero también Gozzano, también Sandro Pen, también la inventiva de Dario Bellezza, también la pornografía nacida en la expresividad de muchos poetas, la apertura y “cancelación” de Sgró. La poesía es algo que en verdad varía, es como ponerse a pensar en la variedad de especies animales que existen. Éste es un aspecto importante de mencionar, porque de otra manera se piensa a la poesía como un algo determinado a partir de una inscripción tipológica. Y a mí, siempre me ha parecido un placer este aspecto de la “mezcla” en la poesía, a tal grado de combinar el fluir del río y el ocaso con un autobús o el tráfico. Aquí, la poesía tiene que ver con la realidad, no considerada desde su capacidad de reflexión, sino de su invención, de su negación que abriga y puede abrigar todo el ámbito de lo real. No deberíamos pensar a la poesía como similitud, pero desgraciadamente la televisión se ha encargado de presentarla como si fuese una carta de amor en medio de un fondo musical de violines. La poesía representa de verdad, un giro del lenguaje a 360 grados. Y no quiero extenderme tanto, para concluir te digo, gran parte del arte del siglo XX se ha atrevido a hablar del cuerpo, de las heces, del excremento, haciéndolos motivos en la poesía y narrativa, por ejemplo el Ulises de James Joyce, es decir, de cualquier cosa se puede hablar en la poesía. Con respecto a la otra pregunta, de la diferencia entre poesía y narrativa, por ahora pospondré mi respuesta, pues ahora mismo sería inexacta.


Yo creo que en estos tiempos la poesía permanece un tanto en abandono ¿crees que algo pudiera llegar a sustituirla?



Concuerdo con las palabras en la tarjeta introductoria, cuando se dice que la poesía nunca ha sido un lenguaje de masas. Aunque en las civilizaciones antiguas, el poeta solía cantar el himno de las olimpiadas, como si hoy un poeta cantara el himno en algún campeonato de soccer. Además, poetas italianos lo han hecho, y bien. Pienso en Roberto Mussapi que ha escrito un poema en honor a Mark Tardello, una especie de decreto, obviamente. Se puede hacer todo, aunque sí es de una manera marginal, pero el lenguaje fue creado para ser usado. Quien se contiene en su lenguaje, en vez de usarlo, quien se va de pesca y en vez de tirar de la cuerda para sacar al pez se queda contemplando la caña, evidentemente está destinado a hacer partícipes de su pasión a muy pocas personas… La poesía es esencialmente una manía. Hay quienes tienen la manía del ajedrez, de coleccionar estampillas, hasta quienes coleccionan los sobrecitos donde viene el azúcar o las cajetillas de cigarrillos. Son manías, mas o menos significativas, en menor o mayor grado de complejidad (…)


POEMAS


Versiones de Martha Canfield


Una antigua leyenda cuenta que el rey Midas persiguió mucho tiempo al sabio Sileno, partidario de Dionisos, sin lograr atraparlo. Cuando por fin lo tuvo entre sus manos, el rey le preguntó cuál era la suerte mejor y más deseable para el hombre. F. NIETZSCHE


CAÍA YA LA NOCHE sobre la tierra,


en el caos y en el dolor,


cuando de improviso me llegó tu voz


mientras subías las escaleras.


Entonces, pegado a la mirilla de la puerta,


desde adentro, esperé


para verte aparecer distorsionada,


pupila y pescadito,


perdida en el acuario de la lente.


Y mientras todo se derrumba sin sentido,


tú subes las escaleras como si me dijeras:


«Vive por mí».


Vuelves del voleibol,


pero en la mochila me traes el antídoto,


tú misma, ampolla, antídoto del mal.
-------------------



MIRANDO LOS RESTOS DE UN CASETE EN LA PAUSA DE UN VIAJE DE VERANO AL BORDE de la autopista oscila


y brilla oscura la cabellera de una cinta magnética.


Todos los autos que pasan cerca la acarician


con el viento de los neumáticos


peinándola despacio contra la baranda de protección.


Una medusa muda que las ondas


empujan hacia la orilla fluctuando,


objeto canoro muerto, alga de nostalgia.


Si miro fijo ese fetiche musical, una esponja desecada de voces, es para preguntarme


dónde puede evaporarse un sonido,


qué nube futura detendrá sus notas


para preparar, mañana,


la lluvia.


DE UN PAISAJE DE MILENA BARBERIS


VISTO A TRAVÉS DEL «PULPO» DE APOLLINAIRE
Hacia los cielos arroja su tinta, chupa la sangre de lo que ama,


lo considera un bálsamo.


Este monstruo, con mi propio nombre se llama.

-------------------


ESE NEGRO que sube desde lo bajo


no está en el cuadro sino en quien observa.


Soy yo la sepia que embadurna


de negro la imagen del autor,


yo el pecador y al mismo tiempo el retratista


que hace de cada pintura su propio espejo.


Soy yo el artista que lleva


a la obra una mirada manchada


y haciendo esto firma


el cheque en blanco de su propio pecado.




--------------




La tierra del sueño en verano se alarga.


Sus aguas reflejanen lentas olas cada gesto.


En las orillas susurran palabras


igual que hierbas, mientras más arriba


pasan las constelaciones de nuestros difuntos.


Gira la mente en el eje nocturno;


en el espíritu crece el recuerdo


como en los troncos de árbol los anillos.

---------------



Se introduce a veces en el pensamiento,


como en el agua, un reflejo


que lo atraviesa y mide su hondura.


Es un ojo que se abre


dentro de las olas lúcidas, y se hunde.


La línea se distiende y la luz


al descender se calma.


La mente vuelve entonces a cerrarse


en el esfuerzo vertical y profundo


del remolino y la herida.

------------------------

No tengo un vaso de agua


junto a mi cama:


tengo esta libreta.


A veces trazo palabras en la oscuridad,


Y el día siguiente las halla


calladas, deformadas por la luz.


Son cosas nocturnas,


puestas a secar,


que al sol se resquebrajan y revientan.


Quedan pedazos sueltos,


pobres cerámicas del sueño,


que llenan la página.


El cementerio de los pensamientos


que recojo con mis manos.

Roberto Blaga: AMORES ALTAMENTE PELIGROSOS



AMORES ALTAMENTE PELIGROSOS

(Reseña)

Walter Riso, en su libro “Amores altamente peligrosos[i], ha pretendido ”crear un espacio de reflexión para comprender mejor a su pareja y dilucidar hasta qué punto se justifica luchar por ella o no”.[ii]
De acuerdo al psicólogo todos tenemos derecho a ser felices; si cualquier tipo de amor nos hace infelices debemos separarnos de él. Esto, según Riso nadie nos lo puede quitar ¿Por qué tantas personas escogen mal a la persona que van a amar o inician relaciones que luego resultan ser tan peligrosas como irracionales? Tal vez porque existe un concepto equivocado de que el amor es infalible y se nos olvida que no todas las relaciones de afecto son convenientes para vivir plenamente.
Al inicio, el psicólogo puntualiza: “Los modos de amar que describiré en el texto son especialmente difíciles de abordar y de tolerar, incluso para los "enamorados del amor" que todo lo padecen estoicamente. (...) Es cierto que todos tenemos determinadas "locuras personales" y que nadie es perfecto, pero las formas de relacionarse que mencionaré van mucho más allá de una simple e inofensiva preferencia, no se trata de meras quisquillosidades: son actitudes altamente tóxicas para quienes deciden entrar en su juego afectivo. Reconocerlas nos permite tomar decisiones más sanas e inteligentes respecto a nuestro futuro afectivo, ya sea evitando relaciones, si aun no hemos sido flechados o afrontándolas, si ya estamos emparejados o involucrados afectivamente. Prevención y afrontamiento, dos estrategias de supervivencia guiadas por la razón”[iii]
El libro de Riso se dirige a toda persona que quiere hacer un análisis de su vida afectiva y convertir eso que llama amor en una experiencia bonita y satisfactoria. No es que al autor dé reglas de cómo se logra esto (es decir no se trata de un libro de autoayuda tradicional ni de recetas), pero si expone ocho casos clínicos de su propia experiencia personal para exponer el perfil de de estos “amores” altamente riesgosos, y que uno encuentra como verdaderos en la vida diaria y no sólo en las telenovelas; este es el valor el libro.
El autor elabora su trabajo muy didácticamente, ya que escoge un solo patrón o molde para cada uno de ocho personalidades: histriónico/teatral (amor hostigante), paranoide (amor desconfiado), pasivo/agresivo (amor subversivo), narcisista/egocéntrico (amor egoísta), obsesivo/compulsivo (amor Perfeccionista), antisocial/pendenciero (amor violento), esquizoide/ermitaño (amor desvinculado o indiferente) y limítrofe/inestable (amor caótico). Los patrones son: 1) El perfil de la personalidad, 2) El porqué se ata uno a esa persona 3) Cómo poder luchar contra ese amor esclavizante, 4) rasgos característicos de esa persona para, ya sea abandonar si ya uno está metido en relación con ella, o prevenirnos para no hacerlo.
El lector que recorre estas páginas queda impresionado de la exactitud con que Riso describe a este tipo de personas, ya sea que le haya ocurrido a uno en la vida real, o conozca a un amigo, amiga, vecino, compañero que esté pasando en estos momentos por esa relación conflictiva. Riso ayuda además a crear ciertos espacios de reflexión para comprender mejor tu relación de pareja, y propone modos más saludables de amar ya expuestos por otros grandes autores como Erich Fromm[iv]


Otro descubrimiento que se hace en el libro es que, según el autor, estos estilos son más comunes en hombres que en mujeres por cuestiones culturales y genéticas, pero ha puntualizado que “las mujeres son más sanas y conciliadoras que los hombres, ya que son las que piden ayuda profesional a tiempo”. Y ha comentado que para que una pareja funcione hay que “sustituir el aguante por el respeto; la reciprocidad por la generosidad total; practicar la solidaridad -luchar juntos en la vida- y querer amar (no deber), ya que el amor tiene que ser totalmente voluntario… Se elige mal a la pareja y se cree que el corazón escoge a la persona adecuada, pero no es así ya que el amor hay que razonarlo igual que cualquier otra decisión en la vida. Cuando uno opta por una relación tiene que ver si le viene bien a su vida, a sus proyectos, a su autorrealización… y no confundir el amor con el enamoramiento.
Cuando uno lee este libro se da cuenta que una es la relación diaria con la pareja y otra “aguantar estoicamente a tu pareja como hacían las abuelas y no soportar ni lo mínimo” hay un punto intermedio que es donde se encuentra tu individualidad saludable e incluso tu vida de por medio. Para Riso, el amor es “una conjunción de deseo, amistad y cuidado por el otro”, aunque, en su opinión, “lo más importante es la amistad (la define como sintonía, humor, compartir…), ya que ocupa el ochenta por ciento del tiempo en pareja”, concluye.



[i] Riso, Water, Amores altamente peligrosos, Grupo Editorial Norma, México, 2008
[ii] ídem pag.22
[iii] ídem pag 23
[iv] From, Erich, El Arte de Amar, FCE, México, 1973




Gabriel Fuster: CARPE NOCTEM




Quisiera tener un yate, pero solo puedo adquirir una lancha de remos. Por principio de cuentas, no la necesito para pescar. Si se me antoja comer una carpa, prefiero que alguien más la capture y me la sirva bien condimentada en un restaurante. Además, antes del problema de la contaminación de los ríos y océanos, la gente esperaba tirar del anzuelo contra la sirena herida en el sexo y la presa del día, ahora cuando se pesca en aguas dulces de la reserva federal, resulta temerario porque uno no sabe a ciencia cierta si pescará un desecho tóxico o una anguila mutante con largo sobrenombre local. En fin, he aquí que tengo muchos amigos que tienen sus propias lanchas y gustan de invitarme a pasear en ellas. Cierta ocasión, que disfrutaba del Mediterráneo en el sur de Francia, el mar ondulaba apacible, entre reflejos de soles magníficos que acaban confundiendo los restos de arca de Noé con la profundidad. Los franceses asumen el desafío de los caballitos de mar para que las personas sobre tierra puedan verlos. De cierto modo, es una costumbre de presumir sus embarcaciones. Por supuesto, las personas en tierra se acercan a la playa para mirar el cielo abierto, luego si un barco se cruza ante sus ojos, es una descortesía, el equivalente a cenar las puras plumas de un Coq au vin. En el vaivén que da sueño, la pulsación de la navegación mayor levanta las olas hasta los dibujados de Apollinaire. Cierta gente subida en un bote bautizado “LSD” empieza a servirse champagne. Observo la maniobra del anfitrión caminando con la botella y sirviendo la mayor parte de la bebida fuera de las copas. Es pura diversión. El tipo levanta un pie en el aire y enseguida trepa un escalón inexistente, para balancearse de lado a lado y repetir la operación con el pie contrario. Las personas sentadas alrededor suyo mueven su centro de gravedad hacia la certeza del ancla, pero la tina del baño cambia de lugar. Todos lucen como un grupo de borrachos y ni siquiera han probado una gota aún. La fiesta termina en naufragio. Al momento, trato de imaginarme un caso de comparación con el percance aéreo del 4 de Noviembre en la Ciudad de México, en el cual perdieron la vida dos importantes funcionarios del Gobierno, otras siete personas que viajaban a bordo y seis más en el sitio del desplome. Aunque la versión oficial declara que se trató de la impericia del piloto dentro de un enorme círculo vicioso. Yo no creo que se trate de un accidente. Tampoco creo que fuera un triunfo del narcotráfico. Ellos son simples matones a quemarropa. Este incidente guarda el tamaño del Proyecto HAARP, esa caja de Pandora de la Inteligencia Militar Norteamericana que la conspiración mundial conoce por las instalaciones del High Frecuency Active Auroral Research Program, cerca de Gakona, Alaska. Iniciado en 1993, a partir de una serie de experimentos con transmisiones de pulsos destinados al control del clima y posteriormente para trastornar e interrumpir los sofisticados sistemas de navegación en misiles y naves aéreas, opera con una potencia de 150 bombas nucleares. En la segunda fase se espera que HAARP provoque olas encaminadas a suprimir la voluntad de las personas e implementar un escenario de control mental exitoso en la totalidad de la población. Volviendo a mi hipótesis, ¿Cuál es el beneficio de un complot internacional? No lo sé, pero siempre es conveniente tener un vecino acomplejado y endeudado a quien reclamarle las cucarachas que entran a casa, especialmente acomplejado si sabemos que tiene petróleo bajo el sótano. Salgo de mi cavilación, precisamente porque una atractiva chica se pone a mi lado con una cámara de video. Diablos, me doy cuenta que la intención de los ahogados era posar para una película casera todo el tiempo.

lunes, enero 26, 2009

Kim Phuc: Napalm y Paz


Kim Phuc tiene hoy 38 años y vive en Canadá con su esposo e hijos. Aunque su cuerpo quedó marcado para siempre con los estigmas visibles e invisibles del napalm, ha perdonado a los que se los infligieron.
En un acto conmemorativo de la guerra del Viet Nam celebrado en Washington dijo a los ex combatientes presentes que, si un día se encontrase cara a cara con el piloto que lanzó la bomba, le diría: “Ya que no se puede cambiar la historia, tratemos de hacer cuanto podamos por promover la paz”.
Dicho y hecho: Kim Phuc tuvo el gesto de abrazar a John Plummer, uno de los asistentes al acto que intervino en la coordinación del bombardeo de Trang Bang. Kim Phuc es actualmente una de más fervientes militantes por la paz mundial, la no violencia, la tolerancia, el diálogo y la ayuda mutua. En su calidad de Embajadora de Buena Voluntad de la UNESCO, se esfuerza sin descanso por promover el objetivo señalado en el preámbulo de la Constitución de la Organización: "Puesto que las guerras nacen en la mente de los hombres, es en la mente de los hombres donde deben erigirse los baluartes de la paz ". A pesar de sus terribles heridas, ha llegado a ser capaz de perdonar a los que se las infligieron. ¿Cómo lo ha logrado?
Cuando me quemé en 1972, tenía 9 años. Mi casa estaba en medio del sitio donde cayeron cuatro bombas de napalm, que alcanza una temperatura de 800º a 1200º, es decir, unas 8 a 12 veces más elevada que la del agua hirviendo. El 65% de mi cuerpo quedó abrasado y tuvieron que practicarme injertos en el 35% de la piel, pero mi rostro y mis manos quedaron intactos, sin cicatriz alguna. Las bombas no me destruyeron por completo como lo hicieron con familiares y amigos.
Más tarde empecé a soñar con llegar a ser médico para salvarles la vida a los demás, tal como habían hecho los que me atendieron durante los 14 meses interminables que pasé en el hospital. Cuando salí de él, quise proseguir a toda costa mis estudios pese a las heridas y a los espantosos dolores de cabeza que padecía. Era muy difícil. Como mis padres no tenían bastante dinero para medicinas, mi madre compraba trozos de hielo y me los ponía en la cabeza para calmar mis dolores, mientras que mi padre me daba ungüentos hechos con plantas conocidas por sus propiedades curativas. ¿Pudo acabar sus estudios?
No. Diez años más tarde, en 1982, tuve que sufrir otra prueba muy dura en mi vida. Yo había ingresado ya en la facultad de medicina de Saigón, pero por desgracia los agentes del gobierno se enteraron un día de que yo era la niñita de la foto y vinieron a buscarme para hacerme trabajar con ellos y utilizarme como símbolo. Yo no quería y les supliqué: “¡Déjenme estudiar! Es lo único que deseo”. Entonces, me prohibieron inmediatamente que siguiera estudiando. Fue atroz. No acertaba a entender por qué el destino se encarnizaba conmigo y no podía seguir estudiando como mis amigos. Tenía la impresión de haber sido siempre una víctima. A mis 19 años había perdido toda esperanza y sólo deseaba morir. ¿Cómo recobró las ganas de vivir?
Como mis mayores me habían educado en la fe del caodaísmo, que se puede definir como una mezcla de confucianismo, taoísmo, budismo, me puse a rezar sin parar y a pasarme el tiempo con lecturas religiosas. Sin embargo, nadie podía aliviar mis sufrimientos ni lograr que volviera a la facultad. La duda me atenazaba: “Si Dios existe, ¿podrá ayudarme?”
En cierta ocasión, un amigo me llevó a una iglesia cristiana de Saigón. Aunque mi alma estaba sedienta de paz interior, me costaba mucho abrazar una nueva religión. Mi mayor deseo era encontrar una amistad, alguien a quien hablar y confiarme. Había dibujado incluso su imagen en un papel. Un día que entré en la iglesia vi a una muchacha sonriente sentada en medio de la nave vacía. Se hizo amiga mía.
¿Qué cambió ese encuentro en su vida?
Me sentí mejor enseguida, aunque todavía sintiera un vacío en mi fuero interno. Solamente cuando encontré la fe en mí misma, se atenuó el dolor de las llagas de mi corazón. Poco después el gobierno hizo demoler esta iglesia de Saigón y el pastor se fue. Desde entonces, sola y sin ayuda de nadie, fui dejando que el sentimiento de perdón creciera en mi corazón hasta que empezó a embargarme una inmensa paz interior. Esto no ocurrió de la noche a la mañana, porque no hay nada más difícil que llegar a amar a sus enemigos. En vez de reaccionar de una manera “normal”, es decir con odio y deseo de venganza, opté por la comprensión, que por cierto no se alcanza en un día. Desde 1997 es Embajadora de Buena Voluntad de la UNESCO, ¿cuál es su mensaje y cómo difunde los ideales de la Organización?
Quiero que mi experiencia sirva a los demás. Fui quemada por culpa de la guerra y, hoy en día, quiero alentar a las personas a que se amen y ayuden entre sí. Tenemos que aprender cómo ser más tolerantes, estar atentos a las personas, escucharlas, salir de ensimismamiento y ayudar a los demás, en vez de dejarnos llevar por la ira y el odio que sólo engendran deseo de venganza y violencia estériles. La guerra sólo trae consigo padecimientos. Por eso enseño a la niñita de la foto, porque su imagen es el relato de mi vida y de las consecuencias que en ella tuvo la guerra. No hay padres en el mundo que quieran que vuelva a ocurrir lo que se ve en la foto. Desearía transmitirles lo que he aprendido a valorar: He vivido la guerra y sé cuán inapreciable es la paz. He sufrido mi dolor y sé lo que vale el amor cuando uno desea curarse. He experimentado odio y sé cuál es la fuerza del perdón. Hoy, como estoy en vida y vivo sin odio ni ánimo de venganza, puedo decir a los que causaron mi sufrimiento: “¡Os doy mi perdón!” No hay otro medio para preservar la paz y poder hablar de tolerancia y no violencia. Esos son precisamente los ideales que defiende la UNESCO, pero es muy difícil perdonar, sobre todo en el contexto de una guerra. Las personas siempre pueden elegir. Yo he optado por la reconciliación y mi vida se ha transformado. He dejado de ser una víctima. Por eso digo a la gente: “Mirad, de esta manera encontré la paz. Así fue mi pasado y lo superé, y mi presente puede ser vuestro futuro si queréis.” Los niños son los que mejor captan mi mensaje, por eso visito tantas escuelas como puedo para decirles:
“Nuestro futuro está en vuestras manos, la paz es asunto vuestro.¡Manos a la obra!”
¿Como difunde su mensaje?
En 1997 creé la Fundación Kim Phuc, que se dedica a ayuda a los niños que son víctimas de la guerra y la violencia. En Timor Oriental y Rumania, así como en Afganistán recientemente, les prestamos asistencia médica, física y psicológica, suministrándoles prótesis cuando han perdido un miembro o ayudándoles a superar los traumas que han sufrido. Sé lo difícil que les resulta a los niños hablar de ellos. Estoy de todo corazón con las víctimas de las guerras que hay en este momento y, en beneficio suyo, no cejaré en mi empeño de propagar un mensaje de paz. Bibliografía: "The girl in the picture", Denise Chong, Viking Penguin, Nueva York. Existe una versión en francés: "La fille de la photo", Denise Chong, Belfond, París.

viernes, enero 23, 2009

Mahatma Gandhi: Fragmentos contra la NO VIOLENCIA



El primer principio de la acción no violenta consiste en no cooperar con cualquier cosa que sea humillante.


Los responsables de nuestra sujeción no son tanto los fusiles británicos como nuestra colaboración voluntaria.


Una revolución no violenta no es un programa para la toma del poder. Es un programa para la transformación de las relaciones, de modo tal que se desemboca en una transferencia pacífica del poder.


Los hombres se encuentran ante una encrucijada: tienen que elegir entre la ley de la jungla y la ley de la humanidad.


La no violencia es la fuerza más grande que la humanidad tiene a su alcance. Es más poderosa que el arma más destructiva inventada por el hombre. La destrucción no corresponde en nada a la ley de los hombres. Vivir libre es estar dispuesto a morir, si es preciso, a manos del prójimo, pero nunca a darle la muerte. Sea cual fuere el motivo, todo homicidio y todo atentado contra la persona es un crimen contra la humanidad.


Sé que el progreso de la no violencia es aparentemente un progreso muy lento. Pero la experiencia me ha enseñado que es el camino más acertado para una meta común.

Es injusto todo orden económico que ignore o que desprecie los valores morales. El hecho de extender la ley de la no violencia al terreno de la economía significa nada menos que considerar los valores morales en la fijación de las reglas del comercio internacional.


Adoptar el principio de la no violencia obliga a separarse de toda forma de explotación.


No hay ninguna valentía mayor que la de negarse hasta el fin a doblar la rodilla ante un poder terrenal, sea cual fuere su grandeza, haciéndolo sin agresividad alguna, con la fe cierta en que es el espíritu - y sólo él - lo que vive....La humanidad no puede librarse de la violencia más que por medio de la no violencia. Sólo el amor es capaz de vencer al odio. Responder al odio con el odio equivale a agravar más todavía sus efectos.


Diariamente pagamos un precio muy elevado por el error inconsciente que hemos cometido al confundir la resistencia pasiva con la no violencia.La no violencia es la ley de nuestra especie, por la misma razón que la violencia es la ley de los brutos. En el hombre brutal todavía no se ha despertado el espíritu: no conoce más ley que la fuerza física. La dignidad humana exige que el hombre se refiera a una ley superior que haga vibrar la fuerza del espíritu.


No se puede ser genuinamente no violento y permanecer pasivo ante las injusticias sociales.

Jesús de Nazareth: El Sermón del Monte



Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal pierde su sabor, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y pisoteada por los hombres.
Buena es la sal; mas si la sal se hace insípida, ¿con qué la sazonaréis? Tened sal en vosotros mismos; y tened paz los unos con los otros.

»Oísteis que fue dicho: "Ojo por ojo y diente por diente". Pero yo os digo: No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra; al que quiera ponerte a pleito y quitarte la túnica, déjale también la capa; a cualquiera que te obligue a llevar carga por una milla, ve con él dos. Al que te pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no se lo niegues.

Oísteis que fue dicho: "Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo". Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os odian y orad por los que os ultrajan y os persiguen, para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos y llover sobre justos e injustos. Si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen también lo mismo los publicanos? Y si saludáis a vuestros hermanos solamente, ¿qué hacéis de más? ¿No hacen también así los gentiles? Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto

La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz; pero si tu ojo es maligno, todo tu cuerpo estará en tinieblas. Así que, si la luz que hay en ti es tinieblas, ¿cuántas no serán las mismas tinieblas?
Ninguno puede servir a dos señores, porque odiará al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas
»No juzguéis, para que no seáis juzgados, porque con el juicio con que juzgáis seréis juzgados, y con la medida con que medís se os medirá. ¿Por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo? ¿O cómo dirás a tu hermano: "Déjame sacar la paja de tu ojo", cuando tienes la viga en el tuyo? ¡Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano.

Así que todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos, pues esto es la Ley y los Profetas.

Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos.

!!Oh, si también tú conocieses, a lo menos en este tu día, lo que es para tu paz! Mas ahora está encubierto de tus ojos.

Dios envió mensaje a los hijos de Israel, anunciando el evangelio de la paz por medio de Jesucristo; éste es Señor de todos.

Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen.

PARA AQUELLOS QUE PIENSAN QUE JESUS ERA JUDÍO Y OMITÍA LA CALIDAD MORAL DE ÉSTOS, AÑADIMOS COMO COMPLEMENTO ESTA ARENGA DEL PROPIO JESUS EN CONTRA DE LOS SEÑORES GOBERNANTES DE ENTONCES...AL QUE LE QUEDE EL SACO, QUE SE LO PONGA

Entonces habló Jesús a la gente y a sus discípulos, diciendo: En la cátedra de Moisés se sientan los escribas y los fariseos. Así que, todo lo que os digan que guardéis, guardadlo y hacedlo; mas no hagáis conforme a sus obras, porque dicen, y no hacen. Porque atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y las ponen sobre los hombros de los hombres; pero ellos ni con un dedo quieren moverlas. 5 Antes, hacen todas sus obras para ser vistos por los hombres. Pues ensanchan sus filacterias, y extienden los flecos de sus mantos; y aman los primeros asientos en las cenas, y las primeras sillas en las sinagogas, y las salutaciones en las plazas, y que los hombres los llamen: Rabí, Rabí.
Pero vosotros no queráis que os llamen Rabí; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo, y todos vosotros sois hermanos. Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra; porque uno es vuestro Padre, el que está en los cielos. Ni seáis llamados maestros; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo. El que es el mayor de vosotros, sea vuestro siervo. Porque el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido. Mas !!ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque cerráis el reino de los cielos delante de los hombres; pues ni entráis vosotros, ni dejáis entrar a los que están entrando. !Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque devoráis las casas de las viudas, y como pretexto hacéis largas oraciones; por esto recibiréis mayor condenación. ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque recorréis mar y tierra para hacer un prosélito, y una vez hecho, le hacéis dos veces más hijo del infierno que vosotros. !!Ay de vosotros, guías ciegos! que decís: Si alguno jura por el templo, no es nada; pero si alguno jura por el oro del templo, es deudor. !Insensatos y ciegos! porque ¿cuál es mayor, el oro, o el templo que santifica al oro? También decís: Si alguno jura por el altar, no es nada; pero si alguno jura por la ofrenda que está sobre él, es deudor. !!Necios y ciegos! porque ¿cuál es mayor, la ofrenda, o el altar que santifica la ofrenda? Pues el que jura por el altar, jura por él, y por todo lo que está sobre él; y el que jura por el templo, jura por él, y por el que lo habita; y el que jura por el cielo, jura por el trono de Dios, y por aquel que está sentado en él. !!Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejáis lo más mportante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe. Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello. !!Guías ciegos, que coláis el mosquito, y tragáis el camello! !!Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque limpiáis lo de fuera del vaso y del plato, pero por dentro estáis llenos de robo y de injusticia. !!Fariseo ciego! Limpia primero lo de dentro del vaso y del plato, para que también lo de fuera sea limpio. !!Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, mas por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia. Así también vosotros por fuera, a la verdad, os mostráis justos a los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía e iniquidad. !!Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque edificáis los sepulcros de los profetas, y adornáis los monumentos de los justos, y decís: Si hubiésemos vivido en los días de nuestros padres, no hubiéramos sido sus cómplices en la sangre de los profetas. Así que dais testimonio contra vosotros mismos, de que sois hijos de aquellos que mataron a los profetas. !!Vosotros también llenad la medida de vuestros padres! !!Serpientes, generación de víboras! ¿Cómo escaparéis de la condenación del infierno? Por tanto, he aquí yo os envío profetas y sabios y escribas; y de ellos, a unos mataréis y crucificaréis, y a otros azotaréis en vuestras sinagogas, y perseguiréis de ciudad en ciudad; para que venga sobre vosotros toda la sangre justa que se ha derramado sobre la tierra, desde la sangre de Abel(J) el justo hasta la sangre de Zacarías hijo de Berequías, a quien atasteis entre el templo y el altar. De cierto os digo que todo esto vendrá sobre esta generación.

Krishnamurti: Problemas del odio y la violencia



Fragmentos referentes a la no violencia pronunciados por Krishnamurti en diversas ocasiones y fechas.


Ojai, 1940
Pregunta: ¿Cuál debería ser mi actitud hacia la violencia?

Krishnamurti: ¿Cesa la violencia por medio de la violencia, el odio por medio del odio? Si me odiáis y en respuesta yo os odio, si actuáis contra mí de un modo violento y de la misma manera actúo yo contra vos, ¿cuál es el resultado?: más violencia, mayor odio, mayor amargura, ¿no es cierto? ¿Hay fuera de ésta alguna otra consecuencia? El odio engendra odio, la mala voluntad engendra mala voluntad. A menudo en nuestras relaciones individuales o sociales, ese espíritu de represalia crea solamente mayor violencia y antagonismo.
El espíritu de venganza anda desenfrenado en el mundo. ¿Sois capaces de tener alguna otra actitud hacia la violencia? Al ser violentos nos sentimos poderosos. Para emplear una frase comercial: produce dividendos mayores y más rápidos el odio. El individuo ha creado la estructura social existente por su odio recóndito, por si deseo de desquitarse y de obrar violentamente. El mundo que nos rodea está en condición febril de odio y de violencia. A causa de su astucia y su fuerza tendenciosa nos veremos fácilmente arrastrados en esa corriente brutal, a menos que nosotros mismos estemos libres del odio. Si estáis libre de él entonces no surge la cuestión de la actitud que deba asumirse hacia sus múltiples expresiones. Si fueseis profundamente conscientes del odio mismo y no meramente de sus expresiones arteras, veríais que el odio sólo engendra odio. Si lo tenéis en vuestro interior responderéis al odio de otro, y puesto que el mundo es vos mismos os veréis obligado a reaccionar a sus temores, ignorancia y codicia. Seguramente estáis prontos a odiar, a ejercer venganza, si vuestro pensamiento está confinado al yo. La codicia y el amor posesivo tienen que incubar mala voluntad, y si el pensamiento no se liberta de ellos, tiene que haber constante acción de odio y violencia. Como he indicado, nuestras creencias y esperanzas son el resultado del anhelo, y cuando sobre ellos lanzamos la duda, brotan el resentimiento y la cólera. Al comprender la causa del odio nacen el perdón y la bondad. La comprensión y el amor surgen a través del estado de percepción lúcida.

Ojai, 1944
Pregunta: ¿Cómo podré emanciparme del odio?


Krishnamurti: Preguntas análogas me han sido hechas con respecto a la ignorancia, la ira, los celos. Al responder a esta pregunta, espero responder también a las otras.
Ningún problema puede ser resuelto en su propio plano, en su propio nivel, tiene que ser entendido, y por lo tanto disuelto, desde un plano diferente y más profundo de abstracción. Si aspiramos tan sólo a emanciparnos del odio suprimiéndolo o tratándolo como cosa molesta y embarazosa, no lo disolveremos; volverá a presentarse una y otra vez en formas diferentes, ya que en ese caso lo habríamos enfrentado desde su propio nivel, limitado y mezquino. Pero si empezamos a entender sus causas intimas y sus efectos externos, tomando con ello nuestro pensar-sentir más amplio y profundo, más sagaz y más claro, el odio desaparecerá de un modo natural, porque estaremos interesados en niveles más importantes y profundos de pensamiento‑sentimiento.
Si sentimos ira y somos capaces de vencerla, o nos dominamos a nosotros mismos en forma tal que ella no vuelva a surgir, nuestra mente sigue siendo tan pequeña e insensible como antes. ¿Qué habremos ganado con nuestro esfuerzo para no experimentar ira, si nuestro pensar‑sentir continúa todavía lleno de envidia y de miedo, de estrechez y limitaciones? Podemos librarnos del odio y de la ira, pero si nuestra mente-corazón sigue siendo necia y mezquina suscitará otros problemas y otros antagonismos, lo que hará que el conflicto no tenga fin. Si empezamos, en cambio, a mantener nuestra conciencia despierta y alerta, entendiendo por lo tanto las causas y efectos de la ira, ciertamente ampliaremos nuestro pensar-sentir y lo libraremos de la ignorancia y el conflicto. En ese estado de conciencia alerta empezaremos a descubrir las causas del odio y de la ira, que son el miedo y el afán de protección del “yo” en sus diferentes aspectos. A través de esa conciencia alerta, descubrimos nuestra ira, producida quizás, porque nuestras creencias particulares han sido atacadas; y llevando más a fondo el examen llegamos a preguntarnos si las creencias y los credos son realmente necesarios. Mediante este proceso nos damos más amplia cuenta de todo lo que ello significa; percibimos cómo los dogmas y las ideologías dividen al género humano y dan origen a los antagonismos, a las diversas formas de la crueldad y del absurdo. De modo, pues, que con esta conciencia alerta y expandida, con esta comprensión de lo que la ira significa en el fondo, ella no tarda en desvanecerse; mediante este proceso de autopercepción la mente se vuelve más profunda, más serena, más sabia, y así, las causas del odio y de la ira ya no encuentran cabida. Librando nuestro pensar‑sentir de la ira y del odio, de la codicia y de la mala voluntad, nace una ternura que es la única cura. A esta dulzura, a esta compasión, no se llega suprimiendo ni substituyendo nada, sino alcanzando el conocimiento propio y el recto pensar.

Martin Luther King Jr.: YO TENGO UN SUEÑO



El 28 de agosto de 1963 Martin Luther King brindó su discurso "Yo tengo un sueño" en los escalones del monumento a Lincoln en Washington D.C. Lea el texto completo de una oratoria histórica.

"Estoy feliz de unirme a ustedes hoy en lo que quedará en la historia como la mayor demostración por la libertad en la historia de nuestra nación.
Hace años, un gran americano, bajo cuya sombra simbólica nos paramos, firmó la Proclama de Emancipación. Este importante decreto se convirtió en un gran faro de esperanza para millones de esclavos negros que fueron cocinados en las llamas de la injusticia. Llegó como un amanecer de alegría para terminar la larga noche del cautiverio.
Pero 100 años después, debemos enfrentar el hecho trágico de que el negro todavía no es libre. Cien años después, la vida del negro es todavía minada por los grilletes de la discriminación. Cien años después, el negro vive en una solitaria isla de pobreza en medio de un vasto océano de prosperidad material. Cien años después el negro todavía languidece en los rincones de la sociedad estadounidense y se encuentra a sí mismo exiliado en su propia tierra.

Es obvio hoy que Estados Unidos ha fallado en su promesa en lo que respecta a sus ciudadanos de color
Martin Luther King
Y así hemos venido aquí hoy para dramatizar una condición extrema. En un sentido llegamos a la capital de nuestra nación para cobrar un cheque. Cuando los arquitectos de nuestra república escribieron las magníficas palabras de la Constitución y la Declaratoria de la Independencia, firmaban una promisoria nota de la que todo estadounidense sería el heredero. Esta nota era una promesa de que todos los hombres tendrían garantizados los derechos inalienables de "Vida, Libertad y la búsqueda de la Felicidad".
Es obvio hoy que Estados Unidos ha fallado en su promesa en lo que respecta a sus ciudadanos de color. En vez de honrar su obligación sagrada, Estados Unidos dio al negro un cheque sin valor que fue devuelto marcado "fondos insuficientes". Pero nos rehusamos a creer que el banco de la justicia está quebrado. Nos rehusamos a creer que no hay fondos en los grandes depósitos de oportunidad en esta nación. Entonces hemos venido a cobrar este cheque, un cheque que nos dará las riquezas de la libertad y la seguridad de la justicia.
Sofocante verano del descontento
También vinimos a este punto para recordarle de Estados Unidos de la feroz urgencia del ahora. Este no es tiempo para entrar en el lujo del enfriamiento o para tomar la droga tranquilizadora del gradualismo. Ahora es el tiempo de elevarnos del oscuro y desolado valle de la segregación hacia el iluminado camino de la justicia racial. Ahora es el tiempo de elevar nuestra nación de las arenas movedizas de la injusticia racial hacia la sólida roca de la hermandad. Ahora es el tiempo de hacer de la justicia una realidad para todos los hijos de Dios.
Sería fatal para la nación el no percatar la urgencia del momento. Este sofocante verano del legítimo descontento del negro no terminará hasta que venga un otoño revitalizador de libertad e igualdad. 1963 no es un fin, sino un principio. Aquellos que piensan que el negro sólo necesita evacuar frustración y que ahora permanecerá contento, tendrán un rudo despertar si la nación regresa a su rutina habitual.
No habrá ni descanso ni tranquilidad en Estados Unidos hasta que el negro tenga garantizados sus derechos de ciudadano. Los remolinos de la revuelta continuarán sacudiendo los cimientos de nuestra nación hasta que emerja el esplendoroso día de la justicia.
Pero hay algo que debo decir a mi gente, que aguarda en el cálido umbral que lleva al palacio de la justicia: en el proceso de ganar nuestro justo lugar no deberemos ser culpables de hechos erróneos. No saciemos nuestra sed de libertad tomando de la copa de la amargura y el odio. Siempre debemos conducir nuestra lucha en el elevado plano de la dignidad y la disciplina. No debemos permitir que nuestra protesta creativa degenere en la violencia física. Una y otra vez debemos elevarnos a las majestuosas alturas de la resistencia a la fuerza física con la fuerza del alma.
Esta nueva militancia maravillosa que ha abrazado a la comunidad negra no debe conducir a la desconfianza de los blancos, ya que muchos de nuestros hermanos blancos, como lo demuestra su presencia aquí hoy, se han dado cuenta de que su destino está atado a nuestro destino. Se han dado cuenta de que su libertad está ligada inextricablemente a nuestra libertad. No podemos caminar solos. Y a medida que caminemos, debemos hacernos la promesa de que marcharemos hacia el frente. No podemos volver atrás.
Pruebas y tribulaciones
Los remolinos de la revuelta continuarán sacudiendo los cimientos de nuestra nación hasta que emerja el esplendoroso día de la justicia
MLK
Existen aquellos que preguntan a quienes apoyan la lucha por derechos civiles: "¿Cuándo quedarán satisfechos?" Nunca estaremos satisfechos en tanto el negro sea víctima de los inimaginables horrores de la brutalidad policial. Nunca estaremos satisfechos en tanto nuestros cuerpos, pesados con la fatiga del viaje, no puedan acceder a alojamiento en los moteles de las carreteras y los hoteles de las ciudades. No estaremos satisfechos en tanto la movilidad básica del negro sea de un gueto pequeño a uno más grande. Nunca estaremos satisfechos en tanto a nuestros hijos les sea arrancado su ser y robada su dignidad por carteles que rezan: "Solamente para blancos". No podemos estar satisfechos y no estaremos satisfechos en tanto un negro de Mississippi no pueda votar y un negro en Nueva York crea que no tiene nada por qué votar. No, no estamos satisfechos, y no estaremos satisfechos hasta que la justicia nos caiga como una catarata y el bien como un torrente.
No olvido que muchos de ustedes están aquí tras pasar por grandes pruebas y tribulaciones. Algunos de ustedes apenas salieron de celdas angostas. Algunos de ustedes llegaron desde zonas donde su búsqueda de libertad los ha dejado golpeados por las tormentas de la persecución y sacudidos por los vientos de la brutalidad policial. Ustedes son los veteranos del sufrimiento creativo. Continúen su trabajo con la fe de que el sufrimiento sin recompensa asegura la redención.
Vuelvan a Mississippi, vuelvan a Alabama, regresen a Georgia, a Louisiana, a las zonas pobres y guetos de las ciudades norteñas, con la sabiduría de que de alguna forma esta situación puede ser y será cambiada.
No nos deleitemos en el valle de la desesperación. Les digo a ustedes hoy, mis amigos, que pese a todas las dificultades y frustraciones del momento, yo todavía tengo un sueño. Es un sueño arraigado profundamente en el sueño americano.
El sueño
Yo tengo un sueño que un día esta nación se elevará y vivirá el verdadero significado de su credo, creemos que estas verdades son evidentes: que todos los hombres son creados iguales.
Yo tengo un sueño que un día en las coloradas colinas de Georgia los hijos de los ex esclavos y los hijos de los ex propietarios de esclavos serán capaces de sentarse juntos en la mesa de la hermandad.
Yo tengo un sueño que un día incluso el estado de Mississippi, un estado desierto, sofocado por el calor de la injusticia y la opresión, será transformado en un oasis de libertad y justicia.
Yo tengo un sueño que mis cuatro hijos pequeños vivirán un día en una nación donde no serán juzgados por el color de su piel sino por el contenido de su carácter.
¡Yo tengo un sueño hoy!
Yo tengo un sueño que un día en las coloradas colinas de Georgia los hijos de los ex esclavos y los hijos de los ex propietarios de esclavos serán capaces de sentarse juntos en la mesa de la hermandad
MLK
Yo tengo un sueño que un día, allá en Alabama, con sus racistas despiadados, con un gobernador cuyos labios gotean con las palabras de la interposición y la anulación; un día allí mismo en Alabama pequeños niños negros y pequeñas niñas negras serán capaces de unir sus manos con pequeños niños blancos y niñas blancas como hermanos y hermanas.
¡Yo tengo un sueño hoy!
Yo tengo un sueño que un día cada valle será exaltado, cada colina y montaña será bajada, los sitios escarpados serán aplanados y los sitios sinuosos serán enderezados, y que la gloria del Señor será revelada, y toda la carne la verá al unísono.
Esta es nuestra esperanza. Esta es la fe con la que regresaré al sur. Con esta fe seremos capaces de esculpir de la montaña de la desesperación una piedra de esperanza.
Con esta fe seremos capaces de transformar las discordancias de nuestra nación en una hermosa sinfonía de hermandad. Con esta fe seremos capaces de trabajar juntos, de rezar juntos, de luchar juntos, de ir a prisión juntos, de luchar por nuestra libertad juntos, con la certeza de que un día seremos libres.
Este será el día, este será el día en que todos los niños de Dios serán capaces de cantar con un nuevo significado: "Mi país, dulce tierra de libertad, sobre ti canto. Tierra donde mis padres murieron, tierra del orgullo del peregrino, desde cada ladera, dejen resonar la libertad". Y si Estados Unidos va a convertirse en una gran nación, esto debe convertirse en realidad.
Entonces dejen resonar la libertad desde las prodigiosas cumbres de Nueva Hampshire. Dejen resonar la libertad desde las grandes montañas de Nueva York. Dejen resonar la libertad desde los Alleghenies de Pennsylvania! Dejen resonar la libertad desde los picos nevados de Colorado. Dejen resonar la libertad desde los curvados picos de California. Dejen resonar la libertad desde las montañas de piedra de Georgia. Dejen resonar la libertad de la montaña Lookout de Tennessee. Dejen resonar la libertad desde cada colina y cada topera de Mississippi, desde cada ladera, dejen resonar la libertad!
Y cuando esto ocurra, cuando dejemos resonar la libertad, cuando la dejemos resonar desde cada pueblo y cada caserío, desde cada estado y cada ciudad, seremos capaces de apresurar la llegada de ese día cuando todos los hijos de Dios, hombres negros y hombres blancos, judíos y gentiles, protestantes y católicos, serán capaces de unir sus manos y cantar las palabras de un viejo spiritual negro: "¡Por fin somos libres! ¡Por fin somos libres! Gracias a Dios todopoderoso, ¡por fin somos libres!"

Fundación por la paz: Principios de la No VIOLENCIA



Principios de la No-violencia, Fundación POR LA PAZ, 1989



- Todos tenemos UNA PARTE de la verdad y de la razón. Convertir nuestra verdad en absoluta significa ignorar la verdad de los otros y nos llevará a un conflicto sin solución. Debemos estar receptivos a la verdad de los demás y reconocerla.- A menudo las ideas y razonamientos constituyen tapaderas de deseos e intereses. Debemos ser rigurosos y críticos con nosotros mismos para descubrir qué parte de lo que defendemos es objetivamente defendible, y renunciar a lo que no lo es.



- Las acciones pueden no ser respetables, pero las personas siempre son merecedoras de RESPETO, con independencia de su conducta.



- El mal y la destrucción del otro NUNCA se pueden aceptar ni como fin ni como medio,son incompatibles con el respeto a la persona.



- Los fines no justifican los medios; de un mal medio nunca puede obtenerse un bien estable.



- La violencia genera violencia; además de inaceptable constituye una manera absurda y siempre provisional de resolver los conflictos. Con la violencia gana el más fuerte, no el más justo.
- La eficacia inmediata es un bien, pero no el más importantes. La ética debe prevalecer sobre la eficacia. Solo así nuestra acción resultará eficaz a largo plazo.



- La única solución a un conflicto es la reconciliación y el acuerdo del que se deriven consecuencias positivas para todos.



La no-violencia es una actitud positiva de oposición al mal y a la injusticia, utilizando la fuerza de la Verdad, la Justicia y el Amor, armas con las que el no-violento enfrenta la fuerza de la razón a la razón de la fuerza.

martes, enero 20, 2009

Roberto Blaga: Otro color





OTRO COLOR

El martes pasado, 20 de enero, y bajo un porcentaje de muertos en Gaza de 99 a 1, a favor judío (máquina sumadora del apoyo gringo a Israel) los Estados Unidos estrenan nuevo presidente…Se dirá nuevo hombre (ahora de "color") que se sentará en la silla de la Casa Blanca a escuchar, obedecer y ejecutar los deseos y ambiciones de la oligarquía blanca, que a la manera de Foster Dulles, no posee amigos sino intereses en todo el mundo.

Entre la zozobra esperanzadora y el pesimismo definitivo de que nada va a cambiar en los ejes de un Imperio que en su apelativo lleva la desgracia, ya el presidente Calderón (de visita en nombre del traspatio) probó frente a Obama que falta mucho para que los intereses de los americanos cedan ante la palabra de (ahora) un presidente mexicano que ni con su mismo pueblo posee estrategias de solución para sacarlo del marasmo en que está metido desde hace unos 70 años.


El entusiasmo, que soslaya los verdaderos y únicos intereses de la clase pudiente americana, se basa, por el momento, en las implicaciones raciales y políticas, e incluso en el derroche de dinero y recursos de seguridad que se destinarán a los festejos de toma de posesión --lo que demuestra los alfileres sobre los que andará Barak de aquí en adelante.

Después del aplauso y esa euforia hueca que caracteriza a los americanos, llegará, ya no a la rendición de cuentas del inepto Bush, sino a la de soluciones inmediatas de un pueblo acostumbrado a los sueños de hadas, y que de pronto ve derrumbarse su estrategia y obliga a los inmigrantes de muchas naciones a hacer conciencia de la “American Nightmare”.


Datos concretos es lo que exigirá el “white man” a Obama…No cifras, no estrategias tardías, nada de sueños guajiros, sino estructura constante y sonante al negro que se atrevió a sentarse en la incómoda silla de una Casa opuesta a su color. Apenas se levante del jolgorio, la raza adicta a la imaginación del Klan, exigirá soluciones a corto plazo en la economía, la política exterior (para lo cual, armar naciones que se enfrenten unas a otras, conlleva negocio redondo) y las prestaciones sociales de quienes están acostumbrados a tener Cable-TV hasta en la piscina.

Sobra decir que cualquier pueblo, por muy poco politizado que esté, ya no cree en las promesas de cambio. La "obamanía" --como se ha denominado al fervor que genera tener en la Casa Blanca a un presidente de color ( 47 años) representa ya un reto de alto riesgo para el nuevo halcón quien se verá obligado a cumplir sus promesas (es decir, palabra y demogogia) de campaña y a resolver en el tiempo más corto, no una recesión ya visible sino el ambicioso proyecto personal del americano medio.

Se dice que lo último que se pierde es la esperanza. Los ojos de Obama tendrán forzosamente que voltear primero a su patio de césped y golf. Se trata, para quienes sufriremos de esa mirada trasera, de ver con prioridad a la persona, al individuo Obama (si realmente siente y tiene ganas de cambiar al mundo) ; y luego ser conscientes que no es la persona (por muy buenos sentimientos que posea) quien determina el destino de un imperio, sino una Cámara que si bien hoy es mayoría para Obama, irá siempre tras la ideología que ha seguido el sueño americano con claros ejemplares como el viejo Bush, Reagan, el oscuro Ford, Nixón, el hedonista Clinton y, por fin, el presidente más odiado de la historia americana por imbécil y mentiroso: George W. Bush.

Bastará esperar lo que se ha dado en llamar vanamente los primeros 100 días de mandato, para ver de qué tamaño está hecha la esperanza americana y de qué el desengaño de las naciones que orbitan al Imperio. Ya elegido su gabinete, se espera que éstos se acomoden también a la demanda de los rijosos americanos, para quienes desde este instante no existe la palabra “fracaso”... Ejercerla llevaría xcasi seguro al humor irlandés a crear figuras del Obama-Supermán por otra que lo distinga como Obama bin Laden.


El que la primera acción del nuevo mandatario sea el retorno de 144 mil soldados, que George W. Bush envió a Irak, no garantiza que el nuevo mandatario los distribuya después por Irán, la Franja de Gaza, Siria y demás países petroleros donde más de un texano, junto don Dick Cheney y la familia Bush poseen fuertes intereses petroleros; incluidos muchos de los miembros del Congreso que parecen estar del lado Obama disfrazados de mulas demócratas.


Tampoco habrá nada espectacular si atrapa al escurridizo Osama Bin Laden (ya Bush demostró que ni colgando a Hussein logró superar su margen de popularidad…al contrario) o que dicte algunas leyecillas como paliativo a la inmigración o mejore la imagen y las relaciones diplomáticas de Estados Unidos con países como Cuba. Los americanos desean ahora mismo su dinero desaparecido en forma constante y sonante; demandan empleos, imagen: eliminar la desvergüenza de que no son precisamente un sueño.
Sus cuatro primeros años de gobiernm, le permitirán a este nuevo presidente amaericano apenas hacer a un lado con el pie, los escombros que le dejó el demente presidente anterior a él.

Álvaro Mutis: SHARAYA




SHARAYA

Sharaya, el Santón de Jandripur, permanecía desde tiempos muy lejanos sentado a la orilla de la carretera, a la salida de la aldea. Allí recibía las escasas limosnas y las cada vez más raras oraciones de los aldeanos. Su cuerpo se había cubierto de una costra gris y su pelo colgaba en grasientas greñas por las que caminaban los insectos. Sus huesos, forrados por la piel, formaban ángulos oscuros e imposibles que daban a la inmóvil figura un aire pétreo y estatuario que en mucho contribuyera al olvido en que le tenían las gentes del lugar. Sólo los viejos recordaban aún, entre la niebla de sus mocedades, la llegada del esbelto Santón, entonces con cierta aire mundano y dueño de una locuacidad en materias religiosas que fue perdiendo a medida que ganaba mayores y más vastos dominios en su tarea de meditación al pie del camino.
A pesar del poco o ningún caso que le hacían ahora los habitantes de la aldea, y tal vez gracias a ello, Sharaya era un atento observador de la vida circundante y conocía como pocos las intrincadas y mezquinas historias que se tejían y borraban en el pueblo al paso de los años.
Sus ojos adquirieron una dulce fijeza de bestia doméstica que las gentes confundían con la mansedumbre de la imbecilidad y que los prudentes reconocían como reveladora de la luminosa y total percepción de los más hondos secretos del ser.
Tal era Sharaya, el Santón de Jandripur en el Distrito de Lahore.
La noche que antecedió a su último día fue una noche de lluvia y el río bajó de las montañas crecido, bramando como una bestia enferma, pero de inagotable energía.

Gruesas gotas han resbalado toda la noche sobre la piel del parasol que instalaron las mujeres cuando la gran sequía. Golpea la lluvia como un aviso, como una señal preparada en otro mundo. Nunca había sonado así sobre el tenso pellejo de antílope. Algo me dice y algo en mí ha entendido el insistente mensaje. Se ha formado un gran charco, con el agua que escurre por la blanda cúpula que cree protegerme. Muy pronto se secará porque se acerca una jornada de calor. Comienza el vaho a subir de la tierra y las serpientes a esconderse en sus nidos anegados. En lo alto, una cometa sube en torpes cabezadas. Amarilla. Un canto de mujer asciende a purificar la mañana como un lienzo de olvido. Uno sostiene el hilo, el otro me mira largamente y con sorpresa. Me descubre, entro en su infancia. Soy un hito y nazco a una nueva vida. En sus ojos miedo, miedo y compasión. No sabe si soy bestia u hombre. Con un pequeño bambú me busca el dolor y no lo encuentra. Corre hacia el otro, que lo aleja sin volver a mirarme. El Santón de Jandripur. Hace mucho tiempo. Ahora otra cosa y muchas cosas: un Santón, entre ellas. La vastedad de mis dominios se ha extendido hasta el curvo horizonte sin principio ni fin. Vuelve. Extiende su mano hasta tocarme, sin el bastoncillo que lo protegía. Lejano como una estrella o tan cerca como algo que sueño. Es igual. Lo llama su compañero. Cae la cometa, lentamente, buscando su muerte, naciendo. Los árboles la ocultan. Cae al río donde la espera un largo viaje hasta cuando se deslía el papel. Entonces, el esqueleto irá hasta el mar y allí bajará a las profundidades. A su alrededor reconstruirán los corales y las ostras la sólida sombra de su antigua forma y en ella dejarán los peces sus huevos y los cangrejos taparán a sus crías con arena. Irán a morir allí las grandes mantas y sobre sus cadáveres los peces fosforescentes cavarán sus madrigueras de blanda materia en transformación. Un pequeño desorden se hará al paso de las corrientes submarinas y muchos siglos después el breve remolino surgirá a la superficie y luego todo volverá a ser como antes. Un tiempo sin cauce como un grito sin voz en el blanco vacío de la nada. Le llaman vida, presos en sus propias fronteras ilusorias. La mañana se anuncia con este camión. Dos más. Anoche pasaron varios. Soldados de las montañas. Cabecean trasnochados, sostenidos en sus fusiles. No pasa. Se atasca en el lodo de la orilla. El motor gira locamente, ruge con fuerza, se detiene, vuelve a gemir. Cortan ramas. Vienen otros. Tanques; siete. Lo empujan. Pasa. Gritos. Pobres gritos de rabia contra el agua, contra el barro. Ahora cantan. Cantan el desastre, cantan su sangre, sus mujeres, sus hijas, cantan sus vacas esqueléticas. La gran madre paridora. Mueren de muerte de vida de soldado obediente a la tumba. Campesinos, tejedores, herreros, actores, acólitos del templo, estudiantes, letrados, ladrones, hijos de funcionarios, hombres de las máquinas, hombres del arroz, hombres de los caminos. Se llaman igual, sus rostros son iguales, su muerte es la misma. Desde lejos viene el silencio como una gran red de otro mundo. Los insectos comienzan a despertar. Era una serpiente entre las hojas. La misma, tal vez, que pasó anoche por entre mis piernas. Agua y sangre en frías escamas articuladas. La madre de todos recorre sus dominios, y de sus viejos colmillos mana la leche letal de los milenios. Los deudos venían a menudo para preguntarme la razón de su duelo, mientras el humo de la pira alzaba su sucia tienda en el cielo. Pero ya entonces hacía mucho tiempo que la palabra me fuera inútil y nada hubiera podido decirles. De todas maneras ya lo sabían, pero en otra forma, como sabe la sangre su camino, ciegamente, inútilmente. Temen a la muerte y después descansan en ella y se suman a su fecunda tarea y bajan en cenizas por el río, dejando la tufarada agria de nueva vida, alimento y abono de otros mundos. Huyó tras la maleza. Siente los pasos antes que todos. Hombres de la aldea con sus carretas. Todo se lo llevan. El gran lecho matrimonial regalo de los misioneros. Falso oro chillón y oxidado de sus copulaciones. Huyen entonces. El alcalde con su mujer hidrópica. Miente cuando viene a orar. Los sacerdotes del pequeño templo. Ruedas irregulares que se bambolean y patinan en la usada caja del eje. Vidas incompletas, trozos apenas de la gran verdad, como la costra gris que ensucia la piscina después de las abluciones. Nata de mugre, corazón de la miseria, escala del desperdicio. Y tan seguros en su afán mismo de huir. Otra destrucción los empuja, más honda, la única y verdadera catástrofe en la oscuridad agobiadara e inquieta de su instinto. Vuelven a mirarme. Los más viejos. No sé leer sus ojos. Tampoco puedo ya decirles cómo es inútil escapar de lo que está en todas partes. Es como los que rezan para tener fe o los que labran la tierra para dar de comer a los bueyes que tiran del arado. Y toda la impedimenta de sus astrosas pertenencias. Me dejan ofrendas. Lo que no quieren llevar, lo que les es ajeno en su huida. La viuda con sus hijos. Ojosa, flacos pechos muertos. Flores del templo. No se atreve a tirarlas ni tampoco a dejarlas frente a los ídolos que mañana serán destruidos con la misma furia que los hizo nacer. No irá muy lejos, está señalada, apartada, escogida entre todos. Andra, la que bailó desnuda toda una noche ante el Santón. Sus hijos recordarán un día: «... cuando huimos de Jandripur ella murió en el camino, la subimos a la copa de un árbol muy alto y allí descansó, visitada por los vientos y lavada por las aguas del mundo. Vigilándonos por varios días hasta cuando la perdimos de vista...». Y, sin embargo, tampoco será como ellos creen. No exactamente. Otras cosas habrá que se les ocultarán para siempre y que, sin embargo, llevan consigo. Con la muerte de su gran madre paridora de la muerte, la de los saltos de sangre, la que truena levemente los huesos, la que lima la linfa en su lomo. Miran hacia atrás al silencio de sus hogares abandonados donde gritarán por mucho tiempo todavía sus deseos y sus miedos, sus miserias y sus exaltaciones, tratando de alcanzarlos en su camino. Soldados. Escolta huyendo con banderas de señales. Lo veo. Me ve. Letras y palabras. Me mira. Ir. No sabe. El último. Solo. Tal vez. No sé de qué estoy solo. Vuelve a mirarme, se va tras los otros. Una espada que inventa la cinta azul de su hoja con la palabra de los dioses de la guerra labrada torpemente.

Al mediodía, Sharaya alargó la mano y tomó la mitad de una naranja medio seca y comenzó a masticar un pedazo de la cáscara tenazmente perfumada. El calor de la siesta expandió el aroma de la fruta entre una danza de insectos enloquecidos y que chocaban contra la vieja piel del privilegiado. El ruido de las aguas se fue debilitando y el río tornaba a su antiguo cauce. Cuando comenzó a caer el sol, un leve sopor fue apoderándose de los anquilosados miembros del Santón e infundiéndole la beatitud inefable del que sueña descubriendo las pistas secretas de su destino.

Aguas en desorden, saltando y salpicando la fría espuma de la corriente. Agua de las montañas que baja danzando en remolinos y se remansa en el vientre que gira lento, liso y tibio, protegido por el rotundo cáliz de las caderas. Olor de especies quemadas en la pequeña plaza y el agudo sonar de los instrumentos que narran los incidentes de la danza. Risa en la boca sin dientes de un viejo mendigo, risa de la carne recordando, comparando. Lazo implacable y una gran dulzura en el pecho pesando y doliendo y largas tardes del ir y venir de la sangre en sorpresivas mareas y la vecindad de la dicha, la pequeña dicha del hombre, hermana del terror, la breve dicha de dientes de rata comiendo y mascando. Un vasto palio de ceniza sobre la memoria de la carne. Viaje a la sede de los amos de entonces. Los tímidos pastores dueños de una porción del mundo, convertidos en puntillosos comerciantes, pacientes, tercos, soñadores, desamparados fuera de su isla. Hélices mordiendo las turbias aguas de la desembacadura. Una mancha interminable y amarillenta anticipa la gran ciudad bulliciosa de los funcionarios, donde la sabiduría asciende por escaleras simétricas maculadas por el húmedo hollín de las máquinas. Tierras de la razón. Por la plaza, hombres y mujeres se apresuran entre la grasosa niebla del ocaso. Colores saltando, un vaso se llena de luces que desaparecen para dar lugar al trazo azul y verde, tome, tome, tome, tome. Salta la espuma del bautismo, salta en el tránsito sombrío de los inconformes y laboriosos amos. Aguas que chorrean sobre las espaldas bautizadas en la raída sombra de la selva, entre gritos de aves y chirrido de insectos. La piel del más sabio, del más viejo, arrugada bajo las tetillas colgantes, mojándose con el agua de la verdad, la que lava antiguas y nuevas concupiscencias, la que borra los títulos ganados en vastas construcciones de piedra, madres de sutiles argumentos. Mi padrino y mi maestro, segundo padre midiendo la superficie de la tierra, chacal virgen de verdad, un sapo amargo, padre de la verdad. Y, por fin, la última lucha al lado de ellos, mis hermanos. Las manifestaciones, las prisiones en las montañas, el partido y sus ramificaciones clandestinas trabajando como venas de un cuerpo que despierta. Aquí mismo, cuando todo parecía haber entrado pacíficamenfe en orden, hubiera podido aún ser el amo, dictar la ley bajo mi parasol, moverlos hacia lo bueno o hacia lo malo, según conviniera a su destino, predicar una doctrina y hacerlos un poco mejores. El comisionado de bigote rojizo y nuca sudorosa, argumentando a la luz de la sucia lámpara del cuartel. Su antiguo y probado camino de razonamiento por el cual transitan tan seguros pero tan lejos de sí mismos, ahogando sus mejores y más ciertos poderes: «Ninguno sabe por qué les hablas. No les interesa, como tampoco saben por qué estoy aquí, como tampoco lo sé yo. El único que tiene ya todas las respuestas eres tú, pero de nada han de servirte. Siempre se llega al mismo sitio. Tú eres el Santón. No todos queden serlo. Ellos ponen la ira destructora y el fecundo deseo. Tú miras, indiferente hacin el negro sol de tus conquistas interiores y eres tan miserable y tan pobre como ellos, porque el camino que has recorrido es tan pequeño que no cuenta ante la larga jornada que te propones hacer movido por el engañoso orgullo que te amarra. Ponte a su lado y guíalos y ayúdame a imponer autoridad y a entregar las cosas en orden. Después, ya se las arreglarán como puedan; pero tú, que has vivido y te has formado entre nosotros, sabes que nuestra razón es la única a la medida de los hombres. Lo demás es locura. Tú lo sabes». Una pálida cobra, piel de la verdad. Sueño mi vuelta al único sueño que está unido por un extremo a la divinidad que no dice su nombre, al padre y a la madre de los dioses, fugaces fantasmas esclavos del hombre. Sueño mi sueño soñando el sueño del que levanta el pie en la posición del elefante, del que te dice «no temas» con el arco de sus dedos, del portador del fuego, del que viaja en el lomo de la tortuga. La hora viene, vino hace muchas horas y no termina de llegar.

Sharaya se quedó dormido, y en la pesada siesta de la abandonada Jandripur comenzaron a entrar las primeras unidades del ejército invasor. Instalaron sus tiendas y ordenaron sus vehículos. Cuando el Santón despertó, la aldea comenzaba a arder y las húmedas maderas de las casas estallaban en el aire tierno del ocaso nublando el cielo con las altas columnas de humo. Eran muchos, y el roncar de los camiones y de los tanques que seguían llegando indicaba que no se trataba ya de una pequeña avanzada sino del grueso del ejército. Un altoparlante comenzó a dar instrucciones en el agudo y destemplado idioma de las montañas, sobre cómo debían condueirse los soldados en la comarca y sobre las precauciones que debían tomar para cuidarse de los que quedaban escondidos para organizar la resistencia. El ajetreo duró hasta muy entrada la noche, cuando un gran silencio se hizo en la aldea y sus alrededores.

Duermen agotados después de la carrera. Piensan seriamente en la redención de los pueblos, en la igualdad, en el fin de la injusticia, en ln fraternidad entre los hombres. Ellos mismos traen un nuevo caos que también mata y una nueva injusticia que también convoca la miseria. Es como el que se lava las manos en un arroyo de aguas emponzoñadas. Ahí vienen dos. Alumbran el camino con una linterna de mano. Campesinos también, jóvenes, casi niños. Una mujer con ellos. Prisionera tal vez o ramera que los sigue para comer y guardar algún dinero. La están desnudando. El viejo rito repetido sin fe y sin amor. Les tiemblan las manos y las rodillas. Vieja vergüenza sobre el mundo. Ella ríe y su piel responde y sus miembros responden a la ola que crece en el cuerpo que la oprime contra la tierra. Madre necesaria. Renacen unidos en la sede de todos los orígenes. Gimen y ríen al mismo tiempo. Un solo cuerpo de dos cabezas ebrias y acosadas en el vértigo de su propio renacer, de su larga agonía. El otro sonríe con timidez. Sonríe de su propia vergüenza y espera. Sembrar hijos en la tierra liberada. Terminaron. Ella se viste. El otro me alumbra con la linterna.

Los soldados y la mujer se quedaron absortos ante el extraño amasijo de trapos mugrientos, alimentos descompuestos y las carnes momificadas del Santón. Evitaron la mirada ardiente y fija de Sharaya, testigo del breve placer que le robaran a sus oscuras vidas perecederas. Bien poco quedaba al Santón de forma humana. La mujer fue la primera en apartar su vista de la hierática figura y comenzó de nuevo a envolverse en sus ropas. Los dos soldados seguían intrigados y se acercaron un poco más. Por fin, el que había esperado, reaccionó bruscamente. «Parece un Santón ‑dijo‑, pero no podemos dejarlo observando el paso de nuestras fuerzas. Ya nos ha visto y ha contado sin duda nuestros camiones y nuestros tanques. Además, nadie vendrá ya a consultarle y a venerarlo. Ha terminado su dominio». El otro se alzó de hombros y, sin volver a mirar, tomó a la mujer por el brazo y se alejó por la blanquecina huella del camino. Antes de alcanzarlos, el que había hablado alzó su ametralladora y apuntó indiferente hacia la ausente figura apergaminada, hacia los ausentes ojos fijos en el perpetuo desastre del tiempo y soltó el seguro del arma.

En cada hoja que se mueve estaba previsto mi tránsito. La escena misma, de tan familiar, me es ajena por entero. Cuando el mochuelo termine su círculo en el alto cielo nocturno, ya se habrá cumplido el deseo de las pobres potencias que nos unen, a él que me mata y a mí que nazco de nuevo en el dintel del mundo que perece brevemente como la flor que se desprende o la marea salina que se escapa incontenible dejando el sabor ferruginoso de la vida en la boca que muere y corre por el piso indiferente del pobre astro muerto viajero en la nada circular del vacío que arde impasible para siempre para siempre para siempre.

María Concepción Olmedo Aguayo: Los hijos de Bencomer


Encontré en la bitácora médica de un tío bisabuelo, su diario, o mejor dicho algo con la propuesta de una técnica quirúrgica que podría ser descabellada en 1906, pero ahora, en 1960 es posible mejorarla y aprovecharla.

Por lo que leo, quiso ser cirujano plástico, ya que el documento (no sé cómo llamarlo) contiene dibujos de anatomía humana tridimensionales, mostrando los límites perfectos entre el músculo, venas y arterias, así como abordajes reparar piel de quemaduras y heridas desfigurantes.

Parece ser que la naturaleza se unió al egoísmo de la esposa y el desamor de él, porque no tuvieron hijos. Así que yo, que llevo su nombre y apellido Gastón Bencome Deledesma, de una manera fortuita me convertí en su heredero. Mejor dicho, de una manera determinante porque al comprar el vetusto secreté a mi manirroto y holgazán primo, encontré en una parte oculta a simple vista, el grueso cuaderno empastado en piel y hoja de oro que me hizo dueño de un gran secreto y no pocas intimidades.

1º de Julio de 1906.

Un año exacto desde mi boda y un año también que no escribo. Tal es mi decepción y desánimo.
Mi plan de vida era obtener una beca para estudiar en París Cirugía Plástica. No quería pedirlo a mis padres, como hijo de familia. De ellos aprovecharía la relación con el Presidente de la República, el Cuerpo Diplomático, el Ejército y todas las instituciones culturales que frecuentaban. Estaba yo habituado al esplendor de la época y México era una réplica francesa: yo quería vivenciar el verdadero París.

Quería una modesta beca para vivir en un atelier en el corazón de Montmatre, comiendo con frugalidad y reunirme con amigos bohemios en las horas libres. Regresaría con novedosos conocimientos y listo para enamorarme de verdad.

El destino me hizo asistir a una velada literaria con mis padres, allí concertaría una cita con el director de Artes para hablar , con toda dignidad y por mí mismo como todo un hombre, acerca de mi petición.

Después de la hora de escuchar sobre escritores franceses, pasamos al coctel donde las damas ya podrían lucir su arreglo y sus adquisiciones de perfumes y joyería.
Alguien me presentó a un potentado general y a su hija, con quienes conversé sin interés pero sintiendo que debía dar un poco de importancia y atención a una dama tan poco agraciada, de quien la edad no podía calcularse por la gruesa capa de maquillaje que llevaba. Al momento adiviné su mal carácter, pero no me retiré aún.

¿Qué me costaba ser un poco educado y considerado? Claro, al otro día, al reunirnos con mis amigos nos reiríamos de mi atención. Ellos dirían que temí que el General aquel me nadara fusilar si dejaba de atender a su adorada hija. Nos volveríamos a reír y todo se olvidaría.

Esto no puede olvidarse. Se habló, se interrogó, se sugirió, se ofreció, se propuso…y quedé comprometido a visitar a la dama al día siguiente: a los tres meses estaba casado con ella; dueño de una mansión y un lujoso consultorio.
Adquirí un suegro escrutador con quien hablaba lo menos posible; así como una sobre-protectora, sobre-actuada y encimosa suegra que con gran amabilidad nos llevó dos ayudantes de casa y una secretaria, para el consultorio; los tres, de mal ver y trato peor.

21 de junio de 1901

A Esmeralda, la mujer que me compró, le debieron poner otro nombre. Así no resaltaría su falta de brillo , alegría y esperanza.
Sus preocupaciones son el arreglo personal, principalmente los afeites y perfumes, las compras, las fiestas fuera de casa, A nuestra casa sólo asistían los padres a comer todos los viernes y ellos iban a la suya los sábados. Conmigo habla poco; de lo que quiere comprar, de lo prematuro de sus arrugas. No la contradigo. Hago lo que desea y me retiro cuando lo pide…

30 de junio de 1901

Mi esposa leyó un artículo en el periódico donde describen unas operaciones que experimentan en Estados Unidos para rejuvenecer la cara y me hizo explicarle cómo son, cómo hago para reparar a los quemados, cuánto seguro sería una operación así.
En un arranque de sinceridad y honestidad, le platiqué el proyecto que estaba yo elaborando, rogándole que no lo comentara porque lo deseaba presentar en un futuro no muy lejano.
Este procedimiento no requiere de cortes peligrosos… ¡Imagínate, despegar toda la piel de la cara y luego volverla a colocar! “Como desollar un gato “ –terminó ella.
Haciendo orificios en la partes que se deseen jalar o estirar, se introduce una aguja que toma aponeurosis y músculos internos; no sólo la epidermis, y se ata el cuero cabelludo donde no se vea. “Como hacen los tapiceros” –agregó ella.
Se usa anestesia por menos tiempo y el período de recuperación también tendrá que ser más corto. Si se logra no lastimar un vaso importante ni tocar un nervio, el resultado es maravilloso ¿No crees?

24 de agosto de 1901

Es una verdadera tentación acceder a los ruegos de esmeralda. Si lograra yo un gran éxito, todo cambiaría en mi vida; sería un médico reconocido, si bien, rico ya lo soy. Daría conferencias, conocería gente interesante…Tal vez hasta me enamoraría.
Si las cosas salen mal, el padre se encargaría de hacérmelas pagar y entonces ya no habría desilusión, desánimo, nada, nada.

30 de agosto de 1901

Esmeralda se ha convencido. Dirá a sus padres que saldremos de vacaciones por unos días para que no la vean hasta haber superado el malestar de la anestesia, una posible inflamación. Igualmente despediría al servicio por estos días y los dos juraríamos no decir nada sobre la operación hasta no ver resultados positivos.


2 de septiembre de 1906

Al volver de la anestesia, Eesmeralda se miró al espejo y milagrosamente no vomitó ni se mareó como era de esperarse. Observó su cara, un tanto extraña pero bella, lisa, tersa…. Tomó mis manos y las besó.

4 de septiembre

Esmeralda tiene fiebre Las pequeñas incisiones están rojo escarlata e inflamadas. Me pide que ponga tomates asados en sus pies y le dé infusiones de ruda y pelo de elote. La fiebre no cede y yo me muero de miedo.

6 de septiembre

Empeora cada momento. El dolor de cabeza y su cara tumefacta no le permiten moverse ni abrir los ojos. Le ruego que me permita llamar a sus padres. Les quiero confesar todo. Tienen que verla. “Llámalos, Gastón, pero júrame que no les dirás lo que hemos hecho. Mi padre me reconviene tanto por los maquillajes que uso. Dice que además del polvo de arroz, éstos tienen una base de arsénico, y va a pensar que a eso se debe mi mal.”
“A ti te quiero agradecer estos meces de ilusión y esperanza que me diste y la oportunidad que me concedistee de verme, así sea por un momento, bella”

Efectivamente, sus padres atribuyeron el mal a esos pomos egipcios que ella compraba en su desesperación por mejorar su aspecto.

Momentos antes de morir, tomó mis manos y volvió a besarlas. Entonces comprendí mi ceguera al juzgarla de fatua y superflua. Sin querer, pensé en Miguel Ängel, a quien se le juzgó como homosexual por su culto a la belleza del cuerpo humano. Igual ha sido la devoción a mi esposa con respecto a la belleza.
¿Cómo juzgar a un miserable que sientas a tu mesa porque come con voracidad y grosería?

12 de septiembre

Guardaré este cuaderno donde escondí mi primera carta de amor y mi primer cigarro. No lo voy a destruir para quien tenga en suerte encontrarlo y se encargue de escarnecer mi nombre y mi recuerdo. Más aun si fuera alguien de mi sangre; tal vez se conduela y ruegue por mi perdón.

No te preocupes tío. No te juzgo y nadie lo hará. Hubieras ido a la gloria con un poco de antibiótico y, tal vez, con otro tipo de hilos. Nadie sabrá lo que hiciste; ni bueno ni malo. Qué pena.

Quemé el valioso cuaderno, no sin cierto dolor. No era cosa de arriesgarse a que le hablara mal de mi sangre o de que yo perdiera algo de “mi” maravilloso proyecto. Así es que manos a la obra: a preparar mi exposición.

Hoy presenté en el Congreso de Cirugía Plástica mi trabajo. Quedaron maravillados, maestros, compañeros, familiares. Sin embargo, sólo me otorgaron una mención Honorífica, y el primer lugar, las becas, el millón de pesos, se lo dieron a un trabajo muy simple, inferior al mío.

Al llegar al consultorio, no fui a casa; sólo para alargar el momento de la frustración de mi esposa e hijos, todos bellos, todos sanos. También para revisar la Convocatoria que lanzó el Congreso este año….Tenía que encontrar el porqué de tal injusticia,

Entonces terminé de leer el afiche que no había leído completo; tan seguro estaba de ser el ganador.

EL PRIMERO Y ÚNICO PREMIO, SERÁ PARA EL TRABAJO MEJOR SUSTENTADO, CON ANTECEDENTES HISTÓRICOS Y EXPERIMENTALES.

FIN