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viernes, agosto 31, 2007

Eduardo Sansores: Pichancha Cultural



PARA DOCUMENTAR EL ABSTENCIONISMO

Gran preocupación tenemos los trabajadores del Arte y la Cultura, ante la ausencia de propuestas coherentes e inteligentes de los candidatos a las alcaldías de la zona conurbada de Veracruz-Boca del Río, quienes finalmente al ser convocados por la comunidad artística, demostraron desconocimiento de la realidad que nos afecta, por la ausencia de la voluntad política de los actuales ediles para desarrollar, impulsar, promover, rescatar y fomentar el Arte y la Cultura.

Alguno confunde turismo con cultura y piensa en los visitantes mas no en los habitantes y al tiempo de insistir en la construcción del estacionamiento en el Parque Zamora, propone dignificar el antiguo Paseo de la Libertad, hoy llamado Alameda Díaz Mirón, mientras su compañero de partido y actual alcalde de Boca del Río pretende imponer la instalación de un tren Boca-Ver que acabaría con lo que queda de este paseo.

Una candidata suplente a la alcaldía porteña propone rescatar los conventos convertidos en bodegas de cerveza y estacionamientos, comenzando por el Convento de San Antonio el cual confieso que ignoraba su existencia (ja ja) y la creación de un Consejo Municipal de Cultura, así como comenzar a hacer estudios por historiadores y supongo que arqueólogos y antropólogos, lo que de hecho existe desde tiempos remotos. (Posteriormente fue desmentida por el candidato propietario).

El otro candidato porteño propuso la dignificación de los mercados, comenzando por el llamado Unidad Veracruzana diseñado por el extinto arquitecto Enrique Segarra, lo cual es bueno, dado el prurito que se tiene de destruir los pocos edificios coloniales y artísticos que quedan en la ciudad.

A la llamada de atención de la Dra. Ida Rodríguez Prampolini para rescatar el castillo de San Juan de Ulúa el candidato azul contundente escurrió el bulto al decir que era una propiedad en zona federal.

De hecho vemos con mucha preocupación que lo que ignoran los candidatos por supuesto que no entra en los planes de gobierno como tareas sustantivas para alcanzar niveles satisfactorios de la actividad artística y cultural de la zona. Tal vez eso nos merecemos por agachados.

El eminente gastroenterólogo y candidato priista convocó a tomar café a algunos de los trabajadores y creadores porteños para leernos sus objetivos en la materia si llega a la alcaldía, pero todo se ve endeble y falto de consistencia.

La realidad es que las últimas administraciones de la zona conurbada poco han hecho por la difusión y promoción cultural y los recintos culturales están cerrados como la Casa de Cultura y el Teatro Gutiérrez Barrios de Boca del Río o en manos de particulares que a su libre albedrío deshacen y deshacen como es el caso del Teatro Clavijero.

El otrora importantísimo Centro Cultural del Museo de la Ciudad, fue convertido en salón de fiestas sociales y partidistas, así como en activísima oficina de precampaña del partido triste. La mayoría del personal asignado al área de Cultura, no cuenta con el perfil adecuado, dejando fuera a los verdaderos creadores y promotores por lo que la actividad artística se hace a pesar de esas instancias culturales.

Ojalá que el que quede sienta la responsabilidad de corregir entuertos y se acerque a la comunidad que con toda la desconfianza del mundo está alerta para ver la repartición o arrebatinga de los recintos culturales.

La única que ha hecho declaraciones sobre Cultura es la candidata a diputada Gaby Reva, quien propone que sin ninguna justificación desaparezca el Instituto Veracruzano de Cultura, para dar paso a un Consejo. La Ley N° 61 de la H. Legislatura del Estado, sobre la creación y programas sustantivos del IVEC, es muy clara y aunque el actual Gobernador haya creado la Secretaría de Turismo Cultura y Cinematografía, el IVEC tiene personalidad jurídica propia y el director del Instituto es nombrado por el Gobernador en turno y acuerda directamente con él. Creo que esta lamentable declaración de la candidata fue originada por una mala asesoría, pues de sobra sabemos que todos los candidatos se han distinguido por ignorar las actividades artísticas en la Ciudad (Boca-Ver).

Pero mientras tanto dispongámonos a votar el próximo domingo sin móvil (celular) y aguardemos para la cita con el electo el próximo 30 de septiembre. Ufff.

Ignacio García: Lo que el poder oculta




Creo que fue Octavio Paz quien aseveraba que si un líder político leyera por lo menos un libro de poesía al año, sería mejor gobernante. No veo, quién de los tres candidatos a la alcaldía de Veracruz que acudieron este jueves 23 de agosto, haya leído libro alguno; mucho menos la doblemente sustituta del PRI Celia Mijares, quien se exhibió ante un medio centenar de artistas e intelectuales (los demás que llenaron la sala eran “porra” de Pepe Tello, candidato de la Alianza por el Bien de Todos) como una verdadera ignorante del rubro: ojalá y no llegué a sustituir al “disculpado” Jon Rementería: éste por lo menos debió haberse leído dos tres libros de medicina y aprendido de memoria el juramento de Hipócrates.

Decir que Julio Saldaña (PAN) ha leído algo, da a pensar que sí: quizá un tratado sobre la intolerancia y como aplicarla. Porque de pronto, olvidando que estaba en un debate y que en el tal existía una moderadora, él, ya aleccionado por la cofradía de El Yunque, asumió el papel de impostor y trató de callar al candidato de la Alianza…Nomás porque sí; porque esa es la forma en que se le va enseñando. Imagínese el lector: si eso hace Saldaña en una sala cerrada, con 50 intelectuales metidos allí, y en los terrenos de un diario local de prestigio, qué no va a hacer, no sólo con la cultura, sino con todo lo demás que, quiere, abarque su gestoría como alcalde.



Pero vamos al grano. Estoy seguro que ninguno de los casi cincuenta intelectuales allí presentes, fue víctima de abuso y agresión a su inteligencia. Y no lo fue, porque el discurso ya se sabe que los tres candidatos (así como la experiencia de alcaldías anteriores hecha de distintos colores, y la misma historia) demostraron que son eso: políticos. Hombres cuyo lema “servir” no dice ni sabe lo que es en lo tal. ¿Servir para qué o a quienes? ¿Servir para saquear las arcas del Palacio y acomodar a los suyos en puestos que les quedan como el traje de Clavillazo”. Ya Roland Barthes aseguraba que “todo hombre con poder, miente” Debe mentir a menos que quiera fracasar en sus aspiraciones de llegar a él. El político requiere de “maquillar” su discurso. Y, paradójico: si va abajo en las encuestas, maquilla con desesperación; si va arriba lo hace con impunidad. Esto lo demuestra la insistencia de los tres candidatos por aferrarse a entender que “cultura” equivale a “turismo” (Sergio Peregrina y otros se lo restregaron en la cara a cada uno de ellos) Y cierto. Para la mentalidad política la cultura es un mal que hay que soportar…hasta que esa “cultura”, convertida en ganancia bruta, les reporte beneficio. Toda una contradicción, porque la cultura en Veracruz, la hacen los que ese día estábamos allí y, les juro a los tres candidatos: no tenemos beneficio monetario alguno que les podamos otorgar.
Se habló de remodelar, de re-ingenierizar, de poner letreros, de ampliar o reducir el centro histórico, de sí o no hacer del Parque Zamora un negocio privado (que lo es) etc. Casi todo el discurso (tal vez Pepe Tello se medio salvó) terminaba con una frase monetaria que ya es imposible que el político se saque de la boca: “atraer turismo”. ¿Y eso en qué compete a los artistas e intelectuales? ¿De qué forma llega esto a formar parte de su quehacer cotidiano y forma de subsistir? Los candidatos creen que se las vamos a creer, que deseamos que “todo mundo” conozca y venga Veracruz pues sería una honra para el artista que se le diga que somos (qué vergüenza) el segundo lugar de turismo… ¿En el mundo…en México? ¡No! En la “entidad”. Aunque el creador no tenga ni para comprar un pincel.

El poder también tiene que pagar. Es un círculo vicioso y de ahí esas conclusiones en las que se excluye a los artistas de forma hasta inconsciente y en su propia cara y se pondera la entrada de dinero, así sirva la cultura como excusa. Cuatro años como alcalde, si acaso bastarán para pagar favores y otorgar prebendas a quienes en estos momentos los apoyan: turismo para hoteleros, restauranteros, gente de negocios, comerciantes y cadenas de tiendas que desean instalar quioscos en zona federal. En cuatro años se tiene que acomodar al sobrino, al cuñado, a la suegra y el compadre en puestos que van desde “regidor de comercio” hasta director de la Casa Díaz Mirón.
Esas promesas de colocar en puestos estratégicos de cultura a quienes sí saben de ello, es un sueño guajiro: los alcaldes (las más de las veces) no tienen (pobres) poder alguno sobre instituciones o lugares como San Juan de Ulúa, o el mismo IVEC quien pertenece al fidelato y ya nos puso a un improvisado allí ¿Qué han hecho en estos casos los alcaldes de lo irónicamente llamado municipio libre? Nada. Nada. Aceptar imposiciones, o ellos mimos, a manos libres y con mucha discreción, darse a la tarea de “agradecer” al taquero que apoyó su campaña para colocarlo como director de alguna biblioteca pública en donde no se note su ignorancia.
A la reunión del jueves algunos la llamarán “fructífera” ¿Sólo porque dos de los candidatos sí aceptaron y uno no? ¿O porque se reunieron tantos artistas e intelectuales para hablar y que se les medio respondiera con frases trilladas y promesas ilusorias? Otra vez, la tarea del poder es esa: llevar a la gente el discurso prometedor, el cambio ansiado, el “esto haré y esto no”. Después de cuatro años (con los bolsillos llenos), salen sonrientes a buscar a quién más embaucar, dejando tras ellos una estela de promesas incumplidas: ya no digamos en el área de cultura, sino en los terrenos de los más elementales servicios que el ciudadano requiere.
Otros, tras encontrarnos con la palabra hueca del compadrazgo político, la ignorancia a pie juntillas y la intolerancia del yunque, tal vez nos consolemos y digamos, pero ¿a quién le dan PAN que llore? Yo contestaría que a mí. No sé a los otros.

Lina Vargas Arceo: Intervenciones Explosivas






El martes 28 de agosto aproximadamente a las 12:00 hrs. ocurrió un suceso por demás curioso en el Centro Histórico del puerto de Veracruz; justo en la calle de Mario Molina casi esquina Zaragoza a la entrada del Portal de Miranda, donde se encuentra el estacionamiento asignado a los funcionarios del Palacio Municipal con sede en el edifico Trigueros.
En medio de la vía pública apareció un maletín o portafolio metálico de color plateado, de superficie algo desgastada y que emitía un fuerte olor a gasolina.
El portafolio fue descubierto por elementos de la Policía Intermunicipal Veracruz-Boca del Río (PIVB) y oficiales de Tránsito que vigilan la zona diariamente; ante la posibilidad de que se tratase de un artefacto explosivo los elementos de la PIVB decidieron llamar a Protección Civil quienes acudieron inmediatamente y decidieron acordonar la zona parando la circulación peatonal y vehicular por más de dos horas y evacuando al personal del edificio Trigueros y comercios aledaños.
















Fotografía: Notiver
Posteriormente llegaron elementos de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI) y de la Policía Federal Preventiva (PFP), quienes apoyaron la operación y consideraron aumentar las medidas de seguridad en la zona luego de revisar el exterior del portafolio y constatar el olor a combustible que provenía de su interior. El gran despliegue de seguridad se mantuvo en la zona hasta que aproximadamente a las 13:50 hrs. arribó la unidad especializada en explosivos de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA).











Fotografía: Notiver











Fotografía: Notiver

El personal antibombas de la SEDENA llevó a cabo una operación en la que sujetaron con una cuerda al maletín, arrastrándolo por una rampa de metal hacia el dispositivo para almacenar herméticamente y transportar explosivos, conocido como “la Olla”.













Fotografía: Notiver












Fotografía: Notiver

Finalmente, el maletín fue trasladado al cuartel del Ejército ubicado en la Boticaria.
Más tarde los noticieros locales vespertinos y nocturnos, así como la prensa informaron el contenido del portafolio: solventes, brochas, pinceles, estopa y algunos pigmentos.
Las especulaciones sobre el propietario del maletín incluían reportes sobre una llamada anónima informando que el contenido del portafolio era una bomba, otros decían que probablemente pertenecía al mecánico de máquinas de escribir apodado “el Güigüis”, quien labora en el Palacio Municipal; y por último que probablemente fue olvidada por algún pintor industrial.
En el noticiero de TV Azteca “Hechos Veracruz” mencionaron que podría haberse tratado de un pintor “ARTÍSTICO” debido al material encontrado en el interior, refiriéndose al tipo de pinceles y pigmentos, lo que me llevó a pensar acerca de la posibilidad de que este suceso haya sido una intervención urbana.
Una intervención es una acción artística que se manifiesta a través de la modificación de las propiedades del espacio en el que se desarrolla, algunas veces en busca de una provocación o cuestionamiento a la sociedad o el arte. Cuando la intervención ocurre dentro de la ciudad, es decir, en un espacio urbano-público, generalmente tiene repercusiones sociales y uno de sus objetivos intrínsecos es llamar la atención sobre algún aspecto que concierne a los posibles observadores.
El caso del maletín “bomba” abandonado al pié del Palacio Municipal, independientemente de la intención del autor (si es que esta existió), el hecho por sí mismo generó una reacción. Aunque día con día ocurren situaciones que tanto por su intención o circunstancia generan reacciones y sobre todo, conciencian de una situación que atañe a la sociedad, la presencia arbitraria del maletín en medio de la calle a las afueras del Palacio Municipal y la posibilidad de que fuera un artefacto explosivo generaron la movilización de diversos niveles de fuerzas de seguridad, evacuación del edificio y caos vial.
Las operaciones preventivas efectuadas por los organismos de seguridad correspondieron a una realidad conocida por todos los ciudadanos: la posibilidad de un hecho violento. Y es que en los meses anteriores el puerto de Veracruz estuvo envuelto en una ola de violencia que desencadenó operativos de seguridad en distintos niveles, además nos encontramos a unos días de las elecciones para presidente municipal y diputados, entonces la atmósfera de tensión que se vive en la ciudad es propicia para que se levanten sospechas de todo tipo, y más cuando un objeto de estas características aparece a las puertas del edificio público donde residen los poderes municipales.
Las pinturas, pinceles y solventes encontrados sorpresivamente en su interior afortunadamente no son explosivos, sin embargo, tuvieron la capacidad de desencadenar a su alrededor operativos de máxima seguridad, reuniendo a los cuerpos policíacos y de tránsito, Protección Civil, la AFI, la PFP y el Ejército.
En la Historia del Arte Mexicano podemos encontrar aquellos artistas que han hecho de sus brochas y pinceles verdaderas armas de expresión social, como es el caso del Muralismo Mexicano encabezado por “los Tres Grandes” exponentes: Diego Rivera, José Clemente Orozco y David Alfaro Siqueiros.
Y bueno, quien haya colocado este maletín afuera del Palacio Municipal probablemente ahora se encuentre riéndose de lo que provocó su descuido o su broma pesada, pero nada cuesta imaginarse algún artista tramando su más reciente obra.


Puedes escribir a la autora a este correo: linaenator@gmail.com

miércoles, agosto 29, 2007

Ricardo Adrián Steiner: Palabra de escritor



El pasado miércoles 1 de agosto se presentó formalmente, en la Biblioteca Nacional de Argentina, el libro El arte de la conversación, de Carlos Dámaso Martínez.
Como cada vez que voy a la Biblioteca, al entrar tuve la sensación de meterme en un cuento de Borges. Escaleras que no se sabe si suben o bajan, interminables pasillos, puertas que dan a corredores viceversa, líneas paralelas y perpendiculares que llevaban a lugares imposibles; el enorme edificio, interminable, lleno de cristales que reflejan los mundos en movimiento de la ciudad que lo rodea.
La sensación de entrar en un cuento se hizo más fuerte aun, y es que en su libro Dámaso Martínez desdibuja los roles, rompe los límites: los personajes son los escritores.
Se trata de entrevistas con autores latinoamericanos realizadas durante los últimos veinte años, y como el propio autor lo señala: los escritores cuando hablan de su oficio lo hacen con la misma pasión que cuando escriben, y es ahí donde el diálogo se transforma en arte.
En esta obra, la efímera conversación se lleva al papel para acercarnos y conocer a cada uno de los creadores, dibujando desde la charla su más importante personaje, ellos mismos.
Ese acercamiento nos puede invitar a reflexionar, reír o pasar el tiempo; pero nos invita, casi nos empuja, a leer, a meternos de lleno en el mundo de la literatura desde ese punto donde nace la palabra, donde se gana la batalla al blanco papel, ese punto que no es otra cosa que el propio escritor.
Y esos puntos de partida son hombres y esos hombres son nombres, y los nombres no son poca cosa, y son Adolfo Bioy Casares, Augusto Roa Bastos, Enrique Molina, Héctor Tizón, Juan Carlos Onetti, Juan José Saer, Ricardo Piglia, Horacio Salas, Armonía Somers, Andrés Rivera, Noé Jitrik, Rosalba Campra, Jean Franco, Jorge Lafforgue, Gonzalo Celorio y David Viñas. Y el autor claro, que construye con cada uno de ellos el arte de la conversación.
El laberíntico viaje nos lleva a Madrid, Paris, Jujuy, Buenos Aires, Roma o Nueva York; nos pasea por el mundo de cada personaje real proyectando su ficción, su critica o teoría.
Lo cotidiano se hace presente en los asados, el café y los amigos de Saer, en sus gestos el entrevistador reconoce su mundo novelístico.
Un hombre que vive al revés en un cuarto de Madrid, entre cigarrillos y whisky, un Onetti que conserva su humor e ironía.
La crítica político social de Roa Bastos, que busca el denominador común, el rasgo de la cosmovisión latinoamericana oponiendo mundos literarios.
Bioy Casares nos habla, mira de reojo el grabador en su cuarto lleno de libros, ese cuarto que quizá sea el escenario de alguno de sus cuentos.
Cuando salí de la Biblioteca la realidad se me vino encima, la ruidosa avenida Las Heras con su indescifrable número de colectivos, llevando y trayendo incontables historias. La avenida transformada en el límite, a veces difuso, el abismo entre la ficción en la Biblioteca y lo real, ahí, en la calle, en la ciudad de imposibles personajes. Ese límite en donde la realidad y la ficción parecen reprocharse, esa línea que Dámaso Martínez desdibujó en su libro invirtiendo roles, borrando límites, creando, construyendo la conversación, venciendo la batalla al blanco papel.
En ese lugar tomé el colectivo, con el libro en la mano. Allí salí del cuento, en ese punto donde parecen unirse el amor y el espanto.


El arte de la conversación, Carlos Dámaso Martínez


Alción Editora, 2007ISBN: 987-1359-28-4

KC Baker Fields: Los Galicronos



No saben nada. La luz no les ve, ni se detienen a pensar en la derrota del color. Ellos caminan dejando tras de sí un rastro de grafito y un olor a pintura. Ellos existen diluidos, sin forma. Al principio son líneas inertes, luego son deformaciones del dibujo. Configuraciones calcinadas, cayéndose de espaldas. Arte en el fin de la tierra, sobre vientos antiguos, sobre superficies puras y vivas y rupestres o caracolas polinesias o una combinación de ambas. Algunos de ellos, los más provocativos, aletean y se las arreglan para escapar del laberinto de grecas y espirales. Esos fugitivos son rastreados por mar y por cielo, pero el prestigio con tres brochazos los esconde en la extendida superficie de la imaginación a menos que sean descubiertos por casualidad. Aquellos que escaparon primero, encontraron canales sobre el helor del ártico que han dado muerte a las perspectivas menos una, herida, mutilada, deshecha en el blanco. En el frío, se les paralizó el pulso. Los siguientes trataron de regresar a su territorio y se concentran en el lienzo tropical de Pancho Galí. El público respira hondo. Un largo viaje, audacia de la ejecución. La mano crea un mapa para aprender a mirar en esas mismas nubes en que soñaron verse viajando los primeros soñadores. Curiosamente, ninguno ha conocido tantas capas de barniz social para decirle buenos días, aunque son llamados bárbaros, rudos. Los Galícronos. El cuerpo mal herido por una mirada torva. La cara con pintas de guerra y de amor. Ceniza roja en la frente. En la boca, el colorete de la muchacha que te sonríe en la guagua. Por principio de cuentas, ellos pensaron que la monotonía y lo cotidiano los busca para establecer contacto, pero inmediatamente advirtieron que la física no llena su definición del tiempo. Los Galícronos respetan la idea que el tiempo es igualmente espacial y por ende un momento vivido se convierte en un momento muerto que es posible visitar, aunque completamente ajeno a la experiencia, por lo tanto el futuro es un mundo accidental y acontecido. Esto significa que los recuerdos son tan refutables como las predicciones al otro lado del espectro. Londres está lleno de un sinnúmero de escaleras estrechas a propósito. Uno le pregunta al otro: ¿Una hora de placer vale el precio de una vida de dolor? El interrogado acepta el empleo mediante otra pregunta: ¿Cómo logras que dure una hora? La puerta de los cien pesares los aparta. En el presente, vestimos como ellos, paseamos entre ellos y nos confundimos con ellos. Ellos enseñan a sus hijos lo mucho que saben. Y quizás en el día menos pensado ellos teñirán su piel de discreto tono gris....en cuatro o cinco diferentes colores para estar a moda. Fin.

Alicia Dorantes: Me gustó



.....................................El huracán va de paso, luego brilla el sol
................................................
Luis Kasuga


Me gustó el artículo que Isabel Lorenzo escribió el martes 21 para este blog. Me gustó la sencillez de sus palabras, lo claro y contundente de su mensaje. Me agradó el hecho de que sin mencionar nombres, señaló personas… y me gustó porque hace tiempo me corroe el tema: el candidato por quien votar; la persona a quien elegir para que esté al frente de este municipio. Ahora que leo sus líneas, rompo el silencio que me impuse.
El artículo de Isabel ha recibido dos comentarios interesantes cuyos autores prefieren mantenerse en el anonimato. El primero hace mención al futuro de la otrora bella Alameda Díaz Mirón y al incierto porvenir del Parque Zamora. “¿Por qué ningún candidato ha hablado de ese tema?”, se pregunta el comentarista, y continúa: “¿Por qué los veracruzanos no han interrogado a ninguno de los candidatos a alcalde o a diputados respecto a él? Porque son ellos a los que les tocará a suspender este atentado histórico y ecológico, o secundarlo”.
La segunda acotación dice: “Yo busco un candidato que se ocupe de él mismo y se deje de ocupar de nosotros. Nos acosan, persiguen, llaman, nos tienen atosigados, cercados, escaneados, enumerados, marcados; y no podemos hacer nada al respecto.Un candidato que se ocupe de él, que quiera aprender, saber, conocer y valorar el puerto de Veracruz, un candidato que no sea solamente carteles, sino conocimiento de su puerto, su gente y sus necesidades. Creo que es más ingenua mi petición que la tuya”.
Volvamos al tema inicial: “el candidato”, “mi candidato”. Ni pertenezco ni he pertenecido a partido alguno, sin embargo, nunca he dejado de votar porque sé que es mi derecho, un derecho por el que en décadas pasadas, en diversos países del orbe, lucharon mujeres idealistas hasta conseguirlo. Pero no sólo es mi derecho, sino mi obligación y la cumplo. Así pues, basaré mi voto en los datos que ha proporcionado un organismo internacional, ajeno a manipulaciones:
El Banco Mundial en el año del 2002, en un documento titulado “Diagnóstico de la Pobreza en Veracruz”, señaló que en la entidad veracruzana, ésta aumentó de 34.4% a 37.1%, destacando que: “… los niveles de pobreza en muestro estado son mayores al promedio nacional, en los que se registró una disminución de 20.0 % a 17.1 %”. Agrega el citado estudio: “Estos veracruzanos tienen bajos niveles de nutrición, carecen de un techo digno y empleo medianamente remunerado y están distribuidos en 90 municipios, situados en zonas serranas del norte, centro y sur de Veracruz”.
“Los municipios de Veracruz y Boca del Río, registran índices alarmantes de pobreza extrema y cada día más pobladores integran los cinturones de miseria, ubicados en la periferia, donde se calcula que más de cien mil personas viven en condiciones paupérrimas. En los últimos dos años en ambos municipios se formaron colonias o ciudades perdidas similares a las de las zonas metropolitanas del país, en estas colonias se presentan altos niveles de desnutrición, analfabetismo, enfermedades gastrointestinales y en muchas ocasiones estas familias no tienen ni para comer”.
“En esta misma perspectiva el Comité Regional Campesino de Córdoba, Veracruz, señaló que en este año más de 15 mil labriegos de los municipios del centro de la entidad han emigrado a los estados del norte y a los Estados Unidos: el motivo los bajos salarios y la falta de programas para reconvertir el campo veracruzano y generar nuevas fuentes de trabajo. Estas condiciones han provocado un éxodo alarmante en los municipios de Yanga, Cuitláhuac, Amatlán, Carillo Puerto, Paso del Macho, Fortín de la Flores, Córdoba y Orizaba”.
Si bien estos datos corresponden al año 2002 y el estudio se llevó a cabo durante el sexenio anterior, me pregunto ¿Cómo estamos hoy en día? ¿Ha mejorado tanto nuestra economía que nos permitimos hacer semejante derroche de dinero en las campañas políticas?
Escribo estas líneas en el medio día del 23 de agosto… un día que se siente diferente a otros. En el país, en el estado, en la ciudad, estamos en espera de que el temido huracán Dean llegue, de que elija la zona por la cual penetrar y herir nuevamente la tierra mexicana. En ella sembrará miedo y devastación. A lo lejos se escuchan sus furiosos bramidos. Las ráfagas de viento aumentan en intensidad y frecuencia.
Anoche recibí por Internet una fotografía de su maligno y gigantesco ojo, pero al mismo tiempo me enviaron un valiosísimo correo que contiene un texto denominado “Ante los huracanes” escrito por el doctor Luis Kasuga Osaka que es un excelente compendio de consejos del qué hacer y del qué no hacer, antes durante y después del siniestro… concluye diciendo el texto: “No hay nada más valioso que tu vida”.



Concluyo el escrito cuando Dean se ha desbaratado, cuando incrementó la pobreza de los pobres… Las elecciones pasarán al igual que lo hizo Dean… ¿Qué por quien votaré? Votaré seguramente por el mismo candidato que elegirá el comentarista anónimo de Isabel, aquél que dijo: Un candidato que se ocupe de él, que quiera aprender, saber, conocer y valorar el puerto de Veracruz, un candidato que no sea solamente carteles, sino conocimiento de su puerto, su gente y sus necesidades. Agrego hoy: un partido que no se asome a mi página de Internet. Por ese candidato, por ese partido… votaré.

domingo, agosto 26, 2007

Charles Baudelaire: Las flores del mal



I LA DESTRUCCION
El demonio se agita a mi lado sin cesar;
flota a mi alrededor cual aire impalpable;
lo respiro, siento como quema mi pulmón
y lo llena de un deseo eterno y culpable.
A veces toma, conocedor de mi amor al arte,
la forma de la más seductora mujer,
y bajo especiales pretextos hipócritasa
costumbra mi gusto a nefandos placeres.
Así me conduce, lejos de la mirada de Dios,
jadeante y destrozado de fatiga, al centro
de las llanuras del hastío, profundas y desiertas,
y lanza a mis ojos, llenos de confusión,
sucias vestiduras, heridas abiertas,
¡y el aderezo sangriento de la destrucción!


II UNA MARTIR

Dibujo de un maestro desconocido
En medio de frascos, telas sedosas,
y muebles voluptuosos,
de mármoles, pinturas, ropas perfumadas,
que arrastran los pliegues suntuosos,
en una alcoba tibia como en un invernadero,
donde el aire es peligroso y fatal,
dónde lánguidas flores en sus ataúdes de cristal
exhalan su suspiro postrero, un cadáver sin cabeza derrama, como un río,
en la almohada empapada,una sangre roja y viva, que la tela bebe
con la misma avidez que un prado.
Parecida a las tétricas visiones que engendra la oscuridad
y que nos encadenan los ojos,la cabeza, con la masa de su crin sombreada,
y de sus joyas preciosas,
en la mesilla de noche, como una planta acuática,
reposa, y, vacía de pensamientos,
una mirada vaga y blanca como el crepúsculo
escapa de sus ojos extraviados.
En el lecho, el tronco desnudo, sin pudor,
en el más completo abandono, muestra
el secreto esplendor y la belleza fatal
que la naturaleza le donó.
Una media rosada, adornada con hilo de oro, en la pierna
ha quedado cual recuerdo.
La liga, al igual que un ojo secreto que llamea,
lanza una mirada diamantina.
El singular aspecto de esta soledad
y de un gran retrato voluptuoso,de ojos provocativos como su actitud
revela un amor tenebroso, una culpable alegría y fiestas extrañas,
llenas de besos infernales,que regocijarán a los ángeles malos
nadando entre cortinas y chales.
Sin embargo, al ver la esbeltez elegante
del hombro y su trazo quebrado,
la cadera levemente afilada,
y la cintura ágillo mismo que un reptil irritado, se advierte
que ella es joven aún. -Su alma exasperada
y sus sentidos mordidos por el tedio,
¿se habían entregado a la jauría enfurecida
de deseos errantes y perdidos?
El hombre vengativo al que no pudiste, viviendo,a pesar de tanto amor, aplacar,
¿sació en tu carne, inerte y complaciente,toda la inmensidad de su deseo?
¡Responde, cádaver impuro! ¿Por tus rígidas trenzaste levantó con brazo febril?
Dime, cabeza horrible, ¿en tus fríos dientes
hay aún sus últimos adioses?
-Lejos del mundo burlón, lejos de la multitud impura,
lejos del magistrado curioso,
duerme en paz, duerme en paz, extraña criatura,
en tu sepulcro misterioso;
tu esposo corre el mundo, y tu forma inmortal
vela junto a él cuando duerme;
lo mismo que tú sin duda te será fiely constante hasta la muerte.


III MUJERES CONDENADAS

Como un rebaño pensativo sobre la arena acostadas,
entornan los ojos hacia el horizonte marino,
y sus pies que se buscan y sus manos enlazadas
tienen dulces languideces, amargos escalofríos.
Unas, corazones que aman las largas confidencias,
en el corazón de los bosques y junto a los arroyos,
deletrean el amor de las tímidas infanciasy marcan en el tronco los jóvenes arbolillos;
otras, como hermanas, andan lentas, graves,
a través de las rocas llenas de apariciones,
donde san Antonio vio surgir como lavas,
desnudo el seno, a sus purpúreas tentaciones.
Las hay que a la lumbre de resinas goteantes,
en el hueco mudo de los viejos antros paganos,
te llaman en socorro de sus fiebres aullantes,
¡oh Baco, adormecedor de viejos remordimientos!
Y otras, cuya garganta gusta de escapularios,
que, ocultando un látigo bajo sus largos vestidos,
mezclan en la noche oscura y los bosques solitarios
espuma del placer y lágrimas de la tortura.
¡Oh vírgenes, oh demonios, oh monstruos, oh mártires!,
grandes espíritus negadores de la realidad,
buscadores de lo infinito, devotos y sátiros,
ora llenos de furor, ora llenos de llanto,
vosotras, a las que en vuestro infierno mi alma os ha seguido,
pobres hermanas, os amo tanto como os compadezco
por vuestras dolorosas tristezas, vuestra sed no saciada,
y las urnas de amor que llenan vuestro corazón.
IV LAS DOS BUENAS HERMANAS
La Licencia y la Muerte son dos buenas muchachas,
pródigas de sus besos y ricas en salud;
su flanco siempre virgen y cubierto de hilachas,
con la eterna labor jamás ha dado a luz.
Al poeta siniestro, enemigo del hogar,
favorito del infierno, cortesano sin más,
tumbas y lupanares le muestran tras su vallado
un lecho que el remordimiento no frecuenta jamás.
Y el ataúd y la alcoba con grandes blasfemias
nos ofrecen alternando como buenas hermanas
terribles placeres y horribles deleites.
¿Cuándo quieres enterrarme, Vicio de brazos inmundos?
Muerte, su rival en atractivos, ¿cuándo vendrás
a plantar tus negros cipreses sobre sus mirtos fétidos?
V LA FUENTE DE SANGRE
A veces siento mi sangre correr en oleadas,
lo mismo que una fuente de rítmicos sollozos;
la oigo correr en largos murmullos,
pero en vano me palpo para encontrar la herida.
A través de la ciudad, como un campo cerrado,
va transformando las piedras en islotes,
saciando la sed de cada criatura,y coloreando en rojo toda la natura.
A menudo he pedido a estos vinos
aplacar por un solo día el terror que me roe;
el vino torna el mirar más claro y el oído más fino.
He buscado en el amor un sueño de olvido;
pero el amor no es para mí sino un colchón de alfileres,
hecho para dar de beber a esas crueles mujeres.
VI ALEGORIA
Es hermosa mujer, de buena figura,
que arrastra en el vino su cabellera.
Las garras del amor, los venenos del garito,
todo resbala y se embota en su piel de granito.
Se ríe de la Muerte y desprecia la Lujuria,
y ambas, que todo inmolan a su ferocidad,
han respetado siempre en su juego salvaje,
de ese cuerpo firme y derecho la ruda majestad.
Anda como una diosa y reposa como una sultana;
tiene por el placer una fe mahometana,
y en sus brazos abiertos que llenan sus senos
atrae con la mirada a toda la raza humana.
Ella cree, ella sabe, ¡doncella infecunda!,
necesaria no obstante a la marcha del mundo,
que la belleza del cuerpo es sublime don,
que de toda infamia asegura el perdón.
Ignora el infierno igual que el purgatorio,
y cuando llegue la hora de entrar en la noche negra,
mirará de la Muerte el rostro,
como un recién nacido, sin odio ni remordimiento.
VII LA BEATRIZ
En terrenos de ceniza, calcinados, sin verdores,
mientras me lamentaba un día a Naturaleza,
y mi pensamiento vagaba al azar,
sintiendo en mi corazón clavarse el puñal,
vi, en pleno mediodía, descender sobre mi cabeza
una oscura nube grande y tempestuosa,
que llevaba un rebaño de viciosos demonios,
parecidos a enanos crueles y curiosos.
Pusiéronse a contemplarme fríamente
y, como hablando de algún loco que pasa,
les oía reír y murmurar entre sí,
y cambiar más de un guiño y más de un ademán.
«Contemplemos a gusto esta caricatura,
esta sombra de Hamlet que imita su gesto,
la mirada indecisa y los cabellos al viento,
¿no da pena ver a ese vividor,ese vago, ese histrión sin teatro, ese gracioso,
que porque sabe representar con arte su papel,
quiere interesar con sus cantos de dolor
a las águilas, grillos, arroyos y flores,
e incluso a nosotros, autores de estas viejas rimas,
y recitarnos a gritos sus públicas parrafadas? »
Hubiera podido (mi orgullo, alto como el monte,domina la nube y el clamor de los demonios)volver simplemente mi cabeza serena,
si no hubiese entre su tropa obscena,
¡crimen que no hizo tambalear al sol!,
la reina de mi corazón, de mirada sin igual,
que se reía con ellos de mi sombría tristeza
y les hacía, a veces, alguna sucia caricia.
VIII UN VIAJE A CYTEREA
Mi corazón, como un pájaro, revoloteaba feliz,
y volaba libremente alrededor de las cuerdas;
el navío corría bajo un cielo sin nubes,
como ángel embriagado de un sol radiante.
¿Qué isla es ésta tan negra y triste?- Es Cyterea,
nos dicen, un país famoso en las canciones,
Eldorado trivial de todos los solterones.
Mirad, después de todo es una pobre tierra.
-¡Isla de dulces secretos y de fiestas del corazón!
De la antigua Venus el soberbio fantasma,
más allá de tus mares flota como un aroma,
y llena los espíritus de amor y languidez.
Bella isla de verdes mirtos, llena de capullos en flor,
siempre venerada por todas las naciones,donde los suspiros de amantes corazones
avanzan como el incienso por jardines de rosas o el eterno arrullo de la paloma torcaz.
-Cyterea no era más que una tierra pobre,
un desierto rocoso turbado por gritos feroces.
¡Sin embargo, presentía yo allí algo singular!
Aquello no era un templo de sombras selváticas,
donde la joven sacerdotisa, eterna enamorada de las flores,
iba, el cuerpo ardiente por calores secretos,
entreabriendo sus ropas a las brisas ligeras;
pero, he aquí que rozando la costa el bauprés,
al asustar los pajáros con nuestras velas blancas,
pudimos ver que era un patíbulo de tres zancas,
destacado en el cielo, negro como un ciprés.
Las aves rapaces, posadas en su cumbre,
destrozaban con furia a un ahorcado ya podrido:
cada una hundía, como un clavo, su impuro pico
en los rincones sangrientos de aquella podredumbre.
Eran los ojos agujeros, y del vientre desfondadol
os gruesos intestinos caían sobre los muslos;
y sus verdugos, ahítos de espantosas delicias,
a picotazos lo habían castrado por completo.
Bajo los pies, una manada de celosos cuadrúpedos
levantado el hocico, merodeaba;
una bestia más grande se agitaba en el centro,
como un verdugo rodeado de auxiliares.
¡Oh habitante de Cyterea, de un cielo tan hermoso,
silenciosamente sufrías estos insultos
en una expiación de tus infames cultos,
y los pecados que te impidieron el descanso eterno!
¡Ridículo ahorcado, tus dolores son los míos!
Yo sentí, a la vista de tus miembros flotantes,como un vómito subir hasta mis dientes
el largo río de hiel de mis antiguos dolores.
Ante ti, pobre diablo, tan caro de recordar,
sentí todos los picos y todos los mordiscosde los cuervos fieros y de las panteras negras,
que antaño tanto gozaban en machacar mi carne.
El cielo estaba embrujado, la mar en calma;
para mí todo era negro y sangriento para siempre,
¡ay!, y tenía, como en un espeso sudario,
el corazón amortajado en esta alegoría.
En tu isla, oh Venus, no encontré en mi viaje
más que un patíbulo simbólico donde colgaba mi imagen...
-¡Oh Señor! Dame la fuerza y el coraje¡de contemplar mi cuerpo y mi alma sin asco!
IX EL AMOR Y EL CRANEO
Viñeta antigua
El amor está sentado en el cráneo
de la Humanidad,
y desde este trono, el profano
de risa desvergonzada,
sopla alegremente redondas pompas
que suben en el aire,
como para alcanzar los mundos
en el corazón del éter. El globo luminoso y frágil
toma un gran impulso,
estalla y exhala su alma delicada,
como un sueño de oro. Y oigo el cráneo a cada burbuja
rogar y gemir:-Este juego feroz y ridículo,¿cuándo acabará?
Pues lo que tu boca cruel
esparce en el aire,
monstruo asesino, es mi cerebro,¡mi sangre y mi carne!

Juan E. fernández Romar: Los fármacos malditos y otras notas







Psicoterapia y sustancias psicoactivas.






Luego de la Segunda Guerra Mundial sobrevino una época de gran experimentación bioquímica tanto en EE.UU. como en Europa. La inclusión de "tranquilizantes mayores" como la clorpromazina o la reserpina en el arsenal terapéutico de los psiquiatras alentó esperanzas de encontrar soluciones químicas para las patologías mentales. Si estos tranquilizantes mayores, también llamados neurolépticos, habían logrado erradicar casi por completo los chalecos de fuerza para el control y tratamiento de los síndromes maníacos se podía esperar mucho de las nuevas sustancias psicotrópicas. A fines de los años 40 y comienzo de los `50 no sólo se ensayaron las posibilidades terapéuticas del LSD y la psilocibina sino que se creó una modalidad clínica que levantó una gran polvareda: el narcoanálisis. Intentando aprovechar las posibilidades del -por entonces idealizado- "suero de la verdad", se experimentó con diversos pacientes aplicándoles una inyección intravenosa de productos como el pentotal o el amital sódico, para lograr un estado "hipnagógico", en el que estuviesen atenuadas las defensas del yo. Una vez logrado ese estado, el terapeuta comienza a formular preguntas o solicita un régimen de asociación libre buscando por alguna de estas vías la exteriorización de los conflictos o el recuerdo de escenas traumáticas. De esta forma tanto el terapeuta como el paciente intentaban establecer nuevas relaciones entre comportamientos y motivaciones psicológicas, y entre éstas últimas y los recuerdos dolorosos .No obstante la práctica del narcoanálisis suscitó una gran cantidad de problemas judiciales e incluso políticos. Tanto del punto de vista deontológico como de la eficacia práctica, resultaba indispensable el consentimiento del paciente y una disposición colaboradora muy alta; más teniendo en cuenta las fantasías persecutorias que despertaba el ser analizado bajo los efectos de algún "suero de la verdad". Asimismo se observó que la verdad no siempre emergía y que los pacientes podían revelar grados muy diferentes de disponibilidad o de resistencia a responder y que en sus "revelaciones" solían mezclar fantasías con hechos reales desmoronando la hipótesis de una posible objetividad lograda por vía química.

Del narcoanálisis al LSD




Luego de la publicación de los primeros informes científicos sobre los efectos del ácido lisérgico, se iniciaron una serie de investigaciones sobre las propiedades psicotomiméticas de esta sustancia. Al observarse que la misma podía producir un estado controlable de fluctuación emocional entre la ansiedad depresiva y la euforia, en el que se incrementaban las asociaciones y los recuerdos, acompañados de episodios de catarsis y abreacción, se intentaron las primeras experiencias terapéuticas. Uno de los primeros ensayos que aparecieron sobre el tema fueron los de A. Busch y W. Johnson compilados en "La dietilamida del ácido lisérgico como auxiliar en la psicoterapia", donde alentaban el uso de la droga ya que sus pacientes habían podido verbalizar contenidos reprimidos durante la intoxicación.En 1952, C. Savage, otro investigador publicó en una revista de la sociedad de psiquiatría norteamericana los resultados de un experimento farmacológico. Había administrado pequeñísimas dosis de LSD regularmente a una vasta serie de pacientes tratando de usar esta droga como un euforizante para el tratamiento de las depresiones. Pero los resultados fueron muy magros y evaluó que empleado de esta forma no servía de mucho.En 1954, Sandison y colaboradores, comunicaron los resultados de otra experiencia en la que administraban repetidamente dosis bajas (de 50 a 70 microgramos) a pacientes que estaban atravesando por una psicoterapéutica de corte psicoanalítico. Por medio del ácido buscaban fomentar "la irrupción de material inconsciente". A esta técnica la denominaron terapia psicolítica y apoyados en su propia experiencia clínica aconsejaban su uso.En 1957, Osmond introdujo otra línea de trabajo basada en una dosis única y alta de LSD (200 microgramos o más), buscando producir en el paciente una experiencia tan abrumadora que le cambiase la vida. Sus primeros intentos fueron con alcohólicos y en algunos casos lograron resultados sorprendentes en una sola sesión maratónica de diez o más horas. Fue el inicio de la denominada terapia psicodélica, una forma particularmente breve e intensa de tratamiento, que requería de un auxiliar de enfermería a disposición del psiquiatra, y que tenía en cuenta además los estímulos ambientales, buscando un entorno cómodo, agradable, con música y decorados sugerentes. Basándose en los rituales de la Iglesia Nativa Norteamericana en los que utilizaban peyote, el terapeuta guía, moldea, y programa el curso de la sesión, permaneciendo flexiblemente compenetrado con el devenir emocional de su paciente, dándole seguridad y continentándolo en los momentos de mayor ansiedad. Generalmente, la experiencia estaba precedida por una preparación de aproximadamente un mes en el que el terapeuta buscaba crear un rapport conveniente e intentaba desarrollar en el paciente un grado elevado de confianza en las perspectivas de ese tratamiento. Del mismo modo, luego de la sesión con LSD se desarrollaba un tratamiento de apoyo y reorientación de duración variable.Uno de los centros de salud donde más se ensayó la terapia psicodélica fue el Hospital Estatal de Spring Grove, de Baltimore, Maryland. Allí se probó esta modalidad terapéutica con más de doscientos pacientes con diagnósticos de neurosis y alcoholismo.En la evaluación final de esta investigación que finalizó en marzo de 1967 (luego de tres años de aplicación regular de un programa terapéutico) debido a los problemas que implicaba el uso de sustancias ilegales, su responsable, Albert Kurland, por entonces Director del Departamento de Higiene Mental del Estado de Maryland, consideró que la terapia psicodélica resultaba especialmente útil para el abordaje de pacientes refractarios a otras modalidades de psicoterapia más convencionales. Asimismo señaló que: "Nos ha impresionado el número relativamente pequeño de secuelas atribuibles a esta modalidad de tratamiento...Los riesgos de esta forma de tratamiento, cuando está aplicado por personal adiestrado, no parecen ser ni especiales ni extraordinarios.En conclusión, debe hacerse hincapié en que no se cree que el LSD posea efectos benéficos inherentes, o sea que su aplicación sea distinta a la de otras drogas o agentes quimioterapéuticos y fuera de lo común, muchas de las cuales son irrelevantes a su empleo terapéutico (la producción de las denominadas alucinaciones, etc.). La historia del trabajo experimental realizado con este compuesto ha indicado profusamente que los resultados benéficos no se consiguen solamente con administrarlo; de hecho resulta bastante claro que sin intención, preparación y cuidado terapéuticos, la administración de la droga a sujetos humanos resulta definitivamente peligrosa. El potencial terapéutico del LSD depende fundamentalmente de su capacidad para activar en el paciente un período de emocionalidad intensa, al mismo tiempo que permite el control, la dirección y la guía por parte del terapeuta. El propósito y la estructuración terapéuticos se centran en la secuencia de la experiencia psicológica. Una analogía que hemos usado algunas veces para tratar de ilustrar el papel del LSD en la terapia es la de un bisturí en una intervención quirúrgica: el bisturí es útil pero sin el cirujano hábil no es más que un instrumento peligroso." (1)

Experiencias nacionales




El 26 de agosto de 1964 varios psiquiatras uruguayos (Berta, Duarte, Severino, Silvera y Gaspar) informaron positivamente sobre una larga serie de experiencias psicoterapéuticas con enteógenos en el Sexto Congreso Internacional de Psicoterapia realizado en Londres. En una extensa comunicación científica presentada por el Dr. Juan P. Severino daban cuenta de varios años de investigaciones en una nueva técnica fármaco-psicoterápica que estaban desarrollando y a la que habían denominado: psicolisis dirigida. En este ensayo resumían un bagaje experiencial de 377 sesiones desarrolladas a lo largo de cuatro años con 105 casos tratados (57 hombres y 48 mujeres) con una amplia gama de síntomas y diagnósticos psiquiátricos. El fundamento técnico lo habían buscado en el "rêve éveillé dirigé" o "ensueño dirigido" de Robert Desoille *. No obstante, la forma en que instrumentaban esta técnica difería de las otras técnicas de imaginación dirigida por el empleo de psicolíticos.La ensoñación activada se caracterizaba "por una mayor fluidez dinámica de la corriente imaginaria con numerosos cambios, metamorfosis espontáneas, por una mayor riqueza cuantitativa y cualitativa de las imágenes y por una aumentada profundidad de las vivencias con participación vivencial mas estrecha e intensa" (2)El método empleado era el siguiente. Primeramente, elaboraban una historia personal del paciente tratando de distinguir una doble lista de estímulos (objetos, seres, situaciones): los que le procovan ansiedad y angustia y los que le provocan sedación y tranquilidad. Estos eran luego utilizados para el desarrollo de situaciones imaginarias durante el ensueño. En ocasiones realizaban un estudio psicológico y le solicitaban además al paciente, que elaborase por escrito su propia autobiografía, relato que podía ser complementado en entrevistas clínicas posteriores.Cuando ingresaban a la etapa del desarrollo de la psicolisis dirigida, lo primero que se ensayaba era alguna técnica de relajación en algún consultorio con luz ténue, poco ruido, ambiente templado, posición decúbito dorsal, y con el psicoterapéuta sentado al lado y de frente al paciente. Cuando el paciente estaba convenientemente relajado y dispuesto a encarar la experiencia se le inyectaba por vía parenteral LSD (de 100 a 300 gamas o microgramos, una o dos ampollas) o bien de 3 a 6 mg de psilocibina, aunque en ocasiones probaron la administración de ambas drogas. Seguidamente comenzaban con el ensueño dirigido, proporcionando una situación imaginaria inductora antes de que el psicolítico inicie su activación.Este proceso terapéutico exigía entrevistas semanales, intercalando la psicolisis dirigida entre dos sesiones destinadas a reflexionar sobre la experiencia vivida. Normalmente, las sesiones de ensueño psicolítico duraban más que las otras, de 2 a 3 horas, y se realizaba un promedio de dos rêveries por sesión.Este equipo de investigación se permitió también utilizar una gran variedad de recursos psicoterapéuticos además del citado ensueño dirigido; incorporando según las necesidades del caso, técnicas psicodramáticas; técnicas conductistas como las llamadas respuestas de relajación de Wolpe (entrenando al paciente en una relajación psico-física cuando evoca situaciones imaginarias angustiantes); y estrategias psicoanalíticas de análisis de los contenidos inconscientes emergentes (aunque no tomaban en cuenta ni analizaban la transferencia), entre muchas otras.Las valoraciones que realizaron sobre esta extensa investigación fueron francamente positivas. "En casos de toxicomanías, neurosis de carácter, personalidades psicopáticas, neurosis obsesiva, la técnica psicolítica dirigida ha permitido una acción decisiva e inmediata, incluso en sujetos donde otras técnicas y tratamientos biológicos habían fracasado y no era posible su reanudación."(3)Curiosamente no encontraron ningún tipo de inconveniente que condicionara su aplicación. "No hemos encontrado ninguna contraindicación especial para la aplicación del tratamiento psicolítico dirigido. Lo empleamos incluso en sujetos epilépticos (con E.E.G. anormal) sin que podamos señalar accidentes somáticos o psíquicos. Nunca se empleó el Largactil, como antídoto, por vía parenteral, a pesar de la dosis corrientemente empleadas y que se consideran medianas y fuertes." (4)

Las causas de su prohibición




Tal como han señalado tanto Kurland como este equipo de investigadores uruguayos, las reacciones adversas en experiencias terapéuticas bajo supervisión profesional han sido siempre mínimas. Según el Dr. Donald Louria de la Universidad de Harvard, la tasa de reacciones adversas computadas en tratamientos terapéuticos nunca han superado el ínfimo 0,08%No obstante, en los informes que le llegaron al Congreso de los EE.UU. y que determinaron finalmente la prohibición de esta sustancia, se hacía especial énfasis en las reacciones adversas que generaba el LSD consumido sin vigilancia médica. Estos informes particularmente alarmantes se basaban principalmente en estudios epidemiológicos a nivel hospitalario de pacientes ingresados por descompensaciones originadas por el consumo de LSD. Además de las esperables reacciones esquizofrénicas generadas en consumidores ocasionales, y de diversos casos de suicidio bajo sus efectos, se agregaba en el gran rubro de reacciones adversas, a niños que habían ingerido accidentalmente LSD, a personas que manifestaban "conductas antisociales" (sin aclarar cuáles eran éstas), e incluso a personas que bajo los efectos de la droga exteriorizaban de algún modo algún deseo homosexual. Categorías de discutible importancia y de gran contenido ideológico que colaboraron en la decisión de prohibir la producción legal de esta sustancia.Sin embargo, tiempo después se supo que luego de ser prohibido, el LSD pasó a manos de militares que experimentaron largamente con él para finalmente incluirlo en su lista de armas estratégicas.

Citas y comentarios:




* Ensueño dirigido: Técnica que tiene como finalidad la intervención en el psiquismo mediante una transformación simbólica. Acostado en una semioscuridad, la persona es invitada a ponerse en un estado de relajación. Se parte de una imagen de un sueño nocturno o de alguna que haya surgido en la sesión anterior y se le propone al paciente moverse en ese espacio imaginario. El terapeuta anota las asociaciones y emociones despertadas. Por su parte el paciente se esfuerza por interpretar estas asociaciones y por reflexionar sobre lo que ocurre. Otras técnicas similares, emparentadas con ésta son muy usadas en terapias grupales y se las conoce como visualizaciones.)




1) El potencial terapéutico del LSD en medicina, por Albert Kurland, transcripto en la compilación LSD: Individuo y sociedad, de De Bold y Leaf, Ed. Cuadernos de Joaquím Mortiz, México, 1970, págs.33 y 34.
2) Psicolisis dirigida por Berta, Duarte, Severino, y otros, Edición a cargo de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Universidad de la República, Montevideo, 1965, pág. 7.
3 y 4) Idem. págs. 26.
Otra bibliografía consultada:
De Bold y Leaf; LSD: Individuo y sociedad, , Ed. Cuadernos de Joaquím Mortiz, México, 1970.
Fages J., Historia del psicoanálisis después de Freud, Ed. Martínez Roca S.A., Barcelona, 1979.
Kennedy N., Efectos clínicos de las drogas psicoactivas: ¿dañinas o terapéuticas?, artículo compilado en Las adicciones: dimensión, impacto, y perspectivas, Ed. El Manual Moderno, México, D.F., 1994.
Nowlis H., La verdad sobre las drogas, Ed. Unesco, París, 1975.
Zehentbauer J. , Drogas endógenas: Las drogas que produce nuestro cerebro, Ed. Obelisco, Barcelona, 1995.

Sustancias psicoactivas y literatura






Las sustancias psicotrópicas están presentes en los primeros registros escritos que se conocen dando cuenta de la importancia que le otorgaban a éstas las culturas antiguas. Hace más de 3000 años, el Papiro Terapéutico de Tebas, uno de los registros escritos más antiguos, aludía al uso del opio. En el mismo sentido, desde 1968, gracias a Gordon Wasson, también sabemos que el soma, aquella planta milagrosa de los dioses, adorada por los arios que invadieron el valle del Indo hace 3.500 años, y celebrada extensamente el los Vedas (textos básicos del hinduismo moderno) era justamente un hongo alucinógeno. Asimismo, Homero y Virgilio legaron múltiples referencias a sustancias psicoactivas y en particular del opio.Expertos en etnobotánica como Peter Furst explican la barroca imaginería medieval de pintores y escritores que describían los tormentos infernales como un resultado de la ingestión involuntaria de cornezuelo de centeno, un hongo inferior que ataca a las plantas gramíneas y en particular el centeno. Este hongo que produce compuestos alucinógenos similares al LSD fue responsable de una enfermedad por intoxicación, denominada ergotismo, que adquirió dimensiones epidémicas en Europa en distintos momentos entre los siglos XI y XIX.En el mundo europeo luego del descubrimiento de América, si descartamos el alcohol (la droga más extendida y de mayor impacto cultural), encontramos que el opio fue el que concitó la mayor atención de los escritores. El primer cultor célebre del consumo de opio fue el dramaturgo inglés Thomas Shadwell (1642-1692) aunque recién un siglo después se tornó significativo su influencia en la literatura.En el siglo XIX, Thomas de Quincey (1785-1859) conmovió al público europeo con una obra en la que documentó el uso del opio y las peculiaridades de los ambientes en que se lo consumía, Las confesiones de un inglés comedor de opio (1821). Libro que dividió las aguas entre admiradores y detractores moralistas, determinando además que se lo considerase un "escritor maldito" y el "Papa de la Iglesia del Opio".La edición inglesa llegó rápidamente a Francia e interesó particularmente a los poetas Alfred de Musset y Charles Baudelaire. Alfred de Musset se abocó enseguida a su traducción pero prefirió tímidamente firmar con sus iniciales su trabajo.



Baudelaire, entusiasmado con la obra de Quincey, tomó como referencia Las confesiones... y otro menos conocido Suspiria de profundis, y redactó un par de ensayos sobre la experiencia psicodélica donde incluía un análisis de los efectos del haschich. Debido al éxito de estos ensayos, el editor de Las flores del mal, le propuso a Baudelaire publicar ambos en un sólo texto que salieron de prensa en 1960 bajo el título de Los paraísos artificiales.Baudelaire era un buen conocedor de esta temática. En 1843, al ser declarado mayor de edad, se mudó al hotel Pimodan, el cuartel general de un club de consumidores de haschich capitaneados por el poeta Teóphile Gautier, quien le prologó la tercera edición de su obra mayor Las flores del mal.No obstante, Baudelaire siempre mantuvo una actitud de cierta reserva moral con respecto al consumo indiscriminado de psicotrópicos. La lista de escritores anteriores al presente siglo que en algún momento experimentaron con haschich o con opio es muy extensa e incluye entre muchos otros de menor jerarquía artística a Poe, Percy Shelley, Rimbaud, Oscar Wilde, Lord Byron, William Blake, e Elizabeth Barret Browning. En 1916, en medio de la primer Guerra Mundial, el poeta Tristan Tzara, el dramaturgo Hugo Ball, y otros inauguraron en el barrio antiguo de Zurich el legendario Cabaret Voltaire, cuna del movimiento dadaísta, lugar de preferencia para muchos consumidores de opiáceos. Sustancias que interesaron a muchos surrealistas como el poeta Antonin Artaud o la gran documentalista de esa época, Anaïs Nin.La experimentación psicodélica cobró una nueva dimensión literaria con la llamada generación beat que fuera emblematizada por Allen Ginsberg, William Borroughs, y Jack Kerouac. Trío que junto a Neil Cassidy configuró una usina creativa tan afecta a la investigación como a los excesos. "Mis pensamientos se orientan hacia el delito, son increíbles viajes de exploración, expresión en términos de acto extremo, de un exceso de sentimiento o de conducta que logre resquebrajar las pautas humanas" escribió Ginsberg, poeta que a comienzos de los 50 ayudó a William Borroughs a difundir en Occidente las propiedades de la ayahuasca. En sus Cartas del yajé Borroughs dio cuenta de su periplo sudamericano en busca de ese potente enteógeno. Sustancia que en 1991 sería tomada nuevamente como fuente de inspiración por el poeta argentino Néstor Perlongher, quien escribió su poemario neobarroco Aguas aéreas bajo los efectos de esa exótica liana psicoactiva.Los beatniks no sólo experimentaron con todas las drogas que existían en el mercado americano de entonces sino que salieron por el mundo en busca de las plantas sagradas de los indígenas inaugurando una pesquisa hasta entonces reservada a los científicos. Pero cabe aclarar que ese movimiento de búsqueda e indagación con sustancias psicodélicas no fue patrimonio exclusivo de los beatniks, un escritor mucho mayor que ellos llamado Aldous Huxley publicó a los 60 años Las puertas de la percepción. Cielo e infierno, libro que marcó a fuego a la generación posterior, los hippies.Otro célebre escritor americano vinculado estrechamente a los alucinógenos fue Ken Kesey, quien durante un tiempo se prestó para experimentos científicos y de esta forma descubrió los efectos del LSD. Su libró más famoso Alguien voló sobre el nido del cuco fue escrito parcialmente bajo los efectos de la psilocibina, la mescalina, y el LSD.A fines de los 60 el uso social de alucinógenos creció enormemente influyendo en forma directa o indirecta a una gran cantidad de escritores en todo el mundo que comenzaron a tematizar de una u otra forma su consumo. Paralelamente la mercantilización furiosa y clandestina de los agentes psicoactivos, y el aumento de la criminalidad que ha rodeado su comercio, ha acentuado aún más el dilema sobre el uso de psicotrópicos. Sustancias que pueden ser tanto las llaves a un mundo inexplorado como la contraseña de ingreso al infierno.

Ayahuasca: La liana de los sueños




En 1851, el explorador inglés Richard Spruce, que contaba con una buena formación en botánica, descubrió que los indios tukanos del Vaupés en Brasil, consumían con fines religiosos una liana a la que llamaban "caapi". Al estudiar la planta en cuestión, Spruce se percató de que se trataba de una especie de Banisteria que hasta ese momento no había sido clasificada. Incluso tomó muestras de la liana esperando poder realizar algún estudio químico que nunca se concretó. De hecho, el análisis de la planta debió esperar más de un siglo concretándose recién en 1969. Ese análisis cualitativo y otros estudios posteriores permitieron identificar los alcaloides de la Banisteriopsis, los betacarbolinos: harmina, harmalina, y tetrahidro-harmina. Los bioquímicos también aportaron respuestas al por qué las culturas ayahuasqueras suelen complementar la preparación de su poción de liana con alguna otra planta.Aunque hay una gran variedad de combinaciones posibles de plantas complementarias en la preparación, las aditivas más comunes son la Psychotrya viridis, anteriormente citada, y una planta malpighiacea Diplopterys cabrereana. El elemento común entre ambas es que las dos contienen triptaminas, sustancias psicoactivas al ser ingeridas oralmente.Cuando cualquiera de estas plantas aditivas son mezcladas con la Banisteriopsis se potencia sensiblemente el efecto del preparado. Este hecho configura una auténtica proeza farmacológica dado que se trata de una combinación eficiente de plantas, que no crecen juntas, y que se integran a un ecosistema compuesto por más de 80.000 especies diferentes de vegetales.No obstante, no todo es química en el mundo de los ayahuasqueros americanos. Algunos chamanes contemporáneos suelen incorporar a sus pócimas otros elementos que sólo cuentan con un determindado valor simbólico. Luis Eduardo Luna, suele comentar cómo se sorprendió al ver a un chamán colombiano que agregaba una pizca de ácido de una batería de auto a su preparación de ayahuasca con el fin de agregarle algo del "poder" de un vehículo motorizado. Pero volvamos a Spruce.



Nombres y taxonomías



En un viaje posterior por los Andes ecuatorianos, Spruce constató que los Záparos consumían una pócima extraña denominada "ayahuasca" elaborada de la misma forma que el "caapi" que había visto en Vaupés. Investigadores posteriores que descubrieron una gran variedad de denominaciones regionales para el mismo preparado. La misma fórmula usada con fines similares puede ser encontrada tanto en el oeste y sudoeste amazónico de Bolivia, Colombia, Brasil, Ecuador, o Perú, como en la zona del Pacífico de Ecuador y Colombia. Sus nombres pueden variar mucho, siendo llamada ayahuasca en Perú y Ecuador; yajé o pindé en Colombia; caapi en Brasil y en algunas regiones de Colombia; natema (o natém) en ciertas zonas de Ecuador; o bien Santo Daime, en diversas zonas de Brasil, ya que se trata de la versión sacramental de una religión sincrética nacida en el estado del Acre (Brasil), que ha logrado extenderse dentro y fuera de fronteras, y que cobró forma doctrinaria a través de las enseñanzas de Raimundo Irineu Serra y Sebastián Mota de Melo. Para los nativos del Amazonas existen diversas variedades de ayahuasca aunque el botánico occidental las encuentre indistinguibles entre sí. Las taxonomías indígenas difieren sustancialmente de las occidentales. Para ellos, una variedad no sólo se reconoce por la forma sino por su edad, su potencia psicoactiva, o por el lugar en que se encuentra, entre otras variables.

Prácticas oraculares y vómitos terapéuticos




La primera referencia édita sobre la ayahuasca o yajé apareció en 1858, en un texto ecuatoriano de geografía, en donde se citaba el uso de una droga preparada por los Záparo y otras tribus del río Napo con los más diversos fines. De acuerdo a ese informe escrito por un tal Villavicencio, los indios utilizaban esa sustancia para predecir oracularmente futuros sucesos, para tomar decisiones políticas adecuadas en casos de crisis o peligro, para lograr ciertos fines medicinales, para entablar amistad con otras tribus, o bien para ganarse el amor de una mujer. La variedad de fines que los diferentes pueblos le otorgan a la intoxicación deliberada con ayahuasca, asombra; más teniendo en cuenta que nunca configura una situación plenamente placentera ni una instancia lúdica de divertimento.Los efectos fisiólogicos más comunes de la ingestión de cualquier preparado en base a Banisteriopsis son nauseas, vómitos, y diarreas. Asimismo, el consumo de cualquiera de estas bebidas origina habitualmente una serie de vivencias de gran dramatismo debido a la emergencia de torrenciales contenidos inconscientes.Incluso hay pueblos como los shuar, integrantes de la gran familia jibaroana (conocidos vulgarmente como jíbaros) que consumen con gran frecuencia natém en un ambiente familiar como práctica higiénica, procurándose así un vómito terapéutico. El cabeza de familia suele preparar de madrugada una gran ración de ayahuasca muy diluida y sin plantas aditivas que es distribuida entre todos los integrantes de la familia para organizar una gran sesión familiar de vómitos. De esta forma se preparan para afrontar con el mejor ánimo posible y con la mejor disposición física un día especial. Asimismo la usan para resolver conflictos familiares.Cuando se presentan tensiones intrafamiliares de particular intensidad y difícil desenlace, la práctica del vómito colectivo configura una solución y no un castigo.




El retorno al útero primigenio.




Los shuar, ese pueblo cazador-recolector que habita el bosque húmedo de la amazonia ecuatoriana, es uno de los pueblos que más consumen sustancias enteógenas. Tradicionalmente, los shuar suministran a sus recién nacidos ayahuasca para que desde la cuna aprendan a distinguir entre el engañoso mundo irreal de la materialidad y el auténtico mundo de las visiones.Más tarde las madres volverán a suministrar otro enteógeno a sus bebés de siete meses para estimular el desarrollo y ayudarlos a aprender a caminar.En la etapa de la prepubertad, los niños son invitados por el patriarca de su familia un ritual que incluye el consumo de algún enteógeno para que de esta forma -mediante las visiones inducidas por la sustancia en cuestión- el chico intente vislumbrar su destino, su suerte en la vida.Con respecto a los contenidos de las visiones inducidas por la ayahuasca hay tantas versiones como culturas. Según el antropólogo Luna, la experiencia visionaria con la ayahuasca es una forma de confirmar los mitos culturales, experimentándolos con un realismo inédito. Por eso cada pueblo o grupo cultural suele encontrar en la experiencia enteógena con ayahuasca revelaciones de sus figuras religiosas más destacadas. Los tukano del río Vaupés de Colombia conciben la experiencia con ayahuasca como una experiencia de muerte y un retorno al gran útero original. "Los tukano creen que al estar dentro del útero están más allá de la Vía Láctea, el lugar del que vinieron sus antepasados en una canoa conducida por una serpiente anaconda acompañada de un hombre y una mujer, la planta de la tapioca, la planta de la coca y la planta caapi." (4) Para los tukano como para los shuars la posibilidad de tener visiones depende de la necesidad real de orientación en la vida. Josep Fericgla se ha encargado de dejar bien claro este aspecto: "Si alguien consume natém sin ningún objeto vinculado a un menester serio o importante para él o ella, lo más probable es que no tenga visiones. A lo largo de mi experiencia he podido verificar que realmente sucedía algo en este sentido: en la campaña del verano de 1992 han participado un psiquiatra, un etnomusicólogo, una ayudante y yo mismo. Las veces en que alguno de nosotros ha consumido para probar o para que los demás le hiciéramos los electroencefalogramas como grupo autoexperimental, casi nunca han habido visiones. Contrariamente, cuando se ha planteado algún problema dentro de la campaña, o alguno de nosotros ha orientado su ingestión hacia algún tema que le requería realmente una decisión más o menos grave, han aparecido las visiones." (5)De acuerdo con las crónicas de la mayoría de investigadores, las experiencias de vuelo aéreo bajo los efectos de la ayahuasca, esa percepción de estar sobrevolando el espacio, configura junto con la observación de figuras geométricas de gran complejidad y colores brillantes dos de los efectos psicodélicos más comunes a la ingestión de los preparados de Banisteriopsis. Esta experiencia de "vuelo chamánico"(6) es interpretada por los jíbaros y otros indios de Ecuador y Perú como la separación efectiva del alma, la cual emprende vuelo hacia la "morada de la muerte" en busca de sus antepasados fallecidos, con los que en ocasiones consigue establecer contacto. Al terminar la experiencia, el retorno al estado ordinario de percepción es interpretado consecuentemente como el retorno del alma a su receptáculo de carne y hueso, luego de haberse internado en un universo de misterios y de haber participado de esos secretos.




Citas y bibliografía consultada:




1) El campo virgen en la investigación de las plantas psicoactivas de R.E. Schultes, correspondiente a la compilación Plantas, Chamanismo, y Estados de Consciencia realizada por Josep Ma. Fericgla, Ed. La liebre de marzo, Barcelona, 1994, pág. 73.
2) ¿Alucinógenos o adapatógenos inespecíficos? de J.M. Fericgla, correspondiente a la compilación Plantas, Chamanismo, y Estados de Consciencia realizada por Josep Ma. Fericgla, Ed. La liebre de marzo, Barcelona, 1994, pág. 244.
3) El término chamán proviene de los tungus de Siberia y puede según algunos investigadores estar relacionado con el término hindú samana, monje.




En 1951, Mircea Eliade publicó un libro que generó gran impacto en diferentes ámbitos de la cultura: "El chamanismo y las formas arcaicas del éxtasis" En este se demostraba que el chamanismo era un fenómeno de alcance universal.Curiosamente, las prácticas chamanísticas chinas, japonesas, australianas y las americanas revelan múltiples puntos de contacto, compartiendo muchas temáticas y prácticas.El chamán suele actuar como como intermediario entre diferentes niveles de realidad y como conductor de almas . Mediante ciertos rituales que pueden conllevar el consumo de sustancias psicotrópicas entra en trance para así poder "viajar al mundo celestial o bien al submundo subterráneo" donde persigue respuestas o mensajes para su pueblo.En las prácticas siberianas, los chamanes dicen ascender a través de diferentes cielos para recibir mensajes del Creador supremo.Estando en trance, los chamanes creen volar cubriendo grandes distancias y en ocasiones pueden caminar sobre el fuego sin quemarse. Para ojos occidentales y urbanos, los chamanes configuran un mezcla de sacerdote, poeta, mago, y curandero.Aunque los chamanes suelen ser varones, en algunas tribus ese rol puede ser desempeñado por mujeres. Entre los igorot de las montañas de Luzón, en las Filipinas, es posible encontrar mujeres-chamanes llamadas aniteras.La vida religiosa de una comunidad se centra en su chamán como mediador entre ella y sus dioses, como escolta de las almas de los muertos, o bien como sanador de los vivos.La paulatina complejización de las sociedades condujo a que las prácticas chamanísticas arcaicas se fragmentasen en una gran variedad de artes y oficios, siendo los chamanes reemplazados por herreros, magos, astrólogos, sacerdotes, poetas, filósofos, y curanderos. Ayahuasca visions, de Luis E. Luna y Pablo Amaringo, Ed. North Atlantic Books, Berkeley, California, 1991.Historia de las drogas de A. Escohotado, Ed. Alianza, Madrid, 1996.El manjar de los dioses de Terence Mckenna, Ed. Paidós-Contextos, Buenos Aires, 1993.Diccionario de la mente y el espíritu de Donald Watson, Emecé Editores, Buenos Aires, 1997.
Ayahuasca, de Alex P. de Alverga, Ed. Obelisco, Barcelona 1994.

Martin Cid: Charles Baudelaire



Embriagado de belleza, de ginebra y literatura, borracho al fin de estímulo, poesía, yo os escribo desde mi juventud perdida, desde los recuerdos más vehementes, desde la propia épica, al fin ebrio.


Charles Baudelaire


Baudelaire murió relativamente joven, no llegando a la cincuentena. Heredero de una pequeña fortuna que pronto dilapidó (bien hecho, jóvenes ahorradores), vivió en París y sólo dejó la ciudad cuando -al parecer- se sentía víctima de una grave enfermedad que degeneró en apoplejía. Baudelaire no volvió a ser el mismo a su vuelta de Bélgica. Escribió, sí, eso también hizo. Alumno sin rostro de Poe, bebió absenta y plumas de cuervo, enamorado de Annabel Lee. En su estancia con los Usher, probó placeres prohibidos. Por él hablamos de aquella generación de «poetas malditos».
Baudelaire, referente literario. Las Flores del Mal: su gran libro de poemas, símbolo de una generación eterna, repetida y cíclica. La Fanfarlo: su propio retrato. Los Paraísos Artificiales: quizá su condena social. No fue un escritor prolífico, tampoco un gran crítico, pero escribió ensayos sobre arte, literatura, poesía..., su propia poesía puede leerse también así, filosofía social, espejo de una época, heredera del gran romanticismo (todavía vivo, siempre).
Y es que, mientras Victor Hugo vivía en su gran casa y era nombrado alcalde de París, Baudelaire se paseaba andrajoso y elegante por los suburbios, bebiendo la fuente del miedo y los placeres, uno al fin. Mientras Hugo fue un enamorado de la vida, Baudelaire puede definirse como el poeta diabólico, remedo de todo aquello que la sociedad bien-pensante del momento (de todos los momentos) podría aborrecer.
Aún no ha llegado el reinado material de Marx, son otros tiempos. La facción romántica está embebida en poder, el auge realista aún está por llegar, pero ha dado sus primeros coletazos (Baudelaire llega a conocer al gran Balzac, también a Nerval). Reacciona contra todo y todos, como también haría Rimbaud. Nos llega la sombra del este tratante y se proyecta sobre aquél que fue el primero de «los malditos». Son herederos del espíritu burgués, pero otro espíritu muy diferente al actual. Un ser cultivado, amante del arte hasta el diletantismo, mediana fortuna y vicios, placeres y sombras. La poesía de estos nuestros malditos es eso, poesía del lado oscuro, pero teñida con el gusto del bon-vivant.
Baudelaire vivió medio olvidado, su libro no era Los Miserables (grandioso éxito de ventas nunca superado). Las Flores del Mal apenas tuvo éxito, aunque un juicio muy similar -y ridículo- al que sufriera Flaubert tiempo atrás por su Madame Bovary, ayudó a incrementar su popularidad. Cuando acaeció su muerte, sus flores fueron olvidadas por mucho tiempo, y sólo con el reconocimiento de Sartre en su famoso ensayo se volvió a hablar del poeta. En parte, el Baudelaire que conocemos es una recreación de Jean Paul Sartre (que también haría retomar el gusto por Poe). El filósofo lleva al escritor a su terreno, desde luego, y toma el spleen como símbolo de la nada y del tiempo, la condena del hombre moderno. Desde luego, no iba para nada desencaminado, y si algún escritor pudiera considerarse como precursor del existencialismo, ese sería Baudelaire.
La creación de Sartre nos muestra al verdadero maldito, el que nunca existió, nos muestra su personaje en La Naúsea, o El Extranjero (Camus): Baudelaire no fue nada de esto. No fue un hombre bañado en desdén, Baudelaire, como todo hombre de letras, anhelaba en secreto la gloria (un edificante escrito de Charles Asselineau -amigo personal durante gran parte de su vida- nos mostrará al verdadero hombre). Baudelaire fue un aficionado al arte en toda su extensión (hombre de su época), escribió sobre sus coetáneos, criticó al dios-Hugo y a la vez le alabó su prosa. Y es que las palabras no llevan al engaño, a esa «bella mentira» de Dante. El Baudelaire que conocemos fue la creación de un hombre, su propio escrito en vida.
Uno de los libros más aclaratorios del poeta es, sin duda, La Fanfarlo. Allí se crea el personaje y se define a sí mismo como un dandi. Encontramos mil y una referencias a lo que sería el movimiento (la sombra de Lord Henry Wotton se proyecta distante) y mil equívocos más. Como sucedería en El Retrato de Dorian Gray, el personaje va alcanzando cotas místicas, mientras el hombre se sumerge en lo más profundo de sus miedos, en su miseria más humilde, Baudelaire sufre una apoplejía. Ahora ya apenas puede hablar, mucho menos ser entendido, ¿alguna vez lo fue? Baudelaire muere como vive, como un cuento de su maestro Poe, sin voz, en compañía del retrato siempre bello, diabólico, que un día quiso pintar.
Las Flores del Mal
«Porque todo libro que no se dirige a la mayoría, por número e inteligencia, es un libro estúpido» (Charles Baudelaire)
Los tiempos, a veces crueles, siempre certeros, nos acostumbran al género, el más cruel de los vicios literarios. Así convertimos en géneros novelas, versos y escenas, vacuo juego entre lo esperado y lo esperable, éste nuestro cómodo vicio.
Baudelaire buscaba con Las Flores del Mal la superación del espíritu romántico y parnasiano, y ello conllevaba el desprecio de aquellos ideales que habían gobernado el arte hasta el momento. Las Flores del Mal simboliza, ya su título lo indica, la superación de Wertther y su anquilosada manera de entender la belleza. Las Flores del Mal iba originalmente a llamarse Las Lesbianas (por considerar el autor a ésta como la forma más infructuosa del amor); Los Limbos (haciendo referencia a su estructura). Las Flores del Mal es la referencia a todo esta herencia artística, Werther oliendo la flor que un día creyó inmarcesible. Pero la rosa de Werther, encarnada en Margarita, es un espejo de la moral, condenable y así maleable. Las Flores del Mal hablan con un lector compañero en el pecado, como haría en los Paraísos Artificiales.
Pero Las Flores del Mal huye de otros muchos tópicos de la poesía romántica. La obra posee una estructura dramática sólidamente construida, y responde a un plan rigurosamente calculado. Cada uno de los poemas adquiere relevancia no en el verso por sí, sino visto a través de la totalidad de la obra. Baudelaire era minucioso, casi obsesivo, había que hallar el término preciso, sin ambages, la sinestesia precisa. Las Flores del Mal es una compleja «teoría de correspondencias» en la cual nada es llevado por el azar, música y color (otra vez el demonio de Goethe) vencidos por el tedio vital, la bilis negra.
La narración, sin ser el Don Juan de Byron, responde a la singladura a la que el poeta nos invita. Él será nuestro Virgilio, y junto a él recorreremos los círculos infernales (no nos es dado el poder de alcanzar los cielos en esta ocasión). «Spleen e Ideal». A la sombra del tiempo, de los sabios, nuestro viaje comienza de la mano de un albatros, vamos de la mano del poeta y la brevedad de su verso roto, buscamos la liberación de la mano del eterno-femenino (nótense las referencias dantescas), del vino y de las rebeliones, buscamos la liberación en una buhardilla oscura, en el romanticismo y en la belleza. Nada de ello nos servirá para vencer, porque el pecador espera su condena, una pequeña mendiga nos mira, vemos el arte, una vez más en la muerte, dualidad segura. Al fin llega el final de nuestro camino, nos queda el viaje eterno, lleno de sufrimiento, pero nuestro camino nos ha enseñado algo, caminamos de la mano del spleen y la monotonía, nuestra verdadera meta era perder, ver el horror que anida en nuestro corazón, en una mirada sórdida pero sincera. Perdidos, al fin, podremos diferenciar el aroma.

Julia Boersner: Record de Las Flores del mal




Un ejemplar del poemario Las flores del mal de Charles Baudelaire alcanzó una cifra récord en una subasta de Sotheby´s en París, al ser adquirido por 680 mil dólares. El alto precio de esta adquisición obedece a que no se trata de cualquier ejemplar, sino de uno que el propio autor regaló autografiado al pintor Eugene Delacroix.
Fechado en 1857, es decir que se trata de una primera edición, puede leerse en sus primeras páginas una dedicatoria emocionada a Delacroix como “testimonio de una eterna admiración” por parte del escritor. Les fleurs du mal es una obra que marca un hito en la literatura universal, el hito de la modernidad. Un antes y un después de una tradición que para el mundo hispano estuvo marcada por Rubén Darío.
Como complemento a este comentario publicamos la imagen de una edición incunable de este libro a la cual se puede acceder en la Biblioteca digital europea, donde también pueden conseguirse versiones digitales de libros clásicos de la literatura de Europa.

viernes, agosto 24, 2007

Ignacio García: Rèplica a Jaime G. Velázquez

He ya enviado de antemano una carta personal a Jaime G. Velázquez. Esta tal vez parezca más literaria que los garabatos por él recibidos, pero, en esencia tratan de lo mismo (I.G.)

Estimado Jaime:

Ya con anterioridad, había yo enviado a Alix M. Nakayuma, autora de l polémico escrito, una carta en la que le aclaraba que mi no asistencia al evento organizado por El Círculo, se debió a una convicción muy personal, y en la que jamás usé el término “rechazo”. Le anexé la carta que te envié a ti casi seis días antes de que surgieran las especulaciones. Yo sé, por mi parte, que entiendes esos terrenos míos: no soy aliado de homenajes, premios, reconocimientos o como se llame el asunto. Pero, creo que mientes cuando dices que esa carta dice lo que no dice: que yo estoy en “desacuerdo” con los reconocimientos; jamás me referí a eso. Ni siquiera pretexté que mi impedimento para asistir a la ceremonia eran las clases quen doy los sábados...Eso te lo sacas de la manga, lo extraes de tu charla con Rojano, y ahora quieres endosarme esa disculpa y ponerlo como puño y letra mío. Te invito a que publiques la carta que te envié, en los mejores términos y sin las fantasías que ahora derivas de ella; es más, no obtuve jamás respuesta tuya a mi carta y desde ese día ni por mail ni por teléfono volvimos a hablarnos. Eso no me parece honesto de tu parte: No asistí al evento porque siento que ese tipo de actos no van con mi forma de pensar, sin que por ello desapruebe lo que tú y otros hacen... ¡Ya nomás eso faltaba!
Nos conocemos desde hace tanto tiempo que no tengo que ahondar en este asunto de mi postura frente a las ceremonias, en las que te digo en mi carta, ya me siento reconocido por el puro hecho de que te hayas fijado en mí; en la multicitada misiva concluí diciéndote que ese gesto me había hecho vivir, sólo ese día, con la convicción bíblica del siervo inútil.
Incluso, agradecí la distinción y le di el crédito debido al acto, publicando su fecha de suceso en el blog. Hasta ahí creo que estamos claros.

Lo que ahora me parece agresivo de tu parte es, primero el que digas que la publicación de Alix “es injusta” ¿Qué es lo justo para ti? Hasta el día de hoy, existen en el blog (de enero 2007 a la fecha) 349 artículos ¿Quisieras que espulguemos y veamos cuántos (de acuerdo a ti) resultan injustos? Ahora, que digas que me dejé "arrastrar" y que publico lo no "todo publicable" parece más una pose de juez estricto que de un promotor capaz de reunir a tantos en torno a él. ¿Te pones de inquisidor y ocupas mi silla de editor para decirme qué sí y qué no debo publicar? He publicado cosas peores y no has dicho nada --sólo que esta vez, en el más amplio derecho que todos tienen de hacerlo--, te tocó a ti y te emberrinchas. Jamás, creo, que te he criticado alguna basura que tú publicas en El Círculo...Y no lo hago, porque sé de tu generosidad y esquema de pensamiento: si alguien escribe, que se publique. En todo caso te invito a que vengas, te pongas en mi PC, leas, corrijas, le des formato y viñetas a lo que se hace en el blog...y con ello digas qué "arrastra" y qué no, o peor: que indiques qué debe publicarse y qué no. Decir que me dejé “arrastrar” por Alix suena a: “como soy Jaime, no debes dejar que pase nada que hable mal de mí”. Si hago eso, entonces, pregunto, ¿dime quién sigue en la lista? ¿Quién te gusta para no publicarle lo que libre y con absoluto derecho escribe?

La pregunta es ahora: ¿Debo publicar tu respuesta a Alix ahora en el blog, sólo porque tu escrito se auto-juzga publicable? ¿Cómo lo sabes? o ¿Cómo lo sé yo? ¡Muy simple! Para eso son los blogs. Por si no estabas enterado, esa es la función de esta nueva modalidad de comunicación en la Internet: Si Alix hizo lo que hizo, y lo que hizo no te gusta, el blog es para que respondas, no para que te quejes y acuses al editor de “arrastrado”... Lo cual, viniendo de ti, sí me duele.

Por supuesto, publicaré tu respuesta en la que señalas todas las inexactitudes que pudo cometer la autora de aquel artículo...Muy sus errores, muy sus señalamientos. Ella ha publicado aquí ya varias veces: si se busca por su nombre en el browser, se hallará lo que ha escrito desde enero de este 2007; así es que, estoy seguro, aguantará el baño que le das en tu respuesta. No creo que eso la doble, pero sí por lo menos le haga ver sus desvíos.

Por otra parte, no meto las manos al teclado por nadie, pero ya que me acusas de “arrastrado” debo puntualizar dos cosas aparecidas en tu carta: una que, dices, no fueron “premios” sino “reconocimientos” los otorgados ¿Y cuál es, según tú, la diferencia entre uno y otro? El diccionario dice de los “premios” que son: “una recompensa o galardón que se da por algún mérito o servicio que alguien ha realizado”… El doble lenguaje no puede traer más que confusión: te hubieras evitado la molestia de decir que un papel Bristol no es un “premio” sino “un reconocimiento” O ¿qué? ¿para que sea premio debe haber lana de por medio?

Finalmente señalo una incongruencia en lo que dices acerca del libro de Peniley. Primero, jamás recibí instrucciones de darte un ejemplar de ella (no soy mandadero): tengo uno solo de los 50 que se editaron primeramente, y nada más. Si Peniley tampoco te envió su libro, es ella quien tendrá que responder con puntualidad dando razón de por qué no te lo envió. Pero ¿de verdad era necesario tener el libro para reconocerla? No tienes el de Fernanda todavía, no tienes el de Lucy De Block (vaya ni siquiera has leído la primera línea...Yo he leído todo el libro); y nadie conoce aún el de Mary Carmen... Pero, aun, sin que todavía “te enviaran” el material para que juzgases las obras, ¡sí entregaste el cumplido reconocimiento! Reconocimientos merecidos como te lo dije desde el el primer momento en mi carta. Entonces ¿para qué querías en lo físico Estaciones de Peniley si también sabes dar reconocimientos en lo abstracto? Lo que ofreces como respuesta a esta omisión es totalemnte incongruente.

En lo demás, dejaré que Alix –si tiene porqué—responda a sus propios enredos. Yo sólo he cumplido la tarea de, como tú lo haces siempre, publicar a quien lo pide sin preguntarme qué destinos llevan. Tu ironía de poner el apellido de ella como Nacayuma es genial: lástima que no hayas dirigido a ella tu réplica, porque hasta correo puso para el asunto… Recuerda que en la lucha libre también hay mujeres y no había porqué haberle sacado el bulto con eso de que “no me gusta hacer sombra con mujeres” ---término que por otro lado, pertenece al box y no a la lucha libre.
Pero lo que realmente espero de este affair, a los que tú yo estamos tan acostumbrados, es que no rompa en nosotros algo que resulta más valioso que el simple vaivén de nuestra tarea como artistas. Creo que para mí como para ti, el enojo de la controversia se ve abatido cuando nuestras luchas y consignas son más grandes que el simple cruce de palabras en el desahogo.

Recibe un abrazo caluroso
Ignacio

Jaime G. Velázquez: Respuesta a Alix M. Nakayuma

Hca. Veracruz, 24 de agosto de 2007

Ignacio García
Blog Los elementos del reino

Querido amigo

“Blues Demon” es un cuadro de Israel Barrón y un cuento de Gabriel Fuster, así que no es raro que haya puesto en circulación entre sus amigos al “Huracán Ramírez”, del que no sería raro que ya estuviera escribiendo algo. Pero no considero acertado hacer rounds de sombra con mujeres, así que me dirijo a ti por la injusta nota que publicaste acerca de El Círculo y los reconocimientos que entregamos el sábado 18.
No fueron premios, ojalá lo fueran, y no somos jurado. Algunos de quienes trabajamos en el Círculo de Escritores Veracruzanos le dimos una cartulina Bristol entintada a quienes en los últimos meses publicaron textos literarios o destacaron en la promoción de la literatura en el puerto, como tú mismo. A partir de ahí surgió una serie de confusiones en Alix M. Nacayuma, que lamento te haya arrastrado: como ves, no todo lo que se escribe es publicable.
Raúl Hernández Viveros, director de la revista Cultura de Veracruz, nos invitó a colaborar con él en el número de junio, el 20, que por fin pudimos ver ese día 18. Nosotros correspondimos invitándolo a venir y Hernández Viveros dio una vaga explicación acerca de la ausencia de tres de los invitados pero dejó abierta la puerta de su revista para que se le mandaran textos que iría incluyendo en su revista, que por cierto ha contado con el apoyo del Conaculta para “la edición de revistas independientes 2005”, Edmundo Valadés. La venta del número de junio en el puerto fue satisfactoria. Cada ejemplar cuesta 75 pesos y Hernández Viveros lo ofreció a tres por 100 pesos.
Vuelvo a los Reconocimientos 2007. Para ello, fueron tomados en cuenta los últimos meses del año 2006 y siete del 2007. Pero llamarle “entrega de” es una burla modesta de las estatuillas Óscar de Hollywood, que se transmite a todo el mundo y que ayuda a las ventas de las películas producidas por esa industria, como todo mundo sabe. En realidad, los más o menos cincuenta asistentes de nuestra “entrega” son nada y son todo, depende de cómo lo veas. Si piensas en hace veinte años, es mucho, y válido.
Tenemos, además, la lista de quiénes serán los escritores del año 2008, uno de ellos es Juan Joaquín Péreztejada, pues tiene, como Gabriel Fuster, más de veinte años dedicando su vida a este rollo de la literatura, desde los tiempos de Azul Marino y Esquife, ¿recuerdas?
Se dio un reconocimiento a los escritores cuyos textos aparecieron en forma de libro en estos meses. Uno de ellos fue Luis Armando Torres Camacho, por un libro de teatro publicado por la Universidad Juárez del Estado de Durango. Ni en este ni en ningún otro caso juzgamos la calidad de nadie. Sobre eso podríamos discutir ideas muy precisas durante años.
Hay quienes tenemos “poca madre” por hallarse ésta difunta, diría, con humor negro, pero el insulto de Nakayuma lo considero una frase admirativa, muy común en nuestra habla. Por tanto, sigo. Lucía Deblock ganó un concurso del IVEC; su libro aún no ha sido publicado. Uno podría dar dos cartulinas: una por ganar y otra por recibir algún día -espero que pronto- su libro impreso. Todos conocen el desastre del IVEC en los últimos meses y no es necesario abundar sobre ello. Ello no elimina su premio, que ya fue decidido y revelado públicamente. Queda esperar por el libro.
Gabriel Fuster, considerado por nosotros Escritor del Año, por su labor en narrativa, poesía, teatro, no se verá afectado por la divulgación del hecho de que concursó y perdió frente a Deblock, en cuento. De esta indiscreción debe ser culpable el propio Fuster, que confiadamente contó de su participación. En lo personal, no creo en concursos, como tú, Nacho, ni en campeonatos, ni en las olimpiadas: es inhumano colocar a la gente en una escalera donde la diferencia es de segundos, de un gol, de un k.o., de muchos o pocos premios. Un ejemplo literario: creo que en Veracruz no hay poeta más premiado que José Luis Rivas, lo cual no le quita ni le pone calidad a su obra de poeta y traductor.
La siguiente persona a la que tratan de poner en conflicto es a Fernanda Melchor. Ella no sólo ganó un concurso frente a cientos de participantes, en una primera etapa, y frente a once finalistas, después, sino que recibió el ofrecimiento de dos editoriales para publicar su novela, escrita con el estímulo económico del Ivec-Fonca, y ganó una beca federal 2007-2008. Respecto a la afirmación de que se le reconoce “a ciegas”, sólo una persona ajena al ámbito literario veracruzano puede decir eso. En lo que a mí respecta, Fernanda Melchor me prestó su novela para que yo pudiera escribir un comentario. Y en cuanto al concurso de la Unam, lo seguí por Internet y leí no sólo los trabajos de ella sino de algunos de los otros participantes.
Si no es autista, me complacería ver a Alix M. Nakayuma participando, en lo que sea su especialidad, “con la mano en la cintura”, a ver si como ronca duerme, dicen en mi rancho.
En cuanto al “primer” libro de Mary Carmen Gerardo, reconozco una omisión, aunque no deliberada: tengo impresos tuyos y de Ezra Michelet Ediciones de un montón de años. El libro mencionado se me escapó, no lo conozco.
Luego vamos con Peniley Ramírez. Te pedí en su momento el libro de esta joven y nunca lo recibí. Se lo pedí a ella, y se quejó de que tú no le habías dado todavía ningún ejemplar (esto fue unos días después de una presentación sin libros en la Fototeca). Ni yo ni nadie de El Círculo conoce tal libro y sólo hemos leído los poemas que has publicado en tu blog.
Recibí, junto con el nombramiento de “ambicioso promotor cultural”, los de “seudo-promotor” y “cuasi-promotor”. Va.
Las reconocidas por nosotros en la labor de promoción cultural por Internet fueron: Li Gutiérrez, oriunda del D.F., y Susana Cuende, argentina, que sigue cumpliendo esa tarea desde su patria, con mucho amor por esta ciudad de Veracruz. Finalmente, tanto Raúl Hernández Viveros, Li, Susana, Carolina Cruz y tú son tan promotores, con sus diferencias, como la gente del Círculo, en especial Isabel Lorenzo, o como Isabel Ramírez desde la UV, y yo mismo. Y por qué no aplaudirnos con mucho entusiasmo sin faltar a las buenas maneras.
Respecto a los faltistas o ausentes, la lista es la siguiente.
Marisol Robles y Juan Joaquín Péreztejada viven en el DF. Juan estuvo el día 29 de julio aquí y era muy difícil que regresara el 18 de agosto. Nos recordó que en esos días cumpliría 45 años. Manuel Salinas prometió asistir, pero luego nos explicó de un percance que sufrió su madre en casa y que él se lastimó al ayudarla, por lo que ya no salió ese sábado.
Lucy Deblock estaba fuera de la ciudad, pero ella me dijo, después de exponer sus desacuerdos con nuestra selección, que sí asistiría, si regresaba a tiempo. Tú mismo, Nacho, te excusaste, por estar en desacuerdo, y además porque el sábado trabajas en la escuela de Letras del contador Armando Rojano, quien sí asistió, en compañía de su hermano. Israel Barrón está fuera de México. A él, artista plástico, se le tomó en cuenta por su participación en el notable libro de Gabriel Fuster, Cuadros con descuento, un libro de colección. Otra persona fue imposible de localizar, Jorge Alejandro Vega.
En el tema de Xalapa y los xalapeños, te recuerdo que Raúl Hernández Viveros nació en Ciudad Mendoza y que desde la fundación del IVEC, hace veinte años, lo que hice fue organizar un grupo de escritores que fuimos a leer a Xalapa, entre ellos Lucero Loza, que ahora vive en Canadá, y Mori, que tuvo conflictos con Clave y que se regresó al DF.
En la Casa Agustín Lara hubo una lectura maratónica de autores xalapeños alternando con porteños. En Córdoba, para celebrar el año 2000, nos reunimos más de cincuenta escritores de Xalapa, Orizaba, Veracruz y Córdoba. Entre otros, asistieron Maliyel Beverido, que acababa de regresar de Francia, donde estuvo largos años, José Luis Rivas y tú mismo, Nacho.
Esto no quiere decir que no sigamos denunciando y criticando el centralismo que toda capital ejerce sobre las demás ciudades. La infraestructura cultural de Xalapa es un hecho, es una tradición. En la ciudad de Veracruz, a pesar del IVEC, es algo que marcha un paso adelante y dos atrás.

Me decía Carolina Cruz ayer, en las instalaciones de Imagen, que la persona que publicaste en tu blog debería identificarse. No creo que lo haga. Sería bueno porque podríamos decirle lo que se ha perdido al no estar aquí, entre nosotros, todo este tiempo.

Por supuesto que si notas alguna cosa criticable, de cualquier tipo, te agradeceré me la señales. Mis padres me educaron con fórmulas que ahora no me convencen pero de las que no puedo desprenderme así como así. Una de ellas es no enojarme por la divergencia de opiniones.