ANIMACIÓN SUSPENDIDA
Dos cosas deben saber.
Primero, dicen que yo hago una imitación formidable de Mickey Mouse. Amigos y conocidos comentan que consigo sacar la voz donde mi antifaz podría revelar mi otro yo. Si el editor de este libro tuviera un mejor criterio sobre el dinero, bien podría añadir un disco compacto de obsequio, así como venden las revistas de computación su valor agregado, haciendo posible a los lectores escuchar mi fabulosa imitación del personaje. En todo caso, seguiré con mi cuento. Cierren los ojos y sólo pretendan que pueden escucharme, ¿Ok? Este descubrimiento es ventajoso, si es que la improvisación de tus fiestas resulta tan bien educada.
Dos cosas deben saber.
Primero, dicen que yo hago una imitación formidable de Mickey Mouse. Amigos y conocidos comentan que consigo sacar la voz donde mi antifaz podría revelar mi otro yo. Si el editor de este libro tuviera un mejor criterio sobre el dinero, bien podría añadir un disco compacto de obsequio, así como venden las revistas de computación su valor agregado, haciendo posible a los lectores escuchar mi fabulosa imitación del personaje. En todo caso, seguiré con mi cuento. Cierren los ojos y sólo pretendan que pueden escucharme, ¿Ok? Este descubrimiento es ventajoso, si es que la improvisación de tus fiestas resulta tan bien educada.
La segunda cuestión es que he presentado mis credenciales con Roy Disney y el resto de los directivos de The Walt Disney Company. ¡Oh, Boy! El presidente Michael Eisner y su gabinete de directores me miran despiertos como pequeños niños que se sientan al borde de sus camas, esperando que vengan a vestirlos. ¡Jo, Jo! Si asumes que viajas en todo lo que te rodea, llego para unirme a los estudios del Buena Vista Motion Pictures Group, que incluye a Walt Disney Pictures, Touchstone Pictures, Pixar y Miramax, a fin de trabajar como escritor y guionista de futuros proyectos de animación con la garantía Disney. ¿Ok, folks? El contrato laboral se cierra con un apretón de manos al modo que Tribilín te da la bienvenida a los parques temáticos, pero ¿Se han preguntado porque el dibujo siempre usa guantes blancos?
Walter Elias Disney puso las manos donde sus guantes querían. El nombre de Walt Disney se convirtió en un ícono de la cultura de masas, por lo que es fácil ignorar a los verdaderos autores de la fuerza para imaginar con las luces apagadas. Por ejemplo. Pinocho está basado en el libro Pinocchio: Storia di un burattino de Carlo Collodi. Por su parte, Blanca Nieves y los siete enanos está basada en el personaje Schneewitcheen, la protagonista de un cuento de hadas muy popular en varias partes de Europa, cuya versión más aceptada es la escrita por los hermanos Grimm. Dumbo se basa en el libro gráfico del mismo nombre, escrito por Helen Aberson e ilustrado por Harold Perl. Bambi tiene su inspiración en Bambi: ein Leben im Walde del austríaco Félix Salten. En tanto los libros Alice´s Adventures in Wonderland y Through the Looking-Glass de Lewis Carroll dan origen a Alicia en el País de las Maravillas, en tanto que el libro Peter Pan de J. M. Barrie hace lo mismo con la animación del mismo nombre. Cenicienta es una adaptación de un cuento de Perrault, quién a su vez la recoge de una antigua versión egipcia llamada Rhodopis, mientras que la Bella Durmiente resulta otra variante del mismo autor sobre el romance medieval Perceforest. La Espada en la Piedra es el primer libro de la tetralogía de T. H. White titulada The Once and Future King. El premio Nobel Ruyard Kipling es el autor del libro The Jungle Book o El Libro de la Selva. Pero nadie pone atención a esta lista porque resulta claro que Walt Disney es de las personas que pide un libro prestado y nunca lo devuelve. Por otro lado, siendo el creador del carácter de Mickey Mouse y sus compañeros Donald Duck, el perro Pluto y algo indefinido llamado Tribilín, supongo que tres veces doble lín, no lo hace un original tampoco. El antropomorfismo es un recurso literario. Las Fábulas de Esopo, recurren a la personalización de animales y cosas para enseñar profundas lecciones morales. Los libros Hindúes conocidos como Panchatantra y los cuentos Jataka se sirven de animales para ilustrar diversos principios de la vida. En tiempos modernos, George Orwell transforma a varios actores claves de la Revolución Rusa en animales de granja en su satira Animal Farm.
Los artistas de Disney resultan tan inescrupulosos como su jefe. Ellos retoman los trabajos de los museos del mundo como los mejores falsificadores. Una escena de Blanca Nieves, donde los árboles cobran vida y extienden sus ramas secas como brazos durante su fuga por el bosque es próxima al escalofriante simbolismo de la pintura de William Degouve de Nuncques, de 1900. La villa de Pinocho está modelada a partir de la preservada ciudad medieval de Rothenburg, en la región de Bavaria. El bosque de Bambi tiene inspiración en la pintura china del S. XV. En tanto que la más fascinante comparación se da con el expresionista film “Fausto” de F. W. Murnau, que soluciona la secuencia de “Noche en la árida montaña” del film Fantasía. Más, en ningún momento es el caso del afamado falsificador Jean Spereti, quién tuvo que probar serlo para no ser condenado, mientras al ladrón que se robó un calendario le dieron doce meses.
Revisando los cientos de bocetos a lápiz y las acuarelas conceptuales fijas con tachuelas, Yo sugiero en voz alta:
-Hey, ¿Por qué no hacemos una película porno con dibujos animados?
Todos sonríen, excepto por el Jefe de producción, quién evidentemente odia las mangas, pues usa camisas cortas.
-¡Será formidable! – repito, como repasas el menú si cenas con nadie. –Quiero decir, todo el mundo conoce a Los Picapiedras y sus familias ampliadas. La llegada de Pebbles y Bam-Bam indican que lo dibujos lo hacen, lo que no explican Hanna-Barbera es cuando lo hacen.
La sonrisa desaparece del rostro de los colegas, algunos tosen.
-Yo seré Mickey. Tú, John, serás Donald y te quitas el traje marinero porque eres mi actor en la siguiente escena con los fetiches. Tú, Jenny, eres Minnie y mi estrella porno. Y Albert, mmm, tú serás Goofy. Yo soy el Director de la película y Goofy, por supuesto, es el productor.
Los empleados intercambian miradas, imaginando un fracaso taquillero.
-¡Hey, pandilla! –grito con mi formidable voz de Mickey Mouse. -¿Listos para filmar otro clásico de Disney? La nueva película que siga al éxito de The Little Mermaid, Beauty and the Beast y The Lion King. Ok, ok, pongan esa lente entre las piernas de Minnie, quiero una endoscopía del calibre del ginecólogo.
Ahora empieza el silencio de los conspiradores, pues discutir con un artista es como luchar con un cochino en el lodo. Al cabo de un rato, descubres que el cochino lo goza. Todo Yo me designo, entonces adquiero la voz de Donald.
-¡Carajos, Pluto, estás orinando el tripie! ¡Vete a morder a Clarabella y Horacio!
Cambio a Goofy.
-Yuck, yuck, yuck… Yo soy un inepto productor, porque en realidad me ocupo de lavar un dinero…Mickey, ¿Puedo llamarte Mortimer?
Cambio a Mickey.
-¡No chingues, Goofy! ¡Vete a buscar a los siete enanos y tráelos aquí, los necesito para la orgía! ¡No, no me importa que tengan prejuicios raciales con respecto a mi estrella, ellos tiene un contrato firmado! ¡Y tú, Minnie, quítate esas zapatillonas ya!
En un movimiento sincronizado, todos los presentes toman su vaso térmico y se van a buscar más café. Me hallo confundido, puesto que no empieza el trabajo en equipo. Celebro el relato que inventé para romper el hielo, con manufactura Made in USA. En fin.
De regreso a mi oficina, lo primero que noto es que nombre ha sido removido de la puerta de cristal. En mi escritorio, una caja de cartón contiene mis notas y los dos diplomas del American Writers Guild. Afuera, el espacio de estacionamiento lo ocupa otro automóvil.
Fui despedido del Imperio Disney, luego de trabajar para ellos por un lapso de cuatro horas, incluyendo lunch.
Es mentira que el ratón se baña en las influencias del presente.
Moraleja: En Disney, nadie jode al ratón.
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