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lunes, agosto 06, 2007

Ignacio García: Atarazanas, mural de Gotopo a la basura



Algo sucede en las entrañas del IVEC que cuadra con la paranoia, la torpeza, la falta (eso es paradójico) de cultura y (no tan insólito) la ignorancia. Todo parece indicar que el capital artístico no posee valor alguno allí, y sólo importan los caprichos, las poses y la falta elemental de una educación de quien se encarga de la dirección de ese centro cultural y algunos que lo acompañan.



La última hazaña de intolerancia hacia el arte, junto con proclividad al exhibicionismo por estar “blindado” de poder político, ha ocurrido en estos últimos, por lo menos, veinte días. Todavía, a inicios del mes de Julio del presente, si usted entraba a Las Atarazanas, lo primero que podía contemplar era un magnífico mural del artista venezolano José Gregorio Gotopo; si hoy hace usted la misma entrada, el mural ya no existe, ha desaparecido. ¿Por orden de quién fue quitado y dónde se halla ahora dicho mural?

La historia es menos que simple. En el pasado Festival Afrocaribeño 2006, Gotopo fue invitado por el propio IVEC para exhibir algo de su obra plástica. Así, y aquí, Gotopo conoció e hizo amistad con artistas porteños tanto como con estudiantes de las artes plásticas. Movido a generosidad y en reciprocidad al buen trato que este pueblo te otorgó, Gotopo se ofreció a realizar este mural, de unos 7 por 3 metros y con técnica de acrílico bajo tela. Gotopo realizó el mural de forma peculiar: interactúo con alumnos y profesionales plásticos con el fin de hacer una suerte de clase práctica: iba enseñando a la vez que movía pinceles y brochas.



Tal vez alguien se pregunte ¿pero quién es ese Gotopo como para hacer tanto escándalo por su muralillo? Su larga ficha artística, que aquí resumimos, señala que estudió en The Art Student League, NY, USA (1995, 2000-2001). Ha presentado su obra en su tierra natal Venezuela, en los Estados Unidos de América, México y China. Asimismo Gotopo ha obtenido una cadena de reconocimientos como el Leatrice Rose Show de New York y otros cuya lista aquí sería muy largo enumerar. Actualmente imparte clases de Pintura en la Facultad Experimental de Arte de la Universidad de Zulia, Maracaibo, Venezuela. Este es (así bosquejado) Gotopo; si bien, su mayor mérito es el de ser humano y un artista excepcional.

Como todo ser que se designe artista, Gotopo mostró su honestidad y profesionalismo, y hace unos meses de este 2007 regresó al puerto de Veracruz para cumplir con un protocolo de donación de su obra. El convenio de la donación de su mural estuvo suscrito por la entonces directora Esther Hernández Palacios, el propio Gotopo y testigos. Con ello se garantizaba no sólo una entrega patrimonial al pueblo del puerto de Veracruz, sino el testimonio que hermana a una ciudad con otra.
Ya para entonces se había decidido que, por sus dimensiones, el mural debería ser colocado en la entrada principal de Las Atarazanas. Incluso, y debido a su gran experiencia, la colocación fue dirigida por el maestro Francisco Galí con ayuda de otros voluntarios.
La sorpresa es que, incitados por no sabemos qué repulsión hacia el arte, o la falta de respeto mínimo a una persona y un acuerdo, el mural fue quitado de allí apenas unos días después de la llegada de Villasana Delfín, y, en apariencia, bajo las “órdenes” y /o el “consejo” del actual director de Atarazanas de apellido Melgarejo.




¿Dónde fue a dar el mural? Las fotos no mienten. Fue a dar a la basura pictórica. Se halla arrumbado entre otros cuadros olvidados por algunos ex – alumnos; se halla en el suelo. Como se aprecia en la foto, una escalera “sostiene” al mural a lo largo para que no se “caiga”…con el daño evidente que causa el peso de ese aparato metálico sobre la superficie de la obra.
Y la cuestión es: ¿Para qué lo bajaron? ¿Por qué? Pretextos de respuesta no faltarán, pero jamás habrá manera de responder a la forma en que lo hicieron y el consecuente descuido en que tienen ahora mismo ese mural. A lo mejor se quitó para alinearlo mejor de lo que lo hizo el maestro Galí. Quizá se justificará que será cambiado de lugar. ¿Por qué entonces la forma tan bárbara de “conservar” (sin embalaje alguno) este objeto artístico mientras espera a ser quemado o se le vuelva a colgar? El único lugar que se sabe dentro de Atarazanas, que podría volver a ser colgado, es donde ahora se maltrata, se llena de polvo, es tocado por quienes pasan y ponen y quitan la escalera metálica sobre él. Pero ese espacio, posible para volver a colocar el mural, es piedra múcara; es decir, humedad. ¿Serán capaces de volver a colgarlo allí?

No cabe la menor duda que el sedicente director de Atarazanas sólo conoce de tres colores (no los básicos, por cierto) y que el mural le molestaba por “horroroso”… y trato igual le está dando al valioso mural. ¿Habrá en el futuro artistas que se atrevan a donar obra viendo esta clase de tropelías dentro del IVEC? ¿Hasta cuándo, escudado por el poder político, seguirá Melgarejo causando daño patrimonial a la cultura en Veracruz?

Ya José Gregorio Gotopo está enterado de esta situación. A su debido tiempo hará, seguramente, pública su molestia; no sólo a niveles de pasillos del IVEC o las calles de su amada ciudad en Venezuela, sino que lo hará a nivel mundial. Externará el aprecio que un puñado de burócratas disfrazados de artistas e intelectuales, tienen por el legado artístico de los creadores.



Lo único que falta es que el mural de Gotopo sí llegue a usarse: como telón de fondo de un baile quinceañero. Sólo para que no se diga que no se le dio el uso debido.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡QUÉ LÁSTIMA QUE EN EL PUERTO DE VERACRUZ NO EXISTA RESPETO POR LA CULTURA Y EL ARTE!.
POR MEDIO DE ESTE ESPACIO LE PIDO AL MUSEÓGRAFO FRANCISO GALI QUE ACUDA CON LA AUTORIDAD COMPETENTE PARA COLOCAR EL MURAL DONDE ESTABA.

GRACIAS!!!