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viernes, enero 16, 2009

Gaby Velázquez: ESCUCHÉ



Escuché por allí que te has dado a la poesía” Enrojecí inmediatamente, no me esperaba esa frase de mi padre, bajé la vista y no supe que decir. Podría parecer que le daba la razón, “Dime ¿En que estabas pensando cuando decidiste dedicarte a la poseía?” Lo miré en silencio.
Yo sabía que lo decía porque era todo lo que él no podía soportar, pero no quería responderle. Dejé de escucharlo cuando empezó a desheredarme porque él no iba a mantener vagos.
No podía levantarme, pero quería largarme de ahí, pensaba en su miedo. El miedo al poeta, ¿será que representaba la libertad que él no tenía?
La vida del poeta que para escribir tiene que inspirarse, y para inspirarse lleva una vida ligera y disipada.
Ligera y disipada era la clave. En su opinión una persona debería ser seria y productiva. Seria significaba levantarse temprano, vestir serio e ir a una oficina. Productiva sólo podía ser crear dinero.
Por eso tenía miedo, porque ligera y disipada era todo lo contrario a él. Era vivir despreocupadamente, vivir de noche. Disipada, porque la vida nocturna, los amigos, las amigas, el sexo fácil, el sexo a causa del alcohol, el alcohol para poner palabras en la mente, para desinhibir las ideas.
Pero ¿Qué sabe él de sensibilidad? ¿De poder decir lo que piensa y lo que siente, de poder decir lo que le sale del corazón? El poeta escribe para sí mismo, para entenderse, para seguir creyendo y seguir siendo. Para dejar un legado, y trascender.
¿Por qué no puede él entender que escribir poesía es un oficio también? Que se crea y produce, que es seria.
Que hay poesía romántica, alegre, triste. Política, social, de libertad, de esclavitud, de tristeza, de experiencia, de soledad, de ausencia.
A través de la poesía se llega al mundo, a los amigos, a los ricos, a los pobres.
Se alimenta el alma y el espíritu.
Pero ya no quería meditar mientras escuchaba su letanía de ideas por las que debería buscarme un trabajo “serio”. Terminé el café, me levanté y mientras iba hacia la puerta respondí
No les creas, no puede ser… yo escribo obituarios en un periódico” .

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, gracias porque me llevaste a recordar como mi familia, durante mucho tiempo, no entendió porque escribía poesía, siendo hija de comerciantes, no era concebible; cuando quise irme a Xalapa a estudiar letras la negativa fue rotunda y termine por ceder y estudiar otra carrera que también me gustaba y finalmente hasta la fecha me ha mantenido, pero seguí escribiendo. Cuando me case con un poeta fue peor, sin embargo para entonces ya se resignaban; debo aceptar que fue el tiempo el que les brindo la aceptación a mi vocación; y ahí los he tenido en las presentaciones de lectura y libro , ahora junto a mis hijas, las cuales encuentran muy normal que yo escriba.
Saludos afectuosos
Mari Carmen Gerardo

Anónimo dijo...

Excelente, me parece que todos, alguna vez enfrentamos situaciones en la que queriamos que los adultos entedieran la facilidad y la sencilles de ver la vida sin complicaciones....
Y así hacer lo que se quiere hacer.

Enano

Anónimo dijo...

GRACIAS. Porque siempre tengo comentarios halagadores, y porque
siempre es bueno saber que defender los sueños por encima de todo nos lleva a una vida plena.

Gaby Velazquez Vinay