Encuentra a tus autores aquí

lunes, agosto 23, 2010

Ivonne Moreno: Luli Ortiz, DECONSTRUIR

LULI ORTIZ: DECONSTRUIR
Ivonne Moreno Uscanga

Al relacionarnos con el vocablo “deconstruir” la lectura nos aproximará a una serie de acciones propias del siglo XX dentro del contexto filosófico europeo y posteriormente al estadounidense, donde las proposiciones se aparejan o significan con sus contrarios.
Deconstruir fue el verbo central de las tesis de Jacques Derrida, quién también escribió un libro sobre arte. Pero este filósofo francés duramente criticado en su natal Francia, retomará este concepto a su vez del filósofo alemán Heidegger, y ello lo hace para enriquecer a la literatura o a las realizaciones estéticas y ponerlos no sólo como fenómenos de comunicación, sino de significación.
Y tal concepción pareciera abarcar la nueva propuesta de Luli Ortiz, realizadora plástica porteña, quién por vez primera presentó una exposición individual en Casa Principal, en el año 2008.
A diferencia de su presentador Luis Rumaggio, en su exhibición más reciente en La GAVA del WTC en la zona conurbada de Veracruz, distamos de su criterio en cuanto a la liberación con el diseño gráfico, en la obra titula Deconstrucción. Por el contrario, consideramos a la obra de Luli, permeada de su profesión.
Luli Ortiz empezó como quien es, una diseñadora gráfica. De tal manera se le invita al IVEC y se presenta con una serie de estampaciones propias de su experiencia en este género y ello no es negativo, sino desafiante.
Hoy en día, las artes plásticas influenciadas por otros campos y disciplinas, ve en crecimiento su hechura y planteamiento.
No puede negar su formación Luli, incluso en su nueva incursión, la escultura en pequeño formato con una notable influencia de abstracción metafísica, asociada por un lado con la pintura de Francis Bacon y en México por la de Arnold Belkin.

Hemos observado con detenimiento la evolución de Luli. Por un lado se arriesga a la pintura de gran formato con experimentaciones en técnica y composición, para posteriormente trabajar en tercera dimensión una serie de composiciones de metal recortado donde su preliminar plástico MAPAS, vacía las ideas convulsionadas y un tanto cuanto neuróticas de la autora sobre sí misma y la sociedad.

La obra de Luli Ortiz gira hoy sobre una pintura construida. No fácil de digerir a simple vista como espectador, pero la trampa de su nombre no puede ubicar en las metáforas y metonimias utilizadas de Derrida, para comprender a los procesos históricos envolventes de los peculios plásticos como vastos terrenos polisémicos para degustar e interpretar.

En la reciente exposición de Luli Ortiz, en el World Trade Center y referenciada como un preámbulo de una exposición de esculturas monumentales en el Paseo de la Reforma en la Ciudad de Los Palacios, nos lleva a esos caminos de la reconstrucción: el día para crear, la noche para disfrutar o tal vez en el caso de Luli, dicho precepto puede ser a la inversa como levante y ocaso de una mujer en recurrencia de la plástica, para paliar ante sí misma los enconos de la injusticia, la desigualdad y lo amorfo del absurdo cuando no se emplea para crear.
Luli Ortiz, conserva su genuino manifiesto por la vanguardia, cruce de los diseños gráfico e industrial por alcanzar el sendero del arte.

No hay comentarios.: