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lunes, agosto 08, 2011

Paul Celan: POEMAS


Paul Celan: POEMAS


UNA CANCION EN EL DESIERTO

Una guirnalda fue tejida con hojas negruzcas en la comarca de Acra:
allí monté mi oscuro caballo y con la daga puncé en pos de la muerte.
Y de cuencos de madera bebí la ceniza de las fuentes de Acra
y con la visera cerrada cargué contra las ruinas del cielo.
Porque muertos están los ángeles y quedó ciego el Señor en la
comarca de Acra,
y no hay nadie que el sueño me cuide de los que llegaron aquí a su
reposo.
Quedó destrozada la luna, la florecilla de la comarca de Acra:
florecen así, imitando las espinas, las manos con anillos
herrumbrosos.
Y así debo inclinarme por fin, para el beso, cuando rezan en Acra...
¡Oh mala fue la coraza de la noche, rezuma la sangre por las hebillas!
Y así me convertí en su hermano sonriente, el férreo querube de Acra.
Así pronuncio yo el nombre y aún siento el ardor en las mejillas.


EN VANO

pintas corazones en la ventana:
abajo el duque del silencio
alista soldados en el patio del castillo.
En el árbol iza su pendón — una hoja azulándose cuando cae el
otoño,
reparte la brizna de la melancolía y las flores del tiempo entre el
ejército;
con pájaros en el pelo avanza a sumergir las espadas.
En vano pintas corazones en la ventana; un Dios está entre las
tropas,
envuelto en la capa que antaño cayó de tus hombros, de noche, hacia
la escala,
antaño, cuando ardía el palacio, cuando hablaste como los hombres:
amada...
El no conoce la capa y no llama a la estrella y sigue a la hoja que
oscila adelante.
"Oh brizna", cree escuchar, "oh flor del tiempo".

LA ARENA DE LAS URNAS

De verde herrumbroso es la casa del olvido.
Ante cada una de las puertas batientes azúlase tu juglar decapitado.
Para ti toca el tambor de musgo y vello amargo del pubis;
con el dedo llagado del pie tu ceja pinta en la arena.
La dibuja más larga de lo que era, y el rojo de tu labio.
Llenas aquí las urnas y cenas tu corazón.

CHANSON DE UNA DAMA EN LA SOMBRA

Cuando viene la silenciosa y decapita los tulipanes:
¿Quién gana?
Quién pierde?
¿Quién va a la ventana?
¿Quién nombra su nombre primero?
Es uno que lleva mi pelo.
Lo lleva como se lleva a los muertos en las manos.
Lo lleva como el cielo llevó mi pelo el año en que amaba.
Lo lleva así por vanidad.
Ese gana.
Ese no pierde.
Ese no va a la ventana.
Ese no nombra su nombre.
Es uno que tiene mis ojos.
Los tiene desde que los portones se cerraron.
Los lleva en el dedo como anillos.
Los lleva como trizas de placer y zafiro:
él ya era mi hermano en otoño;
ya cuenta los días y noches.
Ese gana.
Ese no pierde.
Ese no va a la ventana.
Ese nombra su nombre al final.
Es uno que tiene lo que dije.
Lo lleva bajo el brazo como un hato.
Lo lleva como el reloj su más mala hora.
Lo lleva de umbral en umbral, y nunca lo arroja.
Ese no gana.
Ese pierde.
Ese va hacia la ventana.
Ese nombra su nombre primero.
Ese es con los tulipanes decapitado.

1 comentario:

cristina caballero dijo...

conmovedora y azul poesía...