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martes, mayo 28, 2013

Ignacio García: Bitácora del Estratega

 
BITÁCORA DEL ESTRATEGA
Ignacio García
 
Los siguientes poemas han sido tomados de AZUL NEGRO (Poesía porteña 2013), libro editado bajo el siempre silencioso esfuerzo de Jaime Velázquez, la colaboración de Marisol Robles y no sé cuántos entusiastas más. A su vez, los cinco poemas aquí presentados forman parte de un total de 100 que pronto estarán en manos del impresor bajo el título arriba aludido.


Lunes 20 de mayo
En una lengua muerta
lo amargo de la sal, esclava de los mares,
escribe sobre la arena
los tantos y tan pocos poemas

dedicados a tu nombre

Al reventar de las olas,

uno no sabe si se trata

de un yiddish extremo,
si el vasco de los primeros dioses,
el latín entre los bárbaros,
un idioma en labios del arcángel,
otro sacudir de cantos y gorjeos
o es simplemente
un raro estruendo
que me empuja a despertar
y volver de nuevo al cuaderno

Miércoles 22 de mayo

Ante este alboroto e incendio,
el cuaderno está listo y el oído alerta
A tiempo para cortar  una letra
e injertar el símbolo a ras de la página,
imaginarte suave como la aurora y
siempre a la hora para la caída del crepúsculo
Mucho antes de lamentar
 por algunos poemas imposibles,
el poeta espera lo inevitable 

Con el corazón fuera de sitio,
el vientre desnudo y el pómulo firme,
gesta (dolor tras el instante)
un nuevo himno para tu nombre

 
Sábado 25 de mayo

 Una línea azul y palabras sin destino
El  milagro de saberme vivo,
una plegaria cuyo clamor limpia el tímpano,
un latir no lejos del poema,
y el signo de un ángel flamígero
hacen de  la escritura el instrumento
  ya de antiguo ausente

Vale decir:
el  fermento de nuestro júbilo
para no olvidar jamás la sentencia ni la letra
Algo infinito donde ahogarse a nudo de palabras
O, tal vez, un insigne
“Nos debemos el uno al otro”
 

Martes 28 de mayo

La separación incluye esta distancia
entre la pluma y la hoja en blanco,
algo difícil de traducir si  se toma en cuenta
lo efímero del instante
Si te acercas un poco, verás
(en este espacio adicto a tu presencia)
un pensamiento mío,
el ojo hinchado por el insomnio y el estiaje,
el cobalto del mar en el invierno,
la escritura flotante de la página,
una estrella muerta de frío,
el claudicar sin renuncia alguna
y el hábito de no olvidar jamás
la forma de amar sin caer a cielo abierto
donde basta con podar
la luz de tu mirada
 
 
Viernes 31 de mayo
 La pérdida de lo inasible,
 lo íntimo de este poema vivo,
el reposo del mar cuando los Nortes,
abisman al Estratega en veredictos distintos:
Le recuerdan anémonas y estrellas,
las antologías del cardumen,
chalanes curtidos a sal y espuma,
el aroma de las algas recién a flote
y el perfume de un café,
vivo homenaje al olvido de tu cuerpo
Más aún,  se abruma si trata de adivinar
qué  astilla le quemó más en los desiertos
y lo tuyo resultó ser lo equívoco:
un injerto de ortigas; luz sin llama
o el fulgor ya apagado sobre la comisura del labio
Todo
devuelve al Escriba
 recuerdos y poemas
                  que él creyó ahogados para siempre

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