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miércoles, julio 28, 2010

Luz del Alba Belasko: Las paradojas de la aldea global



LAS PARADOJAS DE LA ALDEA GLOBAL
Luz del Alba Belasko ® Reportaje
(Todas las fotografías ® de la autora)

Massy-Palace, Francia. La ideología de la globalización se manifiesta en los sectores más diversos de las actividades humanas mundiales. Y por consecuente de uniformización, hasta de homogeneización; las interdependencias de los mercados, la rapidez cada vez mayor de los medios de trasporte, la inmediatez de la comunicación, la velocidad de la información., los temas comunes como en el ámbito ecológico, la llamada de atención sobre el alza de la temperatura de la tierra , nos pueden dar la impresión de que el planeta se ha vuelto nuestro punto de referencia en común.
En toda esta planetarización prevalecen situaciones de aculturación y sobre todo de migración y exilio transformando a los países más ricos de ricos con más pobres de pobres. Es como si se hubiera urbanizado el planeta y convertido en un mercado.






Sobremodernidad desencanta al mundo, se quedaron atrás los mitos de origen y la magia de fundación., toda representación divina no existe, ahora es el individuo globalizado a quien la “razón” en teoría de Malinowski, corta sus lazos superticiosos así como el terruño, la familia. Ahora los mensajes son de una “sociedad sin clase, un futuro prometedor” en donde la fórmula es asociar la economía de mercado y la democracia para un mayor bienestar de la humanidad. , sabemos que la realidad es otra mucho más horrorosa al puro estilo Poe, y que cada que somos informados en los cuatro rincones del mundo ya sea el Monde, Punto, la Jornada, the Independent, la Calle, les Echos nos dan índices del fracaso político, económico y moral de esta aldea global.
En París “no cantan mal las rancheras”, da la sensación que el planeta se redujo, ya sea en supermercados, calles, trenes, vemos de un lado a otro como rebote de pelota del tenis, una y otra vez, todos los colores de piel, etnias y razas; en verdadero “patchwork” mundial en el que cada pedazo de la ciudad está ocupado por una etnia o grupo específico, los árabes y
musulmanes movilizan sus negocios en “Barbès Rochechouart” y alrededores del Montmartre., los negros de origen africano se imponen por los “Gands Boulevards”, los latinos en el Bercy, los europeos en “Montparnasse,” los turistas en “St-Germain des-Pres”, los gringos abarrotando los negocios den los “Champs Elysees” y los orientales en el “Belleville”.


Todos estos migrantes con sus estereotipos pero a la vez uniformados a la moda “soldies” estos reductos de ropa y productos que cada fin de
temporada (verano, invierno) baja a mitad su precio, la ganga y el despliegue del consumo en que la aldea se unifica es una simulación instalada , un espectáculo de apariencias y espacios de anonimato donde todo se despersonaliza y la vez es caótica por la falta de unidad humana entre quienes conviven en un misma ciudad, toman el mismo tren, duermen en el mismo edificio, compran en la misma tienda, es pues un sentimiento de déficit social , este aparente estrechamiento del mundo.




Estas las paradojas que vive Francia han comenzado a ser molesta por los
“verdaderos franceses” los que sus antepasados de muy atrás nacieron aquí y
no corre por sus lenguas ningún estribillo que lo delate., los que la historia los
ha reconocido como el avance de la democracia y sus lemas de la gran logia
francesa sobre la libertad, la igualdad y la fraternidad.




En menos de un mes se han dado movilizaciones inauditas en la capital francesa:
-Unas 3.000 personas (mitad latinos), según los organizadores y poco más de un millar según la Policía se manifestaron contra el proyecto de directiva de retorno que armoniza en la Unión Europea (UE) los criterios de retención y expulsión de inmigrantes ilegales, bautizada como la “directiva de la vergüenza”. Los manifestantes, entre los que había “sin papeles”, recorrieron alrededor de un kilómetro y medio en el centro de París, no lejos del Ministerio de Inmigración, detrás de una pancarta que rezaba: “Contra la directiva europea sobre inmigración, por una Europa solidaria”.
-Antes del desfile del 14 de Julio, organizaciones francesas y africanas, demandaron una cooperación entre Europa y África para el desarrollo y la emancipación de África fuera del control del gobierno francés. "fortaleza europea" que hace indocumentados, operar y expulsa el pretexto de acuerdos de readmisión codificada en la Directiva Europea de la Vergüenza, en desafío de la Convención Europea de Derechos Humanos. (publicamos con detalle, este acto)

-Miles de chinos marcharon por la tarde en Belleville, para denunciar los ataques y la inseguridad que ellos dicen que son víctimas. El barrio popular de Belleville, al Nordeste de París, es el hogar de una mezcla de gentes, culturas y religiones. Era el barrio chino hace unos 20 años, pero se le agregaron poblaciones del norte de África, de las antiguas colonias francesas. En martes y sábado hay un mercado, dos parques que dominan París; el Parc de Belleville que abriga el Museo del Aire y el Parc des Buttes Chaumont, una maravilla artificial, con lago y grutas creados en el siglo XIX. En Belleville se puede tomar un té a la menta y fumar la pipa árabe, comer chino o africano, y jugar a la petanca, lugar habitual y clásico donde Edit Piaf deambulaba y donde pocos turistas van. Sin embargo en las últimas semanas mostró la mayor
manifestación de la comunidad China en Francia.
8.500 chinos según la policía - 20.000 chinos según los organizadores – en ruta por el Boulevard de la Villette hasta la Place du Colonel Fabien. Su demanda es tener mayor seguridad pues han sido presa fácil de los “negros” que hay llegado a intimidar su paz en Mellevillle., se manifestaron en contra del racismo anti-chino, ya que son asaltados frecuentemente, las niñas pasan por los mayores ataque: regularmente les preguntan si son prostitutas y algunas de ellas son secuestradas y violadas cuando logran agarrar al infractor la policía francesa los deja libres. Los chinos se organizan para demostrar que no son débiles y que están “unidos” para quitar a unos “africanos ” que no son chinos en un país que no es China.
Asi, pues la gran aldea arde, atravesada por una misma red económica y la gran paradoja del mundo contemporaneo a la vez unificado y dividido, uniformizado y diverso, ala vez desencantado y reencantado.














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