Encuentra a tus autores aquí

martes, diciembre 08, 2009

José Emilio Pacheco: Premio y Poemas

De acuerdo a rumores tras-del-patio, se citaba (a manera de pesadilla y descalabro) que el Premio Cervantes bien podría ser entregado al "despacho literario" de Isabel Allende. No fue así. El Premio ha sido otorgado a José Emilio Pacheco, a quien no hace mucho se le había concedido el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana. Y, como alguien lo dijera: Hablar de la obra completa de José Emilio Pacheco es como tratar de abarcar con un abrazo todo un bosque. Prácticamente ningún género se le ha resistido a este autor, ni en la literatura pura ni en la aplicada, según la distinción clásica que hacía Alfonso Reyes. Y precisamente como Reyes, Pacheco es un escritor todoterreno, un polígrafo virtuoso
Una de las mejores formas de allegarnos una vez más al poeta, es (en este caso y breve espacio)reproduciendo esta nube de poemas, que no por nube dejan de fulgurar en lo más alto de la poesía universal.

A Quien Pueda Interesar

Que otros hagan aún
el gran poema
los libros unitarios
las rotundas
obras que sean espejo
de armonía
A mí sólo me importa
el testimonio
del momento que pasa
las palabras
que dicta en su fluir
el tiempo en vuelo
La poesía que busco
es como un diario
en donde no hay proyecto ni medida



Alta Traición
No amo mi patria.
Su fulgor abstracto
es inasible.
Pero (aunque suene mal)
daría la vida
por diez lugares suyos,
cierta gente,
puertos, bosques de pinos,
fortalezas,
una ciudad deshecha,
gris, monstruosa,
varias figuras de su historia,
montañas
-y tres o cuatro ríos.



El Reposo Del Fuego

(Don de Heraclito)
Pero el agua recorre los cristales
musgosarnente :
ignora que se altera,
lejos del sueño, todo lo existente.
Y el reposo del fuego es tomar forma
con su pleno poder de transformarse.
fuego del aire y soledad del fuego.
al incendiar el aire que es de fuego.
Fuego es el mundo que se extingue y prende
para durar (fue siempre) eternamente.
Las cosas hoy dispersas se reúnen
y las que están más próximas se alejan:
Soy y no soy aquel que te ha esperado
en el parque desierto una mañana
junto al río irrepetible en donde entraba
(y no lo hará jamás, nunca dos veces)
la luz de octubre rota en la espesura.
Y fue el olor del mar: una paloma,
como un arco de sal,
ardió en el aire.
No estabas, no estar
áspero el oleaje
de una espuma remota confluía
sobre mis actos y entre mis palabras
(únicas nunca ajenas, nunca mías):
El mar que es agua pura ante los peces
jamás ha de saciar la sed humana



Contraelegía

Mi único tema es lo que ya no está
Y mi obsesión se llama lo perdido
Mi punzante estribillo es nunca más
Y sin embargo amo este cambio perpetuo
este variar segundo tras segundo
porque sin él lo que llamamos vida
sería de piedra.

No hay comentarios.: