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viernes, marzo 09, 2007

Carolina Cruz: Tierra Fértil


TIERRA FÉRTIL: la obra de Huri Barjau
Carolina Cruz



...en el aire hay siempre oculta
como una hoja en un árbol
una mujer
(….) si vuelves rápido a ver, la ves.

Jaime Sabines, de La señal.

Es una feliz coincidencia que esta exposición se inaugure una día antes del Día Internacional de la Mujer, un sólo día al año que el mundo dedica a celebrar a la mujer. Los otros 364 cae nuevamente en el olvido, fuera de discursos oficiales y reconocimientos.


Aunque es imposible negar los avances y logros que la mujer ha obtenido después de una larga batalla por el reconocimiento al derecho a la vida propia, al respeto a su deseo de expresión y realización en tanto persona, a la valoración de la libre disposición de sí y la superación de la rígida división de roles entre hombres y mujeres, dejando de lado todo tipo de dependencia y discriminación, aún así falta un largo trecho por recorrer para que la mujer logre una posición igualitaria en todos los niveles con respecto a la hegemonía masculina.


Toda obra dicen, debe contener un mensaje, Huri no solamente es una pintora de compromisos, ha sido una luchadora convencida de que un pequeño granito que aporte contribuirá a despertar conciencia en los demás.

Pertenece a una generación que fue abriendo brecha para que las siguientes encontraran un camino menos dificultoso para lograr la autoafirmación y la autodeterminación, aún en proceso.
Apasionada como buena tabasqueña, salvaje dirían otros; Barjau obliga al público a un ejercicio de introspección, porque aunque la lectura de su obra, particularmente en esta exposición aparenta una linealidad, detrás de cada mujer originada en sus lienzos, hay dos posibles lecturas.
Una lectura nos remite a una hermenéutica de proclamación que no trata de juzgar, sino de mostrar las formas en que la mujer se ha tenido que camuflar, en contra de ella misma, para responder a las estructuras sociales y a los mecanismos culturales que demandaban de ella determinados comportamientos: la mujer virgen.

No es una lectura beligerante, ella únicamente nos invita a reflexionar en cada cuadro sobre la experiencia femenina de la opresión, sobre los diversos modelos de papeles históricos que se ha visto obligada a asumir para abrirse camino en un sistema opresivo que le ha negado persistentemente el respeto y el derecho: la mujer duende, bufón.


La otra escritura que subyace en la obra de esta artista nacida con los colores, formas y olores de la alta selva tabasqueña, es proclamada (a través de esa sensibilidad de largo alcance que la caracteriza), vistiendo a la mujer como tierra generosa que le da a la vida por el simple hecho de su existencia belleza, misterio y significado.


Armada con acrílico sobre madera, papel o tela, o con piroxilina sobre madera, además de denunciar las múltiples representaciones que la sociedad le ha impuesto a la mujer: virgen, pura, reproductora, sumisa (como en el cuadro Placidez), pero a la vez necesitada de protección, como en la obra Las sombrillas, también pinta la versatilidad de sus facetas, ensalzando a la mujer guerrera, a la mujer cazadora.
Su obra no sólo nos convoca a dirigir la mirada hacia la forma, nos invita también a escuchar ecos que resuenan en el interior de nosotras mismas, porque ¿Cuántas veces hemos sido guerreras? ¿Cuántas veces no hemos tomado el arco y la flecha, decididas? Los colores fuertes que predominan en su obra, el poderoso empuje y lo figurativo nos reclaman a la movilidad, a continuar esa lucha por la autoafirmación y la autodeterminación.


Un lienzo en blanco no es sólo un reto para Huri Barjau: es la oportunidad de mostrarse a sí misma, de revelarse contra los roles que la sociedad le ha asignado, de los estigmas con los que ha tenido que librar para ser reconocida como una y todas. Pero por otro lado –inevitablemente-nos habla de la suma de la que está hecha.


Su serie nos refleja, nos identifica, nos modela, nos señala, nos expone e incluso nos oculta. Descorre el velo para exponernos que esa experiencia femenina de la opresión y la inherente versatilidad para asumir la diversidad de papeles que ha tenido que desempeñar, lo único que han hecho ha sido fortalecerla para conseguir el reconocimiento de lo que es: soporte fundamental de la existencia.


En su discurso Huri evidencia dos distintas acepciones de un mismo origen, ambas han hecho posible que el mundo mayoritariamente regido por el poder masculino evolucione –paradójicamente-, sostenido sobre los hombros de una mujer, de donde el varón para que su dominio prevalezca saca fuerzas de esa figura que la religión, la mitología y la cultura han erigido en Diosas.
La Diosa-Madre, la obra soberana de la vida: la maternidad, la artemisa, la guerrera dispuesta a combatir por sus ideales, la sacerdotisa
la mujer duende fantástica con sus poderes sobrenaturales, la mujer arco que convencida apunta con la flecha hacia sus objetivos, la boca que se abre para dar aliento, amor y vida…


¿Sería el mundo un páramo sin la obra de la mujer? Sí. Si ella se negara a desempeñar todos los roles que a lo largo de los siglos le fueron adjudicados, el mundo se detendría. Huri lo demuestra figurativamente en su cuadro Las zapatillas. Quizás sin las mujeres, el mundo fuera yermo, desolado, inhóspito, pero Huri Barjau declara en ambas lecturas su capacidad adaptativa, transformadora, combativa, ese su poder insustituible que vuelve a este planeta fecundo, productivo… tierra fértil.



3 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué hermoso texto sobre la obra de Huri, crítico, analítico, poético, lleno de gusto por la creación visual de tan bella mujer que nos envió el Estado de Tabasco para contribuir a esa hibridación cultural que ha enriquecido a Veracruz. Belleza de mujer y su obra en todas las dimensiones humanas que le identifican. Abrazos y besos para Caro y Hurí. Manolo Salinas.

Anónimo dijo...

La obra de Hurí,es la creación magica, mística, expresionista, figurativa, poetica, subrealista, amorosa, de la mujer plastica,sensible y hermosa, que maravilla al espectador,al cual sumerge en la alegria del color, de la naturaleza y de la vida misma.Mujer,pintora,poeta e idealista, comprometida artista plastica e intelectual Tabasqueña.

Anónimo dijo...

Desde que entre en contacto con la obra de hurí,entre en una dimensión : magica, mística y subrealista, que trasciende a traves del tiempo,del espacio e infinitamente llena de amor y color, desconocida para la mayoría de sus fans, solo los conocedores de la magia y de las bellas artes,reconocemos su maestria como pintora y mujer talentosa.