Foto: Danza-3, Manuel Salinas Arellano, de su exposición virtual
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El Poeta a su amada
Algo te identifica con el que se aleja de ti, y es la facultad común de volver: de ahí tu más grande pesadumbre.
Algo te separa del que se queda contigo, y es la esclavitud común de partir: de ahí tus más nimios regocijos.
Me dirijo, en esta forma, a las individualidades colectivas, tanto como a las colectividades individuales y a los que, entre unas y otras, yacen marchando al son de las fronteras o, simplemente, marcan el paso inmóvil en el borde del mundo.
Algo típicamente neutro, de inexorablemente neutro, interpónese entre el ladrón y su víctima. Esto, así mismo, puede discernirse tratándose del cirujano y del paciente. Horrible medialuna, convexa y solar, cobija a unos y otros. Porque el objeto hurtado tiene también su peso indiferente, y el órgano intervenido, también su grasa triste.
¿Qué hay de más desesperante en la tierra, que la imposibilidad en que se halla el hombre feliz de ser infortunado y el hombre bueno, de ser malvado?
¡Alejarse! ¡Quedarse! ¡Volver! ¡Partir! Toda la mecánica social cabe en estas palabras.
Amor Prohibido
Subes centelleante de labios y ojeras!
Por tus venas subo, como un can heridoque busca el refugio de blandas aceras.
Amor, en el mundo tú eres un pecado!
Mi beso es la punta chispeante del cuernodel diablo; mi beso que es credo sagrado!
Espíritu es el horópter que pasapuro en su blasfemia!
El corazón que engendra al cerebroque pasa hacia el tuyo, por mi barro triste.
Platónico estambreque existe en el cáliz donde tu alma existe!
Algún penitente silencio siniestro?
Tú acaso lo escuchas? Inocente flor!...
Y saber que donde no hay un Padrenuestro,el Amor es un Cristo pecador!
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