He tenido y visto cosas sorprendentes y bizarras que verdaderamente imponen candados a la realidad en una gama de colores y sabores que son inimaginables. Existe en este mundo por demás complicado varios tipos de personas, algunas dignas de admirarse y otras dignas de cuidarse.
Hablaré ahora, después que he madurado mi situación existencial y reflexionado por mínimo dos años. Me atreveré osadamente a discernir bajo este mundo de palabras un tipo de experiencia que amalgama muchos valores humanos, en pro y en contra. Compartiré mi vida de trabajo de forma amigable, por si creen que estoy ofuscado y confuso les comento de antemano, estoy feliz porque con esta cincelada de la vida reformo mi forma de pensar y valoro cada día más a la gente. Y espero con ansiedad que humildemente me disculpen por mi falta de prosa y narración, pero me parece importante que disfruten un poco de mi ignorancia.
Hablaré de un circo en metáfora, donde existe un titiritero que manipula un títere para convertirlo en titiritero también, pero suceden situaciones de reflexión y aprendizaje. Aclaro que cualquier parecido con la realidad, es simplemente de sentido común. Mi experiencia no la veo como única, después de lo acontecido creo que sólo hay matices, aromas y sabores variados.
Mobbing es una palabra que significa acoso laboral y todo lo que esto inmiscuye. He sido influenciado por esta corriente y después de lo que he vivido reflexiono la existencia de una madeja atrás de corrupción, ignorancia y mala fe. Suponía que nada más nos amábamos, queríamos, matábamos y nos mordíamos, pero también algunos se aprovechan de otros y generan un caos mental o daño psicológico, que para librarse se debe tener mucha paciencia y hacer uso de la inteligencia o como yo, me pongo a relatar algunos hechos.
Refiero esto porque, como he comentado anteriormente he sido influenciado por esta corriente existencialista de la maldad en otra de sus innumerables dimensiones, aclaro que no me siento una victima por el contrario es una clase muy difícil y también muy grata porque he tenido un apoyo indescriptible, de muchas personas, familia, amigos y dentro de ellos una gente capaz de discernir que postura emprender ante tal acontecimiento. Todos ellos brindándome consejos, respeto, cariño y apoyo. Lo que me permitió atisbar y analizar casos similares con diferentes ángulos y razonamientos.
Actualmente trabajo en una institución académica, donde la misión principal es impartir conocimientos sobre la base de valores, la ética, la moral, el respeto, el compañerismo y la buena voluntad. Como parte de los resultados esperados de estas instituciones se preparan a los futuros profesionales. Sorprendentemente, dentro de estas entidades existen personas en el que no ven esta misión y su existencia en esta universidad es absolutamente para obtener beneficios más allá que un sueldo. Mediante engaños y transas, generan campos de exterminio para los valores que deben existir en el conocimiento e investigación y minan la igualdad y dignidad de las personas en pro de sus intereses. Y desgraciadamente forman profesionales sin educación. Sabrán mucho de lo técnico, pero nada de los valores. La universidad es víctima de un circo de poder.
El circo de poder es un medio propicio donde cierto tipo de gente trata de escalar el peldaño más alto de poder, lo que le permitirá hacer lo que quiera en beneficio propio. Dentro de estos artistas circenses, el más peligroso es aquel que asume la identidad del titiritero, idónea para lograr sus metas y objetivos, sin importar la ética, la moral o la dignidad de las personas. Ambicioso en fin, trata de extraer beneficios sin saber lo que destruye.
Estas personas son ahora dueños del circo y además se postulan como los más audaces titiriteros, que con impunidad y corrupción alegremente jalan los hilos a su favor, sin pensar muchas veces en el respeto y dignidad de las personas, utilizan los recursos de la institución más allá para lo que fueron establecidos. Ejemplos, existen varios: utilizar al personal de menor rango laboral para sus quehaceres domésticos, utilizarlos como chóferes particulares, mandaderos y todo esto ajenos a los intereses de la universidad.
Dependiendo de la jerarquía también se utilizan personas más capacitadas para que desarrollen sus trabajos que posteriormente son presentados en productividad como suyos y podría enumerar más ejemplos de malos manejos y robos bien maquillados.
Estos titiriteros también se visten con varios disfraces y sin el menor remordimiento se ponen títulos nobiliarios como licenciado, maestro, incluso doctor. Los menciono como títulos nobiliarios porque muchos no defienden el conocimiento ni el esfuerzo que conlleva a obtener este tipo de grado académico, pero aprovechan el nombramiento para que se les reconozca como tal y obtener los favores en estos feudos de poder. Desgraciadamente la gente se va con la finta y hasta los admiramos, otro de los candados a la realidad. ¿Por qué existen estos candados a la realidad?, ¿Por qué si ya los descubrimos?, ¿Por qué no tomamos las llaves y los abrimos?, ¿Será que no tenemos la llave correcta?, ¿Será que no queremos perjudicar a alguien?, ¿Será que estamos en esa mafia?, ¿Será que debemos favores?, ¿Será que no estamos preparados a vivir una realidad sin candados o tenemos miedo?, ahí les dejo de tarea y si es posible los invito a que traten de responder alguna de las preguntas.
En teoría considero que un hecho innegable es la cultura del miedo. Divagando sobre esta cultura, creo que se ha desarrollado bajo ciertos criterios, y es parte del pensamiento popular. Muchos pensamos que el trabajo en una institución es un punto de partida para el desarrollo y desempeño profesional y amalgama el bienestar y la seguridad familiar, ¡no queremos perderla!.
Doy gracias a aquellos hijos de ..... que creen que si no tienes menos de cierta edad , en el mejor de los casos menor de 40 años, ya no pueden esperar de ti buenos resultados y según este pensamiento es mejor que pongas un negocio por tu cuenta o mejor muérete, ya no eres útil en los empleos. Pobres empresarios no saben que la experiencia también cuenta y a esas personas que las discriminan por su edad van a ser sus próximos competidores.
Algo que me comentaron y me pareció muy interesante fue esto "para perder un empleo primero tienes que tenerlo, pero al perder el empleo, realmente no perdiste el trabajo, sino que tienes otra oportunidad para encontrar un trabajo mucho mejor". Y, por azares del destino, se me cumplió.
A pesar de todo lo anterior pensamos que el trabajo va a permanecer mientras mostremos respeto y demos excelentes resultados, yendo más allá de las funciones básicas del puesto que desempeñamos. Muchas personas no reparamos en las funciones del puesto o más triste no sabemos cuales son todas estas funciones por las cuales fuimos contratados, sino como comente anteriormente vamos más allá en las actividades demandadas. No sabemos decir no, por el temor de caer en una error laboral y generar una excusa para una llamada de atención. O peor en un despido. Entonces como dijo el asiático "o copelas o cuello".
Por otro lado casi puedo asegurar que la mayoría de las personas son cooperativas y hacemos con gusto algunas tareas que no están contempladas en nuestro trabajo, aunque sea para no aburrirnos. Venimos de un entorno donde se nos enseña a convivir y cooperar con los demás, en mi opinión es más placentera la vida. Siempre he pensado, sí el vecino esta bien, yo también lo voy a estar. ¿Y tú realmente te llevas con tu vecino?, por favor no le pongas candados a la realidad.
Otro de los factores es la autoestima, no confundir con la soberbia. Muchas veces me he dado cuenta que las personas esperan más de ti que tú misma, muchas veces las personas piensan que si puedes hacerlo y otras tantas veces sorprendentemente lo haces. ¡Guau!!, ¿Cómo lo hiciste?. Así es, cuando se quiere se puede, y somos capaces de eso y más. El pelo en la sopa, los titiriteros se dan cuenta y les da miedo, como es posible que tenga iniciativa tal o cual persona, me va a hacer trabajar más. Por que nada más dicen que sí. No se necesita la opinión de nadie soy yo el que tiene la razón y ya. Este esquema no favorece para ninguna institución es preciso el debate, no el arrebate. Ahí esta otro candado de la realidad, subestimar a la gente y hacerla menos. Eres una pobre hormiga y además sin patas.
El compadrazg, mmm.., muchas veces en nuestra cultura pensamos que el trabajo nos lo proporcionará alguien que le caemos bien, o es un familiar que nos puede heredar la plaza (no estoy hablando de los maestros, pero si de una institución), o un amigo del familiar que nos puede colocar en ese puesto, aunque no sepamos nada, cualquier similitud con algún caso que usted conozca es pura casualidad. El titiritero por lo regular utiliza el favor negociable que es un término que se me ocurre en esté escrito.
Hubo el padrino mágico que nos recomendó para el puesto y que debemos el favor negociable. por lo cual se cobra en las famosas mafias laborales, pero que pasa cuando no esta el padrino o que el puesto que desempeñas no lo obtuviste por el padrino mágico o por tu linda cara, bueno es otro caso que lo comentare después, el titiritero querrá el puesto para otro de sus agremiados y empieza a ejercer presión. Y si no cumples la *Cuarta ley de Newton corres el riego que seas la próxima victima del mobbing.
..............................* Todo lo que se arrastra tiende a subir
El titiritero en una de sus facetas malignas, ejerce su poder destruyendo tu forma de trabajo, si no acatas lo que quiere, aunque sepas que va en contra de tus principios. Él empieza a minar tu mente en un inicio, te empieza a decir que no eres competente, desacredita la función o el trabajo que has desempeñado. En resumen te acosa laboral y mentalmente.
Como experiencia les comento que fui el elegido del títere del titiritero, cosa graciosa, creo que al que realmente perjudicó fue al titiritero, sobrestimó su puesto y se le empezaron a enredar los hilos que lo sostenían. Empezó el títere aplicar la presión laboral comenzando con la cansadora y después con el acoso. Me hablaba el títere en voz baja, estás cobrando sin hacer nada, eres un flojo o no estás capacitado para tal o cual actividad, ¿cómo llegaste al puesto?, ¿qué voy a hacer contigo?.
Simplemente enfrentándome en forma respetuosa y un poco audaz le contesté, le comente "sí tú eres el jefe, debes saber lo que tienes qué hacer, por eso estas en ese puesto, porque ten la seguridad que yo sí sé lo que tengo que hacer". Y empecé a recolectar y organizar todas las pruebas que el mismo me proporcionó; en su afán de perjudicarme no aprendió bien del titiritero y omitió algunos detalles.
El titiritero del circo, por su parte se vio frustrado y para mantenerse hizo circo maroma y teatro con el fin de que a vista de todos los demás se viera que la elección de sucesor era la correcta. Pobre, no se dio cuenta que algunos títeres en pos de convertirse en titiriteros pueden hacer una madeja de los hilos de los que cuelga.
Muchas veces el titiritero en su afán de mantener su poder estorba al que quiere trabajar o quiera sobresalir con sus proyectos, no vaya a ser que lo opaque o que pueda peligrar su puesto, además debe hacer favores a la mafia que posiblemente le dio el puesto y no le quiten el circo donde esta royendo el hueso y, si debe sacrificar a alguno de su circo, ¡ que se lo coman los leones!. Desgraciadamente el tiro muchas veces sale por la culata.
Cómo comenté, la cultura del miedo hace que se permitan estos abusos, ya que se encuentra toda una línea de cirqueros amafiados que protegen sus nichos y no quieren que las personas se subleven, que los prisioneros de sus deseos se amotinen, que siga mi estilo de vida, sin que nadie diga nada, remeros quiero esquiar, remen más rápido!!. Creo que hay un candado de la realidad o me lo estoy imaginando.
La experiencia de aprendizaje se las comparto, no vaya a ser que estén en un caso similar. Como regla general, recopilé las pruebas donde se me acosaba y la presente ante los responsables de los departamentos de conflictos laborales y de recursos humanos a sus distintos niveles; primero localmente y después regional y craso error, me di cuenta por lo que me contestaron que existía una línea de aquí hasta allá, que la mafia estaba fuerte. Así que no tuve más remedio que tomar otras acciones. Demandar y esperar que las leyes de trabajo se apliquen, ya que mi responsabilidad era dar a conocer estas tropelías que se efectuaban en mi Institución de trabajo y afrentaba a mi persona, no sólo a mi persona era hacia el sustento de mi familia, era el trabajo, era mi dignidad. Si tú estás en esta situación yo te puedo compartir mis experiencia más detalladamente.
Ahora. Lo que me queda claro es que hay que eliminar la cultura del miedo, y eso sólo se hace enfrentándola. Muy importante: hay que exigirse como persona que valemos mucho y no debemos dejarnos pisotear y, mucho menos, que le hagan lo mismo a los demás. Si no se ataca el mal de raíz progresa y se convierte en epidemia.
Siguiendo con el titiritero, personaje por demás no muy grato: como las instituciones no tienen una reelección permanente se debe poner a otra persona a cargo por la cual se tuvo que seleccionar a un sucesor. A esta alturas el titiritero se ve presa de la angustia y de temor.
Sí se conocen todas las anomalías y abusos es peligroso para él, aunque aquí en mi país la mayoría de las veces los jubilan. Pero este titiritero aparte de buscar a alguien que tape todas las cosas que lo puedan perjudicar y aparte en su afán de proseguir teniendo los beneficios del circo, interviene para que su títere sea el electo, afectando al que realmente era el ideal. ¿Como lo hizo? Pues como todo maestro titiritero con trucos y malas artes. Es decir, que él piensa que es idóneo para la limpieza de toda la basura corrupta del circo.
El problema número uno: el títere no aprendió bien las lecciones del maestro y empezó a hostigar a varios, otra cosa que aprendí es que ataca a uno por uno, no a todos porque juntos también se pueden amotinar, y, ya se sabe, una golondrina no hace primavera.
En resumen, el títere elegido fue suspendido del puesto gracias a que algunos alzamos la voz y se pudo abrir un pequeño candado de la realidad. El daño hecho se está reparando con la buena voluntad de todos. Ahora enfrentamos otros candados y estamos más entrenados en la cerrajería. Hemos vislumbrado un pequeño ejemplo de lo que podemos hacer cuando tratamos de erradicar la cultura del miedo.
Como humanos que somos, sabemos que no somos tan inútiles, aunque sea servimos de mal ejemplo. Pero servimos para algo. Ahora los invito a que aprendan de cerrajería y que los candados de la realidad sean abiertos y que fluya la verdad, los valores y la buena voluntad entre nosotros.
El titiritero se quedo sin títere y sin circo.
Odin
P.D. el titiritero no se aparece por el circo
No hay comentarios.:
Publicar un comentario