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jueves, julio 31, 2008

Roberto Blaga: El discreto encanto de lo que sería



El inicio

July es una mujer, una cantante. De acuerdo a ella misma, talentosa, con “pegue”, carisma y un carácter que hechiza al colectivo. Pero, por esa misma inteligencia, ninguna de las cualidades anteriores la convencen de que no es sino el tiempo, las circunstancias, otros factores, los que convergen, se unen y crean el fenómeno “Cantante”: así nomás porque sí.

De su talento nadie duda. A los ocho años escribía ya sus primeras letras y trataba , a escondidas, que éstas líneas, cuadraran con las del ritmo y la armonía de su acordeón. Su máximo sueño, desde la Tijuana, donde se crió, era parecerse un día al icono Madonna, imitar (ya por no dejar) algún berrido de la Guzmán, o de perdido un rugido de la “Beoda Dormida” Lupita D’Alessio, o, tal vez, le aplaudieran ante el desafinado play-back de la insufrible Laura Flores: lo que fuera con tal de mejorarlas. Ahora, casi después de 3 años, irá a España a grabar su último y esperado álbum de canciones...rodeada de los mejores músicos, su genio mismo y uno que otro poeta que girará en torno a sus versos.

ROBERTO:
Tú hablas July


“Tengo miedo, Roberto”.

July toma su café. Lo sorbe lentamente. Se me queda viendo, y luego envía un beso aéreo al Camilo Cienfuegos que tengo estampado en mi camiseta negra.

“Tengo temor a eso que en inglés aprendí como “successfull” y tiene a su vez su significado de “salida” cuando lo lees como EXIT en el mismo idioma inglés. Mira, cuando el maestro de ceremonias, finge y me anuncia como “la cantante del momento”, no sabes el pánico que me entra: no por el público a quien manejo como se me da la gana…sino por ese énfasis hueco que implica ser “cantante del momento”, Siento que en español ”éxito” se interpreta como la apertura al triunfo; la verdad es que ya vas de salida, como un cine que se está quemando: es una opción de emergencia.
Roberto, tú eres filósofo [no lo soy, aclaro] y entiendes… ¿Verdad que agarras mi angustia? Cuando se escucha atronar “la del momento” se me hace un nudo en la garganta. Pasan por mi cabeza tantos y tantos “del momento”. ¡Quién se acuerda hoy de los Devil’s, Jordan, Mayté Gaos, Julissa, o grupillos y grupillos como KD3, Cambalache, Menudo, hasta Chamos? A veces le pido a mi hermana gemela, que cambiemos de papel, y se ponga un día en mis zapatos y yo en los de ella. Quiero sentir que es ser otro que no sea yo con la “circunstancia” encima...
¿Sabes que me hace sentir impotente, Roberto? Que la gente pida y pida una rola que no es la mía… que no la siento: yo quisiera cantar una que habita mis entrañas, llorar con ella…pero no; a huevo tengo que complacer al público y sonreír forzadamente y hacer como que disfruto eso que me piden. Jim Morrison (me acuerdo de él ahora) decía: “ es por eso que me gusta tanto la poesía: porque es tan eterna. Mientras haya gente, se podrá recordar palabras y combinaciones de palabras. Nada puede sobrevivir a un holocausto salvo la poesía y las canciones. Nadie puede recordar una novela completa. Nadie puede describir un filme, una escultura, una pintura. Pero en tanto y en cuanto haya seres humanos, las canciones y las poesías pueden continuar...”

ROBERTO interrumpe...

Claro, por eso persiste aquello que dice

— Momento de libertad interna
cuando la mente se abre y
el infinito universo se revela
y el alma es libre de vagar
buscando asombrada y confundida
aquí y allá maestros y amigos.


July ¡Eso, tú si sabes!
Pero la que yo quiero que continúe es cualquier rola cantada en el baño, una mía, que yo ame, aunque a otros les parezca una chingadera: yo quiero cantar una rola que me abra y desgarre por dentro.
Su mirada está ahora perdida. Mira hacia el mar, que para ella no parece tener límites…Por lo menos los límites que July busca. Cambia de postura y con la mirada enfoca mejor la barba de Cienfuegos.

“Mira, cuando conocí a Fratta y Joselo, me dije: “ya la hice”. Pero la frase aquella no se mueve desde entonces. Ahí está, con más hambre que nunca por “hacerla”. Luego viene lo de Lulu y el acordeón con el que regreso a mi infancia y al éxito en retrospectiva: ¿Es esto lo que buscó? O, ¿eso que trato de asir está en un inconsciente llamado “La Milagrosa”…? Te juro que al leer a Carmen (Boullosa) me vinieron un chingo de ideas juntas…. Ya sabes el resultado: hasta me confundieron con ella, lo cual fue, la neta, un honor.
No obstante, yo creo que si alguna vez me he sentido feliz fue cuando “Revolución 2000” al lado de Alexs, Jaguares y otros. Eso me llevó al lado donde las cosas toman conciencia, y el velo de la vanidad desaparece; ya sabes, güey: homenaje a Juan Gabriel, “Amores Perros” cantada en italiano, y sobre todo mi pequeño homenaje a Sabina, que fue como un grito interior para mí: “Corre, dijo la tortuga”. Porque mira que corrí y cuando me llamaron a lo de Atenco, a donde también asistió el sub-Marcos, ahí estuve con más conciencia que nunca: no recibí un centavo. Ah, pero cómo se llenó el corazón de eso que ustedes los filósofos [vuelvo a negar el epíteto] llaman “sangrar por dentro y que te alegre lo de afuera” ¿…por ai’ va ¿no?

Y, como te digo, las cosas y fatalidades convergen …Se dan solas. Dicen que “mi éxito” actual, parte de haber visitado los infiernos; y a lo mejor y sí…Te juro, yo me siento igual, así hayan llovido premios desde entonces…Incluso el Grammy; el haber , vendido más de medio millón de copias, y colocar canciones como "Andar conmigo", "Lento" y "Algo está cambiando" como dizque himnos de la música latina.

Pero, dime, Roberto, ¿cuánto va a durar esto? Yo sé que tú y otros como tú, intuyen mi pregunta y la sabrán contestar, pues a una, la ciega la luz de los foros, las voces de la lisonja y los encabezados amarillistas de quienes reciben lana para lanzar alabanza según la medida del paquete y denominación del billete.
Mira, Roberto, para mí no existe mayor cabronería interna, intimista, que haber cantado, en 2004 junto a gente para "Neruda en el corazón" y en el que estaban, ya sabes, Joan Manuel Serrat, Pablo Milanés y Ana Belén. Otra vez, las cosas buenas se con-juntaron y con ello surgió “Limón y sal” al lado de Coti y "Cachorro" López, lo que me abrió las puertas del mercado europeo: Italia, Alemania y Portugal. En mis sueños, me sigo preguntando si ese álbum vale la pena…no como medida comercial de mi bolsillo, sino como símbolo de lo que mi corazón desea. ¿De qué te vale 1 disco de platino por más de 100.000 copias vendidas, 1 disco de platino por más de 100.000 copias en España, 1 disco de oro por 100.000 copias en EE.UU. y posteriormente 1 disco de oro de Italia por 50.000 copias. ¿De qué sirve todo esto si la memoria colectiva se va a preguntar dentro de unos años … quién era esa July tan mala, y en qué pensaba la gente al comprar ese “churro” discográfico?
Te lo digo porque al analizar en una revista lo mejor del s-XX me llevé una sorpresa mayúscula al ver que, cantantes y “artistas” que yo creí insustituibles, ni siquiera aparecían dentro de los primeros 100 cantantes que la gente recordara… A la cabeza estaban los de la contra-corriente: desde Bob Dylan y los Stones, hasta Frank Zappa y Sid. Esto me hizo estrellar la cabeza en la cabeza y decirme ¿qué diablos hago yo aquí frente a un público al que tengo que complacer casi irreflexivamente?

Roberto: Faltan unas horas para que salgas al público. Tu percepción.

No es por fregar, pero es lo mismo que estar en Tijuana o LA: mismo público conocedor de la July externa, de su música pegajosa, exigente de las rolas menos significativas; la flota curiosa, alimentada por la radio y la publicidad que yo misma pago; las cifras infladas de cuánto público tuve…En pocas palabras Robot-July en espera a que su cronómetro le indique que debe salir a sonreír, bailar, y, sobre todo, la reversa: no más éxito sino el retroceso, si no es que hallo dentro de mí misma el misterio de eso que llaman fama…La Janis no la halló, tampoco Jim o Hendrix…y ya vez lo que sucedió: y lo tenían todo. ¿Salían a cantarle al público de verdad, o a ellos mismos embotados sus sentidos con heroína, cerveza y churros? Me percibo lejana y autómata, como un juego Nintendo que debe cumplir al tragamonedas…

***
JULY CALLA: Roberto casi…

July: ¿Soy la Fama, Roberto?

El éxito, la fama, son el producto de un poder que crea una falsa percepción del mundo, pues lo que llamamos realidad nos llega “filtrada”, como una báscula que de 100 kilos máximo, pasa a 200, y el sujeto sube de peso a ese ritmo. Mientras tienes la fama, y el poder para crear un éxito falso, todo va bien, pero cuando lo pierdes y sigues conservando tu visión deformante de un cuerpo que engorda como si nada hubiese cambiado, haces el ridículo.
Casi todo artista que inicia, se dice lo mismo o le pide a su mejor amigo lo siguiente: “si ves que con el tiempo la fama se me sube a la cabeza, júrame que me lo dirás”. Y se le promete. . Pasados varios años su celebridad aumenta y el cantante, comediante o lo que sea, cambia. Entonces uno le advierte. “Se te está subiendo a la cabeza. Te lo estás creyendo”. Viene lo obvio: él o ella dejamos de ser amigos. ¿Por qué? Porque mi realidad, ajena a sus ajetreos histriónicos, ya no encaja en la “realidad” que le han creado ficticiamente sus promotores “reales”. Cualquiera más o menos cuerdo sabe que la diferencia entre una persona normal y un idiota es la fama. Pero nadie se atreve a asegurarlo categóricamente porque el número de idiotas supera en mucho a los que pueden ser conocidos por el público conocedor. El fenómeno es válido para un actor, un bailarín, un escritor o un simple anunciante de jugos naturales. Obvio, tienen más oportunidad de “fama” quienes más invierten en ella….De lo que no se dan cuenta, es que ésta, envenena.

July: ¿Soy un ídolo de barro?

A tus 37 años ya la pregunta no se vale. Tienes que voltear a tu alrededor y mirar cuál es el mecanismo con el que el consumismo crea a uno de ellos: te auto-analizas y tú misma te contestas. Artistas, amigas tuyas que, gracias al dinero, aparecen en el primer lugar del hit-parade en estaciones de un ridículo poder de onda . Ya la calidad no importa, el talento menos, y la creatividad ha sido echada al bote de basura. Los inversionistas de ídolos desean recuperar a toda costa su dinero, y ese “a toda costa”, por ejemplo es comprar la primera plana de Play Boy para hacer aparecer a Tila Tequila y convertirla en la Cyber Play Boy.
Claro, hablamos de mercados más corruptos aún, en donde mujeres con tan poco talento y ausencia absoluta de materia gris, provocan que la socialité hace (hizo) aparecer a una Paris Hilton como si fuera una Marie Curie.

Hilton y Tequila podrían representar las variantes americanas de la clase ociosa y la clase trabajadora, respectivamente, de la misma caricatura femenina. Pero cada una, a su propia manera, ha inferido verdades sobre el mercado que los académicos y la industria aún tratan de comprender.
Lo mismo sucede en México, cuando miras que de pronto, un ser desprovisto de todo lo llamado “artístico” dice que “canta”, como lo hace el adefesio (para algunos, edificio) cubano llamado Niurka. Habría que preguntar al cuerpo “ese” cuánto le ha costado el calzar pies de barro. Y como ella, muchas más: cada una de ellas ha comprendido el absurdo populismo que la rodea y ha promovido sus ambiciones para sacarle provecho económico a lo que Joshua Gamson, autor de (Derecho a la fama: La celebridad en los Estados Unidos contemporáneo), llama “un cambio de la celebridad fabricada de arriba hacia abajo a una especie de celebridad lateral e hiper-democrática”.

Gracias a las nuevas tecnologías, ahora podemos ver lo que sucede cuando las personas tienen la opción de inventar su propia celebridad. Ya cualquiera que medio cante, puede con sólo 3,000 pesos mandarse a hacer su “propio” CD’s (lo que antes era un lujo). Habría que interrogar a los animalitos ingenuos de la Academia dónde, en que bodegón o cantinucha se les pueden ver sus pies de lodo.

July: ¿Puede la celebridad convertirse en una adicción?

Ya hablamos de que cuando lo quieres saber ya estás dentro. Jake Halpern escribió su “Fame Junkies” (Adictos a la fama), un libro sobre lo que hoy es una obsesión universal con lo que se llama “celebridad”. Jake , se sorprendió al descubrir que su investigación demuestran que el 31 por ciento de los adolescentes estadounidenses, honestamente, tienen la expectativa de ser famoso un día y que el 80 por ciento se cree ya verdaderamente importante sólo porque maneja un Ferrari o su padre es el CEO de alguna compañía de medio-pelo.. La cifra del mismo estudio realizado en los 50 era del 12 por ciento.

Y es que los ídolos con pies de barro, la “celebridad” y el éxito se logran hoy de forma más que familiar. Cuando la fama no es elaborada por TV Azteca o Televisa, y puesta a disposición de los pocos genéticamente privilegiados, asume contornos menos rigurosos: ya no existen las campanitas que había en la “W” para acallar al desafinado; hoy todos aprueban “salvados por la campana”. Esto se vuelve más un estado tolerante de lo cursi y deleznable y de exaltación vergonzosa que sustituye al verdadero arte. Los estándares (si los hay) se miden de acuerdo a cuánto se le puede recuperar a la “inversión” del “talento” si se le lanza al estrellato pre-fabricado, con superfluos vientos de talento.
Así, un disco “exitoso” puede surgir de —como la reciente sensación de Internet “I’ll Kill Him”, de Soko—la recámara de una joven francesa y una página de MySpace.


Obviamente, la gente siempre ha tenido delirio de grandeza (Calígula, Hitler, Bush) desde el albor de los tiempos; no obstante las posibilidades de volverse famoso eran mucho más bajas que ahora: hoy tu “éxito” y fama se puede comprar de un día para otro; basta que un jilguero radiofónico, de TV o la Internet, comiencen a “hacerte” el “fenómeno del momento” para que la adicción inicie. Punto aparte de que en la actualidad, existe un número increíblemente grande de escenarios para hacerlo; si a esto añades que el talento ya no es un requisito, estamos completos.

Remato: para que te vuelvas efímeramente famosa y adicta a la "fama" basta que te encierres en una casa, hagas babosada y media, y luego, un público de lo más aberrante, o la manipulación programada de público fabricado como aberrante, “haga llamadas” para ver quién sí y quién no “sale” del “reallity show”.
La pregunta sigue siendo ¿cuánto va a durar esto? O mejor: ¿qué concepto se tiene hoy del éxito y la fama? Una mujer se presenta como “estrella porno” porque le han grabado 8, 9 coitos en vivo. O se siente famoso el futbolista que ese día metió un gol y fue el “héroe” del equipo. Todo esto se propaga por el canal mediático, y ya eres el ídolo que la gente busca, así sea por dos horas escasas.
Y finalizo con esto: ¿No será que una baja-autoestima terrible, casi universal, nos está llevando a la búsqueda de payasos sin virtud alguna?
O estamos, inevitablemente atrapados en aquello que Fromm decía: “Naces solo y mueres solo, y en el paréntesis la soledad es tan grande, que necesitas compartir la vida para olvidarlo.

***
July se levanta. Sus músicos llegan para ir al ensayo. Nerviosa, mira su reloj. Como sea, ella sabe que poco a poco va dejando atrás los eufemismos del éxito y la fama y camina, si bien a paso lento, hacia el camino donde el proverbio chino reza “El cambio es siempre poderoso. Ten siempre el anzuelo en el agua. En el remanso donde menos esperes, hallarás un pez" .

1 comentario:

Anónimo dijo...

A July, la "Cantante":
Llegará la canción que tanto anhelas, ésa que habita en tus entrañas y que una vez creada, te hará llorar... No sólo a tí, también al público fiel que adquiere tus discos o te sigue en presentaciones y giras.

El concepto "fama" está integrado por muchos factores... Los debes conocer bien... Creo que buscas algo más:
El concepto "perdurable". El perpetuarse en ese público que día a día te exige más.

Estoy segura que lo lograrás. Tienes tu talento, aprovéchalo. Por favor: Que no sea una sóla canción, que sean más...

Tanzanita