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miércoles, octubre 03, 2007

Jaime G. Velázquez: Invasión cultural del gobierno Bush



La Feria del libro [versión Xalapa] nos acercó libros que sólo podríamos haber encontrado en el DF –la falta de libros en Veracruz sigue siendo un gran problema, los comerciantes dicen que es por falta de lectores- y nos alejó dinero, es decir se llevó el dinero que quizás hubiéramos gastado en cosas menos útiles.

Entre otros hallazgos encontramos, en el puesto de la UNAM, una caja con dos libros: poetas gringos y poetas mexicanos, para acercarnos más a unos con otros, según dicen. Poetas traducidos. No es mala idea pero hay algo que disgusta, que una embajada del gobierno de Bush se coopere con la UNAM para publicar poesía: todo mecenazgo huele a propaganda política. Digamos que políticamente es una acción incorrecta, aunque Bush vaya de salida, si no queremos separar la cultura agresora de aquel país de la cultura expulsora de mi país.


Y yo pensaba que los artistas apolíticos podían mantenerse frescos como lechugas en Wal Mart, por ejemplo. Y no, son pocos los artistas que logran esquivar los buenos tratos que a veces los gobernantes les reparten para verlos más contentos. Supongo que desconocen el triste caso de Tablada burlándose de Madero y ensalzando a Huerta.
En esto puede haber opiniones irreconciliables, pero de paso en la edición de estos libros encontramos puntos culturales que demuestran por qué es difícil reconciliarnos con un país de vocación guerrera.
Hay escritores que eligieron irse a trabajar a Estados Unidos, como Tablada, en el pasado, como Gustavo Sáinz, como Julio Ortega. Igual que muchos otros mexicanos y latinoamericanos sin nombre que se van por la libre y a veces no la libran y mueren o son asesinados en el camino, y no precisamente en México.

Me pregunto por qué a los poetas mexicanos les puede interesar ser leídos en Estados Unidos. Quizás no han visto películas y programas de TV gringos donde se encuentra parte de lo que ellos piensan de nosotros. Cómo resistirse, un libro es un libro, dirían los sabios.
Recuerdo que alguna vez me advirtieron que no había que juzgar a todas las personas de un país por el gobierno que tienen. O sea que hay gringos que piensan de Bush lo que muchos en México pensamos. Aun así, sigo sintiendo una molestia: cómo saber cuáles de esos poetas votan por los republicanos. Cómo aceptar dinero de la embajada de EU así nomás, en nombre de la divulgación poética, en vez de poner a volar un cerdo con el nombre de Bush, como hizo el compositor y músico inglés Roger Waters en el espacio libre de Monterrey y del DF durante un concierto hace unos meses.

Las diferencias
Lo afortunado del caso es que nos permite identificar algunas de las diferencias que tenemos unos con otros.
1. Hernán Lara Zavala, narrador y buena persona, cuenta que en un desayuno, durante una reunión en Nuevo México, convocada por Comité Presidencial para las Artes y las Humanidades de Estados Unidos y el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes de México, surgió la idea de estos dos libros:
“Durante el almuerzo, se dio un feliz encuentro pues me tocó compartir la mesa con el poeta, y a la sazón Presidente del Fondo Nacional para las Artes, Dana Gioia”.
Pero Dana Gioia no subraya lo “feliz” del encuentro en el desayuno, ya que supongo que sabe que si se hubiera sentado en otra mesa no habría habido plática; le quita lo casual y le pone lo obligado:
“Adaír Margo, Presidente del Comité Presidencial para las Artes y las Humanidades” merece asimismo reconocimiento por ser la que propició el encuentro entre funcionarios de los EU y México con objeto de fortalecer la colaboración cultural entre ambos países”.
2. Los compiladores, o editores, como prefieren llamarle los gringos, presentan el resultado de sus colecciones de poetas y poemas. Horror, me quedo con April Lindner. Es breve, demuestra la intención de abarcar: poetas de 22 lugares y 36 traductores. En cambio, Luis Cortés Bargalló, poeta nacido en Tijuana, electo por Lara Zavala, lucha por parecer despreocupado y sigue las costumbres más arraigadas de un ejercicio centralista decadente: poetas de 9 lugares (más del 60 por ciento son del DF) y 8 traductores.
Siento a Cortés Bargalló como al célebre vocero presidencial de Fox, o como un jefe de partido al frente de los diputados en el Congreso.
3. En la introducción, April Lindner marcó individualidades cuando Cortés Bargalló trató de decir algo de grupos de poetas y, lo más grave, creer que ese metalenguaje sirve parta entender algo y fracasar, caer en lo ilegible.
4. Error, creer que es bueno darse por satisfecho al seleccionar cincuenta poetas y citar a Gabriel Zaid, que en 1980 detectó unos 600 poetas nacidos después de 1940 y antes de 1962, y a Ernesto Lumbreras y Hernán Bravo Varela, quienes encontraron más de 300 poetas nacidos entre 1965 y 1978 (50 es el 5.5 por ciento de novecientos; como siempre, a la mexicana, “peor es nada”).
Y lo que pasa es que Cortés Bargalló seleccionó a los mismos de hace un cuarto de siglo (41 poetas nacidos entre 1945 y 1962), más cuatro nacidos en los años 70 y tres nacidos en 1965 y 1966, lo que revela que nada de todo lo que ha pasado va a mover las apuestas hechas desde que José Joaquín Blanco hizo su crónica de la poesía mexicana y las antologías de Evodio Escalante, Jorge González de León, Sandro Cohen y Carlos Monsiváis. Sin tomar en cuenta las más recientes recopilaciones, la de Aurora Mayra Saavedra, la de Argüelles, y otras que quizás no circularon en el D.F., como las de Ángel José Fernández y Esther Hernández Palacios en Veracruz.
Lindner no seleccionó a nadie nacido en los años 70; Cortés sí, a cuatro.
Por cierto que con seis poetas seleccionados Veracruz queda en segundo lugar, frente a tres de Jalisco. Pero esto queda inválido porque lo que resalta es el poco esfuerzo de Cortés Bargalló por buscar “nuevas voces”.
5. Los derechos de autor es un tema que duele, que justificaría una invasión a Estados Unidos: los gringos piden permiso a los autores o a sus editores y lo ponen por escrito. Los mexicanos no. Espero que Cortés Bargalló haya pedido permiso a cada autor (como hizo Zaid en su Asamblea) y dólares para pagar a los autores que se hayan puesto exigentes.
En lo que hay empate es en poetas nacidos fuera de Estados Unidos, dos, en Puerto Rico e Indonesia, y dos fuera de México, en Egipto y Canadá.
Por cierto que son gringos los encargados de la comercialización: Sarabande Books, Inc.

1 comentario:

Peniley Ramírez dijo...

Jaime: He leido con particular interes tu texto, puesto que es un tema que ahora me toca de cerca. Considero que si bien tienes toda la razon en cuanto a la falta de rectitud acerca de los derechos de autor que existe en mexico, tambien es una oportunidad para que esas voces sean leidas en estados unidos. Es muy grave que aqui en miami, por ejemplo, donde la mayoria de la poblacion es latina, exista un deficit tan grande de literatura hispana y de poesia en espaniol, particularmente. Quiza de este lado sea mas plausible la iniciativa de la embajada, y aunque tienes razon en todo lo que dices, y en cuanto al gran negocio que es y perjudica, como siempre, a los que peor estan, ojala sirva para que al menos puedan leerlos aca. Un abrazo grande grande,

Peni