En la ciudad de Miami la migración es protagonista. Para algunos es la capital del español. Adrián Castro le ha llamado durante más de diez años La República de Miami. Ha sido fundada, construida y gobernada por latinoamericanos emigrados en los últimos sesenta años. Desde allí es fácil conocer la historia, las tradiciones y las raíces de cualquier país latinoamericano.
La dinámica social es única llena del colorido y costumbres Latinoamérica. Una Cuba con comida y Coca-Cola dicen los cubanos; una Argentina sin crisis económica, según los emigrados de dicho país; una Venezuela sin Chávez, opinan los residentes de El Doral, zona casi exclusiva de exiliados venezolanos.
Cada uno encontró en Miami un espacio de asentamiento y juntos conforman ese paisaje en donde apellidos como Gómez o Pérez son más frecuentes en cargos importantes a nivel político, económico, cultural, científico o comercial, en lugar de Smith o Johnson.
Miami es la ciudad de nacimiento de Adrian Castro, y es también el objeto de análisis en sus libros de poesía. Sus dos libros publicados, Cantos of blood and Honey (Cantos de Sangre y Miel), de Coffee House Press, y Wise Fish (Pez Sabio), rescatan la realidad de la emigración desde Estados Unidos y sus países de origen.
Castro es considerado uno de los principales representantes de la llamada Latino Literature. Él mismo nos cuenta que este tipo de poesía comenzó en los sesentas y setentas entre los chicanos de California y Texas, y los boricuas de Nueva York.
Ellos comenzaron a incluir palabras en español en sus poemas en inglés o darle a estas características latinas. Como género, es diferente a lo que sería en español Literatura Latina, es decir, autores latinos que escriben en su idioma natal. “Yo mezclo el español con el inglés y el yoruba, he ido un paso más allá.”
¿POR QUÉ MEZCLAR YORUBA? Para mí, esta mezcla representa el triángulo que es el Caribe. En Centroamérica, la colonización fue una composición de Europa y Mesoamérica, pero en el Caribe, fue Europa, África y los nativos. Después de todos estos siglos, la migración caribeña a Miami me ha permitido convivir con esas culturas muy parecidas en cuanto a flora, fauna, comida, tradiciones, música, estética, filosofía, moralidad, las cuales son más que rituales. Yo soy escritor y babalao, mis textos van más allá de la intención de Nicolás Guillen, por ejemplo, quien retrató con su ritmo y sus poemas la identidad cubana, mezclada con la española.
EN SUS POEMAS ENCONTRAMOS IMÁGENES COMUNES DE CIUDADES QUE PODRÍAN SER LA HABANA, SANTO DOMINGO, SAN JUAN DE PUERTO RICO O ALGUNA CIUDAD DEL CARIBE. ¿PODREMOS RECONOCER IMÁGENES DE MIAMI TAMBIÉN EN ELLOS? Los libros que he publicado y este que tengo en preparación son una trilogía que ven el exilio en Miami desde varios puntos. El primero, Cantos to Blood and Honey retrataba más la vida de los latinos en Estados Unidos. Por eso pueden encontrarse imágenes de Miami, como en el poema Fishing at the Crossroads.
En esta ciudad hay muchas formas tercermundistas, como vendedores en los semáforos, personas que hacen cualquier tipo de trabajo con tal de empezar a ganar dinero en Estados Unidos, corrupción de los litigios en la industria de la construcción, empleo por amistades o influencias como en América Latina. No debo estudiar mucho sobre Miami porque vivo aquí, y es la realidad que tengo a mí alrededor.
Mi próximo libro tratará de otras regiones como por ejemplo: Nigeria. Para ello estudié y fui a África; escribí un poema basado en efectos del colonialismo y cambio de culturas. Este libro, tercera parte de la trilogía, será más filosófico, más introspectivo. Trataré África como la metáfora para las raíces. Creo que para lidiar con el destino primero debo hacerlo con la historia y necesito el fundamento de las raíces para sobrevivir. Una de las razones de las dificultades del ser humano, es cuando no tienen historia. Esta es una riqueza del emigrante y a la vez, es un problema del blanco americano. El que emigra sabe de dónde vino.
Adrián Castro se graduó en inglés y trabajó como inspector de construcción, al tiempo que daba espectáculos gratuitos en galerías de South Beach durante diez años. Después de la publicación de su primer libro, fue reconocido en todo el país y actualmente es conferencista, profesor adjunto de la Universidad de Miami y babalao.
Eyibaríba eyibaríba enkamá
Wá [coro]
Eyibaríba eyibaríba enkamá
Wá [coro]
Sonidos se esparcen sobre úteros,
aquellos antes de Mokongo y toda esa gente
suenan mucho como pulgares,
como las procesiones de pieces desde Abakuá
en aquel día llevando baúles y bailando la caja,
tambaleándose en rebotes de ritmo 6/8
como un pensamiento incompleto entre hueso y espíritu.
Nacimos en algún día,
en algún día nos arrodillamos ante ciertas nubes
y elegimos nuestro destino lleno de calabash.
Lo más difícil de recordar
son los sonidos de aquellos úteros antes de Mokongo
Eyibaribá eyibaribá enkamá
Wá (coro)
Cuatro años vagamos por las calles de Regla,
Cuatro años vagamos por las calles de Regla,
persistiendo como delicadas redes de humo de tabaco
o adentro de una botella vacía de aguardiente
(por eso las botellas deben etiquetarse aún vacías).
Nuestra madre tuvo dos abortos
ellos picaron un poco de oído del nacido
para identificarlo indeleblemente a su regreso
y aseguraron que no los dejaría de nuevo
ajustando una pequeña cadena a su tobillo izquierdo.
(Abakuá: Sociedad secreta de hombres en Cuba, formada por descendientes de esclavos del Calabar.)
Después de cuatro años, Mokongo y toda esa gente
(Abakuá: Sociedad secreta de hombres en Cuba, formada por descendientes de esclavos del Calabar.)
Después de cuatro años, Mokongo y toda esa gente
decidieron ayudar.
Un día
vendimos el pacto con la muerte/ikú.
Ikú tendría que filtrar a través de gruesas cortinas de mariwó
pensó en los sonidos sordos como una procesión de pies,
en el oído sin chasquidos
Eyibaribá eyibaribá enkamá
Wá (coro)
Qué hay de Feyo, Emilio, Luis y Mongo
Qué hay de Feyo, Emilio, Luis y Mongo
su cabello y sus dientes platino
cómo eran ellos hombres y sobre todo padres:
un joven guerrillero inclinado en barras de acero
asesinado en Santo Domingo.
Ellos se quedaron las banderas ondeantes del arcoiris,
preguntaron por un vaso de agua
flores y perfume
reclamaban: todavía estaban allí
pensando, de vez en cuando,
un café que se derrama antes de servirse
o un plato con cachitos de plátanos, arroz y pollo asado
grietas aprobadas como ofrenda eucarística
Y cómo olvidar a Alfonsa
Y cómo olvidar a Alfonsa
como una duna de piedra en la orilla
sonriendo, como si te conociera de siempre
con su vestido de guinga azul agitándose
cual olas de risa.
En una casa abandonada,
En una casa abandonada,
un padre queda sólo usando
guayabera y cuerda lechosa, sedosa,
viendo el azulejo y el estuco mediterráneo.
(mariwó: palma frondosa)
pidiéndole a algunas piedras y a la ceiba,
viento y corrientes que animan las cosas en el otro mundo,
den este mensaje a su hijo.
Necesitamos el cráneo de un cordero, un carnero o un borrego.
El hueso es memoria del pasado,
la sangre es vida actualizada,
así el espíritu es tiempo humanizado.
Eyibaríba eyibaríba enkamá
Eyibaríba eyibaríba enkamá
Wá (coro)
Eyibaríba eyibaríba enkamáWá (coro)
Tó Egúngún!
Traducción: Peniley Ramírez
* en cursivas, texto en español en el original.
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