Siempre he pensado que debo esperar a que termine el silencio para hablar, esperar el silencio antes de hablar… Cuando esperamos el silencio vivimos en el limbo, con la ilusión de que algo o alguien nos rescate, con nuestra alma marchita, desesperada por encontrar esa ilusión, sumida en el llanto, en la oscuridad de la eternidad; confundiendo el día con la noche, el amor con la pasión.
He vivido en la oscuridad, he conocido el fondo de mi dolor, el llanto oprimía mi corazón, la ausencia borraba las palabras escritas, día tras día esperando a ser amada, consumiendo mi valor. Cegando las ilusiones, transformando el significado del amor, la tristeza era mi mejor amiga, la soledad mi consuelo y esta sinfonía de amargos sentimientos conspiraban a mi favor.
Cuántas veces por las noche despertaba con un dolor en mi pecho, ahogada en el llanto, implorando una oportunidad, suplicando el perdón; miraba alrededor los errores cometidos, quería retroceder el tiempo, pero el tiempo no se deja vencer por la súplica, es duro, simplemente continúa.
Mi alma, día tras día, coleccionaba líeas en blanco, no podía estar más triste que yo, sólo existía.
Fueron días en donde mi cabeza encontraba caminos en las orillas de las banquetas, donde los recuerdos se volvieron puñaladas; pero, no importaba, ya no sentía.
Mis manos y mis brazos cada vez pesaban más, lo único que rondaba en mi cabeza era ¿Por qué yo?
Irónica, la vida contestaba ¿Por qué no? Temblorosa escuchaba la respuesta, resignada no podía estar más.
Pero así como en Ave Fénix, estaba resurgiendo; sería ridículo querer seguir viviendo en tal estado de condescendencia, simplemente aprendí a esperar a que el silencio terminara y entender el significado de la vacuidad, de la esencia del no movimiento y que, a la vez nada, es estáico.
Inventé un nuevo significado del amor, mis líneas en blanco comenzaron a llenarse, algunas frases irónicas, otras llenas de coraje, pero sobre todo, estaba entendiendo.
El martirio había terminado, dejar al pasado la solución.
Escucha con atención: examina tus motivos y todo pasará; como cuando escribes algo sobre la arena y sólo basta con esperar a que lleguen una ola….Todo pasará: así empezaron mis primeras líneas.
No sé, tal vez alguien podrá aclararlo, pero ahora no importa, sólo quiero vivir.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario