Poco después del inicio de la década de los setentas, los que habíamos nacido en la cercanía de la mitad del siglo veinte, conocíamos por las noticias publicadas, los eventos de la olimpíada y de Tlatelolco, en orden cronológico.
Estamos mencionando hechos que pusieron a nuestro país en el tablero de la atención mundial, cuando el actual estado de Israel, tenía a penas veinte años de haberse instituido, en la antigua colonia británica de Palestina, después del acuerdo respectivo del pleno de la ONU y la declaración protocolaria dada por David Ben Gurion, y a menos de veinticinco años de concluida la segunda guerra mundial, y en tiempos en que se festejaba muy en serio el aniversario de la fundación de las Naciones Unidas y sus instituciones integrantes.
Fueron tiempos que vieron nacer una generación de jóvenes con grandes inquietudes políticas; jóvenes que buscaban casi con desesperación espacios y oportunidades para proyectar sus aspiraciones y pensamiento.
Beatriz Paredes Rangel, Fausto Zapata, Carlos Armando Biebrich, Fidel Herrera Beltrán, entre otros, iniciaron en aquellos años, siendo muy jóvenes, su transitar por la vida política y hoy, cuarenta años después, son actores de primera línea en el escenario público nacional, junto con varios más de su generación.
Sin duda una prueba fehaciente e irrefutable, de que la política es cuestión de mujeres, hombres, tiempos y circunstancias.
Con un tercio de la población que actualmente tenemos, con menos industrias, mas conflictos agrarios, mas producción pesquera, y menos exportaciones no petroleras, los años setentas transcurrieron, entre la reforma educativa que pregonaba el Doctor Bravo Ahuja y los retos científicos y tecnológicos que habían sembrado en el mundo la carrera espacial y la guerra fría; bueno hasta las películas de espionaje eran exitosas, sin olvidar novelas como El Chacal, El Archivo de Odessa y El Círculo Matarese, de intriga internacional pura .
Hoy los jóvenes enfrentan un panorama distinto del que compartimos los que ya rebasamos el medio siglo de existencia.
La oferta educativa es mucha y la calida es poca, gracias a las universidades patito.
Las universidades públicas, cuna de la investigación científica y la producción de libros de textos para profesionistas, tienen que reescribir su historia, de cara a la sociedad que las creó y sustenta, y a la comunidad de desarrolladores de ciencia y tecnología, su papel no se devalúa, se duplica su compromiso. Ese es el entorno académico que corresponde a los jóvenes de hoy, es el entorno mundial también.
El aterrizaje de los métodos anticonceptivos, hoy tan variados y hasta alcahuetes, ha facilitado la modificación de las conductas sexuales juveniles, a pesar de ello, es muy alto el porcentaje de adolescentes embarazadas, y peor aun las estadísticas de sida.
Somos todavía un país que esta lejos de generar todos los empleos que sus jóvenes demandan, por eso cada año son más los que cruzan la frontera norte con la esperanza de buscar mejores oportunidades.
Nuestra pobreza institucional hacia los jóvenes queda de manifiesto en los contenidos de la ley del instituto mexicano de la juventud, tal parece que se creó para cumplir un requisito burocrático internacional, antes que respaldar un paquete de iniciativas para los jóvenes.
Estamos urgidos de una autentica y verdadera política joven, que otorgue directrices a mas de un tercio de la población nacional.
Que fomentemos la creatividad y las iniciativas de desarrollo que pueden emerger de muchas mentes jóvenes; encaucemos esa energía y ese talento, aprovechemos a formar la generación de los inmediatos artistas, empresarios y gobernantes; por que nadie es eterno, ni se eterniza con mediocridades y egocentrismos; el futuro se construye día a día y la vida también.
Al escenario político incongruente, retrogrado y caduco que permea las principales corrientes de los partidos, se agrega el enorme reto de un tercio de la población a la que no toman en serio ni les brindan opción.
Los hoy jóvenes, mañana dejarán de serlo y nosotros seremos los viejos y ancianos; ¿Qué trato recibiremos?
Los jóvenes son un valioso recurso a corto plazo; ¿que estamos haciendo para que asuman plenamente sus responsabilidades públicas y privadas?
En anteriores ocasiones hemos ponderado las bondades del turismo alternativo y el ecoturismo, para generar empleos y atraer inversiones, y es precisamente pensando en los jóvenes que se hacen esas proyecciones.
Tenemos que reinventar muchas soluciones, y el cambio climático, las nuevas condiciones globales y las necesidades regionales, pueden ser el mejor nutriente para mentes jóvenes, que quieran mejorar su vida y el ambiente.
Por ser el tema tan amplio e importante, en obvio de espacio y tiempo, lo dejamos hasta ahí por el momento.
Los artículos anteriormente publicados, esta al alcance de nuestros millones de lectores en; humanismo21.blogspot.com
Donde podrán dejar sus comentarios, críticas y opiniones.
Los saludo con afecto y respeto.
ferreiraconsultor@gmail.com
Estamos mencionando hechos que pusieron a nuestro país en el tablero de la atención mundial, cuando el actual estado de Israel, tenía a penas veinte años de haberse instituido, en la antigua colonia británica de Palestina, después del acuerdo respectivo del pleno de la ONU y la declaración protocolaria dada por David Ben Gurion, y a menos de veinticinco años de concluida la segunda guerra mundial, y en tiempos en que se festejaba muy en serio el aniversario de la fundación de las Naciones Unidas y sus instituciones integrantes.
Fueron tiempos que vieron nacer una generación de jóvenes con grandes inquietudes políticas; jóvenes que buscaban casi con desesperación espacios y oportunidades para proyectar sus aspiraciones y pensamiento.
Beatriz Paredes Rangel, Fausto Zapata, Carlos Armando Biebrich, Fidel Herrera Beltrán, entre otros, iniciaron en aquellos años, siendo muy jóvenes, su transitar por la vida política y hoy, cuarenta años después, son actores de primera línea en el escenario público nacional, junto con varios más de su generación.
Sin duda una prueba fehaciente e irrefutable, de que la política es cuestión de mujeres, hombres, tiempos y circunstancias.
Con un tercio de la población que actualmente tenemos, con menos industrias, mas conflictos agrarios, mas producción pesquera, y menos exportaciones no petroleras, los años setentas transcurrieron, entre la reforma educativa que pregonaba el Doctor Bravo Ahuja y los retos científicos y tecnológicos que habían sembrado en el mundo la carrera espacial y la guerra fría; bueno hasta las películas de espionaje eran exitosas, sin olvidar novelas como El Chacal, El Archivo de Odessa y El Círculo Matarese, de intriga internacional pura .
Hoy los jóvenes enfrentan un panorama distinto del que compartimos los que ya rebasamos el medio siglo de existencia.
La oferta educativa es mucha y la calida es poca, gracias a las universidades patito.
Las universidades públicas, cuna de la investigación científica y la producción de libros de textos para profesionistas, tienen que reescribir su historia, de cara a la sociedad que las creó y sustenta, y a la comunidad de desarrolladores de ciencia y tecnología, su papel no se devalúa, se duplica su compromiso. Ese es el entorno académico que corresponde a los jóvenes de hoy, es el entorno mundial también.
El aterrizaje de los métodos anticonceptivos, hoy tan variados y hasta alcahuetes, ha facilitado la modificación de las conductas sexuales juveniles, a pesar de ello, es muy alto el porcentaje de adolescentes embarazadas, y peor aun las estadísticas de sida.
Somos todavía un país que esta lejos de generar todos los empleos que sus jóvenes demandan, por eso cada año son más los que cruzan la frontera norte con la esperanza de buscar mejores oportunidades.
Nuestra pobreza institucional hacia los jóvenes queda de manifiesto en los contenidos de la ley del instituto mexicano de la juventud, tal parece que se creó para cumplir un requisito burocrático internacional, antes que respaldar un paquete de iniciativas para los jóvenes.
Estamos urgidos de una autentica y verdadera política joven, que otorgue directrices a mas de un tercio de la población nacional.
Que fomentemos la creatividad y las iniciativas de desarrollo que pueden emerger de muchas mentes jóvenes; encaucemos esa energía y ese talento, aprovechemos a formar la generación de los inmediatos artistas, empresarios y gobernantes; por que nadie es eterno, ni se eterniza con mediocridades y egocentrismos; el futuro se construye día a día y la vida también.
Al escenario político incongruente, retrogrado y caduco que permea las principales corrientes de los partidos, se agrega el enorme reto de un tercio de la población a la que no toman en serio ni les brindan opción.
Los hoy jóvenes, mañana dejarán de serlo y nosotros seremos los viejos y ancianos; ¿Qué trato recibiremos?
Los jóvenes son un valioso recurso a corto plazo; ¿que estamos haciendo para que asuman plenamente sus responsabilidades públicas y privadas?
En anteriores ocasiones hemos ponderado las bondades del turismo alternativo y el ecoturismo, para generar empleos y atraer inversiones, y es precisamente pensando en los jóvenes que se hacen esas proyecciones.
Tenemos que reinventar muchas soluciones, y el cambio climático, las nuevas condiciones globales y las necesidades regionales, pueden ser el mejor nutriente para mentes jóvenes, que quieran mejorar su vida y el ambiente.
Por ser el tema tan amplio e importante, en obvio de espacio y tiempo, lo dejamos hasta ahí por el momento.
Los artículos anteriormente publicados, esta al alcance de nuestros millones de lectores en; humanismo21.blogspot.com
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Los saludo con afecto y respeto.
ferreiraconsultor@gmail.com
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