Con Sabato llegamos a ser buenos amigos, hasta que perdí el contacto con él nos veíamos una vez por semana, pero... Elvira González Fraga se fue poniendo poco a poco en el lugar que fue dejando vacante Matilde, y Elvira desaprobó nuestra amistad. Arnesto es una cáscara que Elvira utiliza con propósitos múltiples, sin embargo, debo decir que Don Arnesto lleva sus largos años con hidalguía.
Algunos fragmentos de la correspondencia que mantuve con el Pato Criollo cuando todavía éramos felices pintan de cuerpo entero el carácter de las relaciones que yo tenía con el Pterodáctilo.
"Para el epílogo de mi libro también había pensado en Sabato, estoy seguro que me hubiera perdonado las barbaridades, muy justas por otra parte, que digo sobre él en las cartas que le escribí a Gombrowicz, pero no puedo pedírselo, imposible, observá si no la naturaleza de esta conversación: –¿Quién lo hizo?; –Kalicki, un polaco que te tradujo a vos y a Borges; –¿Y dónde vive?; –Vive en Polonia, claro, dónde va a vivir; –¿Y qué hizo?; –Se olvidó de traducir todo lo que le dije a Peicovich sobre tu relación con Gombrowicz; –¿Sabés?, seguramente lo hizo por algún resentimiento; –¡Pero qué resentimiento ni qué pelotas, lo hizo porque es un boludo!; –¿Quién es un boludo?; –Kalicki es un boludo; –Ah, ¿y quién es Kalicki? Está completamente chocho pero mantiene la dignidad y una cierta maestría"
Los cumpleaños del Pterodáctilo en Santos Lugares eran legendarios, el del 2001, su año nonagenario, fue apoteótico.
"(...) así que me acerqué a Alifano: –¿Qué tal, che, el Viejo no envejece, no?; –Sí, está igual. Y mientras Alifano atendía a un vejete que se estaba extasiando con el último número de "Proa" dedicado al Profeta como homenaje a sus noventa años, un gaitero tocaba la gaita, amenizaba el ambiente y nos aturdía con unos sones escoceses (...) así que le di un golpecito de codo en las costillas a Alifano y le dije: –Che, Roberto ¿qué opinás de Aira?; –¿Qué Aira?; –César Aira, el escritor; –Nada; –¿Cómo nada?; –Menos que nada; –Pero... si es un escritor; –Negativo (se le había puesto la cara de un color cetrino a ese aguilucho mal nacido y estaba actuando como si yo lo hubiera ofendido); –Pero... si está premiado en España y traducido al francés; –Un cero a la izquierda, algo leí, insubstancial... Me había metido en un lío así que dejé que la conversación se cayera"
"(...) sin saber de dónde había salido, la casa del Murciélago tiene muchos laberintos, una señora cordialísima y de una naturaleza muy expansiva empezó a hablarme de cómo ella y sus alumnas habían quedado prendadas de una conversación que habían mantenido conmigo en el cumpleaños del año anterior: –Pero, señora, si yo no estuve en el cumpleaños del año pasado; –Entonces habrá sido en el anteanterior; –¿Y qué es lo que dije que se quedó tan admirada?; –Era sobre Gombrowicz (...) y como una cosa trae la otra al ratito estábamos como chanchos (...) Mercedes resultó ser profesora de literatura española en la facultad de letras, ya en plena confianza me dice; –Sos el mejor para Tata, el más inteligente y el más simpático; –¿Y vos cómo lo sabés?; –Porque nos lo dice a todos. Cada minuto que pasaba me parecía más versada y más amena así que se me ocurrió que había llegado el momento: –Che, ¿y qué tal Aira?; –Ah, César, es tan buenito, tan humilde, tan buen escritor; –Vos sabés que Alifano me lo acaba de tratar con muchísima desconsideración; –Pero si esa porquería es una mierda, qué importancia puede tener lo que piensa ese hijo de puta, es un derechista de lo más bajo, ni te imaginás lo mala persona que es (...)"
Un año antes el Pterodáctilo me había dedicado un ejemplar de "La Resistencia"; en la dedicatoria nos hace culpables a Dios y a mí de dos pecados diferentes, como muy bien se pude ver en el documento adjunto. [o el que ilustra este texto N.E.]
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